La Iglesia: Su Membresía (2 Parte)

La Iglesia y Sus Miembros  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Serie Temática Especial con respecto a lo que la Palabra dice en cuanto a la Iglesia, Su Naturaleza, Propósito y los miembros que la componen. Sus marcas indispensables para ser sanas.

Notes
Transcript

Lectura Bíblica:

1 Corintios 5:9–13 NBLA
9 En mi carta les escribí que no anduvieran en compañía de personas inmorales. 10 No me refería a la gente inmoral de este mundo, o a los codiciosos y estafadores, o a los idólatras, porque entonces tendrían ustedes que salirse del mundo. 11 Sino que en efecto les escribí que no anduvieran en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador. Con esa persona, ni siquiera coman. 12 Pues ¿por qué he de juzgar yo a los de afuera? ¿No juzgan ustedes a los que están dentro de la iglesia? 13 Pero Dios juzga a los que están fuera. Expulsen al malvado de entre ustedes.
2 Corintios 6:14–7:1 NBLA
14 No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? 15 ¿O qué armonía tiene Cristo con Belial? ¿O qué tiene en común un creyente con un incrédulo? 16 ¿O qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios vivo, como Dios dijo: «Habitaré en ellos, y andaré entre ellos; Y seré su Dios, y ellos serán Mi pueblo. 17 »Por tanto, salgan de en medio de ellos y apártense,” dice el Señor; «Y no toquen lo inmundo, Y Yo los recibiré. 18 »Yo seré un padre para ustedes, Y ustedes serán para Mí hijos e hijas», Dice el Señor Todopoderoso. 1 Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Vimos la semana pasada la primera parte de:

La Iglesia: Su Membresía

Algunos comentarios de hermanos:
Timothy Keller
“La Membresía de la iglesia no es una opción, sino una obligación.”
Thomas Schreiner
Es una llamada de atención esperada para convertir a los consumistas de la iglesia en partícipes del evangelio
Michael Horton
El Señor nos gobierna para salvarnos y nos salva para gobernarnos. La Iglesia visible es el lugar donde encontrarás el Reino de Cristo en la tierra y despreciar el Reino es despreciar a su Rey.
Jonathan Leeman
La mayoría de los creyentes tienen la tenue noción de que los cristianos deberían de comprometerse con la iglesia local, pero también dirán que no es la cosa más importante del mundo y que, por tanto, no deberíamos convertirlo en un asunto de tanta importancia. Tampoco les parece mal que un cristiano pase los años recorriendo diferentes congregaciones o que decida asistir indefinidamente a una iglesia sin llegar a unirse a ella.
¿Es necesario ser miembros de una iglesia?
¿Sí o No? ¿Por qué?
Vimos ¿Qué es ser un miembro de la iglesia?

I. Miembros

RAE: “Parte de un todo unida con él.” “Individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o corporación.”
CNT-Kittel: En específico en el idioma griego, significa “miembros o componentes de un cuerpo.”
Los rabinos identificaron 248 miembros del cuerpo humano y los asociaron a los 248 mandamientos de la Ley; y los 365 restantes, llamados prohibiciones, los asocian a los días del año para encontrar una conexión total entre lo que el hombre es y lo que el hombre hace.
Los miembros:

a) Pertenecen y Sirven a Cristo.

Los creyentes forman el cuerpo de Cristo, siendo miembros individualmente, pero pertenecen a Él.
Un miembro separado del cuerpo, no puede vivir.
El Señor Jesucristo lo ilustró también en Jn 15.5-6
Juan 15:5–6 NBLA
5 »Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer. 6 »Si alguien no permanece en Mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman.
Lo que estoy diciendo es que al pertenecer a Cristo, simplemente tu vida cambia radicalmente, tan es así que el Señor te cambia tu familia (nuevo nacimiento), tu pasado (perdón), tu posición (justificación), tu presente (santificación), tu vocación (llamado), y tu futuro (glorificación).
El miembro es de Cristo y sirve a Cristo para los propósitos que Él lo ha colocado. Ef 4.16
Efesios 4:16 NBLA
16 de quien todo el cuerpo, estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.
¿Si los miembros pertenecen y sirven a Cristo, no debería haber una conexión / vínculo entre ellos?
A eso es lo que llamamos Membresía.

