Las dos cenas finales (Apocalipsis 19:5-21)

Apocalipsis  •  Sermon  •  Submitted   •  Presented
0 ratings
· 431 views
Files
Notes
Transcript

Las dos cenas finales(Apocalipsis 19:5-21)
Apocalipsis 19:5 abre una nueva sección después de que los ancianos y los seres vivientes pronuncian el “Amén” que cierra la visión de la caída de Babilonia.
Apocalipsis 19:5 RVR60
5 Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.
- Una voz sale del trono y manda a todos los creyentes a alabar a Dios.
- La voz incluye en este llamamiento a todos.
- Nadie es tan pequeño que Dios no se interese en él, ni tan grande que sea auto suficiente, y no necesite a Dios.
- Los creyentes son siervos, dedicados a realizar la voluntad de Dios.
- Sirven con ... temor porque entienden el poder de Dios y su justicia.
- Tienen temor a la ira de Dios, pero han aprendido que Dios muestra su ira para volver al ser humano a él, y han respondido con arrepentimiento.
- Los que temen honestamente a Dios aprenden a esperar en su misericordia (Sal. 33:18), y este temor sano sigue siendo parte de su relación con Dios, expresada en humildad, confesión de pecado y dependencia de Dios.
- Nuestra respuesta a las visiones del Apocalipsis debe ser reverente temor hacia Dios, que no estimula angustia, sino adoración y acercamiento a él.
Apocalipsis 19:6 RVR60
6 Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!
En respuesta al llamamiento, una inmensa multitud(6) prorrumpe en alabanza ensordecedora a Dios.
- Por cuarta vez en este capítulo leemos la palabra hebrea tan común al fin de los salmos: ¡Aleluya! Adoremos a Yavé, porque ha comenzado a reinar. Él es el Señor, la traducción normal de Yavé en el Antiguo Testamento griego.
- Señor también expresa la soberanía de Dios sobre todos y todo.
- Es el Todopoderoso, quien puede realizar todos sus planes y proveer todo lo que nos hace falta.
- Este Dios tan grande es nuestro Dios: el que ha adoptado nuestra causa y busca una relación con nosotros, el que quiere proveer todo para que tengamos una vida abundante.
- Las pruebas y persecuciones de las iglesias de Asia Menor habían incitado a algunos cristianos a cuestionar el poder y la autoridad de Dios. Juan afirma que estas pruebas no indican ninguna deficiencia en Dios.
- Los creyentes podemos vivir con alegría y gozo porque la victoria final es de Dios.
Apocalipsis 19:7 RVR60
7 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado.
Juan describe el momento de la consumación de esta victoria como las bodas del Cordero (7).
- Las bodas de un hijo de rey son ocasión de grandes celebraciones.
- Juan utiliza la figura de tal celebración para sugerir el gozo que la victoria final que Dios traerá.
- Los que se han arrepentido y aceptado la relación que él ofrece participarán en esta celebración como huéspedes de honor, aun como novia.
- En esta figura Juan también incluye dos otras, comunes en la teología judía y cristiana de su día: el matrimonio como descripción de la relación de Dios con su pueblo y el banquete mesiánico.
- En el Antiguo Testamento la relación entre Dios e Israel se describe con frecuencia como una relación de esposo y esposa (Os. 2:2, 16, 19, etc.).
- De acuerdo a esta metáfora, los profetas presentan la infidelidad a Dios como adulterio (Is. 1:21, etc.), una figura que encontramos en el Apocalipsis (2:14, 20-22; 14:8; 17:2, 4).
- En el Nuevo Testamento, la metáfora del matrimonio se aplica a la relación entre Jesucristo y la iglesia (Ef. 5:23-32).
- Jesús se comparó a sí mismo con un novio (Mar. 2:19-20; Mat. 25:1-10; etc.; véase Jn. 3:29).
