EL ENCARGO A UN VERDADERO HIJO EN LA FE

1 Timoteo  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
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INTRODUCCIÓN

Una de las decisiones más importantes en la vida de una persona es escoger con quien se casará. La persona con la que decidamos pasar el resto de nuestras vidas afectará en gran medida el resto de las decisiones que tomaremos. Conocer bien a esa persona, entender bien cuál es su perspectiva acerca de Dios, la iglesia, el dinero, los hijos es fundamental antes de dar el paso de casarse. De ahí, que los pastores ofrezcamos cursos prematrimoniales para preparar a los hombres y mujeres para tan importante decisión en sus vidas.
Y de una manera similar, la iglesia debe saber escoger muy bien los líderes que reconoce sobre ella. Así como un mal cónyuge puede llevar a un matrimonio a alejarse de Cristo, un mal liderazgo llevará a la iglesia a desviarse de la verdad del evangelio. Mientras que, bajo un liderazgo bíblico, los miembros crecen con gozo y dan fruto en toda buena obra para la gloria de Dios.
Y, aunque, a diferencia del matrimonio, el ministerio no necesariamente es para toda la vida, si es cierto que los líderes que decidamos reconocer sobre nosotros como congregación tendrán un impacto en la salud espiritual y la dirección de la iglesia.
Por esta razón, es de suma importancia que como cuerpo sepamos escoger pastores y ancianos sobre nosotros que se ajusten a lo establecido por Dios en su Palabra. Y pensando en los cambios que vendrán para nuestra iglesia el próximo año, he decido no continuar con mi serie en Génesis y comenzar con una nueva serie basada en 1 Timoteo, para prepararnos para los cambios futuros.
1 Timoteo pertenece al grupo de cartas llamadas Epístolas Pastorales, que están compuestas por tres cartas: 1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito.
En estas cartas el apóstol Pablo se dirige a dos de sus discípulos y fieles compañeros en el ministerio para animarles y exhortarles a perseverar con fidelidad en la labor que les ha encargado. Sin embargo, nuestro enfoque por ahora, será en la 1 Timoteo.
Autor: Esta carta fue escrita por el apóstol Pablo, anteriormente conocido como Saulo de Tarso, perseguidor de la iglesia. A éste, el Señor salvó en su camino a Damasco en Hechos 9. A él, Dios escogió para ser el apóstol que predicase a los gentiles (Hechos 9:15-16). Pablo no era parte de los 12 apóstoles, ni tampoco debemos pensar en Pablo como el sustituto de Judas, ya que ése fue Matías. Pablo fue escogido como apóstol por Cristo para ejercer su ministerio a los gentiles. Autor de gran parte de las epístolas del Nuevo Testamento, ahora escribe a quien llama su verdadero hijo en la fe.
Destinatario: Timoteo era un joven de una región llamada Listra, cerca de Iconio. Pablo lo llama su hijo en la fe porque, muy probablemente, Timoteo fue salvo bajo el ministerio de Pablo durante su primer viaje misionero, en Hechos 14:8-28 Pablo predica en Listra y un gran número de personas se convierte. Timoteo, de padre griego, había sido instruido por su abuela Loida y su madre Eunice, quienes le habían enseñado las Escrituras desde pequeño. Es posible que durante el tiempo que Pablo estuvo en Listra estas mujeres llegaron a conocer la verdad, y como consecuencia, Timoteo también.
Tres años después de haber pasado por Listra en su primer viaje misionero, Pablo vuelve en su segundo viaje con el propósito de animar a las personas que se habían convertido a Cristo cuando estuvo ahí por primera vez. En Hecho 16:1-5 leemos:
“Pablo llegó también a Derbe y a Listra. Y estaba allí cierto discípulo llamado Timoteo, hijo de una mujer judía creyente, pero de padre griego, del cual hablaban elogiosamente los hermanos que estaban en Listra y en Iconio. Pablo quiso que este fuera con él, y lo tomó y lo circuncidó por causa de los judíos que había en aquellas regiones, porque todos sabían que su padre era griego. Según pasaban por las ciudades, entregaban los acuerdos tomados por los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que los observaran. Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y diariamente crecían en número.”
De modo que, Timoteo era un verdadero hijo en la fe para Pablo, y debemos destacar dos cosas:
Verdadero: porque su fe era genuina. Pablo tenía muchos colaboradores, y sabemos que algunos de ellos se habían apartado del camino del Señor, y había abandonado a Pablo. Demas, fue uno de ellos. Pero la fe de Timoteo era verdadera, era real.
