La Iglesia: Su Membresía

La Iglesia y Sus Miembros  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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Serie Temática Especial con respecto a lo que la Palabra dice en cuanto a la Iglesia, Su Naturaleza, Propósito y los miembros que la componen. Sus marcas indispensables para ser sanas.

Notes
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Lectura Bíblica:

1 Corintios 12:12–27 NBLA
12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo. 13 Pues por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo, ya judíos o griegos, ya esclavos o libres. A todos se nos dio a beber del mismo Espíritu. 14 Porque el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si el pie dijera: «Porque no soy mano, no soy parte del cuerpo», no por eso deja de ser parte del cuerpo. 16 Y si el oído dijera: «Porque no soy ojo, no soy parte del cuerpo», no por eso deja de ser parte del cuerpo. 17 Si todo el cuerpo fuera ojo, ¿qué sería del oído? Si todo fuera oído, ¿qué sería del olfato? 18 Ahora bien, Dios ha colocado a cada uno de los miembros en el cuerpo según le agradó. 19 Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? 20 Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo. 21 Y el ojo no puede decirle a la mano: «No te necesito»; ni tampoco la cabeza a los pies: «No los necesito» 22 Por el contrario, la verdad es que los miembros del cuerpo que parecen ser los más débiles, son los más necesarios; 23 y las partes del cuerpo que estimamos menos honrosas, a estas las vestimos con más honra. Así que las partes que consideramos más íntimas, reciben un trato más honroso, 24 ya que nuestras partes presentables no lo necesitan. Pero así formó Dios el cuerpo, dando mayor honra a la parte que carecía de ella, 25 a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros. 26 Si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. 27 Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.

La Iglesia: Su Membresía

Algunos comentarios de hermanos:
Timothy Keller
“La Membresía de la iglesia no es una opción, sino una obligación.”
Thomas Schreiner
Es una llamada de atención esperada para convertir a los consumistas de la iglesia en partícipes del evangelio
Michael Horton
El Señor nos gobiernapara salvarnos y nos salva para gobernarnos. La Iglesia visible es el lugar donde encontrarás el Reino de Cristo en la tierra y despreciar el Reino es despreciar a su Rey.
Jonathan Leeman
La mayoría de los creyentes tienen la tenue noción de que los cristianos deberían de comprometerse con la iglesia local, pero también dirán que no es la cosa más importante del mundo y que, por tanto, no deberíamos convertirlo en un asunto de tanta importancia. Tampoco les parece mal que un cristiano pase los años recorriendo diferentes congregaciones o que decida asistir indefinidamente a una iglesia sin llegar a unirse a ella.
¿Es necesario ser miembros de una iglesia?
¿Sí o No?
¿Por qué?
Vamos un poco más atrás...
¿Qué es ser un miembro de la iglesia?

I. Miembros

RAE: “Parte de un todo unida con él.” “Individuo que forma parte de un conjunto, comunidad o corporación.”
CNT-Kittel: En específico en el idioma griego, significa “miembros o componentes de un cuerpo.”
Los rabinos identificaron 248 miembros del cuerpo humano y los asociaron a los 248 mandamientos de la Ley; y los 365 restantes, llamados prohibiciones, los asocian a los días del año para encontrar una conexión total entre lo que el hombre es y lo que el hombre hace.
(1 Corintios 12.12)
1 Corintios 12:12 NBLA
12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también es Cristo.
Ya mencionamos anteriormente que la iglesia es UNA, lo que se menciona en este texto; designando a la Iglesia como UN CUERPO.
Lo cual también es interesante, ya que la iglesia no es una institución, y tampoco es una empresa, es un Cuerpo.
El cuerpo nos hace referencia a un conjunto de órganos/miembros que hacen distintas funciones dentro del cuerpo para que este pueda seguir viviendo.
Este cuerpo al mismo tiempo, presenta una Cabeza, es decir, el que ejerce control sobre todo el cuerpo, porque tiene la Autoridad.
Entendemos entonces que la Iglesia es UN CUERPO, pero con una CABEZA, quien es CRISTO.
El texto menciona que la iglesia, en esta figura del cuerpo, es similar a Cristo, quien es el Dueño / Señor / Amo de la iglesia, porque ella es Su cuerpo.
1 Corintios 12:18–20 NBLA
18 Ahora bien, Dios ha colocado a cada uno de los miembros en el cuerpo según le agradó. 19 Y si todos fueran un solo miembro, ¿qué sería del cuerpo? 20 Sin embargo, hay muchos miembros, pero un solo cuerpo.
Referencia también (Romanos 12.4)
Romanos 12:4 NBLA
4 Pues así como en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función,
Este texto nos dice además, que Dios es el que ha colocado los miembros según le agradó.
¿Quién mejor que Dios para saber los miembros que pone en el cuerpo?
Un cuerpo no puede estar conformado por un solo miembro, ni muchos miembros que sean el mismo miembro.
Como menciona Pablo en esta figura; se habla de ojos, oídos, olfato, manos, pies. No pueden simplemente todos los miembros ser el mismo miembro.
(a veces buscamos ser algo que no somos y fallamos en nuestra misión en esta vida y como parte del Cuerpo de Cristo).
La misión de los ojos no es la misma que la de los pies: ¿Cuál es más importante?
Vemos en la naturaleza, algunas especies de animales que tienen más desarrollados algunos órganos que otros; vemos un Canguro (ve los pies tan desarrollados que tiene) Mira a un gorila (los pies no son muy grandes, su desarrollo es más en los brazos) Mira un águila (el desarrollo visual es impresionante) etc.
Sus cuerpos necesitan ciertos miembros más desarrollados para sobrevivir.
En el caso de nuestro cuerpo, necesitamos casi por igual todos nuestros miembros, donde no podemos decir cuál es el miembro más importante, porque todos tienen una trascendencia vital, aunque el ser humano, se ha sobrepuesto a la adversidad de no poder ver, oír, caminar o la falta de algún miembro más.
Por lo tanto, hay muchos miembros, pero UN solo Cuerpo.
Los miembros:

a) Pertenecen y Sirven a Cristo.

1 Corintios 12:27 NBLA
27 Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.
Referencia también (Romanos 12.5)
Romanos 12:5 NBLA
5 así nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo en Cristo e individualmente miembros los unos de los otros.
Los creyentes forman el cuerpo de Cristo, siendo miembros individualmente, pero pertenecen a Él.
Un miembro separado del cuerpo, no puede vivir.
Un miembro que no está conectado a la cabeza, simplemente no funciona.
Esta figura nos ilustra también acerca de lo que requiere el miembro para poder vivir, como miembro individual, pero como parte del Cuerpo de Cristo y conectado a Él.
El Señor Jesucristo lo ilustró también en Jn 15.5-6
Juan 15:5–6 NBLA
5 »Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer. 6 »Si alguien no permanece en Mí, es echado fuera como un sarmiento y se seca; y los recogen, los echan al fuego y se queman.
Un miembro que no permanece en Cristo (conectado y dependiente de Cristo, pero dentro del cuerpo, no puede vivir)
La ilustración se refiere al sentido de procedencia; es decir, la vida procede de Cristo como la Vid hacia los sarmientos y no viceversa.
Los sarmientos no tienen vida en sí mismos, sino que la tienen por la conexión a Cristo.
No se está queriendo decir que un miembro que nació en Cristo y se desarrolló, puede desprenderse y dejar de ser.
Volvamos a lo que el miembro es dentro del Cuerpo:
El creyente pertenece a Cristo, porque ha nacido de nuevo, porque ha sido llamado, perdonado, limpiado, justificado, regenerado y adoptado por Dios en Cristo Jesús, por Su gracia, por medio de la fe.
El Señor nos ha colocado, como sus hijos, en una familia, viendo la figura de la iglesia como una familia, donde Dios es el Padre, Cristo el hermanos mayor y primogénito y nosotros como hermanos y coherederos de la promesa del Padre.
Esto nos conecta, no nos deja aislados, nos compromete a llevar a cabo una función, nos involucra en la conexión con los demás miembros, pero a la vez en la individualidad.
¿Me estás siguiendo hermano?
Lo que estoy diciendo es que al pertenecer a Cristo, simplemente tu vida cambia radicalmente, tan es así que el Señor te cambia tu familia (nuevo nacimiento), tu pasado (perdón), tu posición (justificación), tu presente (santificación), tu vocación (llamado), y tu futuro (glorificación).
El miembro es de Cristo y sirve a Cristo para los propósitos que Él lo ha colocado. Ef 4.16
Efesios 4:16 NBLA
16 de quien todo el cuerpo, estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.
¿Si los miembros pertenecen y sirven a Cristo, no debería haber una conexión / vínculo entre ellos?
A eso es lo que llamamos Membresía.

