LA FAMILIA: EL OBJETIVO DEL DIABLO Y EL PROPÓSITO DE DIO
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1 Si el Señor no edifica la casa, en vano se esfuerzan los albañiles. Si el Señor no cuida la ciudad, en vano hacen guardia los vigilantes.
Introducción
Introducción
Amados hermanos y amigos, hoy vamos a reflexionar sobre un tema crucial: la familia y los ataques del enemigo. La familia es una institución sagrada, diseñada por Dios para ser un refugio de amor, apoyo y crecimiento espiritual mutuo. Sin embargo, en nuestros tiempos, la institución familiar enfrenta una intensa guerra espiritual, porque el objetivo de Satanás es destruir este pilar fundamental de la sociedad. Por lo que hoy, profundizaremos en este tema crítico: "La Familia: El Objetivo del Diablo y el Propósito de Dios". El diablo está activamente buscando debilitar y destruir nuestras familias. ¿Cómo lo hace? A través de la división, la discordia, la tentación y la confusión. El enemigo utiliza diversas estrategias para sembrar semillas de discordia dentro de nuestros hogares. Puede ser a través de la adicción, las relaciones extramatrimoniales, la falta de comunicación o la priorización de las cosas del mundo sobre los valores familiares.
En 1ª. Pedro 5:8 leemos: “Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.
Pero la familia también está en el propósito de Dios, está diseñada para ser un refugio de amor y seguridad. Por eso, debemos cultivar valores familiares sólidos. Valores que fomenten la unidad, el respeto y el amor familiar como pilares esenciales para fortalecer nuestros hogares. Es por eso que hoy le invitamos a que asumamos el reto de que, a través de pequeñas acciones diarias, busquemos fortalecer la comunicación y construir la confianza entre padres e hijos. La comprensión mutua y el perdón son esenciales para mantener la armonía.
Proposición
Proposición
Hermanos y amigos, es sumamente necesario que estemos alerta y preparados para resistir y enfrentar los ataques del enemigo hacia nuestra familia; pero también debemos disponer nuestro corazón para conocer el propósito que Dios tiene para ella.
Oración Transicional
Oración Transicional
Para eso, debemos tomar algunas acciones importantes:
I. FORTALECE TU RELACIÓN CON DIOS.
I. FORTALECE TU RELACIÓN CON DIOS.
A través de la oración, el estudio de la Palabra y la comunión con otros creyentes. La fe brinda esperanza y fortaleza en momentos difíciles. Mantengamos nuestras raíces en valores que enriquezcan nuestras vidas y trasciendan a las generaciones venideras.
Él es el único que puede sanar nuestras heridas, restaurar nuestras relaciones y darnos la fuerza para resistir los ataques del enemigo. Si aún no has entregado tu vida a Cristo, te animo a hacerlo hoy mismo, permitiendo que Él sea el centro de tu familia y tu vida.
II. PROTEGE A TU FAMILIA
II. PROTEGE A TU FAMILIA
Estableciendo límites saludables, fomentar la comunicación abierta y promover un ambiente de amor y respeto mutuo en el hogar. Además, debemos estar atentos a las señales de alerta y abordar cualquier problema que pueda surgir con amor y compasión, pero también con firmeza.
Recordemos cultivar valores que fortalezcan nuestros hogares y construyan un futuro lleno de amor y unidad.
Sé un líder espiritual de tu familia. Sé un esposo y padre para tu familia. Sé el protector de tu familia.
Tedd Tripp
III. SE UN EJEMPLO PARA TUS HIJOS
III. SE UN EJEMPLO PARA TUS HIJOS
La educación en el camino del Señor es fundamental para equipar a nuestras familias para resistir los ataques del enemigo. Como padres y líderes espirituales en nuestros hogares, tenemos la responsabilidad de guiar a nuestra familia hacia la verdad y la justicia en el Señor.
Padres, guíen con sabiduría y amor; hijos, respeten y valoren a sus padres. Juntos, construyan un ambiente donde se sienta la paz y el amor de Dios.
Conclusión
Conclusión
Hermanos y amigos, la familia es un tesoro precioso en los ojos de Dios, y por eso es un objetivo primordial para el enemigo ¡él quiere destruirte a ti y a los tuyos! Pero recordemos que en Cristo somos más que vencedores, y que la victoria viene a través de una relación personal con Jesucristo. Él es nuestra esperanza y nuestra fortaleza en medio de las pruebas.
Si el diablo ha destruido tu familia, Dios tiene el poder para restaurarla. Para esto, debes tener a Jesús como tu Salvador y Señor. Hoy los animo a considerar las verdades que hemos compartido y les invito a abrir su corazón a Cristo para que tomen la decisión de seguirle, usted primero y después su familia: “Pero yo y mi casa serviremos a Jehová”. Josué 24:15