Un nuevo gobierno para la tierra

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Un nuevo gobierno para la tierra (Apocalipsis 20:1-6
Apocalipsis 20:1–6 RVR60
1 Vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo, y una gran cadena en la mano. 2 Y prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el diablo y Satanás, y lo ató por mil años; 3 y lo arrojó al abismo, y lo encerró, y puso su sello sobre él, para que no engañase más a las naciones, hasta que fuesen cumplidos mil años; y después de esto debe ser desatado por un poco de tiempo. 4 Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. 5 Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección. 6 Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
- El anhelo de todos.
- Nunca tendremos un gobierno justo ni cristiano
- La esperanza no debe estar en el gobierno ni en un gobernante.
- En Apocalipsis 19:20-21, Juan presentó el destino final de la bestia, del falso profeta y de sus seguidores.
- En 20:1-3 trata la suerte del dragón o serpien­te, Satanás.
- Es prendido y encadenado en el abismo (3) por mil años (2).
- Esto sucede por la autori­dad y el poder de Dios, porque se presenta como obra de un ángel que baja del cielo (1).
- Durante estos mil años, no es Satanás quien reina sobre la tierra; él ya no puede engañar a las naciones (3).
- Más bien los cristianos que fueron decapitados por su testimonio reinan junto con Cristo (4).
- La figura de mil años viene de la escatología judía popular de aquel tiempo.
- Esta incluía la idea de que la historia humana corresponde a la semana de la creación, y durará mil años por cada día de la creación.
- Los últimos mil años en este esquema serían el reino mesiáni­co, comenzando con la venida del Mesías.
- Es interesante descubrir el origen de las figuras de Juan, pero más importante escuchar la aplicación de su enseñanza a los primeros lectores y a los lectores modernos.
- Algunos encuen­tran en estos versículos un período futuro en el cual Satanás será ausente de la tierra y Jesucristo estará corporalmente presente sobre la tierra y reinará.
- Tal interpretación tendría poca aplicación a los lectores del primer siglo ni a los de hoy.
El versículo 6 proporciona una clave que puede ayudarnos a entender esta porción del mensaje de Juan a sus iglesias amadas de Asia Menor.
- Indica que los que partici­pan de la primera resurrección y reinan con Cristo (4) no estarán sujetos a la segunda muerte.
- En 2:11, la segunda muerte se refiere al destino eterno de los separados de Dios.
- Los que no están sujetos al poder de la segunda muerte son los que han creído en Jesucristo y han encontrado la vida eterna en él, una experiencia que se describe como resurrección en Juan 5:25 y 11:25 (véase Rom. 6:11; Gál. 2:20).
Juan 5:25 RVR60
25 De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán.
- Entonces, la primera resurrección se refiere a la conver­sión, cuando el creyente resucita de la muerte que resulta del pecado.
- No todos los seres humanos experimentan la primera resurrección, porque no todos creen, pero los que tienen parte en ella llegan a ser santos por el poder de Cristo y son dichosos porque la segunda muerte no tiene poder sobre ellos (20:6).
Si la segunda muerte es la separación eterna de Dios, entonces la “primera muerte” (un término que no aparece en Apocalipsis) es la muerte física que pone fin a la vida terrenal.
- Ningún ser humano es exento de la primera muerte; algunos de los más fieles a Cristo lo encuentran como resultado de su testimonio.
- Después de la muerte, todos tienen que comparecer ante Dios para ser juzgado (Heb. 9:27). Daniel 12:2 dice que para este juicio, que dividirá a los cuyo nombre se halla anotado en el libro (Dan. 12:1) de los que no lo están, se levantarán las multitudes de los que duermen, algunos de ellos para vivir por siempre, pero otros para quedar en la vergüenza y en la confusión perpetuas.
- Todos participan en la “segun­da resu­rrección” (otro término que no aparece en Apocalip­sis), pero el resulta­do depende de su decisión acerca de Cristo, quien ofrece la primera resurrección (Apoc. 20:6).
- Todos tienen que pasar por la “primera muerte,” pero solamente los que no experimen­taron la primera resurrección sufrirán la segunda muerte.
Hay quienes nacen una vez y mueren dos veces y hay quienes nacen dos veces y muere una sola vez
- Volverán a vivir al final de los mil años (5) solamente para compare­cer ante el juicio de Dios y oír la ratificación de su deseo de separarse eternamente de Dios.
Si se entiende así la primera resurrección, entonces los mil años (4) que los santos reinan con Cristo empiezan cuando ellos lo aceptan como Señor.
- A partir de aquel momento, reinan por medio de su adoración a Dios y su testimo­nio en el mundo, porque estos contribuyen a la realización de los propósitos de Dios para su mundo (véase 1:8; 3:21; etc.).
- Tienen autoridad para juzgar (20:4) de la misma manera que Jesús juzgaba durante su vida en la tierra: proclaman el mensaje de Dios y la respuesta de cada oyente determina si éste tiene relación con Dios en Cristo o no (John 3:19 ; 12:48 ).
Juan 12:48 RVR60
48 El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero.
Juan 3:19 RVR60
19 Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas.