II. La Membresía

Si bien, esta palabra no aparece en la Biblia, se refiere a la asociación que existe entre los miembros y la cabeza; y los miembros entre sí.
RAE: Condición o conjunto de miembro de una entidad
Podemos ver este Cuerpo funcionando con las órdenes que da la Cabeza y la conexión que hay entre ellos que produce crecimiento.
En la antiguedad podemos ver esto en el libro de los Hechos de una manera gloriosa:

a) Los Miembros son “añadidos al cuerpo

A través del Nuevo Nacimiento / Regeneración es como uno ingresa al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia Universal, pero el Señor también dispuso la iglesia local, como lo vemos a continuación:
Hechos de los Apóstoles 2:41 NBLA
41 Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como 3,000 almas.
Se añadieron al grupo original de 120 discípulos que habían estado siguiendo a Jesús en su ministerio hasta su crucifixión.
Hechos de los Apóstoles 2:44–47 NBLA
44 Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común; 45 vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno. 46 Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.
Ellos se iban dando la bienvenida al Cuerpo (familia de Dios)
Hechos de los Apóstoles 4:4 NBLA
4 Pero muchos de los que habían oído el mensaje creyeron, llegando el número de los hombres como a 5,000.
Hechos de los Apóstoles 4:31–32 NBLA
31 Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor. 32 La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma. Ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común.
Vemos que son añadidos por el Espíritu Santo y sellados por Él.

b) Los Miembros son identificados por la gente.

Hechos de los Apóstoles 5:11–14 NBLA
11 Y vino un gran temor sobre toda la iglesia y sobre todos los que supieron estas cosas. 12 Por mano de los apóstoles se realizaban muchas señales y prodigios entre el pueblo; y acostumbraban a estar todos de común acuerdo en el pórtico de Salomón. 13 Pero ninguno de los demás se atrevía a juntarse con ellos; sin embargo, el pueblo los tenía en gran estima. 14 Y más y más creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían constantemente al número de ellos,
El mundo no se juntaba con ellos, pero los identificaba. O se añadían o guardaban su distancia.
Pongamos atención a las palabras que hacen énfasis en la comunidad de creyentes:
Hechos de los Apóstoles 6:1–7 (NBLA)
1 Por aquellos días, al multiplicarse el número de los discípulos, surgió una queja de parte de los judíos helenistas en contra de los judíos nativos, porque sus viudas eran desatendidas en la distribución diaria de los alimentos.
2 Entonces los doce convocaron a la congregación de los discípulos, y dijeron: «No es conveniente que nosotros descuidemos la palabra de Dios para servir mesas.
3 »Por tanto, hermanos, escojan de entre ustedes siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes podamos encargar esta tarea.
4 »Y nosotros nos entregaremos a la oración y al ministerio de la palabra»
5 Lo propuesto tuvo la aprobación de toda la congregación, y escogieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas y a Nicolás, un prosélito de Antioquía.
6 A estos los presentaron ante los apóstoles, y después de orar, pusieron sus manos sobre ellos.
7 Y la palabra de Dios crecía, y el número de los discípulos se multiplicaba en gran manera en Jerusalén, y muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.
Se logra identificar a la congregación, luego se hace mención de los Apóstoles y los discípulos, y luego de los designados para servir las distribución de alimentos.
Hechos de los Apóstoles 8:1–3 NBLA
1 Y Saulo estaba de completo acuerdo con ellos en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles. 2 Algunos hombres piadosos sepultaron a Esteban y lloraron a gran voz por él. 3 Pero Saulo hacía estragos en la iglesia entrando de casa en casa, y arrastrando a hombres y mujeres, los echaba en la cárcel.
Hechos de los Apóstoles 9:1–2 (NBLA)
1 Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote,
2 y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino, tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.
Pablo identificaba a los discípulos y le llamaba también “a los del Camino”
A veces ha sido difícil identificar a los miembros del cuerpo de Cristo.
¿Cómo lo hacían en aquellos tiempos?
“Básicamente por la morada del Espíritu Santo en ellos y porque eran bautizados en el Nombre de Cristo y porque se juntaban a adorar a Dios.”
Aunque hoy en día la iglesia sigue creciendo, y en algunos tiempos y lugares de una manera “acelerada” ha costado mucho trabajo mantener unida y fiel a la iglesia local.
Un informe mencionado en 1993 menciona que:
Mack, W.A. y Swavely, D. (1994) La Vida en la Casa del Padre: Un Manual para Membresía en la Iglesia Local. Faro de Gracia, p. 8. citando a William Hendricks “Exit Interviews” (Entrevistas de Salida).
Mientras un número incontable de personas “de fuera” están entrando por la puerta delantera de la iglesia; un flujo constante de del de “adentro” están pasando por la puerta trasera de la iglesia. (53,000 cada semana para no volver jamás)
El libro documenta estas afirmaciones por medio de estadísticas actuales y numerosas entrevistas con individuos que han dejado la iglesia.
Hay mucha incertidumbre a la hora de que hacemos nuestros registros de Asistencia y membresía. También a la hora de pensar en hermanos que pueden ser colocados en áreas de ministerio.
Porque muchas veces no sabemos quién es miembro, quien es simpatizante, quien es visitante.
A ver qué piensas de la manera que respondió el Dr. Jay Adams en una conferencia:
La Vida en la Casa del Padre: Un Manual para Membresía en la Iglesia Local Capítulo 2: Comprometiéndonos con la Membresía de la Iglesia

