La firmeza de la fe
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6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;
7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
Pablo ya nos ha enseñado que Cristo no es uno mas entre toda una serie de seres divinos, ni una fuente de verdad entre muchas, sino que toda la sabiduría de Dios se encuentra en Cristo. Por tanto los creyentes debemos mantener firme nuestra esperanza en Cristo, debemos mantener nuestra plena convicción de que Él es poderoso para salvarnos, de que Él puede suplir todas nuestras necesidades y que ademas Él puede proporcionarnos toda sabiduría que necesitemos para esta vida.
Si usted nota en el texto, el versículo 6 es la clave de la exposición de este pasaje y de la vida cristiana misma. De la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en El. Y ese fue nuestro mensaje anterior.
Y en aquel mensaje decíamos que cuando usted y yo abrazamos el evangelio y con fe recibimos al Señor Jesucristo, fuimos sellados por el Espíritu Santo, por medio del cual Cristo mismo habita por la fe en nosotros.
A este hecho y a esta verdad le llamamos el cimiento, ahora sobre ese cimiento, cada creyente debe construir el edificio de su vida y en eso consiste nuestra vida cristiana.
Porque creer en el evangelio y recibir a Cristo es el cimiento, construir un edificio sobre ese cimiento es nuestro andar en Cristo.
En el día de hoy, vamos a ver como Pablo remata el tema de andar en Cristo, añadiendo varias frases adicionales para explicar lo que significa tener una fe firme. Son frases muy gráficas que nos ilustran de una manera muy sencilla lo que es la vida en Cristo.
6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él;
7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
ARRAIGADOS EN EL
ARRAIGADOS EN EL
Ya hemos dicho que no es posible estar firmes en la fe sin avanzar y crecer, también entendemos que mantenernos parados es en realidad, empezar a volver atrás.
Esto se ve en la primera de estas frases, en la que el apóstol usa un símil agrícola. Todos entendemos que a fin de que un árbol se mantenga firme y no caiga ante los vientos y las tempestades, es necesario que tenga buenas raíces y siga creciendo constantemente. No crecer es morir, no echar raíces y profundizarlas, es ser vulnerables ante cualquier amenaza natural.
La firmeza del árbol depende de la fuerza y del agarre de sus raíces. según la ciencia, las raíces se van extendiendo continuamente con la doble finalidad de recibir alimento y servir como ancla para sujetar el árbol, dándole estabilidad.
De hecho la solidez del árbol aunque se manifiesta en la hermosura de las ramas y las hojas, depende de la calidad de las raíces. Si las raíces son sanas, el árbol crecerá robusto.
Y de la misma manera, el secreto de la vitalidad del creyente no esta en las manifestaciones externas, sino en la autenticidad de su relación con Cristo.
Si esta firmemente arraigado en Él, esto se manifestara en una vida fructífera. Cristo mismo lo dijo, de esta manera en Juan.
5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
Para andar en Cristo y mantenernos firmes en la fe en este año que esta por comenzar, lo primero que vamos a necesitar hacer es mantenernos firmemente arraigados en nuestra relación con el Señor.
El verbo arraigado o arraigar en el texto, la septuaginta lo traduce como echar raíz, y en nuestra traducción, tiene el sentido de ser establecido, y nos da la idea de como si una planta estuviera o llegara a estar fijada en el suelo.
Hermanos la firmeza de nuestra fe en Cristo, dependerá de cuan fijados estemos en el Señor. Se vienen nuevos días, nuevos retos, nuevas luchas y nuevas batallas en este nuevo año y necesitaremos echar raíces, necesitaremos ser o llegar a ser mas firmes y profundizar mas nuestra confianza en el Señor, en la medida en que permanecemos en Él. Nuestro Dios no esta atrapado en el tiempo, nuestro Dios invento el tiempo y está por encima del tiempo, de manera que Dios ya esta en el 2024 esperándonos, debemos confiar en Él, en su obra, y en su plan perfecto.
Y Si tenemos dudas al respecto entonces debemos venir a la Biblia y llenarnos de ella para que profundicemos mas nuestras raíces en el Señor.
Por eso Pablo nos exhorta a que de la manera que recibimos a Cristo andemos en El, arraigados, no por encima, no superficial, no en lo externo sino profundamente fijados en Cristo.
Por tanto de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en El. Arraigados y lo siguiente en el texto es; Sobreedificados en El.
EDIFICADOS EN EL
EDIFICADOS EN EL
7 arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
Una vez echadas las raíces, el árbol puede crecer. Una vez echados los cimientos, puede levantarse, o como literalmente dice el texto, Sobreedificarse el edificio.
Ahora aquí, el símil no es de agricultura, sino de la construcción.
No es la primera vez que Pablo usará ese termino para referirse a los creyentes o a la Iglesia. En una ocasión a los Corintos les aclara lo que realmente son, cuando le toco corregir sus ideologías separatistas y carnales en aquella iglesia.
9 Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Pablo utiliza dos sustantivos para referirse a los hermanos de Corinto.
El primero es labranza y luego añade de quien pertenece, de Dios, literalmente se traduce como Campo y tiene el sentido de un campo que está siendo activamente cultivado por Dios mismo.
El segundo es Edificio de Dios literalmente construcción y tiene el sentido de proyecto de construcción de Dios.
Ahora si regresas conmigo a Colosenses, vamos a notar bien que Pablo no dice que debemos sobreedificarnos sobre Cristo, sino en Cristo. Arraigados y sobreedificados en Él. Lo que nos enseña que Cristo no solo es el fundamento y la Piedra angular de nuestra edificación, sino también el modelo que tenemos que seguir, el arquitecto de nuestras vidas y el principal constructor. Somos la labranza de Dios, somos el edificio de Dios.
