La elección de Dios
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· 15 viewsLa situación difícil que enfrentaba Israel le impedía ver el amor de Dios, por tal razón Dios les recuerda la elección por sobre Esaú, únicamente por amor.
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La elección de Dios
La elección de Dios
Malaquías 1:2–3 (RVR60)
2Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, 3y a Esaú aborrecí, y convertí sus montes en desolación, y abandoné su heredad para los chacales del desierto.
Introducción
Introducción
Los judíos habían retornado del cautiverio con elevadas esperanzas, muchos creían que al retornar todo sería prosperidad y bendición, que la era mesiánica profetizada estaba por comenzar.
Esperaban la pronta recuperación de la gloria del reino de David. Creían que la tierra se tornaría milagrosamente fértil y las ciudades populosas. Pronto se levantaría el Rey ideal, y todas las naciones acudirían a Jerusalén a servir al Señor.
Pero a medida que pasaban el tiempo, había más desaliento. La prosperidad y las bendiciones no se materializaron. La vida era difícil. Las cosechas eran pobres y los frutos no eran buenos.
Decepción y depresión se apoderó de la comunidad. Los sacerdotes y el pueblo descuidaron sus deberes y no se ocupaban de sus obligaciones de instrucción Bíblica.
El pueblo empezaba a quejarse de que Dios ya no los amaba y que ya no estaba interesado en ellos.
Aun los más fieles comenzaban preguntar: “¿Por qué sucede esto?” Cuestionaban los propósitos de Dios.
Por las circunstancias estaban cegados, de tal manera que no podían ver la misericordia de Dios al perdonarles la vida y a reunirlos nuevamente como nación.
Cuando permitimos que las circunstancias nublen nuestro entendimiento, no nos daremos cuenta de que con solo tener vida ya estamos gozando de la misericordia de Dios.
El amor de Dios
El amor de Dios
Malaquías 1:2 “Yo os he amado, dice Jehová...”
Dios sabía la situación que estaba sufriendo Israel, por eso les declara su amor, no para disculparse, sino como un consuelo y ánimo... que a pesar de las dificultades su gracias y favor estaba con ellos, y si no fuera por su amor, estarían en una peor condición.
El periodo de corrección había pasado, estuvieron cautivos durante 70 años, ahora iniciaba el proceso de restauración, que no sería de la noche a la mañana, pues debían aprender a valorar a través del esfuerzo el amor y la misericordia de Dios.
El castigo de Dios para su pueblo es muestra de su amor: Apocalipsis 3:19 “Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.”
Israel debía aprender que todo lo que padecían era el resultado de su desobediencia, pero Dios en lugar de desecharlos y destruirlos, los corrige como hijos, para que aprendan de sus errores y alcancen la madurez.
La ceguera del pueblo
La ceguera del pueblo
El pueblo entonces le recrimina: Malaquías 1:2 “...¿En qué nos amaste?...”
Piensan que Dios es el culpable de su situación, que si realmente los amara, no permitiría que atravesaran esta situación.
Como el niño que acusa a sus padres de no amarlo porque los corrige.
La crisis y su inconformidad les impedía darse cuenta que el hecho de que estuvieran de vuelta en su tierra, y que no habían sido destruido como otras naciones, significaba una gran bendición.
Muchas veces nosotros actuamos de la misma manera, cuando atravesamos el valle de sombra de muerte, creemos que Dios no nos ama y que nos ha abandonado, no recordamos sus promesas. Salmo 23:4 “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.”
Cuidado con tus palabras hacia Dios, pues en la crisis podemos conocer a Dios.
Fue en la crisis que Job llegó a conocer a Dios:
Cuando estaba prosperado declara: Job 42:3 “¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.”
Después de la crisis declara: Job 42:5 “De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven.”
Cuidado con los que predican que la crisis o la corrección es sinónimo de abandono de Dios, de pérdida de la salvación. Esta es necesaria para nuestra edificación.
La elección
La elección
Malaquías 1:2-3 “...¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob, 3y a Esaú aborrecí...”
Ante la pregunta del pueblo ¿En qué os amaste?, Dios les hace recordar que Israel fue elegido por sobre Esaú.
Aun antes de nacieran Esaú y Jacob, Dios había escogido a Jacob: Romanos 9:11-13 “(pues no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras sino por el que llama), 12se le dijo: El mayor servirá al menor. 13Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.”
La doctrina de la elección ha sido muy polémica y desvirtuada al creer que somos nosotros los que elegimos ser salvos. Esta doctrina es conocida como Pelagianismo que dice que es el hombre quien decide salvarse.
La Biblia enseña que:
Juan 15:16 “No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”
Juan 6:44 “Ninguno puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en el día postrero.”
Efesios 1:4 “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,”
Elegir a Dios no depende de nosotros, en su misericordia Dios nos escogió sin que exista ningún mérito en nosotros de que gloriarnos.
Cuando la Biblia declara que Dios amó a Jacob y aborreció a Esaú, no debe escandalizarnos que aborreció a Esaú, porque eso merecemos todos, debe sorprendernos que amó a Jacob sin que lo mereciera, pues no era diferente a Esaú.
Saber que Dios me escogió es una fuerte razón para glorificar el nombre del Señor, de que seremos salvos de la condenación eterna sin merecerlo.
Conclusión
Conclusión
Por sobre cualquier situación que estemos pasando, sea buena o mala, debemos estar seguros y confiados que Dios nos ama.
Israel no podía ver el amor de Dios porque creía que no merecía esta situación, los extremos son dañinos, pidamos a Dios estabilidad: Proverbios 30:8-9 “Vanidad y palabra mentirosa aparta de mí; No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario; 9No sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O que siendo pobre, hurte, Y blasfeme el nombre de mi Dios.”
En su amor y su elección debemos estar seguros de que estamos seguros en las manos de Dios, libres de la condenación eterna: Juan 6:39 “Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.”
Pero si nos desviamos siendo escogidos, entonces Dios nos corregirá para salvación.
Salmo 89:31–33 “31Si profanaren mis estatutos, Y no guardaren mis mandamientos, 32 Entonces castigaré con vara su rebelión, Y con azotes sus iniquidades. 33 Mas no quitaré de él mi misericordia, Ni falsearé mi verdad.”
Si estás en esa situación en la que piensas que Dios no te ama y se ha olvidado de ti, permite que esta Palabra ministre tu vida:
Jeremías 31:3 “Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.”