“¿Debemos aplicar la disciplina eclesiástica a las personas que no son miembros de nuestra iglesia?”

“No, por supuesto que no,” respondió Jay en su inimitable estilo de firmeza afectuosa. “La disciplina de la iglesia es sólo para creyentes.” Un estruendo inquisitivo atravesó la sala, así que se explicó más detalladamente: “Las personas que no son miembros de una iglesia deberían ser tratadas como no creyentes, porque ellos se están tratando a sí mismos como no creyentes.”

El hermano Wayne a. Mack, en su libro “La Vida en la Casa del Padre: Un Manual para Membresía en la Iglesia Local.” considera que hay 3 aspectos por los cuales debemos ver a la Membresía a la iglesia local como bíblica y esencial:

(1) Un mandato para el compromiso.

La Palabra de Dios manda claramente a los creyentes, estar involucrados con otros creyentes para comprometerse a crecer
Hebreos 10:25 NBLA
25 no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca.
Efesios 4:16 NBLA
16 de quien todo el cuerpo, estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.

¿Qué cosa podría ser más lógica? El que cree en Cristo se une a Cristo. La fe le une a Cristo. Ahora es miembro del cuerpo de Cristo, la iglesia invisible. Ahora bien, la iglesia visible es sólo la manifestación externa de la iglesia invisible.

Charles Spurgeon comentó que un cristiano que no se compromete a la iglesia, es como un ladrillo que está suelto, es un “bueno para nada” porque no está comprometido con una construcción que podría ser sólida de estar compuesta por muchos ladrillos, entrelazados unos con otros.

(2) La obligación de sujeción a los Ancianos.

