LA TIERRA VUELVE A LLENARSE

Edy Lopez Maduro

Génesis • Sermon • Submitted 5 months ago • Presented 5 months ago

Genesis 9:18–10:32

Sin

Genealogy

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Transcript

INTRODUCCIÓN

¿Alguna vez has escuchado la expresión: “se hace o se nace”? Algunos la habrán escuchado en relación al liderazgo (“un líder se hace o se nace”) Esta frase es una expresión moderna de uno de los debates filosóficos más antiguos sobre la conducta humana. El debate sobre la naturaleza vs. la crianza, haciendo referencia a lo que determina el comportamiento humano.

¿Qué es lo que hace que las personas se comporten de una determinada forma? ¿Su propia naturaleza e inclinación, o la crianza y el ambiente en el que éstas se desarrollan? Bueno, no es mi intención hablar acerca de la crianza de los hijos, sin embargo, este debate nos ayuda a pensar mejor sobre el texto que estudiaremos el día de hoy.

En Génesis 9, nos encontramos nuevamente en la narrativa acerca de Noé y su familia, y la forma en cómo Dios los salvó del justo juicio que trajo sobre toda la tierra por la maldad y la corrupción del ser humano.

En este capítulo, nos encontramos a Noé y su familia en un mundo completamente nuevo, Dios había eliminado todo ser vivo que había corrompido su camino delante de Él, y que de manera violenta arremetía contra los seres humanos creados a imagen divina. Ahora, de manera que, lo que tenemos ahora es un grupo de personas que habían sido salvadas por Dios, y que habían recibido la instrucción de repoblar toda la tierra.

En Génesis 9:5–7 “»De la sangre de ustedes, de la vida de ustedes, ciertamente pediré cuenta: a cualquier animal, y a cualquier hombre, pediré cuenta; de cada hombre pediré cuenta de la vida de un ser humano. »El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada, porque a imagen de Dios Hizo Él al hombre.» En cuanto a ustedes, sean fecundos y multiplíquense. Pueblen en abundancia la tierra y multiplíquense en ella».” La misma misión que Dios había dado a Adán y Eva en Génesis 1:28, la dio a Noé y su familia. Dios se disponía a hacer aquello que había comenzado en el Edén, crear una humanidad que reflejara su imagen gobernando sobre toda la creación mostrando su carácter bondadoso y santo.

Sin embargo, al igual que Adán, Noé se encontraba en un mundo nuevo que se supone debía permitirles llevar a cabo esta misión. Pero rápidamente vemos, que esta realidad no se cumplió.

Nuestro texto de hoy es bastante interesante, de hecho, es toda una misma sección que va desde Génesis 9:18-11:9. Génesis 9:18 hasta Génesis 11:9 es toda una misma narrativa que nos muestra una cosa: La gente después del diluvio se dispersó rápidamente por toda la tierra, y con ellos su maldad.

Este parece ser un tema bastante repetitivo en los primeros 11 capítulos de Génesis, y la razón de esto, es que es un tema repetitivo en la experiencia humana. Génesis nos está ayudando a entender lo que experimentamos diariamente. No importa cuánto tiempo pase, ni en qué continente vivamos, siempre a medida que el hombre se desarrolla y crece, encuentra nuevas maneras para expresar su maldad.

A pesar de esto, amados, no todo es negativo. Dios siempre fue fiel en preservar para sí un linaje por medio del cual Él enviaría a aquel Mesías prometido en Génesis 3:15. Aquel descendiente de la mujer que aplastaría de manera definitiva la cabeza de la serpiente.

Por motivos de tiempo, no estudiaremos toda la sección de Génesis 9:18-11:9 hoy. Nos enfocaremos en los primeros dos relatos:

La embriaguez y vergüenza de Noé (Génesis 9:18-28).

La historia de los descendientes de los hijos de Noé, es decir la genealogía de Sem, Cam y Jafet. (Génesis 10).

Por esta razón, mi argumento para el día de hoy es: “En medio de la corrupción humana, Dios preserva a un pueblo escogido.”

Te invito a que abras tu Biblia en Génesis 9:18-10:32.

