El agravio de Hanún
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· 3 viewsLa mala respuesta de Hanún ante la amabilidad de David provocó la ira del Dios de Israel sobre su pueblo.
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El agravio de Hanún
El agravio de Hanún
2º Samuel 10:1–4
1Después de esto, aconteció que murió el rey de los hijos de Amón, y reinó en lugar suyo Hanún su hijo. 2Y dijo David: Yo haré misericordia con Hanún hijo de Nahas, como su padre la hizo conmigo. Y envió David sus siervos para consolarlo por su padre. Mas llegados los siervos de David a la tierra de los hijos de Amón, 3los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanún su señor: ¿Te parece que por honrar David a tu padre te ha enviado consoladores? ¿No ha enviado David sus siervos a ti para reconocer e inspeccionar la ciudad, para destruirla? 4Entonces Hanún tomó los siervos de David, les rapó la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los despidió.
Introducción
Introducción
Vimos hace dos semanas que David había consolidado el reino de Israel y había derrotado a los enemigos que amenazaban sus fronteras: los filisteos al occidente, los moabitas al oriente, Soba y los sirios al norte, y los edomitas al sur.
Israel gozaba de paz y tenía el control de los pueblos vecinos, a tal punto que gobernaba sobre la Gat, la capital de los filisteos.
Fue en este periodo de paz que David recordó su pacto con Jonatán e hizo misericordia a Mefi-boset.
Después de esto, Nahas rey de los amonitas murió, David habían tenido amistad y buenas relaciones diplomáticas con él.
Por tanto, envía una delegación para mostrarle sus respetos a su hijo Hanún.
Los amonitas
Los amonitas
Los amonitas junto a los moabitas habitaban al oriente de Israel, era pueblos hermanos hijos de Lot, sobrino de Abraham.
Dios prohibió a Moisés que molestaran a los amonitas: Deuteronomio 2:19 “Y cuando te acerques a los hijos de Amón, no los molestes, ni contiendas con ellos; porque no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón, pues a los hijos de Lot la he dado por heredad.”
En los primeros días del reinado de Saúl atacaron Jabes-galaad, y estaban dispuestos dejarlos en paz con la condición de que los varones se arrancaran el ojo derecho. (1 Samuel 11)
La primer acción de Saúl como rey fue reunir al ejército de Israel y fue a derrotarlos.
Desde entonces los amonitas estuvieron en paz con Israel, aun cuando sus hermanos los moabitas tuvieron guerra con David, ellos no intervinieron.
Pero ahora Nahas había muerto y las cosas con su hijo sucesor las cosas serían diferentes.
David envía una delegación para presentar sus condolencias a Hanún su hijo, pero este no los recibió bien.
La humillación
La humillación
2º Samuel 10:3–4 “los príncipes de los hijos de Amón dijeron a Hanún su señor: ¿Te parece que por honrar David a tu padre te ha enviado consoladores? ¿No ha enviado David sus siervos a ti para reconocer e inspeccionar la ciudad, para destruirla? Entonces Hanún tomó los siervos de David, les rapó la mitad de la barba, les cortó los vestidos por la mitad hasta las nalgas, y los despidió.”
Cuando los delegados de David llegaron, los funcionarios del rey desconfiaron de la sinceridad de David, (los que son perversos creen que todos son perversos como ellos).
Hanún se convenció de que habían llegado para espiar la ciudad, escuchó el consejo sin antes evaluar las circunstancias y considerar las consecuencias.
Nunca faltan las personas que siembran discordia, chismes y falsos testimonios: Santiago 3:5 “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”
Por la lengua de estos oficiales el pueblo pereció.
Hanún debió considerar el respeto que se tuvieron su padre y David cuando estuvo en guerra con los países vecinos. No es de sabios provocar al que tiene más fuerza.
Hanún cometió agravio contra los delegados de David, rapó la mitad de la barba de los hombres y les cortó las vestiduras hasta los glúteos y los envió de vuelta, debieron recorrer el camino de regreso en esas condición sumamente vergonzosa.
En la ley se les prohibía a los hombre cortarse la barba: Levítico 19:27 “No haréis tonsura en vuestras cabezas, ni dañaréis la punta de vuestra barba.”
Además, en esa época no se acostumbraba a usa ropa interior, al cortar sus vestidos estaban descubriendo su desnudez.
David como buen rey los protegió de la vergüenza: 2º Samuel 10:5 “Cuando se le hizo saber esto a David, envió a encontrarles, porque ellos estaban en extremo avergonzados; y el rey mandó que les dijeran: Quedaos en Jericó hasta que os vuelva a nacer la barba, y entonces volved.”
Un buen cristiano nunca se burlará de la desgracia o vergüenza de su hermano.
La guerra
La guerra
Hanún había provocado a Israel con esta humillación, así que contrató a mercenarios sirios para enfrentarlo.
2º Samuel 10:6 “Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, enviaron los hijos de Amón y tomaron a sueldo a los sirios de Bet-rehob y a los sirios de Soba, veinte mil hombres de a pie, del rey de Maaca mil hombres, y de Is-tob doce mil hombres.”
33,000 mil guerreros feroces, divididos en dos ejércitos amenazaban a Israel.
David envía a su comandante Joab a enfrentarlos.
2º Samuel 10:7 “Cuando David oyó esto, envió a Joab con todo el ejército de los valientes.”
Joab se da cuenta que esta batalla no sería fácil, le inquietaba más el ejercito de los sirios que de los amonitas.
Así que decide:
2º Samuel 10:9–10 “Viendo, pues, Joab que se le presentaba la batalla de frente y a la retaguardia, entresacó de todos los escogidos de Israel, y se puso en orden de batalla contra los sirios. Entregó luego el resto del ejército en mano de Abisai su hermano, y lo alineó para encontrar a los amonitas.”
Toma a los guerreros más fuertes para enfrentar a los sirios y deja el resto en manos de su hermano Abisai para enfrentar a los amonitas.
Joab sabía que esta batalla era un gran reto y un gran riesgo: 2º Samuel 10:11–12 “Y dijo: Si los sirios pudieren más que yo, tú me ayudarás; y si los hijos de Amón pudieren más que tú, yo te daré ayuda. Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien le pareciere.”
La vida nos presentará retos difíciles, pero debemos ser valientes, esforzarnos por nuestra familia, nuestra tierra y nuestro Dios.
2º Samuel 10:13–14 “Y se acercó Joab, y el pueblo que con él estaba, para pelear contra los sirios; mas ellos huyeron delante de él. Entonces los hijos de Amón, viendo que los sirios habían huido, huyeron también ellos delante de Abisai, y se refugiaron en la ciudad. Se volvió, pues, Joab de luchar contra los hijos de Amón, y vino a Jerusalén.”
Dios le dio la victoria a su pueblo Israel, lograron hacer huir a los sirios y también a los amonitas.
Conclusión
Conclusión
Debemos ser amables con los demás, aun cuando ellos desprecien nuestra amabilidad.
En la época de David, ellos respondían con violencia a sus enemigos, pero hoy día esto ha cambiado para nosotros. Mateo 5:38–39 “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra;”.
Será Dios quien cobre venganza: Romanos 12:19 “No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.”
No seas cobarde ante los retos amenazantes, recuerda que El Señor está con nosotros para ayudarnos:
Salmo 27:1–3 “Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.”
Mateo 11:12 “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan.”