Juan describe a los que reinan como decapitados por causa del testimonio.
- Aun en la persecución que sufren, son identificados con el Cordero, quien también lleva en su garganta la cicatriz de su sacrificio.
- La aplicación de este cuadro no se limita a los que murieron decapitados.
- Los que reinan con Cristo son todos los que son fieles a Cristo en resistir las presiones hacia el egoísmo y la opresión (no habían adorado a la bestia) y en testificar de la soberanía de Cristo y de su Padre (testimonio de Jesús y palabra de Dios).
- Todos estos testigos están expuestos a la hostili­dad del mundo, aunque la muerte no se requiere de todos.
Los mil años, entonces, representan el tiempo de la vida cristiana.
- Como período de la historia, se extiende desde la primera venida de Jesucristo, cuando él vino a ofrecer a los seres humanos la primera resurrección, hasta su segunda venida, cuando regresa para la “segunda resurrección” y el juicio final.
- Es tentador ver en los verbos pasados de Apocalipsis 20:1-5 y los futuros de 7-8 una confirma­ción de que Juan veía a los mil años como comenzando antes de que él escribiera y terminando después.
- Sin embargo, ya hemos descubierto que Juan mezcla los tiempos verbales (véase 11:7-13). Aquí también se mezclan futuros (20:7-8) y pasados (en el idioma origina las acciones de 20:9-10 se expresan en tiempo pasado) para referirse al mismo evento.
Según 20:2, Satanás está encadenado durante este tiempo.
- El poder de Satanás no es absoluto.
- Dios sigue siendo soberano, y siempre es más poderoso que los rebeldes.
- De varias maneras Apocalipsis ha declarado que el poder del mal está subordinado al poder de Dios (11:15; 13:5; 14:7-8; 16:10, 14; 17:14).
- Aquí Juan indica que sucede algo al principio de los mil años que cambia la condición de la serpiente antigua.
- Como el ángel en 12:7-9, el ángel en 20:1 repre­senta la acción de Jesucristo.
- Su muerte y resurrección demos­traron que no hay lugar para el mal en el carácter ni en el reinado celestial de Dios (12:9); también cambió la situación terrenal.
- Satanás está encadenado (20:2; véase Mc. 3:27 y pars.); no tiene la libertad que gozaría si Jesús no hubiera ganado la victoria sobre la muerte y sobre el pecado.
- Satanás es un adversario formida­ble, pero ya está mortal­mente herido; su derrota es segura.
En la literatura judía posterior al Antiguo Testamento, la figura de atar y aprisionar a espíritus describe “la restricción a que se sujeta a alguien para ciertas actividades en el mundo en tanto se lo deja libre en otras; significa un traslado total” (Beasley-Murray).
- En Apocalipsis 20:1-3, Juan aplica esta figura a la situación del mundo en el período entre la victoria de Jesús sobre la tumba y su regreso para poner fin a esta época.
- La obra de Satanás y el poder del mal están limitados por la victoria que Jesús ganó.
- Satanás todavía no ha sido arrojado al lago de fuego (10), pero su autoridad ya está limitada.
- Una de las fuerzas que limita el poder de Satanás para engañar (3) durante la época de la iglesia es la predicación del evangelio de Jesucristo en el poder del Espíritu Santo (4).
- A los engaños se opone la verdad clara y potente.
- Es voluntad de Dios que este testimonio de Jesús se proclame a todas las nacio­nes (3), de manera que no quede ningún campo donde el engaño tenga libertad.
- Los que proclaman este testimonio reinan (4) con Jesús.
El dragón encadenado es arrojado al abismo, el lugar propio de los demonios y de todos los que prefieren la separación de Dios (véase 9:2; Mat. 25:41).
- El término abismo se aplica con frecuencia al estado final de los rebel­des, pero aquí se refiere a la condición actual de Satanás, porque al final de la historia habrá de ser soltado por algún tiempo (20:3).
- De nuevo encontramos una fluidez en el uso de términos apocalípticos como ‘abismo’ que nos advierte que aun en la revelación vislumbramos el mundo espiritual y del futuro de manera velada, como en un espejo nublado.
“Soltar” (3) puede ser otro recuerdo de que el mal “tiene nueve vidas” y surge de nuevo cuando parece derrotado (véase las cabezas de la bestia en 13:1, 3).
- También es posible que Juan quiera indicar una intensifica­ción del mal en los últimos días antes de la intervención final de Dios en Cristo, una idea reflejada en Mateo 24:12 y 2 Tesalonicenses 2:3-4 , 8 .
2 Tesalonicenses 2:8 RVR60
8 Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
2 Tesalonicenses 2:3–4 RVR60
3 Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, 4 el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.
Mateo 24:12 RVR60
12 y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
- Sea cual fuere el sentido del desencadenar, está claro que cuantas veces el mal y el Malo se levanten de la derrota, se levantan solamente para ser derrotados de nuevo.
- Cada nuevo surgir del mal es una oportunidad para presenciar la victoria del Rey de reyes y Señor de señores (19:16) con la espada de su boca (19:21).
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