Oración

I. DE CORRUPCIÓN (Génesis 9:18-28)

PARALELISMOS ENTRE ADÁN Y NOÉ

Cuando leemos el capítulo 9, nos encontramos a Noé en un nuevo mundo, un mundo en el que ya no está rodeado de la corrupción y violencia que dominaba el mundo antes del diluvio. Este hombre que había sido un ejemplo de virtud y de obediencia a Dios ahora tenía la misión de producir una sociedad nueva. Y rápidamente en el versículo 20 se nos dice que Noé comenzó a labrar la tierra.

En este punto, el autor rápidamente hace un paralelismo entre Adán y Noé por medio de la expresión usada para originalmente. En nuestras Biblias en castellano leemos “comenzó a labrar la tierra”, sin embargo, en el idioma hebreo la expresión que se usa es “Noe se convirtió en un hombre de la tierra”, refiriéndose al campo o la tierra sobre la que trabajaba. En algunos países nos referimos a los granjeros como personas del campo, pues del mismo modo Noé se convirtió en un hombre de la tierra. Moisés usó la expresión נח איש האדמה (Noah ish ha_adama). Noé se hizo o se convirtió en un hombre de la tierra.

Esta es precisamente la misma expresión que se usó cuando Dios creó a Adán, en Génesis 2:7, Dios forma al hombre de la tierra, el nombre Adán proviene de la palabra tierra. Se llama Adán, porque fue formado de adamáh.

Pero no es el único paralelismo, encontramos expresiones iguales en Génesis 3:7 cuando los ojos de Adán fueron abiertos por su pecado, y entonces supo que estaba desnudo, así también Noé en Génesis 9:24 despertó de su embriaguez abriendo sus ojos, y entonces supo de su desnudez.

Y, en ambos casos, el pecado de Adán y de Noé afectó a sus descendientes.

De hecho, ambas historias se desarrollan con un hombre que representa a toda la humanidad, y a ambos se les encarga la misión de multiplicarse y llenar la tierra para mostrar la imagen de Dios. Pero rápidamente nos damos cuenta de la incapacidad humana en poder cumplir esta misión para la gloria de Dios. Tanto Adán como Noé vivieron en un mundos nuevos, Adán en uno sin corrupción en el que su desobediencia trajo el pecado sobre la creación. Mientras que Noé en una nueva creación que Dios había hecho después del diluvio, pero que de nuevo, por su pecado, vuelve a infectarse toda la población.

Y vemos el pecado manifestarse en la vida de Noé, y también en la vida de Cam, su hijo.

EL PECADO DE NOÉ

En primer lugar, vemos a Noé, quien es conocido en la Escritura como un hombre de fe, obediencia y justicia, en su peor momento, de hecho, es la primera vez en toda la Biblia que se dice algo negativo acerca de este hombre. Lo que nos muestra que ningún hombre es sin pecado, podemos ser más o menos obedientes al Señor, pero todos, absolutamente todos pecamos. Ni siquiera el mejor de los hombres es completamente puro. Esto me recuerda al apóstol Pablo, un hombre que vivió toda su vida para la gloria de Dios, y aún así en Romanos 7:21 “Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí.”

Lo mismo con Noé, un hombre que es recordado en el Nuevo Testamento por una fe que lo llevó a una obediencia a Dios con gran determinación, lo vemos ahora en un estado completamente lamentable.

Noé plantó su viña, bebió del fruto, se desnudó, y pecó contra el Señor. Muchos han dicho que el pecado de Noé fue por ignorancia, ya que hasta ese momento no había vino en la tierra, pero según el Señor Jesús Mateo 24:38 “»… [en los] días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo…”, por lo que Noé seguramente conocía el vino desde antes del diluvio.

Encontramos otra conexión interesante entre Noé y Adán, ya que la forma de desobediencia y pecado que cometieron están relacionadas. Adán pecó al comer, de la misma forma que Noé pecó al beber. En los actos más simples y cotidianos el ser humano puede hacerlo para la gloria de Dios o para su propio placer y deshonra. No en vano Pablo dice en 1 Corintios 10:31 “Entonces, ya sea que coman, que beban, o que hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.” Nuestros primeros padres comieron y bebieron para deshonra, exponiendo así la desnudez de ambos.

