Cómo enfrentamos el orgullo

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Dar gloria a Dios mediante actos de alabanza y obediencia. Los creyentes deben glorificar a Dios en sus vidas, como Jesucristo le glorificó en su vida.

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Contexto

Nos encontramos el relato de los momentos en que el rey nabucodonosor, el mas importante de los reyes babilonicos, no pudo controlar su orgullo o soberbia, pese a las demoestraciones de existencia y poder de Dios
La relacion entre nabuodonosor y Dios no se habia establecido totalmente. Primero reconocio que Dios le revelaba sueños a Daniel, tambien alabo a Dios por librar a los jovenes hebreos del horno de fuego. A pesar, de tener estas experiencias nabucodonosor aun no reconocia a Dios como su Señor, no había una entrega total a Dios ni obediencia a Él, por mas que reconocía su poder.
Nos enfrentamos claramente a un corazon orgulloso, soberbio
Segun el diccionario,
Orgullo: Exceso de estimación hacia uno mismo y hacia los propios méritos por los cuales la persona se cree superior a los demás.
Soberbia: Sentimiento de superioridad frente a los demás que provoca un trato distante o despreciativo hacia ellos.
Dios le muestra por medio de un sueño a nabucodonosor que seria quitado como rey, sería echado en los campos a estar con los animales, un tiempo de locura durante 7 años, cambiando su corazon de hombre a uno de bestia.
Daniel una vez que da la interpretacion del sueño, le ruega al rey que cambie, y tuvo 1 año de tiempo para que lo hiciera, pero no aprovecho la oportunidad, y el sueño se cumplió.
Esta experiencia debe ayudarnos a enfrentar el orgullo o soberbia, que en mayor o menor medida, siempre puede ser una tentacion que buscará dañarnos. Cómo enfrentamos el orgullo

Saber las razones para glorificar a Dios

La misma palabra de Dios nos muestra los atributos que hacen que Dios sea glorificado

Su santidad

Salmo 99:9 NTV
Exalten al Señor nuestro Dios y adoren en su monte santo, en Jerusalén, ¡porque el Señor nuestro Dios es santo!
Ver también Ap 15:4

Sus grandes proezas

Salmo 86:8–10 NTV
Ningún dios pagano es como tú, oh Señor; ¡nadie puede hacer lo que tú haces! Todas las naciones que hiciste vendrán y se inclinarán ante ti, Señor; alabarán tu santo nombre. Pues tú eres grande y haces obras maravillosas; sólo tú eres Dios.
Ver también Is 25:1; 2 Co 4:13–15

Su amorosa misericordia

Salmo 63:3 NTV
Tu amor inagotable es mejor que la vida misma, ¡cuánto te alabo!
Ver también Sal 115:1; Ro 15:8–9

Sus juicios justos

Apocalipsis 14:7 NTV
«Teman a Dios —gritaba—. Denle gloria a él, porque ha llegado el tiempo en que ocupe su lugar como juez. Adoren al que hizo los cielos, la tierra, el mar y todos los manantiales de agua».
Ver también Ez 28:22–23; Ro 11:33–36; Ap 11:13

Los creyentes deben glorificar a Dios

Una vez que entendemos las razones, y creemos en ellas, estamos reconociendo entonces la autoridad de Dios, y como hijos de Dios nuestro deber entonces es glorificar su nombre.
Nabucodonosor reconocio el poder del Dios de Daniel, pero aun no lo consideraba SU Dios, asi conquistaba este rey, iba peleando y ganandole a otros pueblos, les quitaba sus tierras, sus riquezas, controlaba sus vidas, pero los dejaba adorar a sus dioses, hasta el mismo los adoraba a veces. Eso trato de hacer con los hebreos, el problema era el Dios de los hebreos, quien demanada una adoración exclusiva.
Como cristianos y creyentes es nuestro deber glorificar a Dios
Sal 96:1–9; Is 42:12
Ver también Is 43:5–7; Is 66:18–19; Hab 2:14

Dios tiene derecho a ser glorificado

Salmo 96:4–9 NTV
¡Grande es el Señor! ¡Es el más digno de alabanza! A él hay que temer por sobre todos los dioses. Los dioses de las otras naciones no son más que ídolos, ¡pero el Señor hizo los cielos! Honor y majestad lo rodean; fuerza y belleza llenan su santuario. Oh naciones del mundo, reconozcan al Señor; reconozcan que el Señor es fuerte y glorioso. ¡Den al Señor la gloria que merece! Lleven ofrendas y entren en sus atrios. Adoren al Señor en todo su santo esplendor; que toda la tierra tiemble delante de él.
Ver también Sal 29:1–2; Sal 115:1; Is 24:14–15

Glorificar a Dios es la respuesta natural del creyente a él

Salmo 118:28 NTV
¡Tú eres mi Dios y te alabaré! ¡Eres mi Dios y te exaltaré!
Ver también Sal 34:3; Sal 69:30; Sal 86:12
Salmo 86:12 NTV
Con todo el corazón te alabaré, oh Señor mi Dios; daré gloria a tu nombre para siempre,
Cuando hemos visto las maravilas de Dios en nuestras vidas, no podemos hacer otra cosa sino que dar toda la gloria a Dios. Nabucodonosor no fue capaz de verlo, pensaba que su reino y lo que había alcanzado era unica mente gracias a el mismo
A pesar que todos sabian de la grandeza de este rey y su poder sobre las demas naciones (casi un dios), el Dios de Daniel le demostro que era un hombre común. Dios era el verdadero Señor de las naciones.
Nuestros triunfos o aquello en que nos va bien, no deben tentarnos ni llevarnos al orgullo. El hijo de Dios puede ser bendecido en gran manera por el Señor, más no debe olvidar nunca que esa bendición no se la ha ganado ni la merece, tampoco es un favor o una deuda de Dios hacia la persona. El éxito academico, los logros laborales, tu mejorada situación económica, la familia que hoy tienes, tus honras dentro de la obra del Señor, ninguna de esas cosas deben hacer que te olvides de Dios.

Dios es glorificado en Jesucristo

Hasta el mismo hijo de Dios, comprendia que la misión que se la habia asignado tenia como finalidad que su Padre fuera glorificado.
Juan 13:31 NTV
En cuanto Judas salió del lugar, Jesús dijo: «Ha llegado el momento para que el Hijo del Hombre entre en su gloria y, por causa de él, Dios será glorificado.
Ver también Jn 14:13; Jn 17:4

Medios para glorificar a Dios

Alabando a Dios

Ap 4:11; Ap 7:12
Ver también Lc 2:13; Ro 11:33–36; Ro 16:27; He 13:20–21; 1 P 4:11; 2 P 3:18; Jud 25

Viviendo para Dios

1 Corintios 10:31 NTV
Así que, sea que coman o beban o cualquier otra cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios.
Ver también Ro 4:20; 1 Co 6:20; 2 Tes 1:11–12; 1 P 4:10–13

Haciendo buenas obras y llevando fruto

Jn 15:8 ; Flp 1:9–11
Juan 15:8 NTV
Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.
Filipenses 1:9–11 NTV
Le pido a Dios que el amor de ustedes desborde cada vez más y que sigan creciendo en conocimiento y entendimiento. Quiero que entiendan lo que realmente importa, a fin de que lleven una vida pura e intachable hasta el día que Cristo vuelva. Que estén siempre llenos del fruto de la salvación —es decir el carácter justo que Jesucristo produce en su vida— porque esto traerá mucha gloria y alabanza a Dios.
Ver también Mt 5:16; Gl 5:22–26; He 13:20–21; 1 P 2:12

Atención a las palabras finales de Nabucodonosor v.37

Este rey finalmente entra en razón y alaba y glorifica al Rey del cielo.

Ejemplos de glorificar a Dios

1 Cr 29:10–13 David; Dn 4:34–37 Nebucodonosor; Lc 1:46 María, la madre de Jesús; Lc 2:13 los ángeles; Lc 2:20 los pastores

Jesús:

Jn 13:31–32; Jn 17:1–4

Los redimidos en el cielo:

Ap 4:11; Ap 7:12