Una Iglesia Muerta

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Introductorio
Del púlpito al corazón BOSQUEJO No. 93

BOSQUEJO No. 93

LA IGLESIA

Sus Características

La palabra iglesia proviene del griego ekklesia y significa “llamados afuera”. Está aplicada a personas que han aceptado a Cristo como Salvador y aparece en el Nuevo Testamento más de cien veces. Cuando se la usa en singular generalmente se refiere a grupos de creyentes que forman congregaciones independientes (1 Corintios 1:2; 7:17; etcétera. Tres veces se la emplea para referirse a grupos de personas no cristianas (Hechos 7:38; 19:32, 39; Hechos 2:12).

1. Fundación

Mateo 16:18

El Señor Jesús dice en Mateo 16:13–19 varias cosas importantes sobre la iglesia:

a. “sobre esta piedra”, o sea sobre el contenido de la confesión que Pedro acababa de formular, es decir Cristo, que es la roca (gr. petra; Salmo 119:22; Isaías 28:16; 1 Corintios 10:4; 1 Pedro 2:8)

b. “edificaré”, es decir que El mismo tomó a su cargo la construcción del edificio para la morada de Dios (Efesios 2:20–22), para garantizar que los componentes sean aprobados y ocupen sus correspondientes lugares.

c. “mi iglesia”, el cuerpo que me pertenece, que obedecerá mis iniciativas completará mis funciones (Efesios 1:22–23).

2. Componentes

1 Pedro 2:10

Componen la iglesia todas las personas que han aceptado a Cristo como salvador y en consecuencia forman parte de la familia de Dios (Efesios 2:19; 3:15). Es un “pueblo llamado” para entrar en la comunión de Cristo (Romanos 1:6; 1 Corintios 1:9). A este llamamiento la Biblia lo denomina santo (1 Tesalonicenses 4:7; 2 Timoteo 1:9) porque separa a los creyentes del mundo para unirlos a él, y hacerlos sus representantes (1 Corintios 1:2). Se convierte en el cuerpo de Cristo porque El es la cabeza (Efesios 1:22–23) y todas miembros los unos de los otros (Romanos 12:5).

3. Funciones

Colosenses 3:16

Como familia de Dios (Efesios 2:19), la iglesia cumple activas funciones de edificación mutua y adoración. En Hechos 20:7 leemos que el primer día de la semana se reunían para oír la palabra y celebrar el partimiento del pan. En otros lugares leemos que cantaban (Efesios 5:18–19; Colosenses 3:16), ofrendaban para sostén de la obra del Señor y que el Señor les daba su crecimiento (Efesios 4:16). Sin un ambiente de unidad y armonía es imposible para la iglesia cumplir con eficacia su misión evangelizadora (Hechos 9:31) porque solo así el Espíritu Santo se manifiesta plenamente.

4. Responsabilidades

1 Pedro 2:9

Ciertamente la iglesia es la portadora del mensaje y de la presencia de Dios ante el mundo que la ve, tiene un concepto definido del Señor (Juan 17:11). Su mayor responsabilidad es entonces, ser verdaderos embajadores de Dios (2 Corintios 5:18–20) en beneficio de los pecadores. Los miembros llenos del Espíritu Santo están capacitados para comunicar a los demás el contenido y efecto del evangelio (Romanos 1:8; Colosenses 1:5–6; 1 Tesalonicenses 1:6–8) y auxiliar a la humanidad en sus necesidades sociales (Gálatas 6:10; Hechos 10:24). La iglesia es un ente de sanidad integral.

5. Destino

Efesios 1:13–14

La vida de la iglesia se fundamenta en la esperanza (Romanos 5:3–5), que forma parte de uno de sus pilares de sustento (Romanos 8:24). Nacimos con esperanza a la nueva vida (Efesios 4:4) y la experiencia nos estimula a vivir constantemente descansando en las promesas de Dios (Hechos 10:23–25). La culminación de la esperanza es la venida del Señor (Tito 2:13) quien aparecerá en gloria para arrebatar a los componentes de la iglesia verdadera.

