¿Por qué debería evitar murmurar de otros? Santiago 4:11-12
Notes
Transcript
Introducción:
Introducción:
Según una encuesta de Psychology Today encontró que el 62% de las personas experimentan estrés o ansiedad como resultado de ser objeto de chismes o rumores
Un estudio de la Universidad de California, Berkeley descubrió que el chisme puede activar la liberación de cortisol - una hormona relacionada con el estrés - lo cual puede tener efectos negativos en la salud física y mental a largo plazo.
Según una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología, el 48% de los encuestados reportaron haber experimentado una disminución en su autoestima como resultado de ser objeto de chismes o rumores.
¿Cuántos están seguros que alguien habló mal de vos alguna vez?
¿Cuántos podríamos decir que han murmurado cosas ciertas de otros a sus espaldas?
Los rumores o chismes pueden tener consecuencias médicas negativas en las personas. Pero, ¿por qué deberíamos evitar hablar mal de los demás? De eso vamos a hablar ahora
Santiago viene hablando acerca de que Dios se resiste a los soberbios (4:6), y por esa razón debemos “humillarnos delante del Señor” (4:10). Una de las formas en que la soberbia y el orgullo se manifiesta es por medio de la murmuración.
Nos centraremos en los versículos 11 y 12, pero leamos desde el 6.
Leamos Santiago 4:6-12.
La murmuración es un pecado que poco se habla hoy en día, porque es un pecado que todos cometemos. No solo cometemos ese pecado, sino que disfrutamos que otros murmuren con nosotros.
No solo eso, sino que también empezamos a imaginarnos cosas de las personas, e incluso a predecir la “maldad” que hay en el corazón de otros.
Los cristianos no matamos ni conspiramos para matar. No nos embriagamos ni nos juntamos con los que se embriagan, no estafamos, ni nos juntamos con los que estafan, pero muchas veces nos reunimos para criticar y quejarnos de todo y de todos.
Mientras más en confianza nos sentimos, más críticos somos de otros.
Santiago tiene que tratar este problema
1- Murmurar contra otros = pecar contra Dios (Santiago 4:11)
1- Murmurar contra otros = pecar contra Dios (Santiago 4:11)
Argumentación:
“Murmurar”: Katalaleō= “Hablar en contra”
Según la RAE: “1-Dicho de la corriente de las aguas y también del viento, de las hojas de los árboles, etc. Hacer un ruido blando y apacible; 2-Hablar entre dientes, manifestando queja o disgusto por algo”
(en voz suave): “ya viste cómo viene vestida”; “ni le da pena como le coquetea”.
Cuando te dan una indicación: “ya viene creyéndose la gran cosa”; “si hombre, ya voy”
Murmurar es aquello que decimos entre dientes que nos desagrada.
En el idioma original, la palabra puede implicar muchas cosas:
“katalaleõ” puede tener muchas implicaciones como: intentar decir algo malo de alguien de quien acaban de decir cosas buenas.
También puede ser usada para referirse a alguien que quiere hacer ver los errores de otros más grandes
katalaleõ, Puede referirse a divulgar pecados ocultos de otros.
katalaleõ podía significar todo lo que tiene que ver con chismes, calumnias y quejas.
RAZONES PARA HABLAR DE OTROS SOBRAN. NUESTRA MADUREZ SE MANIFIESTA CON LA CAPACIDAD DE CONTROLAR NUESTRA LENGUA.
RAZONES PARA HABLAR DE OTROS SOBRAN. NUESTRA MADUREZ SE MANIFIESTA CON LA CAPACIDAD DE CONTROLAR NUESTRA LENGUA.
En toda la Biblia vemos pasajes que nos dicen que Dios le desagrada el chisme, la murmuración y la queja.
El chisme es aquello que es verdad o mentira de otra persona pero que nadie te ha dicho que lo divulgues.
16 No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová.
“Yo Jehová”: es decir, no es Moisés el que te lo dice, soy Yo, el Señor, el juez de los cielos y de la tierra.
28 El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos.
Murmurar aparta de tu vida a las personas que más amás
5 Destruiré al que en secreto calumnia a su prójimo; no toleraré al de ojos altaneros y de corazón arrogante.
Murmurar es hacerle mala fama a otra persona en secreto. Es crear una mala imagen de alguien más.
Las Escrituras enseñan que todo pecado es, en definitiva, contra Dios (…) A quienes estafaban a otros, por ejemplo, se les consideraba que habían cometido “prevaricación contra Jehová” (Lv. 6:2). Después de sus terribles pecados de adulterio con Betsabé y el subsiguiente asesinato de su esposo, David clamó a Dios: “Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos” (Sal. 51:4) (…) Cada pecado es al final contra Dios, porque cada pecado, en efecto, menosprecia y desaprueba su ley, así como usurpa su autoridad. John MacArthur, Hebreos y Santiago, vol. 2, Comentario MacArthur del Nuevo Testamento (Grand Rapids, MI: Editorial Portavoz, 2014), 234.
