La Estrategia del Señor

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A propósito de la conferencia misionera hermanos, me gustaría compartir este mensaje, para que preparemos nuestros corazones, para recibir lo que Dios tiene para nosotros y que vayamos calentándonos con aquello que nunca debe enfriarse en nuestros corazones y en nuestra Iglesia. La Obra Misionera.

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Juan 6:1–6 RVR60
1 Después de esto, Jesús fue al otro lado del mar de Galilea, el de Tiberias. 2 Y le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos. 3 Entonces subió Jesús a un monte, y se sentó allí con sus discípulos. 4 Y estaba cerca la pascua, la fiesta de los judíos. 5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? 6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.

INTRODUCCIÓN

El diccionario define la palabra estrategia como el plan cuidadoso, o más específicamente, como el arte de elaborar planes para alcanzar una meta.
La Biblia nos enseña en el libro de Proverbios 20:18 lo siguiente:
Proverbios 20:18 RVR60
18 Los pensamientos con el consejo se ordenan; Y con dirección sabia se hace la guerra.
A propósito de la conferencia misionera hermanos, me gustaría compartir este mensaje, para que preparemos nuestros corazones, para recibir lo que Dios tiene para nosotros y que vayamos calentándonos con aquello que nunca debe enfriarse en nuestros corazones y en nuestra Iglesia. La Obra Misionera.
En Mateo 9:35. tenemos un pasaje similar al que acabamos de leer, en esta ocasión el Señor está frente a una multitud de seres humanos necesitados. Sin equivocarnos podríamos decir que aquella multitud era una muestra, o un símbolo o incluso una representación de las numerosas multitudes que componen la población actual del mundo.
Una multitud de personas con la necesidad más grande que tenemos los hombres en el día de hoy. Y me refiero a la ausencia de Dios en nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestros sistemas, sean políticos, educacionales, culturales incluyendo la sociedad en general.
Y esto constituye un problema serio para el mundo en que vivimos. Por eso hoy somos testigos de mucha maldad en nuestra sociedad, los hombres sufrimos las consecuencias de haber elegido vivir sin Dios en otras palabras de haber elegido el mal antes que el bien.
Para decirlo en términos de nuestro tema el Señor estaba frente al desafió de la obra misionera mundial. La diferencia es que Él se comportó de una manera diferente ante esta realidad. ¿Cómo se comportó Él ante esa situación en la que vio a aquella gran multitud de personas necesitadas?
Oh hermanos si tan solo pudiéramos tener un poco de la empatía, de la misericordia y que nuestro corazón se llenara de un poco de la profunda compasión de nuestro Señor. Estaríamos hoy lamentando y llorando la muerte de personas que sufren y mueren en el medio oriente, muchos de ellos sin Cristo, sin la esperanza de la vida eterna, no solo de un lado de la frontera sino de ambos lados.
Oh si tan solo entendiéramos que la necesidad mas grande que tiene el hombre es Cristo, como Iglesia estaríamos anunciando de Él en toda nuestra ciudad, y desde este lugar estaríamos haciendo los esfuerzos que sean necesarios y apoyando no los aviones de combate que se envían a aquella región, no los misiles que se disparan hacia una población, sino que estaríamos apoyando más misioneros, más predicadores, más iglesias y más evangelistas. Nuestra lista de oración la precedería un clamor, un ruego al Señor de la míes que envíe obreros a su míes.
Mi oración al Señor es que pueda ser tan lleno de Él para que siga delante anunciando a los hombres de Cristo en esta ciudad, pero también para el Señor levante hombres y mujeres dispuestos a servir en su míes, porque es mucha y los obreros pocos.
Hermanos 1 de cada 10 latinos o hispanos viven en este estado. Somos el tercer estado con más población hispano parlante en todo el país. Casi 6 millones de hispanos vivimos en el sunshine state y los expertos proyectan un crecimiento en los próximos años especialmente en la región central que es donde nosotros vivimos. Aquí en Ocala el 11. 74% de la población habla español eso significa de que somos casi 10 mil hispanos que vivimos aquí aproximadamente.
Muchos de ellos no conocen a Cristo como Salvador personal y no se congregan en una iglesia, lo que indica que muchos de ellos están en necesidad. La pregunta que yo me hago es ¿Cómo nos vamos a comportar nosotros ante esta situación? ¿qué vamos a hacer?
Primero veamos qué hizo el Señor y como se comportó y después vemos si seguimos su ejemplo o no.

