El Ministerio de la Iglesia

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Debemos entender que aunque hay diversidad, porque muchos miembros tienen diferentes dones, sin embargo, hay y debería haber unidad porque hay un solo cuerpo. En todos los creyentes salvos por la fe en Cristo, existe la misma vida espiritual, derivada de la misma fuente, que nos suministra poder y nos impulsa a los mismos hábitos y propósitos.

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Colosenses 1:24–29 RVR60
24 Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; 25 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, 26 el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, 27 a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, 28 a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; 29 para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.

INTRODUCCIÓN

Hace unas semanas atrás hablábamos sobre la intención de Pablo al escribir esta carta, veíamos como el apóstol abre su corazón como predicador y pastor a los hermanos de Colosas. Pablo quería y oraba por ellos, para que los creyentes alcanzaran la madurez espiritual y crecieran en el conocimiento de la voluntad de Dios y dieran fruto en toda buena obra, agradando al Señor.
Luego de comentarles sobre el gozo que sentía Pablo en lo que padecía por ellos, no enfocándose en los sufrimientos, sino en los beneficios que su sufrimiento a traído a las iglesias de Colosas. Pablo brevemente viene a hablar del ministerio de la Iglesia y del llamado a ser ministro.
De manera que el día de hoy quisiera compartir un poco sobre el Ministerio de la Iglesia.
Primordialmente debemos entender que la Iglesia es:

UN CUERPO

La Iglesia es un cuerpo, pero no cualquier cuerpo, hablamos del cuerpo de Cristo. De hecho Pablo lo menciona en el texto que estamos estudiando.
Colosenses 1:24 RVR60
Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia;
Él habla de la Iglesia como el cuerpo de Cristo y a Cristo lo ha identificado en versículos anteriores, como la cabeza de la Iglesia.
Colosenses 1:18 RVR60
18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la preeminencia;
Por otro lado, Pablo en la carta a los de Corinto nos amplía la visión de la Iglesia como un cuerpo compuesto por muchos miembros, todos ellos creyentes, nacidos de nuevo, salvos y bautizados con el Espíritu Santo.
El apóstol nos enseña que no hay nadie dentro de este cuerpo que sea más importante que otro.
1 Corintios 12:12–21 RVR60
12 Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu. 14 Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso. 19 Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20 Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. 21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros.
Ahora bien, hay varias cosas que quisiera subrayar sobre el panorama amplio que nos da el apóstol en este pasaje de la Escritura.
En primer lugar, debemos entender que aunque hay diversidad, porque muchos miembros tienen diferentes dones, sin embargo, hay y debería haber unidad porque hay un solo cuerpo.
Así como el cuerpo humano es un organismo vivo que tiene muchos miembros y siendo cada uno diferente, en su totalidad entendemos que cada uno hace una contribución específica al cuerpo.
Pero a pesar de sus diferentes miembros, el cuerpo contiene una vida común que opera en cada uno de ellos. Cada miembro depende del corazón que bombea la sangre que los mantiene vivos y operantes.
Es exactamente igual en el cuerpo de Cristo. Por eso Pablo dice: Así también Cristo.
Hermanos, en todos los creyentes salvos por la fe en Cristo, existe la misma vida espiritual, derivada de la misma fuente, que nos suministra poder y nos impulsa a los mismos hábitos y propósitos.
Por eso en el ministerio de la Iglesia debe haber un deseo común que es el de glorificar el nombre del Señor Jesucristo. Y glorificaremos el nombre de nuestro Señor Jesucristo en la Iglesia, cuando proclamamos, cuando anunciamos y cuando predicamos su Palabra como está escrita a toda criatura sobre la tierra, porque no hay diferencia, porque todos los hombres somos pecadores perdidos que necesitamos a Cristo para ser salvos de la ira de Dios y del castigo por el pecado.
Como dije ese deseo común de glorificar a Cristo y su Palabra es suministrado con el poder del Espíritu Santo que mora, que habita en cada uno de nosotros los que hemos sido salvos por la fe en Cristo. Y Él siendo la fuente de la misma vida espiritual nuestra nos impulsa dándonos la habilidad de entender su Palabra la cual no solo nos limpia sino que también nos enseña los mismos hábitos y los mismos propósitos.
De manera que si nuestros hábitos y propósitos no son espiritualmente guiados por la Palabra de Dios entonces eso puede significar dos cosas:
No eres parte del Cuerpo lo que es igual a no ser un creyentes salvo.
No esta llegando sangre a ese miembro. Y a lo mejor hay algo que esta obstruyendo el paso del poder que suministra el Espíritu en ese miembro.
Y esto se debe a la siguiente verdad que debemos imprimir en nuestras mentes. El Espíritu Santo de Dios, el Consolador, el Paracletos nunca guiara a ningún miembro del cuerpo a hacer contrario a la Palabra de Dios. No te confundas, alguien que realmente esta lleno del Espíritu Santo y siendo guiado por Él alineará su vida, sus hábitos y sus propósitos a los propósitos de Dios, como Dios dice.
Y alguien que es parte del cuerpo de Cristo deseará con intención deliberada, premeditada e intencionada herir o afectar el cuerpo de Cristo y al mismo tiempo decir que esa es la voluntad de Dios o que de alguna manera así le guió el Espíritu.
En el texto Pablo nos dice dos cosas sobre esto, primero.
1 Corintios 12:15–18 RVR60
15 Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 16 Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no será del cuerpo? 17 Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato? 18 Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como él quiso.
¿Sabe lo que esta diciendo Pablo hermano?
Que en el cuerpo no debe haber celos amargos contra otros miembros.
Hay gente que se va de la Iglesia y dice pastor me voy....
A unos le pregunte y porque se van hermanos, y dice pastor es que yo soy predicador y le dije ah de veras, pues me estoy enterando y le dije lo curioso es que todos los sábados a las 5 pm salimos a predicar y no te he visto.
No pastor es que con mucha humildad le digo que yo quiero predicar en el púlpito a la iglesia. Y en eso le digo bueno hermana (porque además era la mujer la que me hablaba el esposo se fue tras ella) eso no va a pasar. (vea el verso 18.) Porque yo no fui el que le dijo que fuera oreja, fue Dios quien ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo como Él quiso, no como yo quise.
En otras palabras Dios trae gente a la Iglesia y les capacita, les da un don con el cual puedan servir y trabajar para el beneficio del cuerpo como Él quiso.
Así que si Dios le ha dado el privilegio porque además de todo es un privilegio que Dios no use no lo merecemos.
Pero si Dios le da el privilegio de ser mano, alégrese de ser mano, abrace, de la bienvenida a los que llegan y hágalo con gozo, de palmadas en la espalda y no apuñale, no deje que satanás lo llene de celos amargos contra algún otro miembro al punto que te vayas del cuerpo porque dices que mereces ser ojo en lugar de mano. Si crees que mereces ser algo más, cuando llegues al cielo reclámale a Dios.
No eres, no somos y no soy más importante que ningún otro miembro del cuerpo de Cristo.
Así que primero, no debe haber celos amargos contra otro miembro y lo segundo lo encontramos en los siguientes versículos.
1 Corintios 12:21–22 RVR60
21 Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. 22 Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;
El orgullo, el desdén la altivez, la prepotencia y la presunción que nos hace ver a otros como inferiores o de poca importancia debe estar fuera de nuestros corazones.
En el cuerpo todos nos necesitamos y Dios nos ha puesto para ayudarnos mutuamente no para mordernos y comernos los unos a los otros, eso es exactamente lo que el diablo quiere y hace en muchas iglesias.
En el cuerpo de Cristo hasta aquél que realiza el trabajo más pequeño o que quizás nadie lo nota es igual de importante y necesario.
Si usted es el que abre la puerta, no se sienta inferior o que no tiene ninguna relevancia porque si usted no la abre nadie entra a este lugar, si usted es el simplemente ora por su pastor y por el servicio para que Dios obre y nadie lo ve no se sienta menos importante porque su oración y su función en el cuerpo es necesario para que cumplamos con los propósitos de Dios.

CONCLUSIÓN

Hermanos todos los que somos miembros de esta Iglesia somos parte del cuerpo del Señor Jesucristo que es la Iglesia. La Iglesia que él prometió cuidar, proveer y sustentar, la cual él compró con su propia sangre.
A todos nosotros aunque somos diferentes y con funciones diferentes, estamos en el mismo cuerpo , lo que significa que debemos tirar de la cuerda hacia la misma dirección y si usted no sabe para donde va este barco le invito a que lea nuestra misión y lo que aquí creemos y si usted quiere echarle ganas amen, bienvenido hermano. Glorifiquemos juntos al Señor.
Pero nunca nos quejemos de lo que el Señor por su gracia nos permite hacer dentro del cuerpo, no nos llenemos de celos los unos contra los otros y no pensemos que somos mas o menos importantes que otros en el cuerpo. Porque la misma gracia que lo salvo a usted es la misma que me salvo a mi y a otros.
Y para aquellos que nos visitan y quieren ser parte del Cuerpo, recuerde que al principio mencionamos que debes ser salvo por la fe en Cristo. Si no le has pedido a Cristo que te salve no eres y no puedes ser parte del cuerpo.
Debes reconocer que eres un pecador camino al infierno y entender que Cristo es el único que te puede salvar. Si hoy lo haces, Dios te hace parte del cuerpo y te da un don para que le sirvas.
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