- Con la figura de las bodas del Cordero, Juan presenta la meta y el clímax de la historia humana: una relación intensamente personal, íntima y exclusiva entre Dios y el hombre por medio de Jesucristo.
- En el Antiguo Testamento también se encuentra la imagen de un banquete celestial en los últimos días, que representa la comunión perfecta de los redimidos con Dios (Is. 25:6; Sof. 1:7).
- El Nuevo Testamento aplica esta imagen al regreso de Cristo y la consumación de su ministerio (Mat. 8:11; Luc. 14:15-24; etc.), de manera que se puede llamar el banquete “mesiánico.”
- Como Mateo 22:1-13 (en contraste con Luc. 14:15-24), el Apocalipsis combina la imagen del banquete final con la de las bodas.
- Las bodas del Cordero describen la consumación de la historia, pero también presentan una comunión que el creyente puede disfrutar en el presente, aun en medio de la persecución.
- Esta comunión produce alegría y gozo para los que la experimentan, y gloria para Dios (Apoc. 19:7).
- En ella, Dios revela su propósito y su naturaleza gloriosa. Y como el cumplimiento del propósito por el cual Dios creó al hombre, la comunión produce la más profunda satisfacción que un ser humano puede experimentar.
El novio es el Cordero. Podría ser llamado el León (5:5) o el jinete victorioso y soberano (19:11-16), pero en 19:7 Juan escoge el título Cordero para el novio.
- ¿Porque no dice las bodas del Hijo?
- El Cordero ha sido sacrificado (5:6) y con este sacrificio hace posible que su novia se vista de lino fino, limpio y resplandeciente (19:8).
- Aunque fuimos creados para comunión con Dios, nos hemos rebelado contra él.
- No somos dignos de entrar en la presencia de Dios, mucho menos de vivir eternamente en comunión íntima con él.
- Pero Jesucristo pagó con su vida el precio que nos hace limpios de nuestra rebelión para alcanzar el destino que habíamos rechazado.
- Juan presenta este amor maravilloso con el cuadro de la novia, ataviada en vestido blanco, y a su lado el novio, con la cicatriz de su herida de muerte todavía visible.
- La cicatriz hace posible que la novia se vista de blanco.
Apocalipsis 19:8 RVR60
8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos.
Juan explica el simbolismo del vestido: el lino fino representa las acciones justas de los santos (8).
- Tiene que haber una respuesta humana a la iniciativa de Dios para salvar.
- No puede haber una relación sin la decisión activa de las dos partes.
- En el caso de la relación con Dios, esta respuesta humana se expresa en acciones justas.
- La persona que responde de manera positiva a la iniciativa salvadora de Dios muestra respeto y amor en todas sus relaciones. Sin embargo, Juan dice que este vestido es concedido a la novia.
- Este verbo es otro pasivo divino; describe una acción de Dios.
- No es posible que un ser humano responda positivamente a Dios, ni que muestre respeto y amor en ninguna relación, sin que Dios otorgue su poder.
- Beasley-Murray dice que una conducta que revela la disposición del corazón humana pero también es dada por Dios expresa el “delicado equilibrio entre la gracia de Dios y la respuesta humana.”
- En este equilibrio, la iniciativa siempre es de Dios; otorga su gracia para que el ser humano actúe con justicia.
Apocalipsis 19:9 RVR60
9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.
La cuarta felicitación del Apocalipsis (ver comentario sobre 1:3) es para los que han sido convidados a la cena de las bodas del Cordero (19:9).
- Novio – Jesucristo
- Novia – Iglesia
- Invitados – Creyentes
- Es un simbolismo – no de manera literal
- Como en la parábola del banquete o bodas (Luc. 14:15-24; Mat. 22:1-13), la invita­ción a asistir representa el llamado de Dios para arrepentirse y aceptar la relación con él.
- Son dichosos los que aceptan esta invita­ción, porque encuen­tran el propósito de su existencia y el sumo gozo (véase Apoc. 19:7).
