El pecado de los sacerdotes

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Describe los pecados de los hijos de Elí, quienes con prepotencia y abuso de autoridad actuaban. Por tal razón reciben la justa corrección de Dios.

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El pecado de los sacerdotes

1º Samuel 2:12–17
12Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová. 13Y era costumbre de los sacerdotes con el pueblo, que cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras se cocía la carne, trayendo en su mano un garfio de tres dientes, 14y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo. 15Asimismo, antes de quemar la grosura, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que asar para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda. 16Y si el hombre le respondía: Quemen la grosura primero, y después toma tanto como quieras; él respondía: No, sino dámela ahora mismo; de otra manera yo la tomaré por la fuerza. 17Era, pues, muy grande delante de Jehová el pecado de los jóvenes; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de Jehová.

Introducción

El pueblo de Israel era regido por la teocracia (el gobierno de Dios). La Torá o el pentateuco era la constitución que regía con sus leyes al pueblo.
Los sacerdotes se constituían en representantes del pueblo ante Dios, para ofrecer sacrificios de gratitud, perdón y culto. También quienes instruían lay de Dios al pueblo.
Por tanto, los sacerdotes eran el ejemplo a seguir en lo referente a cumplir y obedecer la ley de Dios, su conducta debía ser intachable. Eran maestros que enseñaban al pueblo con sus enseñanzas y con su ejemplo.

Impiedad de los sacerdotes

Para ser representantes del pueblo ante Dios, los sacerdotes debían conocer a Dios, principalmente a través de la Palabra, para conocer su voluntad y carácter.
Pero los hijos de Elí no conocían a Dios: 1 Samuel 2:12Los hijos de Elí eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová.
Por desconocer a Dios, su conducta era fuera de los principios establecidos por Dios.
Los sacerdotes tenían derecho a la carne de los sacrificios en Levítico 7 se establece que partes del animal podía tomar el sacerdote y de que manera. Levítico 7:30-3330 Sus manos traerán las ofrendas que se han de quemar ante Jehová; traerá la grosura con el pecho; el pecho para que sea mecido como sacrificio mecido delante de Jehová. 31 Y la grosura la hará arder el sacerdote en el altar, mas el pecho será de Aarón y de sus hijos. 32 Y daréis al sacerdote para ser elevada en ofrenda, la espaldilla derecha de vuestros sacrificios de paz. 33 El que de los hijos de Aarón ofreciere la sangre de los sacrificios de paz, y la grosura, recibirá la espaldilla derecha como porción suya.
Pero los hijos de Elí actuaban con prepotencia y abuso de autoridad: 1 Samuel 2:13-1513 Y era costumbre de los sacerdotes con el pueblo, que cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras se cocía la carne, trayendo en su mano un garfio de tres dientes, 14 y lo metía en el perol, en la olla, en el caldero o en la marmita; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta manera hacían con todo israelita que venía a Silo. 15 Asimismo, antes de quemar la grosura, venía el criado del sacerdote, y decía al que sacrificaba: Da carne que asar para el sacerdote; porque no tomará de ti carne cocida, sino cruda.
Los sacerdotes tenían derecho, pero eso no significaba que podían abusar.
Dios nos ha dado derecho a bendiciones como hijos de Dios, pero eso no significa que vamos a abusar. Dios ha prometido bendecirnos pero eso no significa que vamos a malgastar el dinero. A prometido ser nuestro sanador pero eso no significa que vamos a descuidar nuestra salud. Pues al hacer esto estamos tentando a Dios.
Lucas 4:9-12Y le llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate de aquí abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden; y, En las manos te sostendrán, Para que no tropieces con tu pie en piedra. Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.

La bendición de Ana

1º Samuel 2:18–21
18Y el joven Samuel ministraba en la presencia de Jehová, vestido de un efod de lino. 19Y le hacía su madre una túnica pequeña y se la traía cada año, cuando subía con su marido para ofrecer el sacrificio acostumbrado. 20Y Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: Jehová te dé hijos de esta mujer en lugar del que pidió a Jehová. Y se volvieron a su casa.
21Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió, y dio a luz tres hijos y dos hijas. Y el joven Samuel crecía delante de Jehová.
El texto cambia para presentarnos que, mientras el ministerio sacerdotal de Elí iba en decadencia, el de Samuel comenzaba con bendición.
Samuel ministraba: servía con adoración en la presencia de Dios, con vestiduras sacerdotales que lo identificaban.
Elí bendijo el matrimonio por la gran devoción y fe, al entregar al hijo deseado a Dios completamente. Esta bendición produjo fruto de tres hijos y dos hijas.
No menosprecies la bendición de los hombres llamados por Dios.
Sabiendo Dios el destino de la familia de Elí, Dios prepara a Samuel como instrumento para el cumplimiento de su propósito.

El reclamo de Dios

1º Samuel 2:27–30
27Y vino un varón de Dios a Elí, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente a la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón? 28Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase incienso, y llevase efod delante de mí; y di a la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel. 29¿Por qué habéis hollado (menospreciar) mis sacrificios y mis ofrendas, que yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado a tus hijos más que a mí, engordándoos de lo principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? 30Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré a los que me honran, y los que me desprecian serán tenidos en poco.
Por muchos años los hijos de Elí: Ofni y Finees, abusaron de su ministerio sacerdotal, no lo honraron, pecaron no solamente al menospreciar los sacrificios sino que también cometiendo adulterio en la casa de Dios. 1 Samuel 2:22Pero Elí era muy viejo; y oía de todo lo que sus hijos hacían con todo Israel, y cómo dormían con las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión.
Dios fue paciente, pero llegó el momento que la paciencia de Dios fue colmada, ahora enviaba un profeta anónimo para decretar juicio contra la casa de Elí.
Conforme avanza el libro de Samuel cada una de estas profecías se fue cumpliendo.
1 Samuel 2:33El varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; y todos los nacidos en tu casa morirán en la edad viril.
Saúl cuando perseguía a David mando a matar a los sacerdotes: 1 Samuel 22:18-19Entonces dijo el rey a Doeg: Vuelve tú, y arremete contra los sacerdotes. Y se volvió Doeg el edomita y acometió a los sacerdotes, y mató en aquel día a ochenta y cinco varones que vestían efod de lino. Y a Nob, ciudad de los sacerdotes, hirió a filo de espada; así a hombres como a mujeres, niños hasta los de pecho, bueyes, asnos y ovejas, todo lo hirió a filo de espada.
Los hijos de Elí morirían el mismo día.
1 Samuel 2:34Y te será por señal esto que acontecerá a tus dos hijos, Ofni y Finees: ambos morirán en un día.
1 Samuel 4:11Y el arca de Dios fue tomada, y muertos los dos hijos de Elí, Ofni y Finees.
Aun cuando conocieron la profecía, los hijos de Elí no se arrepintieron, no creían en Dios pues no le conocían. 1 Samuel 2:25Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Pero ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová había resuelto hacerlos morir.

Conclusión

Aunque los sacerdotes eran los pastores de Israel quienes los instruían y los ministraban, no es comparado con el ministerio pastoral de la iglesia, los pastores no somos representantes de la iglesia ante Dios, sino que cada creyente puede acercarse a Dios sin la intervención de un sacerdote.
Cuando Jesús murió, el velo del templo se rasgó como señal que ahora cada creyente se constituye en sacerdote que puede entrar a la presencia de Dios. Apocalipsis 1:6y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Por tanto, la responsabilidad sacerdotal se aplica para cada creyente en Cristo, por lo tanto seremos juzgados por la Palabra de todas nuestras obras, de cómo nos conducimos.
Gálatas 6:7-8No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.”
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