El valor relativo de la arqueología SUD, parte 3 de 3

Biblicomentarios  •  Sermon  •  Submitted
0 ratings
· 17 views

En esta tercer y ultima entrega examinamos por qué hay más evidencia de la arqueología en la Biblia que en el Libro de Mormón y cómo es que esto se compensa

Notes
Transcript

Es lo mismo, pero al revés

No es el propósito de las Escrituras proporcionar los datos técnicos sino contribuir a la prueba espiritual. Al considerarles sobre una base exclusivamente técnica se les toma, inevitablemente, fuera de contexto.

Por qué cuenta la Biblia con más evidencia

Algunos señalan, y aún reclaman, que la Biblia cuenta con muchos hallazgos geográficos mientras que los hallazgos geográficos precisos sobre el Libro de Mormón son sumamente escasos. A quienes se angustian con esto habrá que recordarles que el tiempo que el Libro de Mormón lleva impreso es muy reciente si se le compara con el tiempo que lleva impresa la Biblia. Y es mucho menor la cantidad de personas que han leido el Libro de Mormón y que han mostrado interés en él. Los investigadores ciertamente han sido pocos.
Sucede con esto como con los libros de la Iglesia. Todo mundo quiere que se traduzcan al español, pero nadie dice yo. Otros, en lugar de aprender inglés, han decidido esperar a que se traduzcan, lo cual, en estas circunstancias, sucederá sin duda en el Milenio. Necesitamos menos críticos, y más investigadores serios, dispuestos a investigar por sí mismos, metiendo las manos a la tierra, en lugar de limitarse a repetir lo que hayan leido. También necesitamos más recursos y más tiempo.
El Instituto Neal A. Maxwell (antes F.A.R.M.S.) se ha dedicado a eso con bastante asiduidad. Hay un puñado de organizaciones más, tanto dentro como fuera de la Iglesia, y SUD como no SUD. Aún así, sus números son muy pocos. Es entonces absurdo esperar que haya tanta evidencia arqueológica sobre el Libro de Mormón como sobre la Biblia. No se ha contado ni con el mismo tiempo ni con los mismos recursos, y es tan simple como eso. Si están dispuestos a esperar a que el Libro de Mormón tenga de publicado lo que lleva la Biblia, y a que tenga la misma difusión, y a que se cuente con los mismos recursos podemos reanudar nuevamente la conversación.

Los puntos fuertes del Libro de Mormón

Pero es curioso observar, en cuanto a datos técnicos, la forma en que la Biblia y el Libro de Mormón son complementarios. Porque lo que a la Biblia le sobra en cuanto a datos geográficos y arqueología le falta en cuanto a referencias cronológicas precisas. Se ha perdido la cronología de eventos y hasta libros enteros, como es el caso del libro de Joel. Y este es precisamente el punto fuerte del Libro de Mormón. Con la bendición de abarcar una historia de sólo 1,024 años (en comparación con los más de 4,000 bíblicos) la cronología del Libro de Mormón está tan profusa y precisamente detallada que se ha podido llevar un seguimiento de ella a pie de página y hacer gráficas y trazar patrones. Pasa eso también en otros renglones, como la genealogía. En el Libro de Mormón las genealogías son muy precisas. En la Biblia se duplican o se traslapan o se llegan a perder segmentos enteros (lo cual es una pista de lo que ha sucedido con la Biblia). Pero centrémonos solamente en el espacio (geografía) y el tiempo (cronología) y podremos contemplar la forma en que el Libro de Mormón y la Biblia son tan complementarios.
Es natural que la Biblia tenga grandes cismas cronológicos, porque el rango de tiempo que abarca es más grande, llegando incluso a una documentación de la Creación y los primeros tiempos, el Génesis. He observado que cuanto más se aleja uno hacia atrás en el tiempo más difícil es documentar con precisión las cosas. Y así, es imposible trazar, con los solos datos técnicos aportados por la Biblia, el tiempo de muchas cosas.

La geografía y la Biblia

Todos los lugares que no encontramos de la Biblia

Para quienes piensen que la Biblia tiene una documentación geográfica perfecta, les invito a documentar la ubicación geográfica de todo lo que se menciona en los primeros capítulos de Génesis, antes de Abraham. Descubrirán que existen tantas teorías sobre geografía y cronología del Génesis como nubes en el cielo. Y que son tan evolutivas como esas mismas nubes. Nuevamente les recuerdo que el propósito de la Biblia no es aportar datos técnicos, sino contribuir a la conversión espiritual. Sin recurrir a la revelación sino solo a los datos técnicos, no podemos saber con certidumbre dónde están ubicados algunos de los ríos del jardín de Edén, dónde estaba la tierra a la que fue expulsado Adán, dónde se ubicaba Nod, dónde vivió Noé y dónde descansó el arca. No sabemos la ubicación precisa de Sodoma y Gomorra. Hay dos ubicaciones posibles en el mapa para Ur de los caldeos, así como hay dos ubicaciones posibles para el monte Sinaí.
De hecho, yéndonos a tiempos más recientes, tampoco tenemos ubicados con precisión algunos lugares del Nuevo Testamento. No sabemos con precisión, por ejemplo, dónde se bautizó Jesucristo, ni dónde fue sepultado.

