DIOS ES LA FUENTE DE LA MISIÓN
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Introducción.
Introducción.
En las Escrituras encontramos que el corazón de la misión es Dios. Dios es la fuente de la misión. El Antiguo Testamento revela la misión de Dios desde el principio, y el Nuevo Testamento amplía esta misión, destacando la comisión de Jesús a sus discípulos de hacer discípulos de todas las naciones (Mateo 28:19-20). La misión de Dios revela Su deseo de reconciliar a todas las personas consigo mismo.
Hermanos, la misión de Dios define la identidad y el propósito de la Iglesia aquí en la tierra. La iglesia no es simplemente una institución humana; es el cuerpo de Cristo llamado a cumplir con una misión que ha nacido en el corazón de Dios.
I. EL ORIGEN DE LA MISIÓN ES DIOS. Genesis 1:28
I. EL ORIGEN DE LA MISIÓN ES DIOS. Genesis 1:28
28 Luego Dios los bendijo con las siguientes palabras: «Sean fructíferos y multiplíquense. Llenen la tierra y gobiernen sobre ella. Reinen sobre los peces del mar, las aves del cielo y todos los animales que corren por el suelo».
El origen.
El origen.
En el Antiguo Testamento, el mandato de Dios a Adán y Eva de "llenar la tierra y someterla" (Génesis 1:28) establece el llamado misionero de la humanidad en la creación. Génesis 1:28 establece la misión desde el principio, donde Dios encomienda a la humanidad a llenar la tierra y someterla. La misión es intrínseca a la creación misma.
La fuente de la misión se encuentra en la naturaleza misma de Dios, quien es amor y desea que todos conozcan Su gracia. La misión no es simplemente una tarea encomendada, es una expresión del corazón divino que busca restaurar la relación rota entre Dios y la humanidad.
Los profetas.
Los profetas.
Isaías; Ezequiel; Jeremías 31:3
3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
La fuente de esta misión es el propio Dios encarnado.
La fuente de esta misión es el propio Dios encarnado.
En Mateo 28:19-20, Jesús comisiona a sus discípulos, revelando que la misión no es solo terrenal sino también espiritual.
El Deseo de Reconciliación. 2ª. Corintios 5:18-19 enfatiza que Dios nos ha dado el ministerio de la reconciliación, revelando que la misión es el medio mediante el cual Dios busca restaurar la relación con la humanidad.
II. SU PODER ES EL MOTOR DE LA MISIÓN. Mateo 28:18 ; Hechos 1:8
II. SU PODER ES EL MOTOR DE LA MISIÓN. Mateo 28:18 ; Hechos 1:8
8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
18 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Toda autoridad en el cielo y en la tierra.
Toda autoridad en el cielo y en la tierra.
La misión de la iglesia no se basa en la fuerza humana, sino en la autoridad divina. Dios, en su soberanía, confiere a la iglesia la responsabilidad de llevar a cabo su misión en el mundo. Bautismo y Enseñanza
Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros.
Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros.
Sin la obra del Espíritu Santo, la misión sería ineficaz e incompleta. ¿Cómo estamos participando en la misión de Dios en nuestra propia comunidad y más allá?
III. LA IGLESIA COMO INSTRUMENTO DE LA MISIÓN DIVINA. Juan 20:21
III. LA IGLESIA COMO INSTRUMENTO DE LA MISIÓN DIVINA. Juan 20:21
21 —¡La paz sea con ustedes!—repitió Jesús—. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.
Así como el Padre envió a Jesús, Él nos envía a nosotros. Somos colaboradores con Dios en la obra de reconciliación Revelando la gloria de Dios al cumplir con nuestra misión.
Somos capacitados y equipados para el cumplimiento de misión: Apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, para fortalecer y madurar la fe de los creyentes. La misión no es solo proclamación, sino también transformación.
¿Cómo podemos colaborar de manera efectiva en la obra que Dios ha iniciado?
Conclusión.
Conclusión.
La idea de que "Dios es la fuente de la Misión" se apoya en la revelación bíblica de un Dios que envía, redime y reconcilia, y llama a Su pueblo a participar en esa misión para llevar el mensaje de amor y salvación a todas las personas. Al abrazar esta verdad, nos convertimos en agentes transformadores en manos de un Dios misionero. Que esta comprensión inspire nuestra vida y nuestras acciones, llevando la luz del evangelio a un mundo que anhela la reconciliación con su Creador.
Sigamos adelante con valor y compromiso, confiando en que Dios, la fuente y el origen de nuestra misión, nos guiará y nos capacitará para cumplir Su propósito en la tierra. Oremos para que nuestras acciones reflejen la grandeza de Dios y proclamen su reino en la tierra. Amén.