El pecado de Noé fue, 1) embriagarse, y 2) desnudarse.

EL PECADO DE CAM

Noé no solo pecó, sino que generó una oportunidad para que su hijo Cam pecara también delante de Dios. Mucho debate hay sobre los hijos de Noé, algunos dicen que Cam era el menor, otros dicen que era el segundo hijo por la forma en cómo siempre se presentan en el texto (Sem, Cam y Jafet), sin embargo, el v.24 nos dice que era su hijo menor.

El pecado de Cam fue el mirar y no cubrir la desnudez de su padre, la mirada a la que se refiere el texto no es una mirada accidental, sino una mirada intencional y sostenida. Una mirada que se hizo con la intención de mirar.

La mayoría de los hombres luchamos con nuestra mirada hacia las mujeres, y hace unos años se popularizó una idea de que la primera mirada no era pecaminosa porque es la mirada accidental que no puedes evitar. Ante esto, muchos se aseguraron de que esa mirada accidental fuese lo más duradera posible, para no tener que pecar con una segunda mirada. Esto, evidentemente no es cierto, pero nos ayuda a pensar en la mirada de Cam.

Este hijo deliberadamente vio a su padre desnudo en su tienda. No solo miró, sino que se detuvo a mirar a Noé. Ahora bien, hay dos posiciones sobre la pecaminosidad de la mirada de Cam:

Mirada sensual: La primera de ellas es una mirada sensual, implicando un deseo sexual de Cam hacia su padre. Algunos apoyan esta posición en el hecho de que los Cananeos, los descendientes de Cam, comenten el mismo pecado que su padre al mantener relaciones homosexuales. En Levítico 18:22–24 “No te acostarás con varón como los que se acuestan con mujer; es una abominación. No tendrás trato sexual con ningún animal, contaminándote con él, ni mujer alguna se pondrá delante de un animal para tener trato sexual con él; es una perversión. No se contaminen con ninguna de estas cosas, porque por todas estas cosas se han contaminado las naciones que voy a echar de delante de ustedes.” Las naciones que ocupaban la tierra prometida eran los descendientes de Cam, de hecho, en Génesis 10:15-16 leemos todos los pueblos que descendieron de Canaán, y que precisamente son los que Dios iba a echar de la tierra prometida.

Mirada burlona: La segunda posición, es que la mirada de Cam fue una mirada burlona. Es decir, Cam se deleitó en el estado lamentable de su padre, se regocijó al verlo caer. Quienes apoyan esta posición hacen referencia al hecho de que Cam después de ver la desnudez de Noé, corre hacia afuera a contárselo a sus hermanos como una especia de chisme burlón.

Ambas posiciones parecen ser suficientemente legítimas, aunque no son completamente seguras, ya que en mi entender el texto no nos da suficiente evidencia para inclinarnos por una u otra. Lo que sí podemos afirmar con toda veracidad es que Cam pecó al mirar a su padre desuno, y en vez de cubrir su vergüenza, la expuso.

Cam, bien sea motivado por la burla o la sensualidad, expuso la desnudez de su padre en vez de cubrirla. Un acto completamente deshonroso que no refleja el carácter de Dios. El Señor no es quien expone nuestra vergüenza, cuando Dios vio la desnudez de Adán y Eva, no la expuso, sino que la cubrió con hojas de higuera. Pero este hijo en vez de cubrir la vergüenza y desnudez de Noé, la expuso a sus hermanos. Ahí está el pecado de Cam.

Por su parte, Sem y Jafet reflejan el carácter bueno de Dios, al no exponer más a su padre, sino haciendo todo esfuerzo para no mirar el lamentable estado de Noé sino cubrirlo para evitar una mayor vergüenza.

En este punto, es importante evaluar nuestra actitud hacia los fallos y las caídas de otros. Hay quienes se deleita en ver a otros caer y tropezar en su andar cristiano, si esta es tu actitud, si encuentra deleite en esto, entonces no estás mostrando el carácter de Dios. Dios no es un Dios que se deleita en el caer del hombre, por el contrario, nos lleva de la mano y cuando caemos nos cubre en nuestra debilidad.

