Como un condero manso

Jaime Robert

Evangelio segun san Marcos. • Sermon • Submitted a year ago • Presented a year ago

Mark 14:43–50

Meekness

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Notes

Transcript

Introducción

La mansedumbre es una de las virtudes mas infravaloradas de la vida cristiana. Valoramos, exaltamos virtudes como el: amor, la santidad, la pureza pero la mansedumbre es quizás el gran catalizador que nos ayuda a identificar, revelar el verdadero fruto del Espiritu.

La mansedumbre es inflamada por el amor a Dios quien ama a los mansos de corazón y el amor al prójimo como el gran mandato… “amaos los unos a los otros”

Ese amor implica: estimar a los demás como nosotros mismos, dejar pasar las ofensas, aceptar las criticas, no devolver mal por mal... Si tu unes todas esas características tendrás un hombre y una mujer hecho conforme a la imagen de Cristo quien fué manso y humilde.

La mansedumbre es la predicación olvidada...

En un tiempo donde el ministerio es visto, no como una oportunidad servir sino más bien como una escalera al éxito.

En un tiempo donde lo normal es devolver mal por mal.

En un tiempo donde; el respeto, la consideración, la paciencia, la tolerancia son valores que han perdido vigencia… se hace nos hace necesario hablar sobre ¿Cómo deberían lucir los verdaderos creyentes” “Cuales deberían ser sus características?

Contexto

La semana pasada quedamos en los versos. 41 y 42

Marcos 14: 41-42 “Vino la tercera vez, y les dijo: Dormid ya, y descansad. Basta, la hora ha venido; he aquí, el Hijo del Hombre es entregado en manos de los pecadores. Levantaos, vamos; he aquí, se acerca el que me entrega.”

Sin lugar a dudas el Getsemaní es la puerta que abre hacia los sufrimientos de Cristo. Es en el Getsemaní donde vemos al Hijo de Dios quebrantarse hasta sudar gruesas gotas de sangre, pedir al Padre que pasara de él esa copa. Es en el Getsemani donde Jesús sufrió el abandono de sus discipulos y la dolorosa traición de Judas. Esa misma noche; una turba liderada por Judas lle Getsemani, con palos y espadas con el fin de capturar a Jesús.

Lázaro

Es interesante (aleccionador)) ver como alguien que había estado tanto tiempo con Jesús, que había visto sus milagros, que había escuchado sus enseñanzas, al final terminó vendiendo al Hijo del Hombre por 30 piezas de plata (precio de un esclavo en el AT)… “no importa cuan involucrado esté una persona en el ministerio, no importa cuanto trabaje en la obra, al final de su carrera, su alma y los deseos de su corazón saldrán a la luz” al final se pudo comprobar que Judas amó más las riquezas que a Dios. Eso es consistente 1 Corintios 3:13.

1 Corintios 3:13 “la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.”

Es interesante la predicción de Simón hace a María el día en que el niño Jesús fue presentado en el templo

Lucas 2:34–35 “ He aquí, éste está puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel, y para señal que será contradicha 35 (y una espada traspasará tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.”

Esa profecía se estaba cumpliendo esa misma noche. Los discípulos le abandonaron y Judas lo había entregado.

Temor de los sacerdotes.

Los comentaristas opinan que no menos de 700 hombres vinieron a buscar a Jesús, Una compañía de soldados romanos constaba de 600 soldados + los alguaciles del templo (levitas), + los miembros del sanedrín había llegado al getsemani esa noche. La razón por la cual tanta gente vino en busca de un hombre es porque; por un lado: Ellos necesitaban la autorización de Roma para ejecutar a Jesús y por otro lado; ellos pensaban que Jesús sería fuertemente defendido por sus discipulos y que su captura se daría por medio de la fuerza. NADA MÁS ALEJADOS DE LA REALIDAD. Jesús sabía lo que había de ocurrir, lo había dicho varias veces, nadie lo puso en esta situación sino que Jesús entregó su vida voluntariamente y no por medio de la fuerza.

Frase de transición: ¿Cual era la base sobre la cual se cimentaba ese caracter manso y humilde de nuestro Señor Jesucristo? marcos nos presenta en este relato 2 cosas importantes:

La naturaleza del reino de los cielos.

El deseo del Hijo de Dios “en ese reino” de hacer su voluntad.

(Ambas cosas son la base para cultivar un caracter manso y humilde como nuestro Señor Jesucristo)

1. LA NATURALEZA DEL REINO

Marcos 14:48–49 “Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Como contra un ladrón habéis salido con espadas y con palos para prenderme? 49 Cada día estaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis; pero es así, para que se cumplan las Escrituras.”

Es odbio que ellos no habían entendido que el reino de los cielos, no sería propagado por medio de la violencia, ni la fuerza, ni armas carnales sino por medio de la verdad. Los imperios expanden sus tierras por medio de la fuerza, aun las religiones del mundo han usado la fuerza para lograr sus objetivos, pero el reino de los cielos es un reino de paz y su fuerza no yace en la espada sino en el poder del Espiritu.

Jesús no necesitaba que nadie lo defendiera.