II. La Membresía

Si bien, esta palabra no aparece en la Biblia, se refiere a la asociación que existe entre los miembros y la cabeza; y los miembros entre sí.
RAE: Condición o conjunto de miembro de una entidad
Leeman, J. (2013) La membresía de la iglesia: Cómo sabe el mundo quién representa a Jesús. Traducido por X. Pérez Patiño. Colombia: Poiema Lectura Redimida (9Marcas: Edificando Iglesias Sanas), pp. 68–69.
“Es una relación formal entre la iglesia y el cristiano, caracterizada por la confirmación y la supervisión eclesial del discipulado del cristiano, y la sumisión del cristiano para vivir su discipulado bajo el cuidado de la iglesia.”
Podemos ver este Cuerpo funcionando con las órdenes que da la Cabeza y la conexión que hay entre ellos que produce crecimiento.
En la antiguedad podemos ver esto en el libro de los Hechos de una manera gloriosa:

a) Los Miembros son “añadidos al cuerpo

A través del Nuevo Nacimiento / Regeneración es como uno ingresa al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia Universal, pero el Señor también dispuso la iglesia local, como lo vemos a continuación:
Hechos de los Apóstoles 2:41 NBLA
41 Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como 3,000 almas.
Se añadieron al grupo original de 120 discípulos que habían estado siguiendo a Jesús en su ministerio hasta su crucifixión.
Hechos de los Apóstoles 2:44–47 NBLA
44 Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común; 45 vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno. 46 Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.
Ellos se iban dando la bienvenida al Cuerpo (familia de Dios)
Hechos de los Apóstoles 4:4 NBLA
4 Pero muchos de los que habían oído el mensaje creyeron, llegando el número de los hombres como a 5,000.
Hechos de los Apóstoles 4:31–32 NBLA
31 Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor. 32 La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma. Ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común.
Vemos que son añadidos por el Espíritu Santo y sellados por Él.
------ Aquí nos quedamos -------

b) Los Miembros son identificados por la gente.

Vimos en este pasaje cómo el pueblo los identifica claramente.
Hechos de los Apóstoles 5:13 NBLA
13 Pero ninguno de los demás se atrevía a juntarse con ellos; sin embargo, el pueblo los tenía en gran estima.
El mundo no se juntaba con ellos, pero los identificaba. O se añadían o guardaban su distancia.
Vimos un poco la situación de Pablo (como Saulo)
Hechos de los Apóstoles 8:3 (NBLA)
3 Pero Saulo hacía estragos en la iglesia entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel.
Hechos de los Apóstoles 9:1–2 (NBLA)
1 Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote,
2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino, tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.
Pablo identificaba a los discípulos y le llamaba también “a los del Camino”
A veces ha sido difícil identificar a los miembros del cuerpo de Cristo.
¿Cómo lo hacían en aquellos tiempos?
“Básicamente por la morada del Espíritu Santo en ellos y porque eran bautizados en el Nombre de Cristo Jesús y porque se juntaban a adorar a Dios.”
Una cita del Libro “El glorioso cuerpo de Cristo” de R. B. Kuiper, señala:

Es claro que en los días de los apóstoles fue una práctica universal recibir a los creyentes dentro de la iglesia visible por medio del bautismo.