Con base en la suposición

Se han sacralizado lugares, se han tomado fotos de ellos y se han convertido en lugares turísticos sin una base precisa, basándose solamente en la presunción o en la tradición. Por lo tanto, lo que muchos presumen como un conocimiento cierto sigue siendo en realidad una teoría, y como tal es un conocimiento perfectible. Nuevos descubrimientos nos podrían apuntar mañana a otros lugares y los lugares turísticos de hoy podrían quedar en el polvo y el olvido. Por supuesto, como siempre, habrá intereses que no quieren que pasen esas cosas. Pero la ciencia es la ciencia y la verdad es la verdad, y el afán del hombre por buscar la verdad es insaciable. Como debe de ser.

Un trato justo al Libro de Mormón

Lo justo es que tratemos al Libro de Mormón al menos de la misma manera en que tratamos la Biblia. Nadie se ha convertido espiritualmente a Jesucristo por haber encontrado la Biblia perfecta en cuanto a datos históricos. No es esa la fuente de su conversión espiritual, y si se han convertido sólo se ha convertido intelectualmente. Pero la conversión que Dios espera es la conversión espiritual, y el propósito de la Biblia no es aportar datos técnicos, sino ayudar al hombre a convertirse a Dios espiritualmente y alcanzar la felicidad y la vida eterna. Lo mismo sucede con el Libro de Mormón. Lo importante, dice Nefi, son las cosas del Espíritu.

Retorno a la humildad

Algunos sentirán su fe debilitada al contemplar lo mucho que nos falta por conocer en cuanto a datos técnicos y arqueológicos (porque en ello descansa su fe). Otros, por el contrario, sentirán su fe fortalecida al comprender la forma en que Dios nos protege para enfocarnos más en las cosas del Espíritu. Y se sentirán más libres para acercarse a Dios en la forma y por las causas correctas.
Luego, ¿deberíamos descartar toda investigación técnica o tecnológica? ¡No, claro que no, por el contrario! Deberíamos hacer más y más de estas investigaciones y buscar la bendición de Dios, para poder tener en un futuro el cuadro completo de las cosas. Pero no debemos hacer a Dios esperar por nuestra conversión hacia Él todo ese tiempo. Porque, en orden, primero viene, lo Imprescindible, luego lo Importante, después lo Interesante y hasta el último lo Irrelevante.
Yo creo que, en un mundo repleto de la búsqueda de cosas autoevidentes y de píldoras y soluciones rápidas, nos vendría bien y sería muy saludable vencer nuestra soberbia y tener un retorno a la humildad. Reconocer que Dios sabe todas las cosas y las revelará en su propio y su debido tiempo. Y que muchas de las cosas de Dios se pueden alcanzar mejor por Sus medios, no los nuestros; como por ejemplo, por el inefable don de la revelación. Y sé lo difícil que es comunicar lo que Dios revela al alma, pero una vez que se tiene es, para quien lo posee, algo tan cierto y tan real como aquello que se nos da a conocer por los sentidos. Haríamos bien en no subestimar tan intestimable sentido y don espiritual. Porque, ¿bajo qué base pretendemos conocer más que Dios sobre las cosas, y pretender limitarlo a Él a nuestros medios? Sus canales de comunicación con el hombre han sido perfectos desde el inicio de los tiempos.
Si nosotros nos sujetamos a Él, si lo servimos y si vivimos a Su manera, estos sentidos se despiertan en nosotros y nos hacemos sensibles a los susurros de Su Espíritu Santo. Una vez despertada esa sensibilidad el gozo es continuo, mientras que el sentido de la competencia y el orgullo espiritual aniquila esos sentidos y nos hace egoístas e insensibles, negando la experiencia que aún no conocemos, pero que otros, los que en verdad siguen a Dios, disfrutan de manera cotidiana, como parte de una forma de vida.
Aquellos gobiernos que han pretendido suprimir o proscribir la espiritualidad en el hombre no han podido subsistir a la prueba de la historia, que repite una y otra vez esta lección: que la espiritualidad es parte inherente del hombre y que el reconocimiento de la vida espiritual es la única forma de garantizar la felicidad humana. Dios, que sabe todas las cosas, eleva nuestra perspectiva de la felicidad aún a un plano mayor: el del gozo de la felicidad eterna.

Lo quiero en mi archiverito

Me ha costado trabajo mantener mi archivero en orden, pero ¡cómo le he tomado cariño! Me ayuda a enfocarme en las cosas en su debida prioridad. Trato de mantener la mayor parte del tiempo en los primeros dos cajones, y, cuando Dios me regala para mi descanso un poco de tiempo libre, me deleito en contemplar lo que tengo en el cajón de Interesante.
Creo que iré hoy a visitar a mi amigo. Tiene un libro que me gusta mucho. Sin duda es bastante digno de ponerlo en mi cajón de “Interesante” y contemplarlo un rato, un largo rato, para mi deleite intelectual. Quiero también mucho a mi amigo, y me deleito con él. Es posible que, partiendo de allí, terminemos platicando sobre algunos asuntos que van en el cajón de lo “Importante”.
[divider]
(Con esta entrega finaliza una serie de tres biblicomentarios publicados bajo el mismo título. En las entregas anteriores hemos visto
Espero que te haya gustado esta serie y, si la consideras de valor, la compartas con tus amigos y me dejes conocer, aquí abajito, cuáles son tus impresiones y tus comentarios).
Related Media
See more
Related Sermons
See more