Juan 18:2–6 “2 Y también Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos. 3 Judas, pues, tomando una compañía de soldados, y alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allí con linternas y antorchas, y con armas. 4 Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que le habían de sobrevenir, se adelantó y les dijo: ¿A quién buscáis? 5 Le respondieron: A Jesús nazareno. Jesús les dijo: Yo soy. Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba. 6 Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.”

Es quizás en ese momento cuando Pedro envalentonado por la gran autoridad del maestro, se lanza en contra de Malco el siervo del sumo sacerdote. “su intensión no era coartarle una oreja, Pedro había apuntado a la yugular”.

Es ahí donde Jesús le dice:

Mateo 26:52...Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. 53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Tu puedes creer esto?

Una legión romana estaba compuesta por 6000 soldados, 12 Legiones serían 72.000 ángeles.(Eso no es poca cosa) Cuando Judá fue librado de Senaquerid un solo ángel mató a 185.000 hombres. Jesús pudo haber invocado a Su padre y al instante 700 hombres yacerían muertos en la tierra, pero Jesús sabe que la violencia no era el Camino. El Reino de los cielos necesitaba un cordero manso que se entregara a si mismo por nuestro pecado.

Isaías 53:7 “7 Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca.”

Piensa por un momento lo ¿que hubiera pasado si Cristo no se hubiera entregado voluntariamente a los soldados?... que hubiera pasado ¿si una legión de ángeles hubieran venido a rescatarlo?

1. Ni tu, ni yo no hubiéramos tenido a nadie que pagara el precio por nuestros pecados en la Cruz. No tendríamos un sustituto que muriera por nuestros pecados. Eso nos hubiera dejado en una situación horrenda, nosotros tendríamos que pagar por nuestro propio pecado yendo al infierno por toda la eternidad.

No hubiéramos tenido un mediador entre nosotros y un Dios Justo y Santo. Tendríamos que enfrentar el tribunal de Dios sin alguien que intercediera por nosotros por nuestros pecados.

Su sangre no se hubiera derramado en la cruz del calvario, Sangre que ahora está disponible parar todo aquel que se arrepienta de su pecado.

No hubiésemos alcanzado la vida eterna.

La verdadera naturaleza del reino de los cielos se expresa No en la espada de Pedro, ni en la violencia… sino en la perfecta obediencia y la mansedumbre del Hijo de Dios.

2. LA DESEO DE HACER LA VOLUNTAD DEL PADRE

Juan 18:9–11 “9 para que se cumpliese aquello que había dicho: De los que me diste, no perdí ninguno. 10 Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se llamaba Malco. 11 Jesús entonces dijo a Pedro: Mete tu espada en la vaina; la copa que el Padre me ha dado, ¿no la he de beber?”

Es interesante que luego de su oración en el Getsemani, Jesús se encuentra ahora con su realidad y no vemos vestigios de un temor, ni espanto. En su mano ya esta la copa de la ira de Dios pero ahora su mano no está temblando.

Reflexionemos.

El pecado comenzó en un huerto.

En un huerto se había pronunciado una maldición y en el mismo huerto se prometió el Redentor... Una simiente que heriría a satanás mortalmente.

En un huerto la simiente prometida entró en conflicto con la serpiente antigua.

En un huerto Adán adán comió del fruto y en otro huerto Jesús tomó de la copa de la ira de Dios.

Jesús fué sepultado en un Huerto

¿NO les parece que todo esto era parte de un plan que desde el principio Dios había establecido para sus propósitos? Jesús estaba consiente del plan y sabía que lo único que podía hacer era obedecer y someterse a la voluntad de su Padre.

En Juan 6:15 cuando el pueblo quizo apoderarse de Él para hacerle rey se negó rotundamente y se fue a solas.

Ahora en el Getsemaní vienen a matarlo y el se queda y aún se adelanta para encontrarse con ellos y se entrega sin ofrecer ninguna resistencia.

El había demostrado lo que podía hacer con solo decir: YO SOY / todos cayeron a tierra, el pudo haberlos dejado muertos con una sola palabra de su boca, pudo haber invocado legiones de ángeles pero el sabía que ése no era el plan.

Pedro; La copa que el Padre me ha dado ¿no la he de beber?

La copa que ha sido asignada a mí desde antes de la fundación del mundo… ¿No la he de beber?

Cuando Juan y Jacobo pidieron estar a la derecha y ala izquierda en el reino venidero, Jesús les dijo; Podéis beber de la copa que yo he de beber? Podemos. Quizas en ese momento no sabían lo que decían, pero lo cierto es que ellos si bebieron de esa copa.

Tu y yo también beberemos de esa copa porque; Todo aquel que quiera se mi discípulo, deberá negarse así mismo, tomar su cruz y seguirme.

Pedro 2:21–25 “21 Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; 22 el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca; 23 quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; 24 quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.

Marcos termina este relato diciendo:

Entonces todos los discipulos, dejándole huyeron.

Conclusión y aplicación

Nuestra falta de mansedumbre se debe a nuestra falta de conocimiento del reino de los cielos. Los valores del reino promueven la paz, el amor, la entrega, el perdón. Mateo 11:29–30 “29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

Nuestra falta de mansedumbre se debe a un corazón no sujeto a la voluntad de Dios.