David se propone construir casa al Señor
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· 19 viewsDavid se propone construir casa al Señor, pero fue Dios quien le construyó casa a David.
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David se propone construir casa al Señor
David se propone construir casa al Señor
2º Samuel 7:1–3
1Aconteció que cuando ya el rey habitaba en su casa, después que Jehová le había dado reposo de todos sus enemigos en derredor, 2dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas. 3Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo.
Introducción
Introducción
(Esta historia también está en 1 Crónicas 17.)
Del capítulo 6 que habla del traslado del arca del pacto a Jerusalén, a este capítulo 7, ya había pasado algunos años.
David había reconstruido Jerusalén, había construido su casa y gozaba de paz y tranquilidad en todo el país de Israel.
Por fin David podía descansar de sus enemigos, porque Dios se lo concedía.
Pero David no estaba tranquilo sabiendo que él habitaba en un palacio, mientras que el arca del pacto estaba en una sencilla tienda.
Él deseaba construir a Dios un templo mucho más hermoso que su propia casa.
Por tanto hace llamar al profeta Natán para consultar sus planes.
David consulta al profeta
David consulta al profeta
2º Samuel 7:2 “dijo el rey al profeta Natán: Mira ahora, yo habito en casa de cedro, y el arca de Dios está entre cortinas.”
David había restaurado el culto al Señor, de tal manera que había organizado a los levitas para que cumplieran con las funciones establecidas en la ley, pero también que hubiera alabanza continua en el tabernáculo (Asaf, Heman y Jedutum, 1 Crónicas 25).
David restauró el ministerio sacerdotal, que era muy importante porque intercedían por el pueblo delante de Dios con las ofrendas y los sacrificios. De esta manera se eliminaba toda maldición de la tierra.
Pero también contaba con el ministerio profético, estaba con él Natán, quien hablaba de parte de Dios a David.
David le hace ver al profeta su deseo de construir un hermoso templo al Señor.
Un deseo que al profeta le agrada y siendo tan noble, cree que puede responder positivamente sin consultar al Señor antes.
2º Samuel 7:3 “Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, porque Jehová está contigo.”
David cree en la palabra profética de Natán, pero esta no era de parte de Dios, era de parte de las buenas intenciones y deseos del profeta.
No toda palabra profética proviene de Dios, necesitamos discernimiento del Espíritu Santo para evaluar la palabra que recibimos.
En este caso Natán no tenía malas intenciones, pero por muy nobles que parecieran los proyectos de David, su deber era consultar a Dios antes de responder.
La desaprobación de Dios
La desaprobación de Dios
Dios debe intervenir ante la errada respuesta del profeta Natán.
2º Samuel 7:4–5 “Aconteció aquella noche, que vino palabra de Jehová a Natán, diciendo: Ve y di a mi siervo David: Así ha dicho Jehová: ¿Tú me has de edificar casa en que yo more?”
La solicitud de David no sorprende a Dios, pues Él lo sabe todo.
Sin embargo, le hace ver a Natán que Él nunca a pedido a nadie en estos 500 años que le construya casa.
A pesar de las buenas intenciones de David, Dios no le permite que le construya casa.
La razón: 1º Crónicas 22:8 “Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí.”
La respuesta de Dios podía haber desalentado, decepcionado o enojado a David, pues sus intenciones eran buenas.
Pero David, aunque quizá no comprendía los planes de Dios, se sometía a ellos.
Dios construye casa a David
Dios construye casa a David
2º Samuel 7:11–13 “11desde el día en que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y a ti te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo Jehová te hace saber que él te hará casa. 12Y cuando tus días sean cumplidos, y duermas con tus padres, yo levantaré después de ti a uno de tu linaje, el cual procederá de tus entrañas, y afirmaré su reino. 13El edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino.”
Dios le dice a David, yo seré quien te construirá casa.
Se refiere a una familia, un linaje que siempre estará en el trono.
Después de la muerte de David reinó su hijo Salomón, después de Salomón el reino volvió a dividirse, los descendientes de David siempre reinaron en Judá como Dios lo había prometido.
Sin embargo, esta promesa va más allá de una promesa terrenal, Dios le estaba diciendo a David que es un instrumento en sus manos para que se cumpla la promesa de un Mesías libertador, quien reinará por toda la eternidad.
Pero también, Dios le hace saber a David que será su hijo Salomón quien construirá casa al Señor, sin embargo también tiene significado espiritual, pues el Señor Jesucristo, con su sacrificio instituyó la iglesia, donde todos los que son limpios por su sangre se constituyen en templo y morada del Espíritu Santo.
Conclusión
Conclusión
Ante estas noticias, David mantuvo la sumisión, no se alteró porque Dios no aprobara sus planes.
Tampoco se enorgulleció al saber que Dios lo constituiría en la simiente de un reino duradero.
2º Samuel 7:18 “Y entró el rey David y se puso delante de Jehová, y dijo: Señor Jehová, ¿quién soy yo, y qué es mi casa, para que tú me hayas traído hasta aquí?”
El amor de David por Dios le hacía apreciar más las cosas espirituales que las terrenales, Él consideraba que no era justo que él habitara en una bonita casa mientras el arca del pacto estaba en una tienda.
Este amor por la obra de Dios es la que debe caracterizarnos.
Tampoco se enojó que Dios no aprobara sus nobles proyectos, al contrario, se humillo y lo aceptó sin dudarlo.
No permitió que la arrogancia lo dominara al saber que sería su nombre recordado eternamente en su simiente, al contrario, se humilló y reconoció la gracia de Dios.