Parte de la aplicación de este texto la podemos encontrar en Gálatas 6:1–2 “Hermanos , aun si alguien es sorprendido en alguna falta, ustedes que son espirituales, restáurenlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado. Lleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo.”

¿Qué actitud muestras a la caída de tus hermanos? ¿Buscas exponerlos? ¿O en amor y misericordia confrontas el pecado pero no expones su vergüenza? ¿Lo haces en privado o buscas exponerlo para que otros lo sepan?

MALDICIÓN Y BENDICIÓN

De modo que, cuando Noé despertó y supo de su lamentable estado, respondió profiriendo maldición y bendición sobre sus hijos en forma de profecías. Estas maldiciones y bendiciones están sujetas a la conducta moral de sus hijos: uno es maldecido por su pecaminosidad; los otros dos, bendecidos por su benevolencia para con su padre. Lo más llamativo es que la maldición no es directamente sobre Cam, sino sobre Canaán, su nieto.

Algunos han sugerido que la maldición viene en la misma forma que el acto pecaminoso, así como el pecado de Noé incitó al pecado de Cam, la consecuencia que debía ser sobre Cam, será realmente sobre Canaán. Y veremos esto más adelante.

Pero en primer lugar, vemos entonces como la tierra volvió a llenarse, en este caso de corrupción. Este es nuestro primer punto, la tierra volvió a llenarse de corrupción. En un mundo nuevo, donde supuestamente no debían haber influencias malas, vemos que la corrupción del hombre no venía de factores externos, sino de su propio interior. La tierra volvió a llenarse de corrupción.

II. DE GENTE (Génesis 10:1-20)

POBLANDO LA TIERRA

Y vemos también cómo la tierra volvió a llenarse más y más de gente. Este es el cumplimiento de lo que Dios había mandado en Génesis 9:1. El ser humano poblando la tierra entera bajo la bendición de Dios.

De hecho, éste es el punto central de toda esta sección. Nos muestra cómo la tierra volvió a poblarse, especialmente sobre toda la extensión de la tierra. Es la idea con la que inicia y con la que cierra esta narrativa desde Génesis 9:18-11:9.

El enfoque está centrando en los hijos de Noé y cómo a partir de ellos toda la tierra fue llena, y lo hace desde dos perspectivas, en Génesis 9-10 vemos el proceso natural de multiplicación del ser humano, y la dispersión a partir de tres familias hacia toda la tierra, una expresión común en esta primera parte es “las naciones se dividieron en sus tierras, cada uno conforme a su lengua, según sus familias, en sus naciones.”

Por su parte, Génesis 11 nos muestra el acto por medio del cual Dios llevó a que toda la población fuese dispersa sobre toda la tierra, según sus lenguas Génesis 11:9 “Por eso la ciudad fue llamada Babel, porque allí el Señor confundió la lengua de toda la tierra, y de allí el Señor los dispersó sobre la superficie de toda la tierra.”

Lo que nos dice Génesis 10:5 no es una contradicción, sino que ambos nos cuenta el mismos hecho con mayor o menor detalle. Al igual que con la creación en Génesis 1 que nos da un relato general y Génesis 2 que nos muestra en mayor detalle el sexto día de la creación, así también Génesis 10 nos muestra de forma general cómo la gente fue llenando la tierra en cada rincón, mientras que Génesis 11 nos da la respuesta de cómo Dios intervino para que eso ocurriera.

PROFECÍAS CUMPLIDAD

Y, no tenemos mucho tiempo para entrar en estos detalles, pero en estas genealogías vemos el cumplimiento de las profecías que Noé pronunció sobre sus hijos. Por ejemplo, que Noé profetizara que Canaán sería el siervo de Sem (Génesis 9:26), se cumple cuando Israel, un pueblo semita, descendientes de Sem, conquistan la tierra prometida venciendo a todos los pueblos cananeos.

En el caso de la profecía sobre Jafet habitando en la tienda de Sem, tiene una connotación política y militar, que de hecho se cumple cuando los griegos y romanos conquistan el territorio semítico. Los griegos, también conocidos como Iapetos, son descendientes de la línea de Jafet.