EL SEÑOR TENÍA UN PLAN DE ACCIÓN

De hecho su presencia en la tierra como hombre era parte de ese plan de acción.
Después de la inesperada visita del Señor Jesucristo a Samaria el Señor salió de allí y fue a Galilea, donde sanará al hijo de un oficial del rey y como había una fiesta de los judíos el Señor ahora baja a Jerusalén y allí estará ministrando en Betesda hasta terminar la fiesta y después de esto, el Señor se dispone a subir hasta el otro lado del mar de Galilea, con una gran multitud que le seguía. Porque veían las señales que hacía en los enfermos. El Señor subió a un monte y se sentó con sus discípulos y allí vio a la gran multitud que había venido a Él.
Inmediatamente la compasión brotó de su corazón y por consiguiente, el deseo de ayudar, pero notamos que no estaba perplejo, confundido o desalentado, ni ignoraba lo que había que hacer.
En el relato de Juan leemos:
Juan 6:5 RVR60
5 Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos?
Ahora bien, ¿Por qué hizo el Señor esta pregunta?, ¿acaso ignoraba el Señor lo que había que hacer para satisfacer el hambre de los miles que estaban alrededor?
El evangelio de Juan es el único que al relatar este milagro añade una aclaración que es clave incluso para nuestro contexto en este mensaje.
Juan 6:6 RVR60
6 Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer.
Hermanos, ¡qué bendición! el Señor sabía lo que había que hacer para alimentar la multitud hambrienta de aquel día y también Él sabe lo que se debe hacer para evangelizar el mundo hoy, y en su inspirado Libro, nos ha revelado, enseñado y ordenado por activa y por pasiva que debemos llevar a cada individuo el Pan de la salvación.
Después de haber tomado conciencia de la magnitud del desafío que significa la evangelización inconclusa, a veces me pregunto quién o qué es necesario o suficiente para completar una tarea tan grande y tan gigantesca como lo es la evangelización a todos los hombres y la respuesta Bíblica es siempre la misma: ¡Sólo Dios es suficiente para esta tarea! Él ha actuado en la historia humana y como es notorio ha hecho maravillas en diferentes lugares y aún puede hacer maravillas entre nosotros, si dejamos que Él sea el centro de todo lo que hacemos.
Ahora bien, antes de considerar el paso o los pasos en esta ocasión, vale la pena recordar que en el primer siglo el Señor no contaba con la mayoría de los medios, inventos y adelantos tecnológicos de los cuales hoy disponemos en materia de comunicaciones.
Por ejemplo:
El Señor no tenía tratados, volantes o folletos para distribuir. No tenía imprentas para imprimir afiches y anunciar su visita o alguna actividad evangelistica que iba a realizar, ni hablemos de porciones Bíblicas, Nuevos Testamentos o Biblias.
No tenía diarios o periódicos para anunciar, no tenía equipos de altavoces, ni micrófonos para hablar a un auditorio numeroso. Tampoco tenía teléfonos, para poder anunciar su llegada a un pueblo o ciudad.
No tenía radio, ni Internet como herramientas de alcance y enganche. No tenía carros, ni buses ni aviones para trasladarse rápidamente de un punto a otro.
No tenía computadoras, grabadoras ni transmisiones en vivo, ni paginas web para impulsar el evangelio y alcanzar a otros a distancia.
Sin embargo, aunque no tenía a su disposición ninguno de estos medios modernos que hoy utilizamos y disfrutamos. A pesar de que no contaba con ninguno de estos modernos adelantos, Él conocía un plan sencillo pero fundamental por medio del cual el mundo podía ser evangelizado en cada tiempo con los medios que se pudieran estar a su alcance.
Ese plan esta sugerido en Mateo 9:35-38.
Él recorría todas las ciudades y las aldeas predicando el evangelio, tenía compasión de la gente y los ayudaba en sus necesidades físicas a muchos de ellos salvó.
Y luego en el versículo 38, leemos:
Mateo 9:38 RVR60
38 Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
Así que el plan que yo quiero sugerir hermanos no es mi plan, a mi no se me ocurrió, no soy tan inteligente como para que se me ocurra uno. Éste fue el plan y la dirección del Señor.

ROGAR

El verbo Rogad, es el término que usó el Señor para exhortarnos a que clamemos a Dios por obreros.
Exhortación que indica la urgencia del caso. La fuerza de la urgencia es mayor cuando es el Omnisciente que la manifiesta.
Delante de su vista se extiende la mies, tan vasta como el inmenso mundo, se nota la necesidad de obreros que por ser pocos la cosecha se pierde por falta de segadores.
Lo más importante debe ocupar el primer lugar. Cara a cara con las apremiantes necesidades de una multitud y sintiendo compasión por ella, pues veía las almas como ovejas desamparadas y dispersas que no tienen pastor, es decir, a punto de ser devoradas por las fieras.
Lo primero que el Señor ordenó hacer fue: Orar, o mejor dicho, rogar.
Leemos con cuidado las palabras pronunciadas por Jesús en Mateo 9:37–38: «A la verdad la mies es mucha, pero los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies», y observamos cuatro cosas importantes:
Quién dice estas palabras: Jesús, el Jefe supremo y la Sabiduría encarnada; el único que no se puede equivocar.
A quiénes lo dice: a sus discípulos, quienes estaban en un proceso de formación que culminaría con la aceptación voluntaria de las normas del discipulado enunciadas en Lucas 9:23 (negarse a sí mismo, tomar la cruz cada día, y seguirlo).
Qué les manda hacer: rogar, lo cual es más intensivo que pedir u orar. Es pedir con insistencia y perseverancia hasta lograr lo que se reclama.
Para qué: para que Dios envíe más obreros a recoger la cosecha.
Entonces mis queridos hermanos y amada Iglesia, ese es el plan que tenemos que seguir.
Roguemos a Dios hasta que nos provea de obreros para que podamos cosechar el fruto y que más gente venga a los píes del Señor y sean salvos de la ira venidera.
Roguemos para que el Señor nos envíe más misioneros que son nuestros colaboradores y que nos ayudan a nosotros como iglesia alcanzar otros lugares con el evangelio.
Roguemos para que el Señor nos de hombres y mujeres, jóvenes y niños dispuestos a servir y ser de bendición espiritual para aquellos que nos visitan.

CONCLUSIÓN

La conclusión es simple hermanos, ¿tendrá usted parte de este plan?
¿Puede usted escuchar y obedecer al Jefe Supremo, al Señor y tener parte en la gran mies que tenemos aquí en esta ciudad?
Cristo esta buscando obreros hoy que que quieran ir con Él, quien dirá Señor contigo voy , yo quiero serte fiel.
Oh Señor, es mucha la labor y obreros faltan ya. Danos luz ardiente fe y valor y obreros siempre habrá.
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