Ofrenda por el pecado

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Ofrendas para hacer expiación por delitos morales y rituales. El NT los ve como presagio de la muerte de Jesucristo como ofrenda por el pecado humano.

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Ocasiones en que una ofrenda por el pecado era necesaria

Pecados no intencionales contra las leyes de Dios:

;
; La consecuencia de la ofrenda es la expiación y el perdón.

La purificación después del parto:

;

La limpieza de las enfermedades infecciosas:

;

La limpieza de una secreción corporal:

;

La forma que tomó la ofrenda por el pecado dependía de quien cometió el pecado

un sacerdote que peca; el pecado de la comunidad en su conjunto; un dirigente que peca involuntariamente

Un individuo que peca:

;

La ceremonia en la presentación de un animal como ofrenda por el pecado

Los culpables se identifican con la ofrenda antes de matarlo

; ;

Confesión

Leviticus 5:5 RVR60
Cuando pecare en alguna de estas cosas, confesará aquello en que pecó,

La sangre, que representa el alma de la víctima, se pone en el altar

; ;

Las mejores partes, siendo quemados en el altar, se ofrecen a Dios

; ;

Los miembros varones de la familia sacerdotal comerán lo que queda

; ;

Procedimientos especiales para las ofrendas de los pobres

Leviticus 5:7–13 RVR60
Y si no tuviere lo suficiente para un cordero, traerá a Jehová en expiación por su pecado que cometió, dos tórtolas o dos palominos, el uno para expiación, y el otro para holocausto. Y los traerá al sacerdote, el cual ofrecerá primero el que es para expiación; y le arrancará de su cuello la cabeza, mas no la separará por completo. Y rociará de la sangre de la expiación sobre la pared del altar; y lo que sobrare de la sangre lo exprimirá al pie del altar; es expiación. Y del otro hará holocausto conforme al rito; así el sacerdote hará expiación por el pecado de aquel que lo cometió, y será perdonado. Mas si no tuviere lo suficiente para dos tórtolas, o dos palominos, el que pecó traerá como ofrenda la décima parte de un efa de flor de harina para expiación. No pondrá sobre ella aceite, ni sobre ella pondrá incienso, porque es expiación. La traerá, pues, al sacerdote, y el sacerdote tomará de ella su puño lleno, para memoria de él, y la hará arder en el altar sobre las ofrendas encendidas a Jehová; es expiación. Y hará el sacerdote expiación por él en cuanto al pecado que cometió en alguna de estas cosas, y será perdonado; y el sobrante será del sacerdote, como la ofrenda de vianda.

La ceremonia especial para los sacerdotes y la comunidad que presenta una ofrenda por el pecado

Se lleva la sangre en el santuario y se coloca en el altar

;

El resto del animal se incinera, no comido

; haciendo hincapié en la identidad entre la víctima y el pecado de la comunidad

Ocasiones significativas cuando se hicieron ofrendas por el pecado

En la ordenación de Aarón y sus hijos; en el día de la expiación; durante la reforma de Josías; a principios del reinado de Ezequías; en la inauguración del segundo templo; cuando los exiliados regresaron

Como parte de la visión de Ezequiel de culto restaurado:

; ; ;

La perspectiva del NT en el sacrificio por el pecado

Jesucristo fue el sacrificio supremo por el pecado

; NIV footnote.

Los sacrificios de animales tenían valor limitado

Ver también

Hebrews 9:7–10 RVR60
pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo; dando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese en pie. Lo cual es símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto, en cuanto a la conciencia, al que practica ese culto, ya que consiste sólo de comidas y bebidas, de diversas abluciones, y ordenanzas acerca de la carne, impuestas hasta el tiempo de reformar las cosas.

La muerte de Jesucristo trae limpieza completa y perdón

Hebrews 9:11–14 RVR60
Pero estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación, y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención. Porque si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la purificación de la carne, ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
Ver también

A diferencia de los sacerdotes terrenales, Jesucristo no necesitó expiación

Hebrews 7:27 RVR60
que no tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
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