La Iglesia: Su Naturaleza y Propósito

23 Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, siendo El mismo el Salvador del cuerpo. 24 Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo. 25 Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio Él mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. 28 Así deben también los maridos amar a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia; 30 porque somos miembros de Su cuerpo. 31 Por esto el hombre dejara a su padre y a su madre, y se unira a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32 Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia. 33 En todo caso, cada uno de ustedes ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.

I. Definición:

¿Qué es la Iglesia?

Creemos por la Palabra de Dios que Jesús estableció Su iglesia, a partir del Evangelio y los discípulos que dejó. Aunque el concepto también nos puede hacer pensar en el Antiguo Testamento como la “Congregación” de los hijos de Israel.

Visto en el relato del libro de los Hechos, en continuación de los Evangelios y asociado a las Cartas del Nuevo Testamento, tenemos lo que consideramos como la Naturaleza y Propósito de la Iglesia.

Grudem, W. “Teología Sistemática” Editorial Vida. 2007 página 897.

“La iglesia es la comunidad de todos los verdaderos creyentes de todos los tiempos.”

Esta definición entiende a la iglesia constituida por todos los que son verdaderamente salvados. Pablo dice: «Cristo amó a la iglesia y se entregó por ella» (Ef 5:25). Aquí el término «la iglesia» se usa para aplicar a todos aquellos por quienes Cristo murió para redimirlos, todos los que son salvados por la muerte de Cristo.

Cuando el Señor Jesús resucitó, comisionó a los apóstoles a llevar a cabo la obra de alcanzar a la gente con el Evangelio de Jesucristo y crecer en comunidades de discípulos, que siguen las ordenanzas del Señor Jesús.

Mateo 28:16–20 NBLA

16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había señalado. 17 Cuando lo vieron, lo adoraron; pero algunos dudaron. 18 Acercándose Jesús, les dijo: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19 »Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo».

En otro encuentro que tuvieron los apóstoles con el Señor Jesucristo resucitado, les encomendó que antes de ir a la misión, debían esperar la promesa del Padre para ellos (El Espíritu Santo)

Hechos de los Apóstoles 1:8 NBLA

8 pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra».

El Señor Jesús se va al cielo, y los apóstoles se quedan a esperar la promesa del Padre.

¿Qué estaban haciendo los apóstoles?

Hechos de los Apóstoles 1:14–15 (NBLA)

14 Todos estos estaban unánimes, entregados de continuo a la oración junto con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con Sus hermanos.

15 Por este tiempo, un grupo como de ciento veinte personas estaba reunido allí, y Pedro se puso de pie en medio de los hermanos, y dijo:

Unos días después, llegó una fiesta de los judíos llamada Pentecostés y el grupo de discípulos seguían “juntos en un mismo lugar.”

Hechos de los Apóstoles 2:1 NBLA

1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar,

Vemos en el relato de los Hechos, que los discípulos (los creyentes en Cristo y que perseveraban en la doctrina y la fe) recibieron el Espíritu Santo y el poder de Dios para llevar a cabo la obra que se les había encomendado.

Pedro se levanta y llama al arrepentimiento a las personas que le oyen y ocurre una conversión de muchas personas.

Hechos de los Apóstoles 2:37–41 NBLA

37 Al oír esto, conmovidos profundamente, dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: «Hermanos, ¿qué haremos?». 38 Entonces Pedro les dijo: «Arrepiéntanse y sean bautizados cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo. 39 »Porque la promesa es para ustedes y para sus hijos y para todos los que están lejos, para tantos como el Señor nuestro Dios llame» 40 Y Pedro, con muchas otras palabras testificaba solemnemente y les exhortaba diciendo: «Sean salvos de esta perversa generación» 41 Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como 3,000 almas.

Aquí podemos ver que lo que une a la iglesia es el Evangelio de Jesucristo. Este mensaje fue predicado, escuchado, creído y obedecido.

“Las personas que están unidas a Cristo, deben también estarlo entre ellas.”

¿Qué pasó después?

Hechos de los Apóstoles 2:42 NBLA

42 Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del pan y a la oración.

Hechos de los Apóstoles 2:46–47 NBLA

46 Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47 alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.

Que se integraron los unos a los otros y se “dedicaron continuamente” a 4 cosas:

La Enseñanza se los apóstoles

La Comunión

El partimiento del pan

La oración

Con esto en mente; lo que los hermanos de la historia han entendido que debe ser y hacer una iglesia lo citamos a continuación:

En 1530, Melanchthon redactó la Confesión de Augsburgo, de los Luteranos: que afirma en el artículo 7 que «la iglesia es la congregación de los santos, en la cual el evangelio es enseñado correctamente y los sacramentos son administrados correctamente. Y para la verdadera unidad de la iglesia es suficiente que haya unidad de creencia en cuanto a la enseñanza del evangelio y la administración de los sacramentos»

Esto creemos: Confesión Baptista de Fe de 1689 (Capítulo 26: De la Iglesia)

Art. 2. Todas las personas en todo el mundo que profesan la fe del evangelio y obediencia a Dios por Cristo conforme al mismo (evangelio), que no destruyan su propia profesión mediante errores fundamentales o conductas impías, son y pueden ser llamados santos visibles; y de tales personas todas las congregaciones locales deben estar compuestas. (1) 1 Co. 1:2; Ro. 1:7, 8; Hch. 11:26; Mt. 16:18; 28:15–20; 1 Co. 5:1–9

Art. 5. En el ejercicio de este poder que le ha sido confiado, el Señor Jesús, a través del ministerio de su Palabra y por su Espíritu, llama a Sí mismo del mundo a aquellos que le han sido dados por su Padre para que anden delante de Él en todos los caminos de la obediencia que Él les prescribe en su Palabra. A los así llamados, les ordena andar juntos en congregaciones concretas, o iglesias, para su edificación mutua y la debida observancia del culto público, que Él requiere de ellos en el mundo. (2) Mt. 18:15–20; Hch. 14:21–23; Tit. 1:5; 1 Ti. 1:3; 3:14–16; 5:17–22

6. Los miembros de estas iglesias son santos por su llamamiento, y en una forma visible manifiestan y evidencian (por su profesión de fe y su conducta) su obediencia al llamamiento de Cristo; y voluntariamente acuerdan andar juntos, conforme al designio de Cristo, dándose a sí mismos al Señor y mutuamente, por la voluntad de Dios, profesando sujeción a los preceptos del evangelio. (3) Hch. 2:41, 42; 5:13, 14; 2 Co. 9:13

12. Todos los creyentes están obligados a unirse a iglesias locales cuando y donde tengan la oportunidad de hacerlo. Asimismo todos aquellos que son admitidos a los privilegios de una iglesia también están sujetos a la disciplina y el gobierno de la misma iglesia, conforme a la norma de Cristo. (4) 1 Ts. 5:14; 2 Ts. 3:6, 14, 15; 1 Co. 5:9–13; He. 13:17

También es la forma de ver las cosas por hermanos contemporáneos:

MacArthur, John. Teología sistemática: Un estudio profundo de la doctrina bíblica . Editorial Portavoz. Edición de Kindle.

De la misma forma que cada miembro de una iglesia local debería formar parte de la iglesia universal, cada miembro de la iglesia universal debería ser un miembro fiel y participativo de una congregación local.

“Una iglesia saludable de cualquier época se caracterizará por la misma búsqueda espiritual que la que se describe en Hechos 2:42-47. Al dedicarse los creyentes a las prioridades adecuadas, el Espíritu producirá un carácter como el de Cristo en su interior (Ro. 5:4; 2 Co. 3:18). Esto, a su vez, proporcionará un testimonio convincente al mundo del poder transformador del evangelio, un testimonio que Dios puede usar para alcanzar a muchos incrédulos con la verdad de la salvación.”

“La iglesia local está designada para preparar a los creyentes: los alimenta por medio de la enseñanza de la Palabra de Dios (Hch. 2:42; 1 Ti. 4:13), los dirige en la alabanza y la adoración corporativa (Ef. 5:18-20; He. 13:15), los protege bajo el pastoreo y la supervisión de líderes piadosos (Hch. 20:28; He. 13:7, 17; 1 P. 5:1-4) y les proporciona oportunidades de servirse los unos a los otros (1 P. 4:10-11).”

Por lo tanto, la iglesia posee una:

II. Naturaleza

La Palabra de Dios se refiere a la Iglesia con algunas metáforas o figuras, que reflejan Su esencia, lo que es en sí misma la iglesia, tales como:

1) La familia de Dios (Ef 2.19)

Efesios 2:19 NBLA

19 Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son conciudadanos de los santos y son de la familia de Dios.

Al Señor se le menciona como el Padre, y Jesús es nuestro hermano mayor (al ser el primogénito) y entre nosotros nos tratamos como hermanos.

2) La esposa de Cristo (Ef 5.25)

Efesios 5:25 NBLA

25 Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio Él mismo por ella,

3) El cuerpo de Cristo (1 Co 12.27) (Ef 4.16)

1 Corintios 12:27 NBLA

27 Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno individualmente un miembro de él.

Efesios 4:16 NBLA

16 de quien todo el cuerpo, estando bien ajustado y unido por la cohesión que las coyunturas proveen, conforme al funcionamiento adecuado de cada miembro, produce el crecimiento del cuerpo para su propia edificación en amor.

4) El templo del Espíritu (1 Pe 2.5)

1 Pedro 2:5 NBLA

5 también ustedes, como piedras vivas, sean edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo.

Construido no con piedras literales sino construido con creyentes que son «piedras vivas»

5) Sacerdotes, Nación, Pueblo, Linaje (1 Pe 2.9)

1 Pedro 2:9 NBLA

9 Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable.

6) Ramas de una vid (Jn 15:5)

Juan 15:5 NBLA

5 »Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ese da mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer.

7) Un olivo (Ro 11:17)

Romanos 11:17 NBLA

17 Pero si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo un olivo silvestre, fuiste injertado entre ellas y fuiste hecho participante con ellas de la rica savia de la raíz del olivo,

8) Un campo de cultivo (1 Co 3:9)

1 Corintios 3:9 NBLA

9 Porque nosotros somos colaboradores en la labor de Dios, y ustedes son el campo de cultivo de Dios, el edificio de Dios.

(Mt 13.23)

Mateo 13:23 NBLA

23 »Pero aquel en quien se sembró la semilla en tierra buena, este es el que oye la palabra y la entiende; este sí da fruto y produce, uno a ciento, otro a sesenta y otro a treinta por uno».

9) Columna y Fundamento de la verdad» (1 Ti 3:15).

1 Timoteo 3:15 NBLA

15 pero en caso que me tarde, te escribo para que sepas cómo debe conducirse uno en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de la verdad.

Conclusión a las metáforas de Grudem:

Grudem, W. “Teología Sistemática” Editorial Vida. 2007 páginas 903-904.

“El hecho de que la iglesia es como una familia debería aumentar nuestro amor y compañerismo unos con otros. El pensamiento de que la iglesia es como la esposa de Cristo debería estimulamos a procurar conseguir una mayor pureza y santidad, y también mayor amor por Cristo y sumisión a él. La imagen de la iglesia como ramas en una vid debe hacernos descansar en él más completamente. La idea de un campo de cultivo debería animarnos a continuar creciendo en la vida cristiana y obteniendo para nosotros y otros la nutrición espiritual apropiada para crecer. El cuadro de la iglesia como el nuevo templo de Dios debería aumentar nuestra consciencia de la misma presencia de Dios en medio nuestro cuando nos reunimos. El concepto de la iglesia como un sacerdocio debería ayudarnos a ver más claramente el deleite que Dios tiene en los sacrificios de alabanza y buenas obras que le ofrecemos (ver Heb 13:15-16). La metáfora de la iglesia como el cuerpo de Cristo debería aumentar nuestra interdependencia de unos a otros y nuestro aprecio de la diversidad de dones dentro del cuerpo.”

La iglesia, también tiene en sí misma Su propio:

III. Propósito

Los propósitos de la iglesia se pueden enlistar en los siguientes:

a) Adorar a Dios

(Exaltar a Dios)

En sí, significa: “postrarse en actitud de reverencia y respeto” También se menciona la frase “caer de rodillas o inclinarse hacia adelante para besar o reverenciar.”

Se usa normalmente para la acción que realiza el creyente para acercarse a Dios.

Mateo 4:10 NBLA

10 Entonces Jesús le dijo*: «¡Vete, Satanás! Porque escrito está: “Al Señor tu Dios adorarás, y solo a Él servirás ”».

b) Avanzar en la Santificación

(Edificación de los creyentes)

Es la misión de la iglesia “edificar y avanzar en la santificación personal de cada miembro.”

Colosenses 1:28 NBLA

28 A Él nosotros proclamamos, amonestando a todos los hombres, y enseñando a todos los hombres con toda sabiduría, a fin de poder presentar a todo hombre perfecto en Cristo.

Efesios 4:12–13 NBLA

12 a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo; 13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.

c) Alcanzar a los perdidos

(Evangelización a los perdidos)

El Señor Jesucristo encomendó a sus discípulos que hicieran llegar este mensaje hasta lo último de la tierra, formando nuevas comunidades conforme avanzan al compartir las buenas noticias de salvación en Cristo Jesús.

Mateo 28:19–20 NBLA

19 »Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo».

¿Te das cuenta que la Iglesia es algo mucho más complejo que ir a un lugar?

En las iglesias hay creyentes y no creyentes.

Los creyentes son “discípulos” son “miembros” participan activamente de los propósitos de la iglesia.

Crecen porque integran un cuerpo, son fieles porque tienen un esposo, obedecen a un Padre, son fuertes como el edificio que se construye en ellos, dan fruto a su tiempo, ofrecen sacrificios aceptables porque son sacerdotes.

¿Entiendes lo que digo?

Tenemos mucha responsabilidad si es que somos creyentes, si no, todo seguirá igual...

Vienes y te vas igual como llegaste.

Pasará el tiempo y solo lograrás “aburrirte más”

Te estamos haciendo un llamado a “ser salvo de esta perversa generación”

La única manera es creyendo en Cristo y ser añadido a Su familia (la iglesia) para crecer en santificación y cumplir el propósito de Dios.