- Los invitados simbolizan las mismas personas que la novia.
- Este cuadro, con la novia sentada como testigo de su propia boda, o donde el invitado pasa a pararse junto al novio, es un ejemplo de la plasticidad del simbolismo apocalíptico.
- Juan no presenta una alegoría estric­tamente lógica.
- Menos escribe un ensayo científico, en el cual cada término tiene exactamen­te una definición, y ninguna definición corresponda a dos términos. Más bien escribe literatura, y aprovecha la ambigüedad de ésta para comunicar las verdades que Dios le ha revelado y para producir una respuesta emocional en sus lectores.
- En el caso particular de las bodas del Cordero, se puede pensar que el doble simbolismo de los creyentes resulta de la combina­ción de la figura del banquete con la de la relación matrimonial.
- De todas maneras, con dos figuras en el cuadro de la boda Juan sugiere la magnitud del privilegio que Dios está otorgando, una magnitud que supera la lógica de una narrativa humana.
- Queda clara la enseñanza principal: Dios busca una relación personal con el ser humano, y la logrará como consumación de la historia humana.
Apocalipsis 19:10 RVR60
10 Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.
Juan hace un intento de adorar al ángel que le está guiando (10), pero éste se lo prohíbe.
- Parece correcto que Juan adopta un papel en el drama del Apocalipsis para dar una lección a sus lectores; no caería en la idolatría que describe después de la formación que recibió desde su niñez como judío monoteísta.
- Declara de manera dramática que la adoración se reserva sólo a Dios.
- ¿A quién se adora en Apocalipsis? - A Jesús – Entonces Jesús es Dios.
- Es posible que la inten­ción de Juan en narrar esta corrección es enseñar que la adoración al Impera­dor es incorrecta.
- La adoración no se debe atribuir a ningún ser creado.
- Si no se les adora a los ángeles, menos a un gobernante humano.
- Por otro lado, es posible que las iglesias de Asia Menor enfrentaban un problema con la adora­ción de ángeles.
- Cuatro décadas antes de la fecha del Apocalipsis, Pablo prohíbe la adoración de ángeles en una carta escrita a Colosas (Col. 2:18), una ciudad cerca de las siete ciudades del Apocalipsis (véase Apoc. 1:11).
- La explicación que el ángel da en Apocalip­sis 19:10, que identi­fica a los ángeles como consiervos de los creyentes, apoya esta segunda interpreta­ción.
- Hebreos 1:14 también asocia a los ángeles con los creyentes, aunque como sus servido­res y no sus consier­vos.
- La idolatría abierta no es la única forma en que se le niega a Dios la adoración que es su derecho.
- “Cuando quiera que un cristiano da a algo o a alguien diferente de Dios el control de su vida, ha quebrantado el primer mandamien­to” (Newport).
- Cuando buscamos controlar nuestra propia vida, cometemos idolatría.
Después de exhortar a Juan y a los lectores a adorar a Dios, el ángel da una enseñanza acerca de la naturaleza de la verdadera profecía (10b).
- El verdadero profeta es el que testifica de Jesús, y así continúa el testimonio que Jesús dio (1:2).
- Tal vez las iglesias de Asia Menor experimen­taran un problema con profecías que contradijeran el mensaje cristiano.
- Pablo responde a un problema de esta naturaleza en 1 Corintios 12:3.
- Una profe­cía inspirada por Dios y por su Espíritu apuntará a Jesucristo y a la relación con Dios que él hace posible (Juan 15:26).
- Este criterio sigue siendo válido hoy para evaluar mensajes procla­mados en el nombre de Dios o presenta­dos como profecías inspiradas por Dios.
- En un solo versículo (19:10) encontra­mos enseñanzas acerca de la adoración y al testimo­nio, los dos elementos en el símbolo de los candelabros (1:12, 20).
Apocalipsis 19:11 RVR60
11 Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea.
La siguiente visión es de Jesucristo como un jinete (19:11). Su caballo es blanco, símbolo de la victoria y tal vez de sabiduría.