En la fe: porque ambos compartían la misma convicción y compromiso para con Cristo. Ambos estaban convencidos del evangelio y de las verdaderas doctrinas que debían guardar y enseñar a otros. Algo parecido ocurre en el saludo de Pablo a Tito, el otro pastor a quien escribe en las pastorales. A Tito le llama Tito 1:4a Tito, verdadero hijo en la común fe…”. Esta fe común, es la misma que compartía con Timoteo. Tenían una misma convicción y una misma creencia.
De modo que, era un verdadero hijo en la fe, porque su fe era la misma que la de Pablo, y era una convicción verdadera. Pero no solo fue un hijo en la fe, sino que demostró ser un fiel colaborador y acompañante para Pablo.
Timoteo estuvo con el apóstol incluso durante su encarcelamiento en Roma. De hecho, en 3 de las 4 cartas que Pablo escribió desde la cárcel, menciona a Timoteo junto con él. Colosenses 1:1 “Pablo , apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo”; Filipenses 1:1 “Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús: A todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos”, y finalmente, Filemón 1 “Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y el hermano Timoteo: A Filemón nuestro amado hermano y colaborador”. Solo en la carta a los Efesios no se nombra a Timoteo junto con Pablo en la salutación. Sin embargo, como veremos más adelante, Timoteo fue encargado por Pablo para pastorear esta iglesia.
La relación que había entre ambos era una de paternidad, pero también de fraternidad. El joven era para Pablo al mismo tiempo su hijo y su colaborador en el ministerio (1 Tesalonicenses 3:2Enviamos a Timoteo, nuestro hermano y colaborador de Dios en el evangelio de Cristo, para fortalecerlos y alentarlos respecto a la fe de ustedes”).
Ocasión de la carta: Ahora bien, ¿por qué y cuándo le escribe esta carta? Al final del libro de Hechos, vemos como Pablo después de su tercer viaje misionero es encarcelado y pasa dos años de arresto domiciliario en Roma. En todo este tiempo Timoteo estuvo con él. Sin embargo, por mismo testimonio en otras partes de las Escrituras, sabemos que Pablo fue liberado y que realizó una serie de viajes más antes de caer nuevamente preso por segunda vez en Roma, para luego ser martirizado bajo el mandato de Nerón.
No hay muchas pistas claras sobre la ruta que siguió Pablo en este cuarto viaje, pero sabemos, precisamente por las Epístolas Pastorales que pasó por Macedonia, Creta y Corinto. Es probable que Pablo haya llegado a España como era su deseo (Romanos 15:24), pero de esto no podemos dar ninguna certeza.
Lo que si sabemos es que este cuarto viaje es el contexto histórico de esta carta. En algún punto de ese viaje, en su camino a Macedonia Pablo le encarga a Timoteo que se quede allí como pastor. El apóstol encomendado por Dios, ahora encomienda a su hijo en la fe a ejercer la obra del ministerio en Éfeso.
Y esto, amados hermanos, nos lleva a nuestro argumento: “Cristo encomienda a hombres fieles para la obra del ministerio
Lo que veremos a continuación, es que Pablo había sido encomendado por Dios, y éste a su vez, encargó a Timoteo que ejerciera su ministerio, y todo esto por el bienestar de la iglesia.
Así que, quiero pedirte que me acompañes en la lectura de hoy.
Lectura: 1 Timoteo 1:1-4.
Oración.

I. POR MANDATO DIVINO (1 Timoteo 1:1-2)

Lo primero que vemos en este pasaje es el mandato divino.
Pablo se presenta a sí mismo como apóstol de Cristo Jesús. Si bien es cierto que esto era común en las salutaciones de Pablo, en este caso en particular usa una frase distinta al resto de sus introducciones. Pablo suele presentarse como “apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios”. Sin embargo, cuando escribe a Timoteo expresa que es por “mandato de Dios”. Este es un detalle que no debemos pasar por alto, pues Pablo estaba dejando bien claro que su apostolado no era auto impuesto. Pablo no se había designado a sí mismo para ser apóstol, sino que Dios lo ordenó como tal.
Pablo intensifica el poder de sus palabras al usar esta expresión, lo que sea que Pablo va a decir es por mandato divino. El apóstol quiere dejar bien claro que él mismo es un hombre bajo órdenes divinas. Él no era autónomo, ni se mandaba a sí mismo. La autoridad apostólica que había recibido no era para ser usada según su propio criterio sino bajo las órdenes de Dios.