¿Qué cosa podría ser más lógica? El que cree en Cristo se une a Cristo. La fe le une a Cristo. Ahora es miembro del cuerpo de Cristo, la iglesia invisible. Ahora bien, la iglesia visible es sólo la manifestación externa de la iglesia invisible. Cada miembro de la iglesia invisible debería, por supuesto, ser miembro de la iglesia visible. Muy significativo es en relación con este asunto Hechos 2:47: “Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”. El Señor no sólo quiere que aquellos que son salvados se unan con la iglesia, sino que Él mismo les une a la iglesia. Y la referencia es inequívocamente con relación a la iglesia visible.

Aunque hoy en día la iglesia sigue creciendo, y en algunos tiempos y lugares de una manera “acelerada” ha costado mucho trabajo mantener unida y fiel a la iglesia local.
Un informe mencionado en 1993 menciona que:
Mack, W.A. y Swavely, D. (1994) La Vida en la Casa del Padre: Un Manual para Membresía en la Iglesia Local. Faro de Gracia, p. 8. citando a William Hendricks.
Mientras un número incontable de personas “de fuera” están entrando por la puerta delantera de la iglesia; un flujo constante de los de “adentro” están saliendo por la puerta trasera de la iglesia. (En USA 53,000 cada semana para no volver jamás).
William Hendricks “Exit Interviews” (Entrevistas de Salida). El libro documenta estas afirmaciones por medio de estadísticas actuales y numerosas entrevistas con individuos que han dejado la iglesia.
Hay mucha incertidumbre a la hora de que hacemos nuestros registros de Asistencia y membresía. También a la hora de pensar en hermanos que pueden ser colocados en áreas de ministerio.
Porque muchas veces no sabemos quién es miembro, quien es simpatizante, quien es visitante.
A ver qué piensas de la manera que respondió el Dr. Jay Adams en una conferencia:
La Vida en la Casa del Padre: Un Manual para Membresía en la Iglesia Local Capítulo 2: Comprometiéndonos con la Membresía de la Iglesia

“¿Debemos aplicar la disciplina eclesiástica a las personas que no son miembros de nuestra iglesia?”

“No, por supuesto que no,” respondió Jay en su inimitable estilo de firmeza afectuosa. “La disciplina de la iglesia es sólo para creyentes.” Un estruendo inquisitivo atravesó la sala, así que se explicó más detalladamente: “Las personas que no son miembros de una iglesia deberían ser tratadas como no creyentes, porque ellos se están tratando a sí mismos como no creyentes.”

Se refería por supuesto a que hay personas que quieren vivir fuera de la supervisión de los Ancianos, sin rendir cuentas de nada, y cuando las “cosas se pongan complicadas” es hora de irse a otro lugar.
El hermano Wayne a. Mack, en su libro “La Vida en la Casa del Padre: Un Manual para Membresía en la Iglesia Local.” considera que hay 3 aspectos por los cuales debemos ver a la Membresía a la iglesia local como bíblica y esencial:

(1) Hay un Mandato para el Compromiso.

La Palabra de Dios manda claramente a los creyentes, estar involucrados con otros creyentes para comprometerse a crecer
Hebreos 10:25 NBLA
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.
Efesios 4:16 NBLA
16 de quien todo el cuerpo, estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.

¿Qué cosa podría ser más lógica? El que cree en Cristo se une a Cristo. La fe le une a Cristo. Ahora es miembro del cuerpo de Cristo, la iglesia invisible. Ahora bien, la iglesia visible es sólo la manifestación externa de la iglesia invisible.

Charles Spurgeon comentó que un cristiano que no se compromete a la iglesia, es como un ladrillo que está suelto, es un “bueno para nada” porque no está comprometido con una construcción que podría ser sólida de estar compuesta por muchos ladrillos, entrelazados unos con otros.

Lo ideal sería que cada iglesia tuviese una lista de miembros que contuviera los nombres de cada creyente que adora allí con regularidad. Y cada creyente que adora allí debería estar dispuesto y deseoso de ser identificado con la iglesia de esa manera.

(2) La obligación de sujeción a los Ancianos.