- Jesús se llama Fiel en 1:5. Verdadero es un sinónimo de Fiel; los dos adjetivos enfatizan su lealtad y fidelidad.
- Los que creen en él pueden confiar en la verdad de su testimonio, en sus promesas y en su amor.
- En esta visión, Jesús viene para juzgar y hacer guerra contra los rebeldes.
- La visión del jinete parece simboli­zar la Segunda Venida al final de la historia.
- Sin embargo, cuando recordamos que a través de toda esta obra Juan aplica la verdad de la Segunda Venida al presente, podemos pensar que el cuadro de 19:11-21 tiene una aplicación presente, además de su interpreta­ción futura.
- El juicio de Jesucristo es y siempre será con justi­cia; por lo tanto su guerra nunca será agresión, sino un intento de restaurar la relación para la cual su Padre creó al hombre a través del Hijo.
- La guerra que hace Jesucristo para restaurar a los rebeldes al reino de Dios es la única guerra totalmente justa en toda la historia humana.
- Este jinete aparece en el cielo. Jesucristo mora en el lugar del trono de Dios y en el lugar donde se halla lo perfecto.
- Este lugar está abierto al hombre porque Cristo ha venido, viene y vendrá.
Apocalipsis 19:12 RVR60
12 Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo.
Su conocimiento penetrante y su autoridad irresistible (12) ya fueron presenta­dos bajo el símbolo de ojos ... como llamas de fuego en 1:14. Muchas diademas ciñen su cabeza porque es REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES (16).
- El poder de los opresores no es autónomo, porque hay un Rey sobre todo rey humano y un Señor sobre todo señor humano o diabólico.
- El versículo 12 habla de un nombre que nadie conoce, mientras el 16 declara el nombre que lleva escrito en su manto a la altura de su muslo.
- Esta combinación de nombres conocido y desconocido sugiere que Dios se da a conocer en Cristo, y podemos conocer­lo como soberano y también como fiel amigo (16), pero nuestro entendi­miento nunca abarca la plenitud de Dios (12).
- Siempre hay más que conocer de Cristo, y siempre hay misterio en nuestra relación con él. Dios no solamen­te es más que yo; también es más que mi concepto de él.
Apocalipsis 19:13 RVR60
13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
El manto del jinete está teñido en sangre(13). Juan toma esta figura de Isaías 63:1-6, donde el Señor viene de “pisar el lagar en su ira.”
- Es un símbolo de su victoria total sobre sus enemigos; tiene la ropa salpicada de la sangre de ellos hasta empaparse.
Apocalipsis 19:15 RVR60
15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Apocalipsis 19:15 confirma que Juan piensa en este pasaje; Jesucristo es el que ejecutará la ira de Dios en el Juicio.
- Sin embargo, en Apocalipsis 1:5; 5:6, 9; 7:14; 12:11, la sangre mencionada en conexión con Cristo es su propia sangre.
- Se puede entender la sangre de 19:15 como la de los enemigos de Jesucristo y de Dios, o como la de Jesús mismo.
- En el primer caso, el manto teñido de sangre es un símbolo vívido de la realidad del juicio; en el segundo, es un recuerdo de que él vence por su propia muerte, y santifica al pueblo por el sacrificio de sí mismo.
- La segunda interpretación concuerda con una verdad que es prominente en el Apocalipsis, pero la primera concuerda con la referen­cia a Isaías 63:1-6.
- El lector no halla cuál opción escoger mientras piensa de manera abstracta.
- Pero cuando busca aplicar esta verdad a su propia vida, descubre la resolución: Cada persona por su respuesta a Cristo decide de quién es esta sangre.
Por única vez en Apocalipsis, se aplica a Jesús el título el Verbo de Dios (13).