Dios le había salvado por su propia voluntad y le había escogido para el ministerio hacia los gentiles. En Hechos 9:15–16Pero el Señor le dijo: «Ve, porque él es Mi instrumento escogido, para llevar Mi nombre en presencia de los gentiles, de los reyes y de los israelitas; porque Yo le mostraré cuánto debe padecer por Mi nombre».
Desde su conversión, Pablo experimento de una manera más consciente la soberanía de Dios sobre su propia vida. En todo, sabía que estaba puesto para lo que Dios dijera. Dios había ordenado su ministerio entre los gentiles. Y fue Dios quien por mandato suyo, encomendó a Pablo la tarea de predicar el evangelio y plantar las iglesias en sus viajes misioneros.
Esto lo vemos en Hechos 13:1–3En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Niger, Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con Herodes el tetrarca, y Saulo. Mientras ministraban al Señor y ayunaban, el Espíritu Santo dijo: «Aparten a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado» Entonces, después de ayunar, orar y haber impuesto las manos sobre ellos, los enviaron.
En ningún momento Pablo decidió por su propia cuenta ser apóstol ni emprender sus viajes. El Espíritu de Dios lo ordenó y la iglesia los envió.
De manera que, Pablo estaba claro en que su autoridad apostólica estaba sujeta al mandato de Dios.
Hoy en día vemos a muchos hombres que, confundidos y motivados por sus propios deseos de poder, se autodenominan apóstoles. Y hablan con ligereza, y con una autoridad que no ha sido dada por Dios a ellos. Hablan de atar y desatar como si supieran lo que están diciendo. Bien habla Pablo acerca de ellos en 1 Timoteo 1:7Quieren ser maestros de la ley, aunque no saben lo que dicen ni entienden las cosas acerca de las cuales hacen declaraciones categóricas.” Así son estos hombres, no tienen ni idea de lo que hablan, pero aún así, hacen declaraciones como si supieran.
Pero amados, el oficio apostólico en el sentido estricto de la palabra terminó con los 12 y Pablo. Para ser un apóstol en el mismo sentido que lo fueron los 12 y Pablo, debían:
Haber sido escogidos directamente como Jesucristo para el oficio de apóstol.
Haber sido testigo ocular de la resurrección de Cristo, y haber escuchado sus enseñanzas de su propia boca.
Haber recibido una medida de gracia especial para hacer dones y milagros que validarían su mensaje.
Solo los 12 y Pablo cumplen estos requisitos.
Así que Pablo enfatiza en la salutación que las palabras que hablará a Timoteo tiene el peso y la autoridad de un apóstol que ha sido encomendado por mandato divino para su tarea.

II. POR ENCARGO DEL APÓSTOL (1 Timoteo 1:3-4)

Ahora bien, Timoteo había estado con Pablo en sus viajes misioneros, había visto de primera mano su ministerio y había sido enseñado por el apóstol. Sin embargo, este recordatorio es tanto para Timoteo como para la iglesia en Éfeso. Timoteo debía recordar que había sido encomendado por Dios a través de Pablo.
Leer 1 Timoteo 1:3-4.
En este cuarto viaje en el que ambos se encontraban visitando a las iglesias, Pablo le encarga a Timoteo que se quede en Éfeso para pastorear, enseñar y corregir.
La iglesia en Éfeso había sido establecida por Pablo en su tercer viaje misionero, el apóstol y Timoteo junto con él habían pasado casi 3 años en la ciudad donde habían predicado el evangelio, enseñando y donde un gran grupo de personas se habían convertido al Señor.
Ésta era una ciudad estratégica a nivel económico y cultural. Una ciudad donde el paganismo y la adoración a la diosa Diana eran predominantes. Sin embargo, el impacto del evangelio en Éfeso fue tal, que aún los magos juntaban sus libros de hechicería y los quemaban en el fuego como señal de arrepentimiento. Lo que antes les generaba ganancias ahora lo despreciaba por haber conocido la verdad de Cristo (Hechos 19:19). Tanto fue el crecimiento que leemos en Hechos 19:20Así crecía poderosamente y prevalecía la palabra del Señor.
La de los efesios fue una iglesia que contó con la presencia de los grandes líderes de la iglesia primitiva. Pablo mismo pasó cerca de tres años ahí, Priscila y Aquila estuvieron también en Éfeso designados por Pablo mismo. Apolos estuvo en Éfeso un tiempo y fue enseñado el evangelio por Priscila y Aquila. Incluso el apóstol Juan pastoreó en Éfeso. Y ahora, en esta carta vemos que Timoteo fue encargado por Pablo para pastorear la iglesia.
A pesar de haber contado con tantos buenos maestros, la iglesia en Éfeso estaba siendo influenciada por hombres que enseñaban una doctrina extraña. Pablo mismo había advertido a los ancianos de la iglesia. En su despedida de los ancianos de la iglesia de Éfeso en Hechos 20:28–32»Tengan cuidado de sí mismos y de toda la congregación, en medio de la cual el Espíritu Santo les ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él compró con Su propia sangre. »Sé que después de mi partida, vendrán lobos feroces entre ustedes que no perdonarán el rebaño. »También de entre ustedes mismos se levantarán algunos hablando cosas perversas para arrastrar a los discípulos tras ellos. »Por tanto, estén alerta, recordando que por tres años, de noche y de día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas. »Ahora los encomiendo a Dios y a la palabra de Su gracia, que es poderosa para edificarlos y darles la herencia entre todos los santificados.
Pablo sabía que no regresaría a Éfeso y les advierte de los falsos maestros y los engañadores que se levantarán en la iglesia. Incluso, de en medio de los ancianos. Esta profecía paulina se había vuelto realidad, y habían hombres que hablaban cosas vanas.
EL ENCARGO
Por esta razón encarga a Timoteo que se quede en Éfeso como pastor.
Leer 1 Timoteo 1:3-4.
El encargo de Pablo a su hijo en la fe es el de enseñar e instruir a la iglesia en la sana doctrina. En toda la carta hay exhortaciones de parte de Pablo a Timoteo para que enseña, exhorte, corrija e instruya a los hermanos. Tan importante es este encargo que lo menciona al inicio y al final de su carta:
1 Timoteo 1:3-11.
1 Timoteo 6:20-21.
A Pablo le había sido encomendado la enseñanza del evangelio, en versículo 11 lo dice. Y de esa misma manera, el apóstol que había sido encomendado por Dios, ahora encargaba a su hijo en la fe a lo mismo. Al final de us carta le dice: “guarda lo que se te ha encomendado”, en otras palabras. Timoteo debía retener la sana doctrina para su propia vida, y enseñarla a los demás.
El propósito principal de un pastor es el de guardar y enseñar las sanas palabras. Guardar y enseñar el evangelio. El ministerio pastoral tiene muchas áreas, pero la más esencial y fundamental de ellas es guardar el evangelio y proclamarlo públicamente en la iglesia.
Esto es lo que Timoteo debía hacer.
En toda la carta hay un sentido de urgencia, súplica, pero también de autoridad. Pablo le ruega a Timoteo que se quede en Éfeso al ver la falsa doctrina creciendo en medio de ellos. El encargo tiene tres palabras claves:
Instruir: El verbo griego tiene el sentido de “mandar” o “advertir”.
Falsas doctrinas: enseñanzas distintas a la común fe que compartían Timoteo y Pablo.
De manera que, en este encargo, Timoteo debía mandar, ordenar y advertir a algunos hombres a dejar de enseñar doctrinas extrañas o contrarias al evangelio.
Estas doctrinas extrañas venían en forma de mitos y genealogías que solo producían discusiones inútiles. La enseñanza falsa no puede producir nada de provecho para los oyentes. El único que saca provecho de una falsa enseñanza es el que la enseña, ya que por medio de su engaño se enriquece, pero para los oyentes, nada es de provecho, siendo engañados son arrastrados tal como lo dijo Pablo a los ancianos de Éfeso en Hechos 20:30 (que se levantarían algunos hablando cosas perversas para arrastras a los discípulos).

III. POR EL BIEN DE LA IGLESIA (1 Timoteo 1:1-5)

Amados, volviendo a nuestra ilustración inicial, de la misma manera que un cónyuge malo, probablemente aparte a al otro del Señor, así maestros malos desvían a la iglesia de la verdad del evangelio. Lo que hace producir fruto en la iglesia es la predicación de la Palabra.
De ahí, que Pablo compare el resultado de la enseñanza falsa con el propósito de la instrucción que Timoteo debía dar en la iglesia.
El resultado de las genealogías eran discusiones inútiles que en nada aprovechaban. No podían de ninguna manera salvar a los oyentes, por el contrario terminarían distrayéndolos y llevándolos por un camino de muerte.
Pero en el versículo 5, menciona cuál es el propósito de la instrucción bíblica:
El amor nacido de un corazón puro.
La buena conciencia.
La fe sincera.
Estos tres son característicos de una persona que ha nacido de nuevo. Un amor nacido de un corazón puro, un corazón transformado. Una buena conciencia delante de Dios, y una fe sincera.
1 Timoteo 4:16Ten cuidado de ti mismo y de la enseñanza. Persevera en estas cosas, porque haciéndolo asegurarás la salvación tanto para ti mismo como para los que te escuchan.
Conexión con el evangelio: Para los amigos que nos visitan hoy, el propósito por el cual estamos enseñando la Biblia, no es porque queramos hacerte sentir mejor contigo mismo, ni porque queremos ayudarte a superar una situación difícil en tu vida. Nuestro deseo es que conozcas al único y sabio Dios, a aquel que puede salvar tu alma del pecado y sus consecuencias. Pablo en su salutación se refirió a Dios como nuestro Salvador, y a Cristo como nuestra esperanza. Y en efecto, esto es lo que queremos enseñar. Que necesitamos ser salvados por Dios y poner nuestra esperanza únicamente en Jesús, para no depender de las obras de la ley para ser justificados, sino de Cristo. Por eso queremos enseñar la Biblia fielmente para que puedas conocer en verdad el mensaje del evangelio. Si esto es algo que deseas conocer en mayor profundidad, estamos dispuestos a hablar contigo en cualquier momento.
Porque el propósito de la instrucción Bíblica es guiar a las personas a Cristo, y una vez en Cristo, ayudarlas a crecer y obedecer a Dios.
Amados hermanos, esto es beneficioso para la iglesia. La instrucción de Timoteo venía por encargo de Pablo, pero era por el bienestar de la iglesia. Que los oyentes de Timoteo tuvieran provecho en escuchar su enseñanza siendo guiados a Dios.
La enseñanza bíblica es fundamental en la iglesia. Es la que protege a la iglesia de desviarse del evangelio. Amados, en la iglesia podemos prescindir de los instrumentos, de multimedia, de la comida, del local, de cualquier cosa, excepto de la enseñanza e instrucción de la Palabra. Esto es lo verdaderamente fundamental en una iglesia. Todo lo demás está alrededor como un adorno para la enseñanza.
Esto es lo que sostiene la iglesia, la instrucción Bíblica. La Palabra de Dios predicada fielmente, y en esto consiste la labor pastoral.
2 Timoteo 4:1–2En la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por Su manifestación y por Su reino te encargo solemnemente: Predica la palabra. Insiste a tiempo y fuera de tiempo. Amonesta, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción.
Como cristianos, la enseñanza de la Biblia ha de ser algo que debemos desear con afán. Ser instruidos, enseñados y exhortados en el Evangelio debe ser nuestro mayor deseo, y poner líderes que sean diligentes en el estudio y la enseñanza de la Palabra.
Lamentablemente, muchos cristianos e incluso pastores, parecen tener mayor interés en cualquier otra cosa menos en la enseñanza bíblica. Y pareciera que la instrucción es algo pesado y cansino para ellos. Algunos pastores parecen haber perdido confianza en la instrucción y amonestación bíblica como fundamental en el ministerio y buscan otras vías de animar a la iglesia.
APLICACIONES
¿Cómo, pues, debe afectar este texto la forma en cómo vivimos?
Responsabilizarnos por la instrucción bíblica: aquellos en medio nuestro que aspiren al oficio de anciano o pastor, deben entender la responsabilidad y encargo que Dios nos da a aquellos que estamos en este oficio. Aquel que es llamado al ministerio debe recordar las palabras de Jesús a Pedro en Juan 21:15-17Apacienta mis ovejas”. Apacentar es alimentar con la Palabra de Dios.
Reconocer a hombres fieles: Iglesia, debemos evaluar y poner a prueba a quienes a quienes sean candidatos al ministerio, estos hombres deben ser verdaderos colaboradores fieles en la fe. Hombres que tengan en alta estima la Palabra de Dios, y que estén capacitados para enseñar fielmente la Escritura.
Recibir la instrucción bíblica: Como iglesia debemos tener la disposición y un deseo de escuchar la sana doctrina. Debemos evitar las palabrerías vanas que en nada aprovechan.
1 Timoteo 3:15…la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad.
Oremos,
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