La Membresía ayuda en la labor de los Ancianos.
Si sabemos quién pertenece a nuestra iglesia local, podemos servirle mejor.
Si ellos saben que pertenecen a una iglesia local, habrá una disposición a obedecer las instrucciones y amonestaciones que se den por los Ancianos.
¡Nos pertenecemos mutuamente!
1 Tesalonicenses 5:12–13 NBLA
12 Pero les rogamos hermanos, que reconozcan a los que con diligencia trabajan entre ustedes, y los dirigen en el Señor y los instruyen, 13 y que los tengan en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo. Vivan en paz los unos con los otros.
Hebreos 13:17 NBLA
17 Obedezcan a sus pastores y sujétense a ellos, porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta. Permítanles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para ustedes.
Imagínate al entrenador de un equipo regañando al equipo contrario porque falló el gol o no marcó bien al delantero. ¡Ilógico! Eso confunde a los jugadores y a todos.
Como hemos visto en las figuras de la iglesia, ésta puede ser tomada como un —Cuerpo, una Familia, un Reino, un Edificio, etc. En todas ellas se requiere orden y sujeción a la autoridad puesta por Dios.
Imagínate la escena, que a la hora de cerrar las puertas de tu casa para dormir, hay un grupo de individuos que no puedes reconocer como tus hijos, y que estás inseguro de quiénes son. ¿Quién debe estar dentro y quién no?
Fíjense muy bien hermanos. Este es un tema del cual se habla mucho, pero realmente pocas veces se pone en práctica.
La Disciplina Bíblica que se menciona en Mateo 18.15-17
Mateo 18:15–17 NBLA
15 »Si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano. 16 »Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que toda palabra sea confirmada por boca de dos o tres testigos. 17 »Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia; y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el gentil y el recaudador de impuestos.
Parece sencillo;
(1) Alguien peca, ya sea contra ti o simplemente lo ves, y debes ir a enseñarle que ha pecado y que debe arrepentirse. (porque a veces no vemos nuestro pecado, necesitamos los ojos de los demás hermanos para darnos cuenta)
Si se arrepiente… Se acabó (lo perdonas y siguen adelante) no lo acusas, no lo exhibes, no lo publicas. Ahí quedó todo.
(2) Si no se arrepiente; deber volver a intentar con otros hermanos que también se preocupan por él y que quieren hacerlo volver de su mal camino, en amor y con paciencia.
Si se arrepiente… Se acabó (lo perdonan y siguen adelante) no lo acusan, no lo exhiben, no lo publican. Ahí quedó todo.
(3) Si no se arrepiente; deben volver a intentar con toda la iglesia, que está preocupada por él y que quieren hacerlo volver de su mal camino, en amor y con paciencia.
Si se arrepiente… Se acabó (lo perdonan y siguen adelante) no lo acusan, no lo exhiben, no lo publican. Ahí quedó todo.
Si no se arrepiente; Toda la congregación, de común acuerdo, debe expulsarlo de la iglesia. Y tomarlo como un “no creyente” el cual necesita ser evangelizado afuera de la congregación.
“Dios demanda una clara y reluciente línea de separación entre la iglesia y el mundo.” (2 Co 6.14)
2 Corintios 6:14 NBLA
14 No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas?
Hasta ahí parece que hay un buen orden, que todo se debe realizar con el manual en la mano;
MacArthur, J. (2017) Mateo. Traducido por R. Acosta. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz (Comentario MacArthur del Nuevo Testamento), p. 946.
“Los cristianos pueden declarar con autoridad lo que es aceptable a Dios o lo que es prohibido por Él, debido a que disponen de la Palabra. Los cristianos no determinan lo que está bien o mal, lo que se perdona o no. Más bien, basados en la propia Palabra de Dios reconocen y proclaman lo que Dios ya ha determinado que es bueno o malo, lo que se perdona o no. Cuando juzgan en base a la Palabra de Dios pueden estar seguros de que su juicio corresponde a la sentencia del cielo.”
“Cuando los creyentes están de acuerdo con la Palabra de Dios, el Señor está de acuerdo con ellos. Con autoridad divinamente concedida los creyentes pueden declarar el estado espiritual de una persona al compararla con la Palabra de Dios.”
La iglesia debe buscar mantener la pureza de sus miembros, al exhortarlos y corregirlos para que abandonen sus pecados.
Los creyentes verdaderos (los miembros comprometidos con la verdad) escucharán y lucharán por apartarse de sus pecados.
Los no creyentes permanecerán inmutables ante esto, y la iglesia debe reconocer quiénes se encuentran en este estado para expulsarlos de la comunión con la iglesia del Señor.
Y que el Señor trate con ellos.
Puede haber la posibilidad de que sean creyentes verdaderos, viviendo rebeldemente y con el corazón endurecido. Y con esta disciplina, el Señor los traerá de vuelta.
Pero, puede que sean no creyentes a los cuales se les debe quitar toda confianza externa de que son aceptados por Cristo, por el simple hecho de asistir o pertenecer a una iglesia.
A los Creyentes, se les debe animar a que se comprometan con la membresía de la iglesia y por consiguiente con la sujeción a los Ancianos y la amonestación entre hermanos en sujeción a la Palabra de Dios.
*** Hay algo que pasa a menudo en las iglesias:
Su reputación es manchada por personas que dicen pertenecer a ella, pero pocas veces asisten, no están comprometidos, no crecen en santidad, no reflejan la gloria de Dios y viven vidas impías frente a la sociedad.
La sociedad por ende, tiene un mal concepto de la iglesia, por causa de uno que dice ser “miembro” de la iglesia y realmente es un inconverso que dice pertenecer a ella.
1 Corintios 5:9–13 NBLA
9 En mi carta les escribí que no anduvieran en compañía de personas inmorales. 10 No me refería a la gente inmoral de este mundo, o a los codiciosos y estafadores, o a los idólatras, porque entonces tendrían ustedes que salirse del mundo. 11 Sino que en efecto les escribí que no anduvieran en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador. Con esa persona, ni siquiera coman. 12 Pues ¿por qué he de juzgar yo a los de afuera? ¿No juzgan ustedes a los que están dentro de la iglesia? 13 Pero Dios juzga a los que están fuera. Expulsen al malvado de entre ustedes.
Si bien, Dios se encarga de “vindicar Su Nombre y Gloria” la iglesia hace bien cuando pone una línea bien marcada para reconocer quién es miembro y quién no.