En todo este cumplimiento de profecías a través de la genealogía, vemos una verdad: La Biblia es históricamente fiable. Todo lo que narra es un hecho histórico que nos muestra dos perspectivas, la humana y la divina. El ser humano no es el producto de la evolución, sino que la sociedad se desarrolló a partir de estas tres familias de la cual nació toda la humanidad que ahora conocemos.

De hecho, la antropología moderna reconoce este hecho, que todos los pueblos se originaron a partir de tres grupos genéticos que no eran muy diferentes entre sí, estos tres grupos genéticos corresponden a Sem, Cam y Jafet.

LOS DOS LINAJES

Pero volviendo a nuestra historia, vemos el surgimiento de los pueblos y cómo en ellos se evidencia claramente los dos linajes que Génesis nos presenta. El linaje de la serpiente y el linaje de la mujer.

De Jafet salen todos los pueblos ubicados en desde Irán, Armenia, hasta llegar a Grecia, habitando las costas del mar Egeo y algunas zonas del mar mediterráneo.

Pero nuestra vista se enfoca rápidamente en los descendientes de Cam, quienes suponen los peores enemigos del pueblo de Israel. De Cam salen los egipcios, babilonios, ls asirios y los cananeos. Con personajes destacados como Nimrod, primer rey sobre la tierra quien era el rey de la ciudad de Babel, y cuyo reinado promovió la construcción de la torre de Babel. Este fue un hombre poderoso que encarnaba el orgullo y la altivez humana. Veremos esto en el capítulo 11.

El pasaje nos muestra que de Canaán salen todos los pueblos y naciones que Dios echaría de la tierra prometida para que Israel la habitara. Esto es de vital importancia, especialmente cuando recordamos que el autor de Génesis es Moisés y que el contexto histórico es el de Éxodo y Números. El contexto histórico de este pasaje era el de Israel en su peregrinaje hacia la tierra prometida, y en este momento están leyendo acerca de los pueblos que pronto tendrían que enfrentar y conquistar para habitar en la tierra prometida.

Cuando Israel va a la guerra debe recordar la promesa que Dios había hecho, que Canaán sería el siervo de Sem, y que ellos han sido preservados como pueblo era una muestra de que la fidelidad y las promesas de Dios se cumplen. Los semitas habían salido de la esclavitud con la que los oprimían los egipcios por la gran intervención de Dios, y ahora se enfrentarían a los cananeos, primos hermanos de los egipcios, y los conquistarían para habitar su tierra.

Tristemente, aún así el pueblo dudó de la promesa de Dios, y por eso cuando llegaron a Canaán no creyeron a Dios.

Pero ellos eran el linaje escogido por Dios. Toda la historia del Antiguo Testamento nos muestra esto, a medida que la gente se multiplica, y con ellos su maldad, Dios sigue preservando un pueblo para sí conforme a su propósito. En medio de todos los ataque sufridos por los descendientes de Jafet y los descendientes de Cam, el pueblo semita era preservado por Dios.

De ahí nuestro argumento de hoy: “En medio de la corrupción humana, Dios preserva a un pueblo escogido.”

III. DE ESPERANZA (Génesis 10:21-32, 9:26)

Y esto nos lleva a nuestro último punto.

Hasta ahora hemos visto que la tierra vuelve a llenarse:

De corrupción, con el pecado de Noé y su hijo Cam, afectando a todas las generaciones.

De gente, por medio de la multiplicación de estas tres familias, los hijos de Sem, Cam y Jafet.

Y tercero, por medio de la elección de Dios de hacer a Sem su pueblo, la tierra se llena de esperanza.

En este punto, debemos volver al capítulo anterior. En Génesis 9:26 Es la primera vez que vemos en la Escritura que Dios es llamado el Dios de un pueblo específico. Este no es un detalle menor, por el contrario, el nombre Jehová es mencionado en relación a Sem. Es una unión a un pueblo que genera adoración en los labios de Noé.