No es cuestión de concederle el lugar fundacional y luego seguir edificando nuestras vidas a nuestro antojo, según nuestros propios gustos, placeres, hablando como se me antoje, teniendo una vida llena de vicios y excesos pecaminosos, viviendo como una vida aislada de Cristo. El Señor Jesucristo debe ser todo en todos.
Edificarnos, es creer en Cristo, seguir su ejemplo, andar en sus caminos, obedecer sus instrucciones y llegar a ser semejantes a Él. Pablo lo ilustra de esta manera en Efesios.
13 hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;
14 para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error,
15 sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo,
16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Aquí ya no habla de una construcción de un edificio, sino del crecimiento y la maduración de un ser humano, hasta que todos lleguemos a la condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo, para que crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, Cristo.
Hermanos el Señor es el prototipo, el diseño, el modelo y la meta de nuestra edificación, no solo es el cimiento de nuestra fe, es el modelo perfecto, es el consumador de la fe.
De manera que, al margen de estos matices la idea principal de este punto es que nuestra vida debe ser una experiencia continua de desarrollo y maduración en Cristo.
Quien se estanca en el camino queda como un niño, indefenso ante las tribulaciones y diversas pruebas que vendrán a nuestras vidas.
Algunos son arrastrados por las falsas doctrinas, otros son ofendidos y sensibles se van de la Iglesia o dejan de ser fieles porque aún somos inmaduros y no hemos desarrollado o caminado hacia la madurez espiritual.
Si usted quiere que este año 2024 sea diferente al 2023 empecemos con arraigarnos y sobreefificarnos en Cristo, eso determinara los resultados de una manera notable.
Debemos crecer día tras día, semana tras semana, hasta que lleguemos a ser una morada digna del Espíritu Santo de Dios.
No es cuestión de acumular más y más conocimiento Bíblico, sino sobre todo de parecernos más y más a Cristo. La meta no es aprobar exámenes de teología, o ganar un debate teológico o religioso, sino ser semejantes a Cristo, edificandonos en Él, el modelo perfecto.
Para ir terminando y solo lo mencionaré porque no me dará el tiempo para desarrollarlo todo, el texto sigue diciendo:
Por tanto de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en El. Arraigados y sobreedificados en Él, y confirmados en la fe.
CONFIRMADOS EN LA FE
CONFIRMADOS EN LA FE
Si usted nota en el texto Pablo resalta este punto añadiendo una frase que nos debe recordar las enseñanzas y las instrucciones de la verdad de la Palabra de Dios.
No nos pareceremos cada vez más al Señor Jesucristo si descuidamos Su Palabra. No podemos crecer en nuestro conocimiento de Él y a la vez, ignorar lo que Dios ha revelado acerca de Él en Inspirada, Infalible e Inerrante Palabra de Dios.
No nos edificaremos en Él si nos vamos corriendo detrás de las nuevas modas teológicas o si empezamos a aceptar en nuestras vidas las ideas filosóficas que intentan menospreciar a Dios y Su palabra.
Ningún edificio se levanta si el constructor cambia constantemente su ubicación y ningún árbol crece sano y fuerte si el agricultor lo trasplanta cada dos por tres.
Debemos consolidarnos en la fe que hemos creído, Jesucristo es el Señor, el Salvador, el Mesías, es Dios, es el único mediador entre Dios y los hombres, es nuestra guía, es la cabeza de la Iglesia, y su mensaje es el mensaje más importante y el que la Iglesia esta supuesta a anunciar a los hombres.
Lo que estoy diciendo es que el edificio no sólo debe ir creciendo hasta adquirir el pleno tamaño previsto por el arquitecto, sino que debe construirse con toda garantía de firmeza y solidez.
Para eso nos va tocar venir y asegurar esas bases de la fe, que llamamos doctrinas fundamentales y consolidarnos en ellas para que cuando el enemigo ataque no encuentre columnas de varillas flacas y débiles sino fundaciones profundas y listas para un gran edificio antisísmico.
CONCLUSIÓN
CONCLUSIÓN
¿Qué debo hacer para lograr esto pastor?
Ya lo dije; No descuidemos la meditación el estudio y la lectura de la Palabra de Dios.
Y finalmente Pablo dice; Por tanto de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en El. Arraigados y sobreedificados en Él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.
Ahora el apóstol nos indica que además de todo esto, debemos asegurar que nuestro corazón esté rebosando de gratitud.
Yo me estaba preguntando, ¿qué tiene que ver la gratitud con la firmeza de la fe?
Y al ver como vez tras vez se nos exhorta a se agradecidos en la Biblia, me di cuenta que la gratitud es una de las características cristianas más sobresalientes.
Aveces nos quejamos tanto y agradecemos tan poco que nos impresionaría si contamos todas las veces que nos quejamos en este año que terminará esta noche y las comparamos con las pocas veces que tuvimos un corazón contento, lleno de acción de gracias.
Si usted notó en el texto Pablo dice ABUNDANDO en ACCIONES DE GRACIAS, no dice ezcaceando en acciones de gracias.
Si tan solo pudiéramos abrir los ojos espirituales y ver los afortunado que somos nos quejaríamos menos y agradeceríamos más a nuestro BUEN DIOS.
Pero a veces estamos tan llenos del mundo y de nosotros mismos que andamos amargados por lo que no tenemos.
¡Que el Señor nos ayude!