(3) Los privilegios que concede la membresía.

La membresía de la iglesia no es sólo un compromiso por parte del miembro con la iglesia, sino que también es un compromiso de la iglesia para con el miembro. Tanto la iglesia como un cuerpo, como sus líderes, se comprometen a cuidar del miembro proveyendo las siguientes ventajas:

La membresía le concede la facultad a los hermanos a servir en algún área de ministerio, habiendo sido fieles en lo poco, ser puestos en lo mucho.
Si alguien no quiere ser miembro, está rechazando tácitamente la opción de servir a Cristo, aunque quiera servir, no lo hará bajo los parámetros la iglesia y no sería correcto.
Para los Ancianos, tener hermanos que apoyen en el ministerio es una bendición, pero hay que cumplir algunos requisitos.
Por ejemplo: Me ha pasado que las personas me dicen, quiero servir, enseñar, o algo. Pero no asisten, no son fieles, no están comprometidos, Y solamente quieren aparentar fidelidad cuando les toca ministrar.
Otro beneficio de pertenecer a la membresía de la iglesia es que contarás con hermanos que te amonestarán y exhortarán para tu bien. (incluso la disciplina es un medio de gracia para el bien del creyente). 1 Co 5.5 y He 12.5-6
1 Corintios 5:5 NBLA
5 entreguen a ese tal a Satanás para la destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.
Hebreos 12:5–6 NBLA
5 Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: «Hijo Mío, no tengas en poco la disciplina del Señor, Ni te desanimes al ser reprendido por Él. 6 »Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo».

el no estar dispuestos a unirnos a una iglesia local equivale a decir que no estamos interesados en la responsabilidad ante Dios en nuestras vidas.

Esto es similar al matrimonio; “es un acto público y hay una institución (el Registro Civil) en donde se da fe de que un hombre y una mujer se pertenecen mutuamente porque contrajeron matrimonio.
¡Eso los protege a ellos y a la sociedad también!
Pondremos un ejemplo para finalizar este concepto de que los miembros son conocidos por los de adentro y por los de afuera con la figura de una Embajada:

¿Qué es una embajada? Es una institución que representa a una nación dentro de otra nación. Declara los intereses de su nación natal a la nación que los acoge y protege a los ciudadanos de la nación natal que viven en la nación que los acoge.

Una embajada confirma frente a otro país quién le pertenece como ciudadano y lo representa.
Filipenses 3:20 NBLA
20 Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo,
Las iglesias no tienen el poder de hacer a alguien ciudadano del Reino de Dios, eso solo lo hace el Espíritu Santo. Pero sí podemos “reconocerlos y confirmar su llamado” como ciudadanos del Reino (por sus frutos). (Mt 7.20) (Mt 18.18-20)
Mateo 7:20 NBLA
20 »Así que, por sus frutos los conocerán.
Hay 2 ocasiones, donde el Señor Jesús menciona el concepto “iglesia” Mateo 16.18
Mateo 16:18 NBLA
18 »Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
En el primero, habla sobre Pedro (y podemos incluir a los demás apóstoles) sobre quienes va a edificar Su iglesia (por la declaración que Pedro acaba de responder (Mt 16.16) Pero siendo Cristo Jesús mismo, la Piedra angular de la iglesia.
Efesios 2:20 NBLA
20 Están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular,
1 Corintios 3:11 NBLA
11 Pues nadie puede poner otro fundamento que el que ya está puesto, el cual es Jesucristo.
En los siguientes versículos, Jesús les concede autoridad sobre el reino de Dios en la tierra, que a la vez, tendrá repercusiones celestiales.
Mateo 16:19–20 NBLA
19 »Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos». 20 Entonces ordenó a los discípulos que a nadie dijeran que Él era el Cristo.
MacArthur, J. (2017) Mateo. Traducido por R. Acosta. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz (Comentario MacArthur del Nuevo Testamento), p. 945.
Jesús le dijo a Pedro y a los doce, y por extensión a todos los demás creyentes, que tenían la asombrosa autoridad de declarar lo que está divinamente prohibido o permitido en la tierra.
Poco después de su resurrección Jesús declaró a los discípulos: “A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos” (Jn. 20:23). Al ofrecer instrucción para la disciplina de la Iglesia a toda su gente, Jesús dijo que si un creyente pecador se niega a volverse de su pecado después de haber recibido consejo en privado e incluso después de ser reprendido por toda la congregación, la iglesia no solo tiene el permiso sino que está obligada a tratar al miembro no arrepentido como “gentil y publicano” (Mt. 18:15–17). En otras palabras, un organismo debidamente constituido de creyentes tiene el derecho de decirle a un hermano que no se ha arrepentido que no se encuentra en lineamiento con la Palabra de Dios y que no tiene el derecho de estar en comunión con el pueblo de Dios.
En el segundo pasaje que menciona el Señor el concepto de “iglesia” también menciona la autoridad que ejerce sobre sus miembros.
Mateo 18:18–20 NBLA
18 »En verdad les digo, que todo lo que ustedes aten en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo. 19 »Además les digo, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por Mi Padre que está en los cielos. 20 »Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos».
MacArthur, J. (2017) Mateo. Traducido por R. Acosta. Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz (Comentario MacArthur del Nuevo Testamento), p. 1041.
“La Autoridad para disciplinar”
Está claro que el Señor no estaba enseñando que el poder de Dios puede inclinarse ante la voluntad del hombre. No estaba diciendo que los hombres pueden obligar a que el cielo haga cosas. Muy por el contrario, su promesa fue que cuando su pueblo doblara su voluntad ante la de Él, Jesús respaldaría y potenciaría ese acto de obediencia.
Estaba declarando que la Iglesia tiene el mandato divino de disciplinar a sus miembros cuando estos no quieran arrepentirse.
La idea no es que Dios está obligado a ajustarse a las decisiones de la Iglesia, sino que cuando la Iglesia sigue el patrón de Cristo para la disciplina, ajusta sus decisiones a lo que Dios ya ha hecho, y por tanto recibe aprobación y autoridad del cielo.
Lo que menciona en los v. 19-20 acerca de “estar de acuerdo” no es con relación a gastar peticiones a Dios para satisfacer sus deleites, sino porque en el cuidado del rebaño, se deben tomar decisiones, y el Padre acompaña esas decisiones.
Algunos creen que aún con todo esto, los hermanos en las iglesias se pueden equivocar y “atar” o “mantener atados” los pecados de una persona (y el Señor se encargará de reivindicarlo). También el caso inverso, cuando se le “desatan” o “liberan / perdonan” de sus pecados a alguien que en hipocresía y ocultamente los mantiene; el Señor se encargará de sacarlos a la luz.
Este proceso, requiere de tiempo, de examinar a las personas, de orar, de analizar el asunto a profundidad para poder tomar decisiones correctas.