- Hay tres libros en el Nuevo Testamento que llaman a Jesús el Verbo: Juan 1:1 y 14; 1 Jn. 1:1 ; y Apocalipsis 19:13
Apocalipsis 19:13 RVR60
13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
1 Juan 1:1 RVR60
1 Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado, y palparon nuestras manos tocante al Verbo de vida
Juan 1:1 RVR60
1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.
- Jesucristo es el agente por el cual Dios habla y se revela, en creación, en redención y en juicio.
Apocalipsis 19:14 RVR60
14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
Este jinete es un gran general, seguido por ejércitos numerosos (14).
- Del cielo puede indicar que se refiere a huestes angelicales, pero el verbo “seguir” se aplica constantemente en el Nuevo Testamento a creyentes humanos.
- Se trata de la multitud incontable de los redimidos, presentada primero en 14:1-5.
- Su vestidura confirma esto, porque es igual a la de la novia en 19:8.
- Los que siguen a Cristo en lealtad y dependencia participarán en su victoria, simbo­lizada aquí por caballos blancos.
La espada que sale de la boca del jinete (15; véase 1:16) representa su poderosa palabra (véase Ef. 6:17), pero también indica la facilidad con que Jesucristo derrota a sus enemigos.
- Con solamente un soplo de su boca (véase Is. 11:4 ) los ha herido mortalmente, o los ha convertido en sus seguidores, a los cuales gobernará con puño de hierro.
Isaías 11:4 RVR60
4 sino que juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra; y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
- El lector ya ha aprendido que la palabra del juicio de Dios o de Cristo tiene el propósito de estimular el arrepenti­mien­to y la restauración de la relación rechazada.
- El juicio es una realidad, pero no expresa la verdad final acerca de Dios ni de su propósito.
- Como en el caso de la sangre (13), la respuesta de cada persona al acercamiento de Dios en Cristo determina qué significa esta espada para ella.
- La figura del puño de hierro viene de Salmo 2:9.[1]Los títulos que expresan la soberanía de este jinete se ven sobre el muslo(16), tal vez porque estén inscritos en su cinturón o sobre su espada.
Apocalipsis 19:17 RVR60
17 Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios,
En Apocalipsis 19:17, un ángel parado sobre el sol invita a todas las aves a asistir a la gran cena de Dios.
- Puedes oponerte al plan de Dios, pero no puedes frustrar el plan de Dios.
- Se refiere a aves de rapiña, porque comerán carne de los seres humanos matados en el jui­cio/guerra del jinete Jesucri­sto.
- Esta cena es la alternativa a las bodas del Cordero. Los que no asisten a un banquete estarán en el otro.
- Pero ¡qué diferencia!
- En las bodas del Cordero, los que han aceptado la comunión con Dios en Cristo están sentados a la mesa y gozan de los deleites del banquete que pone Dios.
- En la gran cena del versículo 17, los que rechazaron la comunión con Dios estarán sobre la mesa, y serán el plato fuerte consumido por los buitres.
- Los que no quieren usar su autoridad y sus dones para servir—¡serán servidos!
- Cada persona tiene que asistir a uno de las cenas; por su respuesta a Jesucristo y su uso del don y autoridad encargada a ella, elige cuál.
- Las dos cenas finales de Apocalipsis 19, entonces, corresponden a las dos ciudades o pueblos de Apocalipsis, Babilonia (16:17 a 19:4) y Jerusalén (21:1 a 22:5).
La descripción de la gran cena en Apocalipsis 19:17-21 se basa en Ezequiel 39:4, 17-20.
- Las categorías de personas enumeradas enfatizan que nadie escapa del juicio de Dios, ni por ser importante ni por ser insignifi­cante (pequeños) u oprimido (esclavos).
Los reyes de la tierra con sus ejércitos se congregan para la gran batalla final (19:19).
- Apocalipsis 19:17-21 es la elaboración de la sexta copa (16:12-16), la gran batalla de Armagedón.
- Juan describe la preparación para la batalla (19:19) pero no narra batalla alguna.
