David en el desierto

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David en el desierto

1º Samuel 23:1–5
1Dieron aviso a David, diciendo: He aquí que los filisteos combaten a Keila, y roban las eras. 2Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Iré a atacar a estos filisteos? Y Jehová respondió a David: Ve, ataca a los filisteos, y libra a Keila. 3Pero los que estaban con David le dijeron: He aquí que nosotros aquí en Judá estamos con miedo; ¿cuánto más si fuéremos a Keila contra el ejército de los filisteos? 4Entonces David volvió a consultar a Jehová. Y Jehová le respondió y dijo: Levántate, desciende a Keila, pues yo entregaré en tus manos a los filisteos. 5Fue, pues, David con sus hombres a Keila, y peleó contra los filisteos, se llevó sus ganados, y les causó una gran derrota; y libró David a los de Keila.

Introducción

Después de estar en la cueva de Adulan, David buscó refugio para su familia en Moab.
Pero Dios no le permitió quedarse en Moab, por medio del profeta Gad (el profeta de David) lo envía de nuevo a Judá.
También, Abiatar el único sobreviviente de los sacerdotes se había unido a David, quien llevaba el efod.
Vemos que a pesar de la lamentable situación de David como fugitivo, Dios envió su profeta para acompañarlo, así como la cobertura sacerdotal, despreciada por Saúl.

El dilema de Keila

1º Samuel 23:1Dieron aviso a David, diciendo: He aquí que los filisteos combaten a Keila, y roban las eras.
En las películas vemos como los héroes ayudan al necesitado aun cuando son perseguidos, pero es algo difícil de ver en la vida real.
David y sus hombres estaban ocupados escondiéndose de Saúl, pero llegó la noticia que los filisteos saqueaban la vecina ciudad de Keila.
No sabemos por qué Saúl no fue a defenderla, pero David sentía la responsabilidad de defender a su pueblo.
David consulta Dios: 1º Samuel 23:2Y David consultó a Jehová, diciendo: ¿Iré a atacar a estos filisteos? Y Jehová respondió a David: Ve, ataca a los filisteos, y libra a Keila.
Cuando David estaba bajo la cobertura de Saúl no tenía necesidad de consultar a Dios porque su objetivo era obedecer a Saúl. Pero ahora, no teniendo a Saúl, debe consultar a Dios en sus desiciones y acciones, (quizá por medio del profeta Gad), quien le autoriza.
Los hombres de David con justa razón cuestionan la decisión, pues siendo proscritos, se exponen a ser descubiertos por Saúl. 1º Samuel 23:3Pero los que estaban con David le dijeron: He aquí que nosotros aquí en Judá estamos con miedo; ¿cuánto más si fuéremos a Keila contra el ejército de los filisteos?
Nuevamente David consulta a Dios: 1º Samuel 23:4Entonces David volvió a consultar a Jehová. Y Jehová le respondió y dijo: Levántate, desciende a Keila, pues yo entregaré en tus manos a los filisteos.
Humanamente ayudar a lo de Keila era una mala decisión, pero el amor de David por su pueblo, y la fe plena en Dios le hizo actuar, y este ánimo, valor y buena actitud fue contagiada a sus hombres.
Aunque las circunstancias parezcan adversas, como cristianos es necesario actuar y cumplir la Palabra de Dios, sin esperar que todo esté a nuestro favor:
Tito 3:8Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.”
(Recuerde que la viuda de Sarepta dio de comer al profeta Elías cuando ella tenía hambre. “1 Reyes 17”, los apóstoles salieron a predicar cuando los líderes los tenían amenazados. Hechos 5)

La necedad de Saúl

David acudió a salvar a la gente de Keila y se quedó a vivir con ellos y sus 600 hombres.
Pero Saúl se enteró de que David estaba en Keila.
1º Samuel 23:7–8Y fue dado aviso a Saúl que David había venido a Keila. Entonces dijo Saúl: Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en ciudad con puertas y cerraduras. Y convocó Saúl a todo el pueblo a la batalla para descender a Keila, y poner sitio a David y a sus hombres.”
Dios había rechazado a Saúl. 1º Samuel 15:23...Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.
Sabemos que Saúl había despreciado la cobertura sacerdotal al ordenar matar a los sacerdotes.
Tampoco contaba con el apoyo profético.
Sin embargo, en su necedad y obstinación Saúl seguía creyendo que Dios estaba guiando su camino cuando era su propia obstinación.
1º Samuel 23:7Y fue dado aviso a Saúl que David había venido a Keila. Entonces dijo Saúl: Dios lo ha entregado en mi mano, pues se ha encerrado entrando en ciudad con puertas y cerraduras.
Los saduceos creían que no habían ángeles o demonios, por eso tendieron una trampa a Jesús presentándole un caso de una mujer que tuvo como esposos a 7 hermanos.
Pero Jesús les declara: Marcos 12:24Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios?
Hay personas que neciamente piensan que pueden recibir la gracia de Dios y vivir en desobediencia a su Palabra a la vez.
Ignorar la Biblia conduce al hombre al error y la necedad. Muchos creen que viven conforme al propósito de Dios cuando ignoran la Biblia.
Saúl había despreciado la Palabra de Dios, por eso vivía en ignorancia.

La ingratitud de los de Keila

Al enterarse David de Saúl, nuevamente consulta a Dios:
1º Samuel 23:9–139Mas entendiendo David que Saúl ideaba el mal contra él, dijo a Abiatar sacerdote: Trae el efod. 10Y dijo David: Jehová Dios de Israel, tu siervo tiene entendido que Saúl trata de venir contra Keila, a destruir la ciudad por causa mía. 11¿Me entregarán los vecinos de Keila en sus manos? ¿Descenderá Saúl, como ha oído tu siervo? Jehová Dios de Israel, te ruego que lo declares a tu siervo. Y Jehová dijo: Sí, descenderá. 12Dijo luego David: ¿Me entregarán los vecinos de Keila a mí y a mis hombres en manos de Saúl? Y Jehová respondió: Os entregarán. 13David entonces se levantó con sus hombres, que eran como seiscientos, y salieron de Keila, y anduvieron de un lugar a otro. Y vino a Saúl la nueva de que David se había escapado de Keila, y desistió de salir.
Abiatar había llevado el Efod, era un pectoral que usaba el sumo sacerdote. Tenía 12 piedras preciosas que representaban a Israel.
En el Efod estaba el Urim y el Tumim. No se conoce que era pero se usaba para consultar a Dios como echando suerte.
Tanto el pectoral como el Urim y el Tumim no existe hoy día. No lo necesitamos porque está con nosotros la Palabra de Dios y el Espíritu Santo quien nos guía a toda verdad: Juan 16:13Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
David y sus hombres estaban cómodos en Keila, y esperarían que los escondieran de Saúl en gratitud por haberlos salvado de los filisteos.
Sin embargo, Dios le revela a David que no solamente llegará Saúl, sino que también que los de Keila lo entregarán.
Esto debió ser un golpe muy duro para David y sus hombre, saber que serían traicionados por la gente que ayudaron.
Fueron a esconderse al desierto, ahora en Zif, una región montañosa de difícil acceso, pero la gente de Zif avisó a Saúl de que David estaba allí.
1º Samuel 23:19Después subieron los de Zif para decirle a Saúl en Gabaa: ¿No está David escondido en nuestra tierra en las peñas de Hores, en el collado de Haquila, que está al sur del desierto?
A pesar de estas dos traiciones, David no guardó rencor a los Keila ni a los de Zif, procuró comprender su situación y siguió confiando en Dios.
David recibía la fortaleza de Dios para soportar la injusticia de Saúl y también la traición de los habitantes de Keila y Zif.
Salmo 54 (RVR60)
Plegaria pidiendo protección contra los enemigos
Al músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?
1 Oh Dios, sálvame por tu nombre, Y con tu poder defiéndeme.
2 Oh Dios, oye mi oración; Escucha las razones de mi boca.
3 Porque extraños se han levantado contra mí, Y hombres violentos buscan mi vida; No han puesto a Dios delante de sí. Selah
4 He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida.
5 El devolverá el mal a mis enemigos; Córtalos por tu verdad.
6 Voluntariamente sacrificaré a ti; Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.
7 Porque Él me ha librado de toda angustia, Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.

Conclusión

La razón por la que David soportó la ingratitud, fue porque los ayudó sin esperar recompensa de ellos:
Lucas 6:35Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos.
Con esta actitud David podía hacerle un favor incluso a Saúl.
Que la ingratitud e indiferencia de la gente no nos impida hacer el bien, hagamos las cosas para el Señor y no para los hombres:
Colosenses 3:23–2423Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; 24sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís.
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