Conclusión.

Leeman, J.
Recordemos la Definición de Membresía:
“Es una relación formal entre la iglesia y el cristiano, caracterizada por la confirmación y la supervisión eclesial del discipulado del cristiano, y la sumisión del cristiano para vivir su discipulado bajo el cuidado de la iglesia.”
Como iglesia nos toca:
- Reconocer a nuestros miembros, para supervisarlos, cuidarlos, guiarlos, animarlos, comprometerlos y pastorearlos.
- Nos toca confirmar o no a aquellos que dicen ser “de nosotros” para ver si lo son o no, y ejercer la disciplina bíblica.
- Debemos tener un compromiso con lo que Dios ha hecho en nosotros al colocarnos en un Cuerpo y funcionar como miembros creciendo en discipulado constante bajo el cuidado de la iglesia.
Hebreos 10:24–25 NBLA
24 Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, 25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.
Notas por si se requieren:
Desde que llegué al ministerio de Anciano (en Septiembre de 2021 he intentado tener bases de datos con las personas en la iglesia. Llegando hasta los 139, pero realmente los asistentes no llegaban a 70 en promedio. (prácticamente la mitad) ¿Qué hacemos?
¿Qué harías tú? los pones o no en la lista de miembros de la iglesia.
¿Qué parámetros tomarías en cuenta?
¿Cuántas asistencia son necesarias?
¿Que diga que le gusta la iglesia es suficiente?
¿Que se congregue durante 1 año y se bautice será la clave?
Entonces ves la necesidad de hacer listas, tal vez 2 listas, una de miembros y otra de asistentes.
Aproximadamente en nuestra iglesia en el último año han visitado la iglesia (39 personas) de las cuales se han quedado (6) y (5) más como asistentes ocasionales).
(6) Manuel, Elena, Hugo, Karen, Liam, Denise.
(5) Saul, Santiago Picaso, Liliana, Cesiah, Maribel
Por otra parte, han salido (28) de los cuales (3 no podría asegurar que están congregándose en otra iglesia)
(31) Los del Faro (17), Haydee, su hija, Paola, Rodrigo, Maribel M. Marisol, Andrea, Maru, Gertrudis, su nieta. Trini, Sara, José Luis, Juan Daniel.