La Membresía ayuda en la labor de los Ancianos.
Si sabemos quién pertenece a nuestra iglesia local, podemos servirle mejor.
Si ellos saben que pertenecen a una iglesia local, habrá una disposición a obedecer las instrucciones y amonestaciones que se den por los Ancianos.
1 Tesalonicenses 5:12–13 NBLA
12 Pero les rogamos hermanos, que reconozcan a los que con diligencia trabajan entre ustedes, y los dirigen en el Señor y los instruyen, 13 y que los tengan en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo. Vivan en paz los unos con los otros.
Hebreos 13:17 NBLA
17 Obedezcan a sus pastores y sujétense a ellos, porque ellos velan por sus almas, como quienes han de dar cuenta. Permítanles que lo hagan con alegría y no quejándose, porque eso no sería provechoso para ustedes.
Como hemos visto en las figuras de la iglesia, ésta puede ser tomada como un —Cuerpo, una Familia, un Reino, un Edificio, etc. En todas ellas se requiere orden y sujeción a la autoridad puesta por Dios.
Imagínate la escena, que a la hora de cerrar las puertas de tu casa para dormir, hay un grupo de individuos que no puedes reconocer como tus hijos, o que estás dudando si lo son o no. ¿Quién debe estar dentro y quién no?
Fíjense muy bien hermanos. Es un tema del cual se habla mucho, pero realmente pocas veces se pone en práctica.
La Disciplina Bíblica que se menciona en Mateo 18.15-17
Mateo 18:15–17 NBLA
15 »Si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano. 16 »Pero si no te escucha, lleva contigo a uno o a dos más, para que toda palabra sea confirmada por boca de dos o tres testigos. 17 »Y si rehúsa escucharlos, dilo a la iglesia; y si también rehúsa escuchar a la iglesia, sea para ti como el gentil y el recaudador de impuestos.
Parece sencillo;
(1) Alguien peca, ya sea contra ti o simplemente lo ves, y debes ir a enseñarle que ha pecado y que debe arrepentirse. (porque a veces no vemos nuestro pecado, necesitamos los ojos de los demás hermanos para darnos cuenta)
Si se arrepiente… Se acabó (lo perdonas y siguen adelante) no lo acusas, no lo exhibes, no lo publicas. Ahí quedó todo.
(2) Si no se arrepiente; deber volver a intentar con otros hermanos que también se preocupan por él y que quieren hacerlo volver de su mal camino, en amor y con paciencia.
Si se arrepiente… Se acabó (lo perdonan y siguen adelante) no lo acusan, no lo exhiben, no lo publican. Ahí quedó todo.
(3) Si no se arrepiente; deber volver a intentar con toda la iglesia, que está preocupada por él y que quieren hacerlo volver de su mal camino, en amor y con paciencia.
Si se arrepiente… Se acabó (lo perdonan y siguen adelante) no lo acusan, no lo exhiben, no lo publican. Ahí quedó todo.
Si no se arrepiente; Toda la congregación debe expulsarlo de la iglesia. Y tomarlo como un “no creyente” el cual necesita ser evangelizado.
Hasta ahí parece que hay un buen orden, que todo se debe realizar con el manual en la mano; pero muchas veces todo esto fracasa porque la persona que tú crees que es hermano, simplemente no es hermano.
Nunca entró a la iglesia, nunca se comprometió con Dios ni con los otros miembros, es un inconverso en la iglesia.
Pregunta capciosa:
¿Quieres que vengan inconversos en la iglesia?
Sí, pero que dejen de serlo pronto.
Una vez que son creyentes, se les debe animar a que se comprometan con la membresía de la iglesia y por consiguiente con la sujeción a los Ancianos.
Hay algo que pasa a menudo en las iglesias, es que su reputación es manchada por personas que dicen pertenecer a ella, pero pocas veces asisten, no están comprometidos, no crecen en santidad, no reflejan la gloria de Dios y viven vidas impías frente a la sociedad.
La sociedad por ende, tiene un mal concepto de la iglesia, por causa de uno que dice ser “miembro” de la iglesia y realmente es un inconverso que menciona que pertenece a ella.

(3) Los privilegios que concede la membresía.

La membresía de la iglesia no es sólo un compromiso por parte del miembro con la iglesia, sino que también es un compromiso de la iglesia para con el miembro. Tanto la iglesia como un cuerpo, como sus líderes, se comprometen a cuidar del miembro proveyendo las siguientes ventajas:

La membresía le concede la facultad a los hermanos a servir en algún área de ministerio, habiendo sido fieles en lo poco, ser puestos en lo mucho.
Si alguien no quiere ser miembro, está rechazando tácitamente la opción de servir a Cristo, aunque quiera servir, no lo hará bajo los parámetros la iglesia y no sería correcto.
Para los Ancianos, tener hermanos que apoyen en el ministerio es una bendición, pero hay que cumplir algunos requisitos.
Por ejemplo: Me ha pasado que las personas me dicen, quiero servir, enseñar, o algo. Pero no asisten, no son fieles, no están comprometidos, Y solamente quieren aparentar fidelidad cuando les toca ministrar.
Otro beneficio de pertenecer a la membresía de la iglesia es que contarás con hermanos que te amonestarán y exhortarán para tu bien. (incluso la disciplina es un medio de gracia para el bien del creyente). 1 Co 5.5 y He 12.5-6
1 Corintios 5:5 NBLA
5 entreguen a ese tal a Satanás para la destrucción de su carne, a fin de que su espíritu sea salvo en el día del Señor Jesús.
Hebreos 12:5–6 NBLA
5 Además, han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: «Hijo Mío, no tengas en poco la disciplina del Señor, Ni te desanimes al ser reprendido por Él. 6 »Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo».

el no estar dispuestos a unirnos a una iglesia local equivale a decir que no estamos interesados en la responsabilidad ante Dios en nuestras vidas.

Esto es similar al matrimonio; es un acto público y hay un Registro Civil en donde se da fe de que un hombre y una mujer se pertenecen mutuamente porque contrajeron matrimonio. Eso los protege a ellos y a la sociedad también.
Pondremos un ejemplo para finalizar este concepto de que los miembros son conocidos por los de adentro y por los de afuera con la figura de una Embajada:

¿Qué es una embajada? Es una institución que representa a una nación dentro de otra nación. Declara los intereses de su nación natal a la nación que los acoge y protege a los ciudadanos de la nación natal que viven en la nación que los acoge.