Noé bendice al Señor porque Él ha decidido ser el Dios de Sem por su misericordia, esto no tiene que ver con el comportamiento moral de Sem, pues tanto él como su hermano Jafet tuvieron la misma reacción ante la desnudez de su padre, ambos hijos expresaron una bondad hacia su padre, ambos honraron a Noé. La elección de Sem sobre Jafet es más por la misericordia de Dios que escoge a un linaje para sí conforme a sus propósitos.

Y en esta elección, la tierra se llena de esperanza.

La esperanza de que Dios no ha desechado a la humanidad, sino que conforme a su promesa, guardará la vida de un grupo de personas por medio de quien vendrá el Salvador.

Esta esperanza descansa sobre dos fundamentes:

La soberanía de Dios sobre todas las naciones: En medio de la multiplicación del ser humano, podemos ver la mano de Dios gobernando y dirigiendo todo acontecimiento. En capítulo 11 lo veremos de manera más clara, pero Dios es un Dios soberano sobre todas las naciones independientemente de si éstas lo reconocen o no. El hecho de que las bendiciones y maldiciones anunciadas por Noé fueron cumplidas en la historia de la humanidad es una muestra de esa soberanía. Dios es quien gobierna el mundo, y por momentos, desde la perspectiva humana puede parecer que no es así, pero amados, no podemos perder de vista que nuestro Dios está siempre en control de todo acontecimiento en la historia. Ya sea que lo veamos o no, que lo notemos o no, o incluso que lo reconozcamos o no. Dios está en control. Esto debe llenarnos de esperanza.

El amor de Dios por las naciones: Si bien es cierto que Dios escogió un pueblo para enviar al Salvador del mundo, esa salvación no era exclusiva para el pueblo por medio del cual el salvador vendría. Esa salvación era para todo pueblo y nación que se acercara a Dios. El pueblo escogido de Dios era el medio por el cual se cumpliría Génesis 3:15, un hombre, un descendiente de la mujer que vencería por siempre a Satanás, y libraría a la humanidad de la esclavitud del pecado. Todo esto nace del amor y la compasión que Dios tiene, no de un solo grupo étnico, sino de toda la humanidad, de todo hombre y mujer, de todo pueblo y nación.

Cuando vemos la genealogía de Sem, vemos que por medio de su linaje en Arfaxad, Sala, Heber, Peleg, vendría Abram, un hombre a quien Dios escogería para ser de bendición a todas las familias de la tierra. El pueblo que sería perseguido por las demás naciones sería el que terminaría bendiciendo a todas las familias de la tierra.

Amados hermanos, nosotros somos parte del cumplimiento de la promesa de Dios, y esta narrativa nos debe ayudar a confiar en la soberanía y amor de Dios por nosotros.

Conclusión

Amados, nos encontramos en el último culto del año, y muchas veces con esto tendemos a hacer nuevas resoluciones de año nuevo. Generalmente estas resoluciones suelen enfocarse en cambios que queremos para nuestra vida: Hacer más ejercicio, aprender un idioma, comenzar a ahorrar. Tendemos a enfocarnos en cosas externas, pero hoy hemos visto como Noé estaba en un nuevo mundo, sin las influencias del pasado, pero Noé no era nuevo. La misma corrupción que Dios había juzgado estaba dentro de Noé.

El verdadero cambio tiene venir de adentro. A medida que nos enfocamos en el próximo año, ¿pensamos que cosas externas serán las que producirán los cambios que necesitamos? Ningún sistema humano puede aliviar esta corrupción, ni siquiera un mundo nuevo. Dios puede hacer un nuevo mundo, pero si no nos hace nuevos a nosotros, entonces volveremos a llenar esta tierra de la misma corrupción de siempre. Fue lo que ocurrió en Génesis 10. Pero Dios ofrece hacernos nuevos por medio de aquel hombre que vino a través del linaje de Sem. Este pueblo escogido, fue el medio por el cual Dios mismo se hizo hombre para vencer al pecado y la muerte.

Ahora, tú y yo podemos vivir con esperanza, siendo testigos del amor y la soberanía de Dios sobre todas las naciones.

Que este 2024 Dios nos ayude a crecer en esa confianza que su amor y soberanía producen en nosotros.