Deberías evitar hablar mal de otros porque es pecado contra Dios.
Deberías evitar hablar mal de otros porque es pecado contra Dios.
Explicación:
“11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros”
Murmurar es lo que hacemos cuando hablamos en contra de otros de forma desconsiderada, descuidada, crítica y despectiva.
Alguien puede pensar que si hablamos en mal pero es verdad, entonces no hay problema. Y no es así, murmurar es poner en mal a alguien ya sea verdad o mentira.
La murmuración también está asociada con la queja: es la forma en la que hablamos mal de una situación en particular: “mi papá es demasiado enojado, ya no lo aguanto” “el maestro que me está dando clases no sirve para nada” “ya no puedo con mi vida” “ya me aburrí de ser el mejor guerrero de Dios” son formas de quejarte.
Santiago dice: ¡Hey! ¡No murmuren! ¡No hablen mal de otros! ¡No se quejen! ¡No calumnien a otros!
Alguien puede pensar, “es que si esa persona no me oye, no le hago ningún daño porque nunca va a saber que estoy hablando mal de él”
El problema de la murmuración es interno, del corazón, y no solamente del daño directo que le causamos a la persona.
El problema de la murmuración es interno, del corazón, y no solamente del daño directo que le causamos a la persona.
Alguien puede decir: Ok ya entendí que no debo murmurar, pero es que en serio mi hermano está obrando mal, mi jefe se está equivocando, el pastor tiene una actitud prepotente. ¿qué hay de malo señalar la verdad?
Entonces yo podría decir: “yo le mentí a mis papás pero por su propio bien, no los dañé con esa mentira” entonces ¿sería correcto mentir? NO!!
Si la Biblia dice que algo está mal, entonces está mal.
Si la Biblia dice que algo está mal, entonces está mal.
“11… El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley”
el que murmura del hermano murmura de la ley. ¿Cómo así? ¿por qué dice que el que murmura del hermano murmura de la ley?
Porque los 613 mandamientos del Antiguo Testamento están resumidos en 10 mandamiento y los 10 mandamiento se pueden resumir en 2: Amar a Dios y amar al prójimo.
37 Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. 38 Este es el primero y grande mandamiento. 39 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.
Cuando criticas a alguien no es porque le temas un gran amor.
Cuando murmuramos de una persona violamos el mandamiento de amar a nuestro prójimo.
8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.
Dice la Biblia que si hay algo que le debemos a nuestro prójimo es el amarlo.
Incluso, aunque conoces muy bien a tus hermanos en carne, y sabes las cosas que están haciendo mal, no te gusta contarlo, ni te gusta que nadie los critique. ¿Por qué? Porque lo amas o la amas.
Entonces la Biblia dice: ¿saben qué? Amen a su prójimo.
Ilustración:
Aquí en el país todos conocemos la historia de Pablito Diaz, que después de tener un accidente, llegaron sus papás a quererse pelear con los reporteros.
“baja la cámara y te defendes conmigo”; “metete conmigo, no con él”
¿Por qué lo hicieron? ah, toda ofensa contra su hijo era una ofensa para ellos.
En la Biblia tenemos un ejemplo similar:
Los Israelitas comenzaron a murmurar de Moisés, después de haber salido de Egipto:
1 Partió luego de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, y vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, a los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto. 2 Y toda la congregación de los hijos de Israel murmuró contra Moisés y Aarón en el desierto;
7 y a la mañana veréis la gloria de Jehová; porque él ha oído vuestras murmuraciones contra Jehová; porque nosotros, ¿qué somos, para que vosotros murmuréis contra nosotros? 8 Dijo también Moisés: Jehová os dará en la tarde carne para comer, y en la mañana pan hasta saciaros; porque Jehová ha oído vuestras murmuraciones con que habéis murmurado contra él; porque nosotros, ¿qué somos? Vuestras murmuraciones no son contra nosotros, sino contra Jehová.
Aplicación:
Ponele atención a esto: cuando nosotros murmuramos, calumniamos, nos quejamos de otros o de nuestra situación, lo estamos haciendo contra Dios
Cada vez que nos quejamos de nuestra situación, del dinero insuficiente, de la carrera que te tocó estudiar, del trabajo que te tocó, de tu jefe, de tu pastor, de tus papás, de tus hermanos, de una situación de salud familiar, esa queja es una murmuración contra Dios mismo.
Estas diciendo: “Dios, esos padres que me diste fue una decisión equivocada fue una decisión equivocada”
Cuando criticas a otros, cuando en voz baja y a escondidas haces comentarios destructores, ese comentario es contra Dios.
No lo hagas, no murmurés contra otros, porque lo que haces es murmurar contra Dios
¿Por qué deberíamos evitar murmurar contra otros? Porque murmurar contra otros es murmurar contra Dios
2- Solo Dios puede juzgar las intenciones del corazón (Santiago 4:12)
2- Solo Dios puede juzgar las intenciones del corazón (Santiago 4:12)
Argumentación:
5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.