Una embajada no tiene el poder para hacer ciudadano de su país a una persona, pero sí para confirmarlo.
Filipenses 3:20 NBLA
20 Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo,
Las iglesias no tienen el poder de hacer a alguien ciudadano del Reino de Dios, eso solo lo hace el Espíritu Santo. Pero sí podemos “reconocerlos y confirmarlos” como ciudadanos del Reino (por sus frutos). Mt 7.20
Mateo 7:20 NBLA
20 »Así que, por sus frutos los conocerán.
Mateo 18:18–20 NBLA
18 »En verdad les digo, que todo lo que ustedes aten en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desaten en la tierra, será desatado en el cielo. 19 »Además les digo, que si dos de ustedes se ponen de acuerdo sobre cualquier cosa que pidan aquí en la tierra, les será hecho por Mi Padre que está en los cielos. 20 »Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos».

Una iglesia local es una verdadera embajada, establecida en el presente, que representa el Reino futuro de Cristo y Su Iglesia universal.

Los cristianos no se unen a las iglesias; se someten a ellas.

Conclusión.

Como iglesia nos toca fijar los parámetros para reconocer a nuestros miembros, para cuidarlos, guiarlos, animarlos, comprometerlos y pastorearlos.
Nos toca validar o no a aquellos que dicen ser “de nosotros” para ver si lo son o no.
Debemos tener un compromiso con lo que Dios ha hecho en nosotros al colocarnos en un Cuerpo y funcionar como miembro.
Notas por si se requieren:
Desde que llegué al ministerio de Anciano (en Septiembre de 2021 he intentado tener bases de datos con las personas en la iglesia. Llegando hasta los 139, pero realmente los asistentes no llegaban a 70 en promedio. (prácticamente la mitad) ¿Qué hacemos?
¿Qué harías tú? los pones o no en la lista de miembros de la iglesia.
¿Qué parámetros tomarías en cuenta?
¿1 asistencia basta?
¿Que diga que le gusta la iglesia es suficiente?
¿Que se congregue durante 1 año y se bautice será la clave?
Entonces ves la necesidad de hacer listas, tal vez 2 listas, una de miembros y otra de asistentes.
Aproximadamente en nuestra iglesia en el último año han visitado la iglesia (39 personas) de las cuales se han quedado (6) y (3 más en duda).
Por otra parte, han salido (28) de los cuales (3 no podría asegurar que están congregándose en otra iglesia)
Lo que muchos cristianos opinan sobre el sentido de la membresía:
Leeman, J. (2013) La membresía de la iglesia: Cómo sabe el mundo quién representa a Jesús. Poiema. (9Marcas: Edificando Iglesias Sanas), p. 23.
• Los cristianos piensan que es correcto asistir indefinidamente a una iglesia sin unirse a ella.
• Los cristianos piensan que se puede separar el bautismo de la unión a la iglesia.
• Los cristianos participan de la Cena del Señor sin unirse a la iglesia.
• Los cristianos ven la Cena del Señor como una experiencia privada y mística apta para los cristianos y no como una actividad para los miembros de la iglesia que se han sumado a una vida colectiva con los demás miembros.
• Los cristianos no integran lo que hacen en sus vidas de lunes a sábado con las vidas de otros santos.
• Los cristianos dan por hecho que no hay nada malo en la costumbre de saltarse algunas reuniones dominicales cada mes, o aun más.
• Los cristianos toman decisiones importantes en su vida —trasladarse, aceptar un ascenso laboral, escoger una esposa, etc.— sin considerar los efectos que esas decisiones traerán a la familia de amistades en la iglesia, o sin consultar la sabiduría de los pastores y de otros miembros de la congregación.
• Los cristianos compran casas o alquilan apartamentos sin apenas considerar que algunos factores —como la distancia y el costo— afectarán su disponibilidad para servir a su iglesia.
• Los cristianos no se dan cuenta de que tienen una parte de responsabilidad tanto en el bienestar espiritual como en el sustento físico de otros miembros de la congregación, incluyendo miembros que no conocen. Cuando uno padece, se duele solo. Cuando uno recibe honra, se goza solo… No estoy seguro. Pero aquí tienes algunas de las consecuencias de esta comprensión errónea: