Hebreos 7:20-28 Participantes de un Mejor Pacto

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En Hebreos 7:20-28, el autor presenta tres argumentos que muestran por qué participamos de un mejor pacto en Cristo. Cancelación completa de nuestra deuda: En contraste con el sacerdocio levítico, el sacerdocio de Cristo está respaldado por un juramento divino, garantizando un pacto eterno de gracia que cancela nuestra deuda de pecado completamente. Salvación plena en Cristo: A diferencia de los sacerdotes del Antiguo Testamento, Jesús es poderoso para salvar completamente porque su sacerdocio es eterno y él vive perpetuamente para interceder por nosotros. Representación perfecta delante de Dios: Jesús es el Sumo Sacerdote perfecto, santo, inocente, inmaculado y exaltado más allá de los cielos, lo que nos permite estar aceptos delante de Dios sin necesidad de continuos sacrificios como en el antiguo pacto. En resumen, el nuevo pacto en Cristo ofrece una seguridad y esperanza incomparables, basadas en la obra completa y el carácter perfecto de Jesús como nuestro Salvador y Sumo Sacerdote eterno.

Notes
Transcript

Introducción

Esta mañana vamos escudriñar la palabra de Dios en Hebreos 7:20-28, un pasaje que ofrece consuelo y dirección a aquellos que enfrentan desafíos en su fe.
Es importante recordar que esta carta fue dirigida a una audiencia judía, que enfrentaba una presión inimaginable debido a la persecución que la Iglesia estaba soportando en aquel tiempo. Muchos de ellos habían sufrido la pérdida de sus posesiones, e incluso la muerte, lo que les llevó a cuestionar el propósito y la validez de su fe en Cristo. ¿Por qué continuar en un camino lleno de sufrimiento? ¿No sería más fácil volver a las tradiciones judías conocidas y menos conflictivas?
El autor de Hebreos se esfuerza por persuadirles a permanecer fieles a Cristo, presentándoles la verdad inquebrantable de que su única esperanza de salvación reside en Él. Todos los profetas lo anticiparon, él es muy superior a los ángeles, siendo el hijo eterno de Dios, que se encarnó, vivió una vida de perfecta obediencia, murió, resucito y ascendió al cielo como nuestro precursor, ahora por la fe en él tenemos acceso delante de la presencia de Dios.
Abandonar a Cristo, por lo tanto, significaría abandonar toda esperanza de redención.
Además, el autor destaca la superioridad del sacerdocio de Cristo sobre el de Aarón, basándose en el Salmo 110:4. Este sacerdocio, derivado del orden de Melquisedec, supera en todos los aspectos al sistema levítico. Si bien el sacerdocio levítico ofrecía una esperanza de reconciliación, la llegada de Jesús cumplió plenamente esas promesas, ofreciendo una esperanza mucho mayor.
Hoy, gracias al sacrificio de Jesús en el Calvario, hemos sido completamente reconciliados con Dios. Por la fe, disfrutamos de un acceso constante al Padre y somos considerados miembros de su familia. Esta realidad nos brinda una esperanza incomparable, pues la presencia divina mora en medio de nosotros.
Como conclusión de su argumento, el autor de Hebreos nos recuerda la privilegiada posición que tenemos en Cristo: somos participantes de un mejor pacto. Esta mañana vamos a explorar detalladamente tres poderosos argumentos en Hebreos 7:20-28 que demuestran cómo nuestra relación con Dios en Cristo supera con creces la del Antiguo Testamento, tres argumentos que nos convencen de que en Cristo participamos de un mejor Pacto.
Al estudiar este pasaje, he encontrado una mayor comprensión de lo que tengo en Cristo y ha aumentado mi esperanza. Oremos al Señor para que Su Palabra obre en nuestras vidas y nos permita aprovechar todos los recursos de este nuevo y mejor pacto en el que estamos, viviendo vidas más fructíferas para Su gloria.
Leamos juntos la palabra de Dios.
Hebreos 7:19–28 NBLA
(pues la ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios. Y por cuanto no fue sin juramento, pues en verdad ellos llegaron a ser sacerdotes sin juramento, pero Él, por un juramento del que Le dijo: «El Señor ha jurado Y no cambiará: “Tú eres sacerdote para siempre”». Por eso, Jesús ha venido a ser fiador de un mejor pacto. Los sacerdotes anteriores eran más numerosos porque la muerte les impedía continuar, pero Jesús conserva Su sacerdocio inmutable puesto que permanece para siempre. Por lo cual Él también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos. Porque convenía que tuviéramos tal Sumo Sacerdote: santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores, y exaltado más allá de los cielos, que no necesita, como aquellos sumos sacerdotes, ofrecer sacrificios diariamente, primero por sus propios pecados y después por los pecados del pueblo. Porque esto Jesús lo hizo una vez para siempre, cuando Él mismo se ofreció. Porque la ley designa como sumos sacerdotes a hombres débiles, pero la palabra del juramento, que vino después de la ley, designa al Hijo, hecho perfecto para siempre.
Veamos nuestro primer argumento, somos participantes de un mejor pacto, porque:

1. En Jesús, nuestra deuda fue cancelada completamente (Hebreos 7:20-22)

La garantía de esto está en el Juramento que Dios hizo a su hijo en el Salmo 110:4
Salmo 110:4 NBLA
El Señor ha jurado y no se retractará: «Tú eres sacerdote para siempre Según el orden de Melquisedec».
No hay un juramento de parte de Dios para Aron y sus hijos en ninguna parte de la ley. Ellos fueron ordenados al ministerio, pero Dios podía terminar con esta orden sacerdotal, no hubo promesas ni juramentos de parte de Dios que garantizaran la permanencia eterna de su oficio.
Pero al hijo si le hizo esta promesa, su sacerdocio sería de un orden diferente y sería un sacerdocio eterno, para siempre. Importante que Dios nunca se retractará de este juramento y dicho juramento garantiza que en Jesus estamos bajo la administración de un mejor pacto, un pacto de gracia eterno.
El pacto de la ley fue temporal, provisorio, no hubo juramento de permanencia eterna para este. El pacto Mosaico fue un maestro que anticipó a Cristo, este pacto nunca pudo quitar el pecado de los hombres, la deuda que teníamos, que es la muerte, nunca pudo ser saldada por la muerte de animales que los sacerdotes ofrecían continuamente en el templo. El ministerio de Aaron nunca pudo ofrecer completa remisión de los pecados, nunca el ministerio de estos hombres pudo traer paz para con Dios, ni pudo acercar a los hombres a la presencia gloriosa de Dios en el tabernáculo celestial.
Contrario a esto, Dios había ordenado un sacerdote eterno, de un orden diferente al de Aaron, un sacerdote al cual, si le hizo un juramento, y lo hizo a causa de nosotros, para que tuviéramos plena seguridad de que en Jesus el pacto de gracia prometido a Abraham con otro juramento estaría cumplido.
Hebreos 6:17 “Por lo cual Dios, deseando mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de Su propósito, interpuso un juramento”
El pacto que Dios hizo con Abraham, es un pacto eterno, Dios juró que en su simiente serían benditas todas las familias de la tierra. Jesus es la simiente de este pacto eterno:
Gálatas 3:16 NBLA
Ahora bien, las promesas fueron hechas a Abraham y a su descendencia. No dice: «y a las descendencias», como refiriéndose a muchas, sino más bien a una: «y a tu descendencia», es decir, Cristo.
De manera que Jesus trajo a su perfecto cumplimiento todas las promesas que Dios le dio a Abraham, él es el fundamento del pacto eterno de Dios. El es el sacerdote eterno que pago la deuda eterna que teníamos ante el tribunal de la justicia de Dios, es en Jesus en quien todas las familias de la tierra puede gozar de la bendición de Dios y escapar de justa y eterna ira.
Jesus es el Fiador de un mejor pacto. No había un fiador en el pacto de Moisés, nunca hubo entre los sacerdotes un hombre que pudiera garantizar al pueblo de Dios que la deuda que tenían ante el tribunal de la justicia divina fuera cancelada. Cada sacerdote nacido de Aaron murio y tenía que ser sucedido por uno de sus hijos.
La muerte de los sumo sacerdotes como Aron, era un evento publico, era puesto delante de los ojos de Israel para que ellos no pusieran su esperanza en su ministerio temporal.
Números 20:23–28 NBLA
El Señor habló a Moisés y a Aarón en el monte Hor, en la frontera de la tierra de Edom y les dijo: «Aarón será reunido a su pueblo, pues no entrará a la tierra que Yo he dado a los israelitas, porque ustedes se rebelaron contra Mi orden en las aguas de Meriba. »Toma a Aarón y a su hijo Eleazar y tráelos al monte Hor; y quítale a Aarón sus vestidos y ponlos sobre su hijo Eleazar. Entonces Aarón será reunido a su pueblo, y morirá allí». Moisés hizo tal como el Señor le ordenó, y subieron al monte Hor ante los ojos de toda la congregación. Y después que Moisés le quitó a Aarón sus vestidos y se los puso a su hijo Eleazar, Aarón murió allí sobre la cumbre del monte, y Moisés y Eleazar descendieron del monte.
Todos los sacerdotes del orden de Aaron morían, no podían garantizar el pago de la deuda. Eran pecadores mortales, su muerte era una señal de que no podían ser fiadores de la deuda que Israel tenía. Ellos morían y eran enterrados como cada persona en Israel. El salario del pecado es la muerte.
Los sacerdotes solo podían representar con las tareas propias de su oficio, como Dios tarería un mediador, un fiador que se hiciera cargo de nuestra deuda.
Ahora este Fiador es Jesus. El es fiador de un mejor pacto, el se hizo cargo de nuestra deuda, el vino para cancelarla completamente. Jesus pagó con su vida el castigo eterno que merecían nuestros pecado. El fue nuestro fiador, quien se hizo cargo completamente nuestra deuda.
1 Corintios 15:54–57 NBLA
Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: «Devorada ha sido la muerte en victoria. »¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh sepulcro, tu aguijón?». El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley; pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
De manera que en Jesus el pacto de Dios con nosotros siempre se mantiene. No hay deuda que tengamos delante de Dios que él no pueda pagar. El mantiene firme el pacto, por eso en el participamos de un mejor pacto.
En el A.T. no había un fiador, no estaba esta garantía. Pero hoy nosotros la tenemos hermanos. Dios esta satisfecho con el trabajo de su hijo. Dios lo hizo fiador, tomo a su hijo como nuestro garante, Dios esta satisfecho, Jesus ha pagado nuestra deuda completamente.
Aplicación: No tenemos que trabajar para ganarnos el favor de Dios, no tenemos que hacer nada para ganarnos su bendición. El hijo eterno de Dios, pago nuestra deuda, tomo todo nuestro pecado y fue hecho maldición, para que fuésemos hechos justos en él:
2 Corintios 5:21 NBLA
Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en Él.
Dios ya esta satisfecho.
Romanos 3:24–26 NBLA
Todos son justificados gratuitamente por Su gracia por medio de la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por Su sangre a través de la fe, como demostración de Su justicia, porque en Su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente, para demostrar en este tiempo Su justicia, a fin de que Él sea justo y sea el que justifica al que tiene fe en Jesús.
Jesus garantiza nuestra relación eterna con Dios. El llevo a cavo todas las demandas del pacto que Dios hizo con los hombres en Adan, se hizo cargo de todas las sanciones que merecíamos por incumplirlo y nos introdujo a un mejor pacto, en el cual todas las promesas de Dios son nuestras por medio de la fe.
Somos participantes de un mejor pacto, porque:

2. En Jesús, hemos sido salvados plenamente (Hebreos 7:23-25)

Noten lo que al autor dice:
Hebreos 7:25 NBLA
Por lo cual Él también es poderoso para salvar para siempre a los que por medio de Él se acercan a Dios, puesto que vive perpetuamente para interceder por ellos.
La palabra griega “Pandelís” que traduce nuestra versión “para siempre” puede ser mejor traducida como “Plenamente o completamente”. De manera que estamos en un mejor pacto, por que la salvación que Jesus proveyó para nosotros no es parcial, es completa. Nuestra salvación depende absolutamente de él, él no nos salva en un aspecto, para que de nosotros dependa en gran parte la garantía competa de la salvación.
Los sacerdotes del A.T. fueron muchos, ninguno tenía el poder de salvar completamente, ellos ministraban por un tiempo y luego morían, se pueden rastrear mas o menos 80 y tantos sacerdotes desde Aaron hasta el tiempo en el que fue escrita esta carta, todos tuvieron que ser remplazados.
Ninguno pudo continuar con su ministerio eternamente. De manera que, si tu hubieras sido un creyente del A.T. y quizá corriste con suerte y te toco como ministro un buen sacerdote que te conocía bien, comprendía tus necesidades y era buen pastor de tu alma, uno que por el E.S. era usado para animarte, consolarte y guiare en tu fe, ¿que pasaba si él moría? podías estar ahora en problemas, porque el oficio de sacerdote era heredado por los hijos según y muchos de estos sucesores fueron malos pastores. La vida bajo el A.T. podía ser desalentadora. Imagina la tensión del pueblo en tiempos del sacerdote Eli.
Ningún ministro bajo este pacto tenían el poder de sostener tu fe y menos tenía el poder de lograr el propósito de Dios de levar a los creyentes a la casa de Dios.
Pero Jesus es Poderoso, el es el único capaz de salvar completamente porque nunca muere y siempre intercede con los suyos. El es el mejor pastor, que nunca nos dejará, su mediación nunca terminará. El nos conoce perfectamente, puede compadecerse de nosotros como nadie lo hará y lo mejor es que su ministerio es eterno, nunca tendríamos que estar ansiosos por un cambio de sacerdocio. Y lo mejor, como veremos mas adelante, su carácter inmutable garantiza nuestra salvación de principio a fin, el no cambia, seguirá siendo tan tierno, amoroso y fiel como lo es al inicio de nuestra vida Cristiana. “Mi señor nunca cambia” eso nos garantiza que cada día podemos tener de él gracia sobre gracia.
El comenzó en nosotros su obra y la perfeccionará hasta el fin.
Filipenses 1:6 NBLA
Estoy convencido precisamente de esto: que el que comenzó en ustedes la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.
Amados, Jesus nos llevara hasta la consumación de nuestra salvación, nos llevara para estar para siempre en la la presencia de Dios el Padre. Los sacerdotes levitas, no pudieron lograr esto, solo lo representaron. Jesus es el autor y el consumador de nuestra fe. El nos salva completamente porque su sacerdocio es inmutable. Una salvación completa, implica todos los aspectos que involucran la salvación:
El nos salva de la culpa del pecado (Justificación) por medio de la fe dada por el E.S que él envío, para que arrepentidos confiemos completamente en su sacrificio vicario.
El nos salva del poder reinante del pecado (Santificación) obra por medio de su E.S. para que amemos mas y mas la justicia y nos apartemos mas y mas del pecado.
El nos salva de la presencia del pecado (Glorificación)
Estos aspectos de la salvación los tenemos en:
Tito 2:11–13 (NBLA)
Porque la gracia de Dios se ha manifestado, trayendo salvación a todos los hombres, enseñándonos, que negando la impiedad y los deseos mundanos, vivamos en este mundo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Cristo Jesús.
Estas es la salvación que Jesus ofrece en el nuevo pacto, una salvación completa. El es poderoso para lograrla, no solo esta dispuesto a lograrla, sino que la hace posible.
Uno como hombre podría estar dispuesto a hacer algo, pero de allí a que podamos hacerlo es otra cosa. No somos poderoso para hacer lo que queremos o deseamos. Pero Jesus si, es el poderoso hijo de Dios.
Recordemos como en Exodo, Moises estaba muy dispuesto a ofrecer su vida para que Dios perdonara a Israel, pero no pudo hacerlo, él mismo era un pecador y era mortal. Por esto el pacto Antiguo era tan débil, no podía asegurar a los creyentes el pacto. Jesus si, el pago nuestra deuda completamente y nos ha salvado plenamente.
Aplicación:
Jesus salva completamente a los que por medio de Él se acercan a Dios. La salvación es solo por medio de él. No hay otra religión que salve, no hay otro nombre dado a los hombres en quien podamos ser salvos. Dijo Jesus: nadie viene al Padre sino por mi.
El es poderoso para salvar plenamente, pero no todos serán salvos. Solo aquellos que viene a él por medio de la fe:
Juan 5:40 NBLA
Pero ustedes no quieren venir a Mí para que tengan esa vida.
La salvación no esta garantizada por que te bautizas, o porque vienes a la iglesia y te haces un miembro de ella, la salvación la garantiza Jesus solo a los que vienen a Dios por medio de él. No es suficiente con escuchar el evangelio, debes venir a Dios, el evangelio demanda una respuesta de todo hombre “Ven oh pobre descarriado”. Si no vienes a Dios por medio de Cristo el evangelio te condenará.
Si vienes a Dios por medio de Cristo, él nunca te dejará el garantizará tu salvación, obrando en tu vida lo que es agradable delante de El por medio de Jesucrtisto.
De manera que la salvación es una garantía para los creyentes.
Juan 14:19 NBLA
»Un poco más de tiempo y el mundo no me verá más, pero ustedes me verán; porque Yo vivo, ustedes también vivirán.
Romanos 5:10 NBLA
Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por Su vida.
Si Cristo nos salvo en su muerte de la culpa de pecado, ahora que vive es poderoso para salvarnos plenamente.
Finalmente, para convencernos que estamos en una posición mejor que los creyentes en el A.T. por cuanto participamos de un mejor pacto, el autor de hebreos continua con su ultimo argumento:

3. En Jesús, estamos representados delante de Dios perfectamente (Hebreos 7:26-27)

Nos convenía o era apropiado que nuestro sacerdote fuera Jesus, para que nos representara perfectamente delante de Dios.
En el A.T. el pueblo de Dios era representado por hombres que no solo era mortales, sino que también eran pecadores y necesitaban ofrecer sacrificios continuos por ellos mismos y por el pueblo. Por esta razón ellos nunca pudieron ofrecer una salvación plena. Dios demandaba en su pacto perfecta justia, por esta razón es apropiado que Jesus nos represente, ya que él es:
Hebreos 7:26 NBLA
Porque convenía que tuviéramos tal Sumo Sacerdote: santo, inocente, inmaculado, apartado de los pecadores, y exaltado más allá de los cielos,
Jesus se ajusta perfectamente a los requisitos del pacto como nuestra cabeza y representante federal. El hace todo lo que Dios demanda del hombre, él es el segundo Adan “Perfecto”
Jesus es santo, a diferencia de los sacerdotes que eran hombres apartados por Dios, santificados para cumplir su oficio, es decir tenían una santidad momentánea para un momento particular, Jesus es Santo, él es otro, Pedro no pudo poner a Jesus en una categoría familiar para él y dijo “apártate de mi que soy pecador”.
Jesus es Inocente, no había maldad en él, ningún hombre pudo encontrar defecto en su carácter o atribuirle intenciones perversas. El siempre hizo el bien, nunca engaño o traiciono a nadie.
Jesus es inmaculado, esta libre de cualquier imperfección de carácter. Aun en los días de humillación, aunque estuvo rodeado de pecadores y de debilidad, siempre permaneció inmaculado, sin mancha. La lepra no lo hizo impuro, mas bien la curo, los demonios no lo contaminaron, él los expulso, la muerte no lo contaminó, el la venció en la cruz. Aunque Jesús vivió en la tierra y sirvió a gente pecadora, El mismo permaneció incontaminado. Fue inmaculado y así permanece para siempre.
El fue exaltado mas allá de los cielos, ahora esta en gloria, la muerte no lo pudo retener, resucito para atravesar el cielo como nuestro precursor y representante federal.
Por su carácter perfecto, nosotros ahora somos aceptos delante de Dios. El no necesita ofrecer mas sacrificios hoy, como lo hacían los sacerdotes del A.T. en todo momento. El es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo y lo hizo una vez y para siempre.
Por esta razón él nos ha hecho participar de un mejor pacto. Pago completamente nuestra deuda, nos ha salvado plenamente y nos representa perfectamente.
Conclusión:
Hebreos 7:28 NBLA
Porque la ley designa como sumos sacerdotes a hombres débiles, pero la palabra del juramento, que vino después de la ley, designa al Hijo, hecho perfecto para siempre.
Dios ha designado al hijo con un juramento, para que nuestra fe descanse completamente solo él que es “Sacerdote para siempre”. Para que nuestra esperanza este firme, para que no desmayemos en medio de las circunstancias difíciles propias de este mundo caído.
Dice un autor: ”El juramento divino verifica la absoluta fiabilidad del sacerdocio de Cristo, en el que están ancladas las esperanzas de los creyentes. El logro del propósito de Dios está asegurado en Cristo”.
El antiguo pacto no pudo salvar a nadie. Nosotros participamos de un mejor pacto, tenemos la seguridad de que nuestros pecados han sido perdonados, que nuestra vida eterna esta asegurada en Cristo, el nos lleva en su corazón, somos el objeto de su amor y del amor del Padre, sabemos que por su intercesión y su perseverancia en nosotros, un día habitaremos en la presencia de Dios en gloria, por cuanto el nos representa y vive para interceder por nosotros, también viviremos y reinaremos con él. Jesus no fracasará con nosotros hermanos.
Lo sabemos por el juramento de Dios y por la virtud del carácter y de la obra de nuestro señor y salvador Jesucristo.
"Porque yo vivo, vosotros también viviréis" (Juan 14:19).
Termino con las palabras de Richad Philips:
“Si crees que porque Jesús vive tienes todo lo que necesitas no sólo para permanecer en la fe sino para dar fruto abundante, cambiará toda tu vida. Serás liberado de la esclavitud de la religión falsa de basada en las obras o en el rendimiento personal. Tendrás la paz que viene de poner tu carga en él, confiando en él en su tiempo para darte poder para una vida nueva. Creer esto te dará un nuevo fervor en la oración, porque sabrás que estás orando a un Señor vivo, que está ministrando ahora por ti en el cielo. "Porque él permanece para siempre... es poderoso para salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos". Por tanto, habla a tu alma, como aconseja el himno de Charles Wesley, y proclámale un Salvador todo suficiente en Jesucristo crucificado, resucitado y ascendido”
Glorifícale, adórale, espera en él.