La Biblia nos enseña que habrá un día en que Dios va a juzgar todas nuestras acciones, según las intenciones del corazón, según lo más oculto y profundo con lo que hicimos las cosas.
Por su puesto, que nosotros no tenemos acceso a los pensamientos de las personas y no conocemos las intenciones del corazón de nadie, solo Dios no conoce tal como somos.
El día que estemos delante de él, vamos a dar cuenta incluso de toda palabra vana que dijimos:
36 Y yo os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio.
En el día del juicio será Dios quien juzgará las intenciones del corazón.
Explicación:
“11…pero si tu juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley sino juez. 12 Uno solo es el dador de la ley, que puede salvar y perder; pero tú. ¿quién eres para que juzgues a otro?”
Este versículo nos enseña nuestra posición delante de Dios. Dios es el dador de la ley y nosotros estamos llamados a cumplirla.
Aquel quien hizo la ley (el Señor) es quien puede “salvar” y “perder.
Pues claro, Dios es el único que puede salvar a una persona: Hebreos 7:25
25 por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos.
pero también es el único que puede destruir a aquellos que no quieren arrepentirse de sus pecados. Se refiere a la destrucción eterna en el infierno
28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
12… ¿pero tú, quien eres para que juzgues a otro? En otras palabras ¿quién te crees vos? ¿quién te crees para hablar mal de otros?
De hecho Dios dice, que no nos creamos más de lo que somos en Romanos
3 Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
No te creas más de lo que Dios te ha hecho.
Cuando criticamos, estamos tomando una posición que solo le corresponde a Dios. Romanos 14:4
4 ¿Tú quién eres, que juzgas al criado ajeno? Para su propio señor está en pie, o cae; pero estará firme, porque poderoso es el Señor para hacerle estar firme.
¿quién eres tú para que juzgues a otro?
1 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo.
Nosotros somos expertos identificando nuestros propios pecados en otras personas: El león juzga por su condición
Nosotros somos expertos identificando nuestros propios pecados en otras personas: El león juzga por su condición
No hay nadie mejor para reconocer a un ladrón que alguien que ha robado.
No hay nadie mejor para reconocer el odio en una persona que un rencoroso.
No hay nadie mejor que reconozca un mentiroso, que otro mentiroso.
No hay nadie que reconozca mejor un murmurador que un chismoso.
Cuando juzgamos a otras personas nos condenamos a nosotros mismos porque nosotros somos iguales, tenemos esos mismos pecados y a veces hasta peores.
De hecho, la biblia nos dice que nosotros no deberíamos tomar en cuenta lo que dicen de nosotros porque nosotros hemos hablado mal de otros muchas veces
21 Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablan, para que no oigas a tu siervo cuando dice mal de ti; 22 porque tu corazón sabe que tú también dijiste mal de otros muchas veces.
Por eso Mateo dice: Mateo 7:3
3 »¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?
Entonces ¿qué hago cuando veo errores en otros? Debes hablar con la persona y no de la persona.
Entonces ¿qué hago cuando veo errores en otros? Debes hablar con la persona y no de la persona.
Santiago más adelante va a concluir en Santiago 5:20
20 sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
La única forma en la cual podes hablar de los errores de otras personas es si se lo decís a esa persona directamente, no con el fin de discutir, sino de intentar en amor corregir el error.
La Biblia da una serie de pasos que hay que seguir cuando nos sentimos ofendidos por el pecado de otros, que no vamos a ahondar por ahora. Pero dice la Biblia que cuando vas con la persona y no te oye, debes llevar testigos, si no te oye debes decirlo a los líderes, si no te oye entonces se le dice a la iglesia y se le tiene por no convertido.
Ahora bien, si vas a hablar del error de otro con esa persona, debes considerar Galatas 6:1
1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Por su puesto que cuando vemos errores en otros podemos hablarlo con esa persona, con sabiduría procurando restaurarle, no hacerle burla, no atacándolo, sino restaurándolo.
Ilustración:
https://www.youtube.com/watch?v=6mr-9CEe7zU
Este es un ejemplo de cómo nosotros con facilidad juzgamos a los demás sin realmente conocer todo lo que hay detrás.
Incluso, si conociéramos mucho de la situación, nunca podríamos tener acceso a lo que hay realmente en el corazón.
Aplicación:
Por eso Pablo le dice a los Filipenses:
14 Hagan todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones,
Hagan todo sin murmuraciones, sin quejas, sin calumnias. Esa es la voluntad de Dios.
No pequemos solo porque disfrutamos destruir a alguien, o porque parece divertido.
pero y entonces ¿qué vamos a hablar? ¿nos vamos a volver aburridos? ¿me van a seguir hablando mis amigos si no les permito que murmuren conmigo? No hay nada como vivir una vida que agrade al Señor.
Habla todas las cosas que son buenas, que son sabias, que son puras, cosas que tienen virtud, cosas que honren al Señor, pero no murmures de otros, no te quejes de tu situación, no calumnies a otros.
Buscar cada día ser más como Jesús.