CONCLUSION

Una vecina me dijo días pasados: “Ustedes sí que tienen una juventud sana”, refiriéndose a los jóvenes de la iglesia. Lo hizo en el preciso momento en que frente a nosotros pasaba una hermana con serios problemas de conducta. Luego de observar el cuadro repliqué: “No crea, también hay de los otros, pero Dios los va cambiando por el poder del Espíritu Santo. La iglesia es el” sanatorio de Dios”.

Dios ha levantado a muchas grandes iglesias en
muchas partes del mundo. Que nadie lo dude: Dios sigue
obrando en nuestros días. Por “grande”, no estoy hablando
de asistencia. Eso es sólo parte de una gran iglesia. Hay
iglesias con grandes asistencias que yo ni cualificaría
como iglesias. Hay iglesias que tienen asistencias que
no impresionarían a nadie, pero son grandes iglesias.
Es imposible ver en un culto dado todo el efecto de una
verdadera iglesia neotestamentaria.
500 Ilustraciones 64. Como Matar a tu Iglesia

64. COMO MATAR A TU IGLESIA

Sal. 11:4; 27:4; 65:4; 84:10; 93:5; 122:1; Ecl. 5:1; Hab. 2:20; Mat. 21:13; Mar. 11:17; Jn. 3:1; Hch. 2:46, 47; 1 Cor. 5:1–7; 6:1–11; 11:16; 14:33; Heb. 10:25; Jd. 19; Apoc. 2:20–23.

En primer lugar; ¡No vengas!

Si vienes, ¡ven tarde¡

Al venir, ¡ven de mal humor¡

Al salir de la iglesia, pregúntate: ¿Qué valía todo esto?

¡No aceptes nunca un cargo en la iglesia! Vale más seguir criticando a los demás.

¡Visita a las otras iglesias a cada rato para enseñarle al pastor que él no es quien te manda! Hay que guardar la independencia.

¡Haz que el pastor gane su dinero! ¡Deja que él haga todo el trabajo!

Al acudir al templo, siéntate muy atrás, cerca de la puerta. ¡No cantes! O si cantas, ¡canta bien destemplado¡

¡No des tus contribuciones por adelantado! ¡Espera por lo menos hasta haber recibido lo que tu dinero vale!

¡No animes al pastor! Si te gusta el sermón, ¡cállate pues muchos pastores se perjudican por causa de la adulación. ¡No permitas que la sangre de él esté sobre tus manos!

¡Cuenta las faltas de tu pastor a todos los que te visiten! ¿Quién sabe si de otra manera ellos lo descubrirán?

¡No traigas nunca a nadie contigo a la iglesia! No hagas nada para ganar a otros miembros nuevos; por lo menos mientras la congregación tenga tal pastor!

Si hay algunos miembros animados que sirven a su iglesia y que trabajan por ella, ¡no dejes de protestar contra esa asociación exclusivista!

Si tu iglesia por mala fortuna es una iglesia feliz y armoniosa, condénala por su tibieza, indiferencia y falta de celo.

Cooperando como se sugiere arriba, tú matarás por seguro a tu iglesia.—Noticiero de la Fe.

