Los pecados de Saúl y David

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La diferencia entre Saúl y David no fue el tamaño de pecado que cometieron, sino la humildad para reconcerlos.

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Los pecados de Saúl David

1º Samuel 15:7–11 (RVR60)
7Y Saúl derrotó a los amalecitas desde Havila hasta llegar a Shur, que está al oriente de Egipto. 8Y tomó vivo a Agag rey de Amalec, pero a todo el pueblo mató a filo de espada. 9Y Saúl y el pueblo perdonaron a Agag, y a lo mejor de las ovejas y del ganado mayor, de los animales engordados, de los carneros y de todo lo bueno, y no lo quisieron destruir; mas todo lo que era vil y despreciable destruyeron.
10Y vino palabra de Jehová a Samuel, diciendo: 11Me pesa haber puesto por rey a Saúl, porque se ha vuelto de en pos de mí, y no ha cumplido mis palabras. Y se apesadumbró Samuel, y clamó a Jehová toda aquella noche.
2º Samuel 12:7–14 (RVR60)
7Entonces dijo Natán a David: Tú eres aquel hombre. Así ha dicho Jehová, Dios de Israel: Yo te ungí por rey sobre Israel, y te libré de la mano de Saúl, 8y te di la casa de tu señor, y las mujeres de tu señor en tu seno; además te di la casa de Israel y de Judá; y si esto fuera poco, te habría añadido mucho más. 9¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. 10Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 11Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 12Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol. 13Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. 14Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá.

Introducción

Saúl fue desechado por Dios como rey de Israel por el pecado de desobediencia.
Mientras que David fue perdonado de pecado de homicidio y adulterio.
Trataremos de entender por qué siendo aparentemente el pecado de David más grave fue perdonado, mientras que el pecado de Saúl siendo aparentemente menos grave fue desechado.

El pecado de David

David cometió muchos errores en su vida, pero existe un pecado mucho más grave y escandaloso que los demás.
Codició a Betsabé cuando se bañaba, se acostó con ella y la embarazó.
Para encubrir su pecado envía a llamar a su esposo Urías quien se encontraba en la guerra, para que se acostara con su esposa.
Urías no consintió ir a su casa sabiendo que sus compañeros estaban en la guerra, durmió con los guardianes del palacio.
Ante esta situación, David envía una carta por medio de Urías a Joab ordenándole que lo ponga al frente de la batalla para que fuera muerto.
Joab hace lo que David ordena y Urías fue herido y murió. Entonces David toma a Betsabé como su mujer, pensando que así se resolvería el problema. 2º Samuel 11:27Y pasado el luto, envió David y la trajo a su casa; y fue ella su mujer, y le dio a luz un hijo. Mas esto que David había hecho, fue desagradable ante los ojos de Jehová.
Ante los ojos del mundo el pecado de David fue cruel y digno de la mayor condena. Aunque el pecado de David no quedó sin castigo, no fue desechado por Dios.
2º Samuel 12:10–12 (RVR60)
10Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer. 11Así ha dicho Jehová: He aquí yo haré levantar el mal sobre ti de tu misma casa, y tomaré tus mujeres delante de tus ojos, y las daré a tu prójimo, el cual yacerá con tus mujeres a la vista del sol. 12Porque tú lo hiciste en secreto; mas yo haré esto delante de todo Israel y a pleno sol.
El niño que fue causa del adulterio murió
Su hijo Amnón violó a su hermanastra Tamar
Absalón hermano de Tamar venga a su hermana Tamar matando a su hermanastro Amnón
Absalón se revela contra su padre David e intenta tomar el trono.
A vista del pueblo Absalón e acuesta con las concubinas de su padre.
Absalón muere a mano de Joab contra la voluntad de David.
Sin embargo, David fue perdonado por su pecado: 2º Samuel 12:13–14Entonces dijo David a Natán: Pequé contra Jehová. Y Natán dijo a David: También Jehová ha remitido tu pecado; no morirás. Mas por cuanto con este asunto hiciste blasfemar a los enemigos de Jehová, el hijo que te ha nacido ciertamente morirá.
Evidentemente David reconoció su pecado y se arrepintió sinceramente, algo que solamente Dios puede ver y juzgar, por tal razón no fue desechado del trono.

El pecado de Saúl (desobediencia, rebelión y obstinación)

Dios da una orden específica a Saúl: 1º Samuel 15:3Ve, pues, y hiere a Amalec, y destruye todo lo que tiene, y no te apiades de él; mata a hombres, mujeres, niños, y aun los de pecho, vacas, ovejas, camellos y asnos.
Pero como leímos, Saúl decide por cuenta propia perdonar la vida a Agag rey de los amalecitas, y lo mejor del ganado. Su pecado fue la desobediencia, (no asesinato, ni adulterio, es más, no se menciona en la Biblia que Saúl haya tenido varias esposas como David).
Hasta aquí vemos que el pecado de Saúl a la vista de los hombre parecería menos grave que de David, y sin embargo fue desechado.

Los pretextos de Saúl

A diferencia de David, Saúl no reconoció su pecado y buscó siempre justificarse y culpar a los demás:
1º Samuel 15:13–15 (RVR60)
13Vino, pues, Samuel a Saúl, y Saúl le dijo: Bendito seas tú de Jehová; yo he cumplido la palabra de Jehová. 14Samuel entonces dijo: ¿Pues qué balido de ovejas y bramido de vacas es este que yo oigo con mis oídos? 15Y Saúl respondió: De Amalec los han traído; porque el pueblo perdonó lo mejor de las ovejas y de las vacas, para sacrificarlas a Jehová tu Dios, pero lo demás lo destruimos.
Su perdón no fue sincero por puso excusa:
1º Samuel 15:24Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado,
Saúl no quería humillar sino quedar bien con el pueblo:
1º Samuel 15:25–28 (RVR60)
25y vuelve conmigo para que adore a Jehová. 26Y Samuel respondió a Saúl: No volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey sobre Israel. 27Y volviéndose Samuel para irse, él se asió de la punta de su manto, y éste se rasgó. 28Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú.

La obstinación

La causa de que Saúl no reconociera su pecado fue la obstinación que lo condujo a la desobediencia y a no reconocer su pecado:
1º Samuel 15:22–23 (RVR60)
22Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros. 23Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.
La rebeldía y la obstinación se comparan a pecados de idolatría y hechicería, pues es darle culto al ego, creerse más sabio que Dios.
La obstinación es la dureza de corazón, terquedad, necedad, testarudez. La Biblia también lo menciona como duros de cerviz.
Saúl no fue perdonado porque el seguía convencido de que hizo lo correcto aun cuando Dios había ordenado lo contrario.

Conclusión

La obstinación es un defecto en el que podemos incurrir los que tenemos puesto de liderazgo, en no querer escuchar las criticas y opiniones de los demás, pensando que nuestra conducta y acciones son infalibles.
Más aun cuando actuamos en contra de lo que Dios ha ordenado creyendo que lo que determinamos hacer es lo mejor.
El pecado más grande del hombre es la obstinación, pues no les permite ver ni aceptar sus errores, por lo cual nunca reconocerán su pecado ni pedirán perdón, por tal razón serán desechados por Dios.
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