La codicia del amalecita

Enseñanza  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 65 views

La noticia de la muerte de David fue de gran dolor. Mientras que las intenciones del amalecita de ser honrado por matar a Saúl, se convirtió en su juicio.

Notes
Transcript

La codicia del amalecita

2º Samuel 1:1–4
1Aconteció después de la muerte de Saúl, que vuelto David de la derrota de los amalecitas, estuvo dos días en Siclag. 2Al tercer día, sucedió que vino uno del campamento de Saúl, rotos sus vestidos, y tierra sobre su cabeza; y llegando a David, se postró en tierra e hizo reverencia. 3Y le preguntó David: ¿De dónde vienes? Y él respondió: Me he escapado del campamento de Israel. 4David le dijo: ¿Qué ha acontecido? Te ruego que me lo digas. Y él respondió: El pueblo huyó de la batalla, y también muchos del pueblo cayeron y son muertos; también Saúl y Jonatán su hijo murieron.

Introducción

Mientras David rescataba a su familia de los amalecitas, el ejército de Israel era derrotado por los filisteos.
Mueren Saúl y sus hijos, y los israelitas son dispersados y perseguidos.
David no había tenido ninguna noticia de los resultados de la batalla, así que permaneció en Siclag esperando.
Al tercer día aparece un joven con señal de luto, David no sabía si venía de los filisteos o de los israelitas. Por tanto, lo interroga.
Este joven era un amalecita, la misma raza que había saqueado Siclag, la que Dios había ordenado a Saul destruir por completo.
El joven venía con noticias, pero también con intenciones codiciosas, las cuales no resultaron como esperaba.

El suicidio de Saúl

Anteriormente vimos que Saúl se suicidó: 1º Samuel 31:4Entonces dijo Saúl a su escudero: Saca tu espada, y traspásame con ella, para que no vengan estos incircuncisos y me traspasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella.
Sin embargo, en este capítulo se presenta un detalle nuevo, Saúl se hirió de muerte pero no murió inmediatamente, aunque por la herida de seguro moriría.
Su mayor temor era ser tomado vivo por los filisteos, por lo tanto solicita ayuda a un joven amalecita para pasaba.
2º Samuel 1:9–109El me volvió a decir: Te ruego que te pongas sobre mí y me mates, porque se ha apoderado de mí la angustia; pues mi vida está aún toda en mí. 10Yo entonces me puse sobre él y le maté, porque sabía que no podía vivir después de su caída; y tomé la corona que tenía en su cabeza, y la argolla que traía en su brazo, y las he traído acá a mi señor.
Saúl había perdido su reinado porque no había podido matar a un rey amalecita: 1º Samuel 15:9Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.
Ahora, irónicamente le quita la vida un amalecita.
De la misma manera, Dios había ordenado a los israelitas eliminar a los cananeos de la tierra prometida, pero ellos dejaron a algunos, y estos fueron como espinas a sus costados y que los hicieron inclinarse a sus dioses.
El Señor nos ordena aborrecer y morir al pecado, así como ordenó a Saúl matar a los amalecitas. Colosenses 3:5Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría
Porque si no hacemos morir el pecado en nosotros, el pecado nos matará, así como Saúl fue muerto por un amalecita:
Juan 8:24Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis.

La ambición del amalecita

El amalecita quiso ganar el favor de David al informar que fue él quien mató a Saúl.
2º Samuel 1:10Yo entonces me puse sobre él y le maté, porque sabía que no podía vivir después de su caída; y tomé la corona que tenía en su cabeza, y la argolla que traía en su brazo, y las he traído acá a mi señor.
Ya todos sabían que David sería el próximo rey de Israel, por tanto, este joven quiso ganarse su simpatía.
Sin embargo, los medios para lograrlo no fueron los adecuados, confesar el asesinato del ungido de Jehová.
Nicolás Maquiavelo dijo: “El fin justifica los medios”, dando entender que debemos alcanzar el éxito sin importar como, aunque esto signifique quebrantar algunas leyes, o cometer algunos pecados.
Aunque muchos desconocen esta frase, si la aplican en su vida, engañan, roban y mienten con tal de alcanzar una ganancia.
Pueda que obtengan algún beneficio terrenal, pero serán rechazados por Dios.
Deuteronomio 25:14–1614ni tendrás en tu casa efa grande y efa pequeño. 15Pesa exacta y justa tendrás; efa cabal y justo tendrás, para que tus días sean prolongados sobre la tierra que Jehová tu Dios te da. 16Porque abominación es a Jehová tu Dios cualquiera que hace esto, y cualquiera que hace injusticia.
Este amalecita pensó que su pecado no sería tomado en cuenta por David, ya que creía que se alegraría de la muerte de su enemigo.
Pero David era un hombre honesto y temeroso de Dios, que no toleraría la injusticia y el pecado.

Pena de Muerte

El joven amalecita confesó que había asesinado al rey, dictando su propia sentencia.
2º Samuel 1:16Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues tu misma boca atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido de Jehová.
No podemos cometer un pecado justificándolo para obtener un bien, hacer esto es acarrear maldición sobre nosotros.
No tenemos totalmente claro si el joven amalecita efectivamente mató al rey, o solo lo dijo para ganarse el favor de David.
Lo cierto es que sus propias palabras lo condenaron.
Proverbios 18:21La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
Seamos prudentes con las palabras, pues aunque no hagas lo que dices, solo por el echo de confesarlo con tus labios traes juicio sobre ti.
Controla tu boca cuando te enojes: No digas que odias, no le desees la muerte a nadie, estas palabras tienen sus consecuencias.
Eclesiastés 5:6No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?
Por otro lado, David y el soldado que mató al amalecita no cometieron homicidio, pues estaban ejecutando la ley, por esa razón David declara que su sangre es sobre su cabeza.

Conclusión

El amalecita quiso ganar vida con su astucia y la perdió:
Mateo 10:39El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.
Amar y buscar la honra de los hombres nos llevará a hacer cosas que transgreden la ley de Dios y por lo tanto son pecado.
Es preferible honrar y buscar el favor de Dios, obedeciendo su palabra, aunque esto nos haga enemigos del mundo. Es mejor ser despreciado por el mundo pero amado por Dios, que ser amado por el mundo y recibir la ira de Dios.
Santiago 4:4¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Related Media
See more
Related Sermons
See more