Pero trágicamente, muchas grandes iglesias han
cerrado sus puertas, o son una sombra de lo que antes
eran. Nada me entristece más que darme cuenta de una
iglesia más que ha cerrado. Más que eso, sé que eso
también entristece el gran corazón de Dios.
“Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete
espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus
obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.”
C A P I T U L O 6
Revelation 3:1 RVR60
Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto.
LAS CARACTERÍSTICAS DE UNA IGLESIA MUERTA
Ganar almas hace mas que ganar almas
¿Qué es lo que hace que una iglesia muera y cierre
sus puertas, o retroceda? ¿Por qué un organismo vivo por
que Cristo se entregó a sí mismo tenga que cerrar? No
tenemos que constantemente cambiar nuestros métodos,
no tenemos que “actualizarnos” sólo para mantenernos
al par con otras supuestas iglesias. Nosotros tenemos,
por la misericordia y la gracia de Dios, varias cosas que
ellos no tienen: un poderoso mensaje, un poderoso libro,
un poderoso Espíritu Santo. Lo que SÍ debemos hacer
con frecuencia es examinar nuestro propósito, nuestros
programas, nuestra posición y nuestro espíritu, para ver si
estamos vivos o muertos...
¿Qué tiene que suceder para que una iglesia muera?
Quiero desafiar a cada lector a examinarse a sí mismo, y a
su iglesia para ver si hay indicaciones de muerte. Y luego
tomemos medidas para evitar que muramos. Aquí hay
unas señas de una iglesia muerta:
I. NO HAY PASIÓN PARA LAS ALMAS.
Cuando falta una pasión ardiente para ver gente salva,
esa iglesia o está muerta, o está muriéndose.
Quisiera tener algo que se aproxima a la carga que
Pablo tuvo para las almas:
Romans 9:1–3 RVR60
Verdad digo en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo,que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón.Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;
en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio
en el Espíritu Santo, 2 que tengo gran tristeza y continuo
dolor en mi corazón. 3 Porque deseara yo mismo ser
anatema, separado de Cristo, por amor a mis hermanos,
los que son mis parientes según la carne;”
Yo dudo que Pablo jamás tuviera una conversación
con cualquier persona más allá de un simple saludo sin
hacer un esfuerzo para darle el evangelio.
¡CUIDADO CON LA PÉRDIDA DE SU PASIÓN POR
LAS ALMAS! Esto se aplica al pastor, asistente, misionero,
laicos, maestros de Escuela Dominical -NO LA PIERDA.
Debe haber un constante flujo de gente nueva en una
iglesia - NO transferencias de membresía - SALVOS, gente
ganada por miembros de la iglesia.
Hay varias cosas que debemos hacer para mantener ese
fervor por las almas que debemos tener. Cuando ves que
otros disminuyen su celo por las almas, debemos intensificar
nuestros propios esfuerzos personales en ganar almas.
Necesitamos recordar que es pecado no ganar almas,
así como es pecado cometer adulterio. Por eso tomamos
tiempo en el culto del domingo en la noche para tomar un
informe de ganar almas. Hemos organizado varios nuevos
grupos de ganar almas recientemente. Sólo ponemos
en posición de liderazgo a ganadores y ganadoras de
almas. Proveemos tiempo de entrenamiento para enseñar
cómo ganar almas. Tomamos cuatro domingos al año
para enseñar a toda la Escuela Dominical cómo ganar
almas. No dejemos que NADA tome prioridad sobre los
programas de ganar almas. Si Ud. es el ÚNICO, vaya. Fije
una meta de salir a ganar almas cada semana. Decida
que va a tener a alguien al frente con frecuencia.
II. FALTA DE HAMBRE PARA LA PALABRA DE DIOS Y
LA PREDICACIÓN.
Cada versículo del contiene un comentario
Psalm 119 RVR60
Bienaventurados los perfectos de camino, Los que andan en la ley de Jehová. Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le buscan; Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos. Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos. ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos Para guardar tus estatutos! Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos. Te alabaré con rectitud de corazón Cuando aprendiere tus justos juicios. Tus estatutos guardaré; No me dejes enteramente. ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra. Con todo mi corazón te he buscado; No me dejes desviarme de tus mandamientos. En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti. Bendito tú, oh Jehová; Enséñame tus estatutos. Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca. Me he gozado en el camino de tus testimonios Más que de toda riqueza. En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos. Me regocijaré en tus estatutos; No me olvidaré de tus palabras. Haz bien a tu siervo; que viva, Y guarde tu palabra. Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley. Forastero soy yo en la tierra; No encubras de mí tus mandamientos. Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo. Reprendiste a los soberbios, los malditos, Que se desvían de tus mandamientos. Aparta de mí el oprobio y el menosprecio, Porque tus testimonios he guardado. Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí; Mas tu siervo meditaba en tus estatutos, Pues tus testimonios son mis delicias Y mis consejeros. Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra. Te he manifestado mis caminos, y me has respondido; Enséñame tus estatutos. Hazme entender el camino de tus mandamientos, Para que medite en tus maravillas. Se deshace mi alma de ansiedad; Susténtame según tu palabra. Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley. Escogí el camino de la verdad; He puesto tus juicios delante de mí. Me he apegado a tus testimonios; Oh Jehová, no me avergüences. Por el camino de tus mandamientos correré, Cuando ensanches mi corazón. Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos, Y lo guardaré hasta el fin. Dame entendimiento, y guardaré tu ley, Y la cumpliré de todo corazón. Guíame por la senda de tus mandamientos, Porque en ella tengo mi voluntad. Inclina mi corazón a tus testimonios, Y no a la avaricia. Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino. Confirma tu palabra a tu siervo, Que te teme. Quita de mí el oprobio que he temido, Porque buenos son tus juicios. He aquí yo he anhelado tus mandamientos; Vivifícame en tu justicia. Venga a mí tu misericordia, oh Jehová; Tu salvación, conforme a tu dicho. Y daré por respuesta a mi avergonzador, Que en tu palabra he confiado. No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad, Porque en tus juicios espero. Guardaré tu ley siempre, Para siempre y eternamente. Y andaré en libertad, Porque busqué tus mandamientos. Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré; Y me regocijaré en tus mandamientos, Los cuales he amado. Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé, Y meditaré en tus estatutos. Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar. Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado. Los soberbios se burlaron mucho de mí, Mas no me he apartado de tu ley. Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y me consolé. Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos Que dejan tu ley. Cánticos fueron para mí tus estatutos En la casa en donde fui extranjero. Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley. Estas bendiciones tuve Porque guardé tus mandamientos. Mi porción es Jehová; He dicho que guardaré tus palabras. Tu presencia supliqué de todo corazón; Ten misericordia de mí según tu palabra. Consideré mis caminos, Y volví mis pies a tus testimonios. Me apresuré y no me retardé En guardar tus mandamientos. Compañías de impíos me han rodeado, Mas no me he olvidado de tu ley. A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios. Compañero soy yo de todos los que te temen Y guardan tus mandamientos. De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra; Enséñame tus estatutos. Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme a tu palabra. Enséñame buen sentido y sabiduría, Porque tus mandamientos he creído. Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra. Bueno eres tú, y bienhechor; Enséñame tus estatutos. Contra mí forjaron mentira los soberbios, Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos. Se engrosó el corazón de ellos como sebo, Mas yo en tu ley me he regocijado. Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. Mejor me es la ley de tu boca Que millares de oro y plata. Tus manos me hicieron y me formaron; Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. Los que te temen me verán, y se alegrarán, Porque en tu palabra he esperado. Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste. Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme a lo que has dicho a tu siervo. Vengan a mí tus misericordias, para que viva, Porque tu ley es mi delicia. Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; Pero yo meditaré en tus mandamientos. Vuélvanse a mí los que te temen Y conocen tus testimonios. Sea mi corazón íntegro en tus estatutos, Para que no sea yo avergonzado. Desfallece mi alma por tu salvación, Mas espero en tu palabra. Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás? Porque estoy como el odre al humo; Pero no he olvidado tus estatutos. ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? Los soberbios me han cavado hoyos; Mas no proceden según tu ley. Todos tus mandamientos son verdad; Sin causa me persiguen; ayúdame. Casi me han echado por tierra, Pero no he dejado tus mandamientos. Vivifícame conforme a tu misericordia, Y guardaré los testimonios de tu boca. Para siempre, oh Jehová, Permanece tu palabra en los cielos. De generación en generación es tu fidelidad; Tú afirmaste la tierra, y subsiste. Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy, Pues todas ellas te sirven. Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido. Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos, Porque con ellos me has vivificado. Tuyo soy yo, sálvame, Porque he buscado tus mandamientos. Los impíos me han aguardado para destruirme; Mas yo consideraré tus testimonios. A toda perfección he visto fin; Amplio sobremanera es tu mandamiento. ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos, Porque siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido, Porque tus testimonios son mi meditación. Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos; De todo mal camino contuve mis pies, Para guardar tu palabra. No me aparté de tus juicios, Porque tú me enseñaste. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino. Juré y ratifiqué Que guardaré tus justos juicios. Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra. Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca, Y me enseñes tus juicios. Mi vida está de continuo en peligro, Mas no me he olvidado de tu ley. Me pusieron lazo los impíos, Pero yo no me desvié de tus mandamientos. Por heredad he tomado tus testimonios para siempre, Porque son el gozo de mi corazón. Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos De continuo, hasta el fin. Aborrezco a los hombres hipócritas; Mas amo tu ley. Mi escondedero y mi escudo eres tú; En tu palabra he esperado. Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; Y no quede yo avergonzado de mi esperanza. Sosténme, y seré salvo, Y me regocijaré siempre en tus estatutos. Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos, Porque su astucia es falsedad. Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra; Por tanto, yo he amado tus testimonios. Mi carne se ha estremecido por temor de ti, Y de tus juicios tengo miedo. Juicio y justicia he hecho; No me abandones a mis opresores. Afianza a tu siervo para bien; No permitas que los soberbios me opriman. Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia. Haz con tu siervo según tu misericordia, Y enséñame tus estatutos. Tu siervo soy yo, dame entendimiento Para conocer tus testimonios. Tiempo es de actuar, oh Jehová, Porque han invalidado tu ley. Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro. Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, Y aborrecí todo camino de mentira. Maravillosos son tus testimonios; Por tanto, los ha guardado mi alma. La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples. Mi boca abrí y suspiré, Porque deseaba tus mandamientos. Mírame, y ten misericordia de mí, Como acostumbras con los que aman tu nombre. Ordena mis pasos con tu palabra, Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí. Líbrame de la violencia de los hombres, Y guardaré tus mandamientos. Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo, Y enséñame tus estatutos. Ríos de agua descendieron de mis ojos, Porque no guardaban tu ley. Justo eres tú, oh Jehová, Y rectos tus juicios. Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles. Mi celo me ha consumido, Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras. Sumamente pura es tu palabra, Y la ama tu siervo. Pequeño soy yo, y desechado, Mas no me he olvidado de tus mandamientos. Tu justicia es justicia eterna, Y tu ley la verdad. Aflicción y angustia se han apoderado de mí, Mas tus mandamientos fueron mi delicia. Justicia eterna son tus testimonios; Dame entendimiento, y viviré. Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová, Y guardaré tus estatutos. A ti clamé; sálvame, Y guardaré tus testimonios. Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra. Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, Para meditar en tus mandatos. Oye mi voz conforme a tu misericordia; Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio. Se acercaron a la maldad los que me persiguen; Se alejaron de tu ley. Cercano estás tú, oh Jehová, Y todos tus mandamientos son verdad. Hace ya mucho que he entendido tus testimonios, Que para siempre los has establecido. Mira mi aflicción, y líbrame, Porque de tu ley no me he olvidado. Defiende mi causa, y redímeme; Vivifícame con tu palabra. Lejos está de los impíos la salvación, Porque no buscan tus estatutos. Muchas son tus misericordias, oh Jehová; Vivifícame conforme a tus juicios. Muchos son mis perseguidores y mis enemigos, Mas de tus testimonios no me he apartado. Veía a los prevaricadores, y me disgustaba, Porque no guardaban tus palabras. Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos; Vivifícame conforme a tu misericordia. La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia. Príncipes me han perseguido sin causa, Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras. Me regocijo en tu palabra Como el que halla muchos despojos. La mentira aborrezco y abomino; Tu ley amo. Siete veces al día te alabo A causa de tus justos juicios. Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. Tu salvación he esperado, oh Jehová, Y tus mandamientos he puesto por obra. Mi alma ha guardado tus testimonios, Y los he amado en gran manera. He guardado tus mandamientos y tus testimonios, Porque todos mis caminos están delante de ti. Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; Dame entendimiento conforme a tu palabra. Llegue mi oración delante de ti; Líbrame conforme a tu dicho. Mis labios rebosarán alabanza Cuando me enseñes tus estatutos. Hablará mi lengua tus dichos, Porque todos tus mandamientos son justicia. Esté tu mano pronta para socorrerme, Porque tus mandamientos he escogido. He deseado tu salvación, oh Jehová, Y tu ley es mi delicia. Viva mi alma y te alabe, Y tus juicios me ayuden. Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.
o una descripción de la Palabra de Dios. El vs 103 dice:
“¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras; Más que la
miel a mi boca.”
¿Cómo está tu hambre de sed y justicia - de la Palabra
de Dios y la predicación? ¿Hay más deseo de conciertos
musicales, de dramas, de obras teatrales, convivios,
películas?
: “Pues ya que en la sabiduría de Dios, el
mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a
Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.”
Algunos quieren más discurso intelectual que
predicación poderosa. Quieren que sus oídos sean
“rascados”. “
: “Porque vendrá tiempo cuando no
sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de
oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias
concupiscencias,”
En una verdadera iglesia, no predicamos para agradar
a la gente. Predicamos para agradar a Dios y cambiar a
la gente. A veces llegamos a casa el domingo a mediodía.
Le digo a mi esposa: “Después de predicar así, nadie va a
regresar en la noche.”
Lo digo YO antes de que ELLA lo diga. Regreso en
la noche y hay más gente que el domingo en la noche
anterior. ¿Sabe por qué? Gente salva QUIERE la verdad.
No estoy hablando de predicar porque estoy enojado con
alguien que me ha incomodado. Debemos enojarnos
con el diablo, con el pecado. Dios me manda predicar
la verdad. “Que prediques (NO que COMPARTAS) la
palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo. Redarguye,
reprenda, exhorta con toda paciencia y doctrina.”
La gente necesita predicación:
• Predicación dura, directa, pero compasiva.
• Predicación bíblica, poderosa, e inspiradora.,
• Predicación constructiva, que advierte, y que edifica.,
• Predicación que previene, que cura, que resuelve
problemas, calma temores, aclara dudas.
• Predicación que sana heridas, da dirección, protege,
fortalece, e instruye.
• Predicación que anima, reprende, consuela corazones
quebrantados.
• Predicación interesante aunque no sea fascinante.
• Predicación que ayuda aunque no impresione.
• Predicación de lo actual sin abandonar lo viejo.