- v.18 – Se reunieron todos
- v.19 – Preparación
- v.20 – Resultado La bestia fue apresada y también el falso profeta.
- ¿Dónde quedó la batalla?
- Isaías – El aliento de Dios es poderoso –
- Isaías 30.28
Isaías 30:28 RVR60
28 Su aliento, cual torrente que inunda; llegará hasta el cuello, para zarandear a las naciones con criba de destrucción; y el freno estará en las quijadas de los pueblos, haciéndoles errar.
- Suspiro… ni modo debes enfrentarte a mi (entonces Dios ya ganó la batalla)
- La victoria del jinete de aquel caballo es tan rápida y tan tajante que no hay batalla.
- Así es la justicia de Dios.
- Su paciencia parece intermi­nable, especialmente a los que sufren injusticia o persecución, pero cuando Dios actúa, mueve con una rapidez que deja a todos maravilla­dos.
- Los rebeldes piensan que van a medir fuerzas con Dios y con su Cristo, pero en realidad pueden actuar solamente por la paciencia de Dios.
- Cuando ésta se acaba, la batalla ya se acabó antes de empezar.
- Esta batalla omitida es otra manera en que Juan presenta la sobera­nía y poder absoluto de Dios.
- Cuando Dios hace guerra, no hay batalla.
- Ej.: Arresto de Cristo en el huerto de Getsemaní.
- No hay batalla cuando aparece Cristo.
- Más bien, hay una revelación de su gloria y un acto de juicio.
- La única arma que Él posee es la espada de su boca, por la cual se declara y luego se realiza la voluntad de Dios.
- Al final, como en el comienzo, la Palabra de Dios habla, y se hace.
La bestia con todas sus pretensiones divinas resulta ser solamente prisionera derrotada de Dios (20).
- Junto con ella cae el falso profeta; la descripción de las actividades de éste lo identifica como la segunda bestia de Apocalipsis 13:11-17.
- El dragón todavía no es lanzado al lago de fuego con ellos (véase 20:2, 7, 10). Juan está presentando las derrotas de las muchas manifestaciones del principio de la bestia a través de la histo­ria.
- Ninguna de éstas derrotas es final, porque sigue habiendo seres humanos que usan su poder para la imposición y el egoísmo.
Apocalipsis 19:20 RVR60
20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre.
El lago de fuego y azufre (19:20) representa el estado final de los que siguen empedernidos en su rebelión contra Dios.
- Es un cuadro vívido de sufrimiento intenso.
- Es difícil saber si las llamas que Apoca­lipsis describe son literales, o símbolo de un sufrimiento mucho peor, como lo son las aves que comen la carne de los rebeldes.
- Sea como fuere, queda claro que la mayor calamidad que puede suceder a un ser humano es rechazar la relación con Dios para la cual fue creado, relación que Jesu­cristo le ofrece.
En el cuadro de Apocalipsis 19, son solamente el líder político y el religioso o ideológico los que son arrojados vivos al lago de fuego (20).
Los demás(21), sus seguidores, fueron exterminados por la espada del Cordero y su carne comida por todas las aves.
- El lago de fuego y las aves de rapiña no representan destinos diferentes para dos clases de rebeldes; Apocalipsis 20:15 enseña que todas las personas que no se hallan escritas en el libro de la vida serán arrojados al lago de fuego.
- La figura de morir a espada y ser comido por aves es otra expresión de la misma verdad: que los que rechazan a Dios no pueden esperar más que desastre, derrota y vergüen­za.
- Pero nadie es condenado a este fin por un destino impersonal; Dios viene en Jesucristo para invitar y rogar a todos a arrepen­tirse y creer, y para el que cree, la espada que salía de la boca del jinete resulta ser una palabra de perdón y restau­ra­ción.
[1]En la traducción griega del salmo, el verbo es el mismo que Apocalip­sis utiliza: guiarás.
Related Media
See more
Related Sermons
See more