• Predicación que glorifica a Dios, que levanta a Cristo,
que honra su palabra, y que mana de una vida rendida
al poder del Espíritu Santo.
• Predicación que expresa el amor de Dios sin abandonar
su justicia.
• Predicación que describe la naturaleza de Dios y que
provoca un deseo de conocerlo mejor.
• Predicación que despierta un amor para la venida de
Cristo y un anhelo para el cielo.
• Predicación que revela un corazón tierno, un espíritu
solícito y una mente llena de Dios.
32 Ganar almas hace mas que ganar almas
Si escuchas esa clase de predicación, ¡DÍA AMÉN AL
RECIBIRLA! Escúchala, responde, pasa al frente durante la
invitación. ¡MUÉVETE!
La predicación debe durar más tiempo en el culto que
la música. Agradó a Dios salvar a los creyentes por la
locura de la predicación, no por la música. La iglesia en
que la predicación bíblica no es preeminente es una iglesia
muerta o en proceso de morir.
III. FALTA DE DESEO DE COMPAÑERISMO
CRISTIANO
: “No dejando de congregarnos, como
algunos tiene por costumbre, sino exhortándonos, y tanto
más cuanto veis que aquel día se acerca.” :
“Yo me alegré con los que me dijeron: a la casa de Jehová
iremos.”
Tu vida, tu horario, tus actividades deben girar
alrededor del horario y las actividades de tu iglesia. La
gente de tu iglesia debe ser más familia que tus propios
familiares, especialmente si son inconversos. Un cristiano
debe ser más leal a la iglesia que a la impresa en que
trabaja. Los niños y los jóvenes deben ser más dedicados
a las actividades de la iglesia que de la escuela. NADA
debe tomar el lugar de tu participación en la iglesia. No
seas “cristiano mañanero”, o “cristiano dominguero”.
El propósito de tu iglesia no es proveer para tus
necesidades emocionales, es predicar el evangelio. Tu
iglesia no es una fortaleza donde los cristianos nos
escondemos de los ataques del enemigo. Cristo dijo:
“Sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella.” La iglesia no debe
tener una mentalidad DEFENSIVA, sino OFENSIVA. La
iglesia es el cuartel general del ejército de Cristo donde
recibe instrucciones, material, capacitación, ánimo y
órdenes para desafiar las huestes del infierno.
IV.FALTA DE LIBERTAD PARA EL ESPÍRITU SANTO
II Corintios 3:17 dice: “Porque el Señor es Espíritu; y
donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad.”
La iglesia en que el Espíritu Santo no tiene libertad
es como una máquina sin aceite. Hace un terrible ruido,
pero deja de avanzar. Nunca debemos permitir algo en
nuestra iglesia que entristece o apaga al Espíritu Santo.
Por un extremo, está el formalismo. Al otro extremo, está
el desorden. No debemos tener ni uno ni otro. Debemos
hacer todas las cosas decentemente y con orden, sin limitar
lo que el Espíritu Santo puede hacer. Dios no es Dios de
confusión (caos, desorden), sino de paz.” El Espíritu Santo
obra mejor en un ambiente ordenado.
Los neoevangélicos crean un ambiente en que todos
están cómodos. Los carismáticos crean un ambiente en
que hasta el diablo estaría cómodo. Los católicos crean un
ambiente en que nadie está cómodo. Nosotros debemos
crear un ambiente en que el Espíritu Santo esté cómodo.
En una iglesia, la música debe honrar a Dios, no a los
músicos. La predicación debe hacer que la gente piense
en la bondad de Dios, no en la elocuencia del predicador.
Un visitante debe hacerse sentir bienvenido, amado, entre
34 Ganar almas hace mas que ganar almas
gente que quiere ayudarle. El ambiente de una iglesia
debe hacer que el miembro descarriado que regresa
sienta bien recibido, perdonado y aceptado. El ambiente
en una iglesia debe conducir a la gente a responder a la
invitación.
Si el Apóstol Pablo visitara mi iglesia, espero que
apruebe la teología. Si Juan el Bautista visitara mi iglesia,
espero que apruebe la predicación. Si David visitara mi
iglesia, espero que esté cómodo con la música. Si Gamaliel
visitara mi iglesia, debe estar cómodo con la enseñanza.
Si Marta, María y Lázaro visitaran mi iglesia, espero que
estén cómodos con el compañerismo.
Yo no quiero asistir a una iglesia muerta, seca, fría,
indiferente.
V. NO HAY EL GOZO DEL SEÑOR
Debe haber algo dentro de cada creyente nacido
de nuevo que produce el gozo del Señor. Se necesitan
escuchar “Amenes” en nuestra iglesia. Algunos de
Uds. no han emitido ni siquiera un gruñido desde que
entraron aquí. Claro, para que haya gozo en la iglesia,
tiene que haber algo de qué gozarse. Debe haber gente
salva, bautizada, vidas cambiadas, hogares rescatados,
oraciones contestadas.
No te daría 50 centavos por una religión basada
puramente en la emoción. Pero no te daría 25 centavos
por una religión que no te hiciera sentir NADA.
¿Cómo es posible que un cristiano que sabe que va a ir
al Cielo cuando muera, que pasará la eternidad con Cristo,
en una mansión preparada por Cristo mismo, sentarse a
los pies de Jesús, observar las heridas en sus pies y sus
manos y su costado, escuchar el coro de ángeles cantar
su gloria y majestad, vivir en un lugar donde no habrá
nada en contra de su voluntad - ¿cómo es posible que esa
persona no tenga el gozo del Señor? Nuestra iglesia debe
ser una pequeña muestra del Cielo en la tierra.
VI. NO HAY ESPÍRITU DE ORACIÓN
¡Qué peligroso depender de nuestros programas, de
nuestra tecnología, de la promoción, de nuestros esfuerzos
solamente! Todas esas cosas tienen su lugar, pero Dios es
movido cuando su pueblo ora. , “Si pidiereis
algo en mi nombre, yo lo haré.”
: “si se humillare mi pueblo, sobre el
cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y
se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde
los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
¡Cómo necesitamos ver situaciones en que es obvio
que lo que sucede es en respuesta directa a nuestras
oraciones! ¿Cuánto hace que te pusiste de rodillas y oraste
hasta estar absolutamente seguro que Dios te había oído?
¿Cuánto hace que oraste por tu pastor? ¿Por los
programas de ganar almas de tu iglesia? ¿Por los jóvenes
de tu iglesia? ¿Por los jóvenes que están estudiando en el
instituto Bíblico de tu iglesia? ¿Cuánto hace que oraste
por la lista de misioneros que tu iglesia sostiene? ¿Conoce
Ud. los nombres de los misioneros que sostenemos?
¿Participa Ud. en la obra misionera?
VII. FALTA DE ESPÍRITU DE SACRIFICIO Y
VOLUNTARIO
: “Y decía a todos: Si alguno quiere venir en
pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y
sígame.”
¿Cuántos cristianos están dispuestos a servir a Dios en
los trabajos escondidos, donde nadie los ve? En la sala de
cuna, en los vestidores del bautisterio, levantando basura,
limpiando la iglesia, clase de niños de 7 años.
Batallamos en nuestras iglesias para que haya
personas en el coro, en las cunas. No deberiamos tener
que pagar a NADIE para hacer la limpieza de la iglesia.
Son como Diótrefes. Les gusta tener el primer lugar entre
ellos. No quieren trabajar en un Club Bíblico de Cinco
Días. Quieren cantar cantos especiales - solos, pero no
quieren cantar en el coro.
¿Qué ha pasado con el espíritu de sacrificio? Yo
creo que Dios está por hacer que sea fácil sacrificar. Esta
economía puede cambiar al punto de que nuestro estilo
de vida completo sea uno de sacrificio. ¿Qué vas a hacer
entonces? Dios espera que nuestro servicio nos cueste
tiempo, esfuerzo, sudor, dinero, trabajo...
Mi padre decía “Muéstrame un ministerio exitoso, y te
mostraré un sepulcro.” Normalmente esta clase de tema,
si se predicara en una igleisa haría que algunos cambien
su membresía a una iglesia que no requiere nada.
¿QUÉ DEBEMOS HACER?
: “Escribe al ángel de la iglesia en
Sardis: El que tiene los siete espíritus de Dios, y las siete
estrellas, dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre
de que vives, y estás muerto.
2 Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para
morir; porque no he hallado tus obras perfectas delante de
Dios.
3 Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; y
guárdalo, y arrepiéntete. Pues si no velas, vendré sobre ti
como ladrón, y no sabrás a qué hora vendré sobre ti
4 Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han
manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras
blancas, porque son dignas.”
Una pregunta: ¿Qué está haciendo Ud. para que
su iglesia no muera? ¿Quiere que sus hijos y sus nietos
tengan la clase de iglesia que Ud. ha tenido? Sé vigilante,
afirma las otras cosas, acuérdate, guárdalo, arrepiéntete.
Sé parte de ese grupo de unas pocas personas que no han
manchado sus vestiduras.
: “El que venciere será vestido de
vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la
vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante
de sus ángeles.
6 El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las
iglesias.”
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