BENDICIENDO A TUS HIJOS, MIRANADO AL PACTO DE DIOS (MARCOS 10:13-16)

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1 LA TRANSCENDENCIA DEL PACTO (13-14)
2 BENDECIDOS COMO NIÑOS (15-16)
INTRODUCCIÓN
Después de estos dos domingos hablando sobre la pasión de Cristo, retomamos la serie del Evangelio según San Marcos.
Habiamos dejado el tema con la enseñanza del divorcio, El Señor en su infinita misericordia, ahora nos enseña algo muy importante.
La enseñanza familiar hacia los hijos, aunque hay una reprimenda a los discípulos, es cierto que esto el Señor lo usa par darnos una rica enseñanza.
Nos hace mirar al pacto. Por eso es importante recordar la promesa del pacto.
Génesis 17:9–11 LBLA
9 Dijo además Dios a Abraham: Tú, pues, guardarás mi pacto, tú y tu descendencia después de ti, por sus generaciones. 10 Este es mi pacto que guardaréis, entre yo y vosotros y tu descendencia después de ti: Todo varón de entre vosotros será circuncidado. 11 Seréis circuncidados en la carne de vuestro prepucio, y esto será la señal de mi pacto con vosotros.
Esta es la SEÑAL del pacto. Que es un pacto perpetuo
Génesis 17:19 LBLA
19 Pero Dios dijo: No, sino que Sara, tu mujer, te dará un hijo, y le pondrás el nombre de Isaac; y estableceré mi pacto con él, pacto perpetuo para su descendencia después de él.
Esto es bueno saberlo, Cristo nos hace mirar al pacto…
¿Qué nos enseña Cristo en este pasaje? ¿qué quiere decir con lo que dice de los niños? ¿Cómo podemos ser bendecidos y bendecir a nuestros hijos?

1. LA TRANSCENDENCIA DEL PACTO (13-14)

Marcos 10:13–14 LBLA
13 Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron. 14 Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como estos es el reino de Dios.
Vemos claramente el mensaje aquí. No hace mucho dijo una ministra que los hijos le pertenecen al Estado, cosa tan anitibilica es esta.
a) Los padres responsabilidad ante los hijos.
Los hijos son dados a los padres, y nosotros como cristianos, entendemos que que si nosotros somos parte del pacto de Dios, parte del pueblo de Dios, nuestros hijos infantes también.
Desde la institución del pacto de DIos con Abraham, el pueblo de Dios tomó muy en serio la inclusión de sus hijos dentro del pacto. Esto es una responsabilidad para los padres, pues estos tienen que educar a sus hijos en consecuencia con la fe, lo que siempre se ha dicho pasar la fe a los hijos.
En un mundo en el que vivimos incluso a veces el cristiano se ha hecho individualista cuando se enfatiza mucho en la salvación personal, en algo personal, en cierta manera, si, la fe y la salvación es personal, pero no se regula solamente en esto, la fe es comunitaria, es familiar y cooperativa entre los miembros del pacto.
Por lo cual, tal como lo entendemos y lo vemos desde la inauguración del pacto, es responsabilidad de los padres cristianos que sus hijos vivan en el pacto, pues forman parte de ellos.
Como veremos después.
Ahora nos centramos en la responsabilidad de los padres.
Deuteronomio 6:4–9 LBLA
4 Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. 5 Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza. 6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. 8 Y las atarás como una señal a tu mano, y serán por insignias entre tus ojos. 9 Y las escribirás en los postes de tu casa y en tus puertas.
Y mas debajo dice:
Deuteronomio 6:20–25 LBLA
20 Cuando en el futuro tu hijo te pregunte, diciendo: «¿Qué significan los testimonios y los estatutos y los juicios que el Señor nuestro Dios os ha mandado?», 21 entonces dirás a tu hijo: «Eramos esclavos de Faraón en Egipto, y el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte. 22 »Además, el Señor hizo grandes y temibles señales y maravillas delante de nuestros ojos contra Egipto, contra Faraón y contra toda su casa; 23 y nos sacó de allí para traernos y darnos la tierra que Él había jurado dar a nuestros padres». 24 Y el Señor nos mandó que observáramos todos estos estatutos, y que temiéramos siempre al Señor nuestro Dios para nuestro bien y para preservarnos la vida, como hasta hoy. 25 Y habrá justicia para nosotros si nos cuidamos en observar todos estos mandamientos delante del Señor nuestro Dios, tal como Él nos ha mandado.
Los padres de estos niños en el pasaje de Jesús tomaron muy enserio las enseñanza del pacto. Eran los padres quienes llevaban a los niños a Cristo.
Lucas 18:15 LBLA
15 Y le traían aun a los niños muy pequeños para que los tocara, pero al ver esto los discípulos, los reprendían.
Lucas 18:15 deja en claro que los “niños” que le llevaban57 a Jesús en realidad eran infantes.
Presumiblemente, los padres y otros parientes cercanos, llevaron los niños a Jesús “para que los tocase”, esto es, para que él pusiera las manos sobre ellos mientras rogaba la bendición del Padre.
Las bendiciones del pacto y una vida en la fe comienza en el núcleo más cercano nuestros hogares.
Y vamos a encontrar oposición…
b) Aunque algunos traten de impedirlo como los discípulos.
Marcos 10:13 LBLA
13 Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron.
Por supuesto, no reprendían a los niños, sino a sus padres y en general a todos los que los traían. ¿Estaban los discípulos junto a la puerta de la casa (cf. 10:10), rechazando con gesto de enojo a los que se aproximaban con niños en los brazos? La reacción de los discípulos era algo característico en ellos: no querían que se les molestase; tampoco querían que su Maestro fuese importunado por ¡criaturas tan insignificantes (?) como aquellos infantes!
Muchas veces se minusvalora a los niños por el hecho de ser infantes, pero te digo, que si tu estás dentro del pacto de Dios, tus hijos también, y debes buscar para ellos la bendición de Dios.
Es normal que encontremos oposición en el mundo, en los poderes políticos, en las escuelas, que van a querer separar a tu hijo de las bendiciones de DIos en pro de las nuevas politicas aberrantes. Con esto ya contamos.
Pero si te das cuenta, los discipulos no estaban lejos de Cristo. Esto quiere decir, que te vas a encontrar oposición hasta dentro de la iglesia.
¿Qué quiero decir con esto? Muchos te dirán, deja que tus hijos crezcan ya tomaron la decisión ahora no son cristianos. No forman parte del pacto. ¿Cómo bautizas a tu hijo? Ello no pueden formar parte del pacto, no pueden decidir. Esto lo vas a escuchar hasta de personas cercana a nuestra teología.
Pero, ¿Acaso tu elegiste ser salvo? No, Dios te eligió, tu tenías la mismas capacidades naturales para decidir tu salvación que la de un infante.
Por lo tanto, por gracia formas parte del pacto. Tu hijo hasta que nos e demuestre lo contrario debe crecer como parte del pacto. Porque es un mandamiento perpetuo del Señor, hoy ya no hay circuncisión, pero como tal es la señal del bautismo, y esta debe ser hecha para que tus hijos crezcan con la señales y bendiciones del pacto, para cuando ya en su tiempo, pueda decir, yo soy cristiano. Y este haga lo mismo con sus hijos.
Otro me puede decir, y ssi después falla?, También con este argumento, cuantos adultos se bautizan que aparentan fe verdadera pero después al tiempo demuestran que no lo eran. Esto es un misterio, pero nosotros obedecemos al Dios del pacto.
Como hicieron los padres llevando a sus hijos a recibir las bendiciones de Jesús.
Que nadie te diga, cristiano, que tus hijos no pueden recibir tal bendición, que nadie te diga que el pacto no es para tus hijos, aunque eso venga de alguien que es cercano a ti teologicamente.
Deuteronomio 31:12–13 LBLA
12 Congrega al pueblo, hombres, mujeres y niños, y al forastero que está en tu ciudad, para que escuchen, aprendan a temer al Señor tu Dios, y cuiden de observar todas las palabras de esta ley. 13 Y sus hijos, que no la conocen, la oirán y aprenderán a temer al Señor vuestro Dios, mientras viváis en la tierra adonde vosotros vais, cruzando al otro lado del Jordán para poseerla.
Joel 2:16 LBLA
16 reunid al pueblo, santificad la asamblea, congregad a los ancianos, reunid a los pequeños y a los niños de pecho. Salga el novio de su aposento y la novia de su alcoba.
Génesis 17:7 LBLA
7 Y estableceré mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti, por todas sus generaciones, por pacto eterno, de ser Dios tuyo y de toda tu descendencia después de ti.
Hechos de los Apóstoles 3:25 LBLA
25 Vosotros sois los hijos de los profetas y del pacto que Dios hizo con vuestros padres, al decir a Abraham: Y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
c) Ellos son parte del pacto (Los hijos de creyentes)
Marcos 10:14 LBLA
14 Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como estos es el reino de Dios.
LA RV60

Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios.

Y así lo hace ver el mismo Jesucristo, Jesús no vino a cambiar el pacto, pero si a cumplir y en Él aplicarlo.
Por eso, Él es quien bendice, y por eso, desde los primeros siglos, el bautismo de un creyente era bautizar a toda su familia con Él, porque sus hijos pequeños también formaban parte del pacto.
Hechos de los Apóstoles 16:29–33 LBLA
29 Entonces él pidió luz y se precipitó adentro, y temblando, se postró ante Pablo y Silas, 30 y después de sacarlos, dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo? 31 Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa. 32 Y le hablaron la palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su casa. 33 Y él los tomó en aquella misma hora de la noche, y les lavó las heridas; enseguida fue bautizado, él y todos los suyos.
Hechos de los Apóstoles 16:14–15 LBLA
14 Y estaba escuchando cierta mujer llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, vendedora de telas de púrpura, que adoraba a Dios; y el Señor abrió su corazón para que recibiera lo que Pablo decía. 15 Cuando ella y su familia se bautizaron, nos rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos en ella. Y nos persuadió a ir.
Normalmente vemos como eran los bautismo.
La familia formaba parte del pacto.
Nuestros hijos no son ajenos a este. Y esto mismo es la responsabilidad de los padres que sean bautizados y a su vez alimentados con la bendición del pacto de Dios.
La salvación es personal, pero las bendiciones del pacto tanto en familia como iglesia es comunitaria y cooperativa.
Por lo tanto, si llegamos a entender la transcendencia del pacto, estaremos bendiciendo a nuetros hijos y no privaandolos de estas bendiciones. Cuidado y caigas en el error de impedir que tus hijos sean bendecidos con tal bendición que Cristo da a su pueblo.
2 Timoteo 3:15 LBLA
15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.
Pero esta mirada al pacto perpetuo de DIos para su pueblo… tiene una enseñanza también para los adultos.

2. BENDECIDOS COMO NIÑOS (15-16)

Igual que nuestros hijos son bendecidos, debemos ser bendecidos nosotros, y debemos incluso aprender de ellos y de esto…
Marcos 10:15–16 LBLA
15 En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. 16 Y tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos.
¿Cómo recibe el reino de Dios un niño, hijo de creyente?
a) Un niño lo recibe, siendo incapaz de hacerlo por sí mismo, igual que nosotros.
Aquí se demuestra que al fe es dada por Dios, la salvación es dada por Dios.
Salmo 3:8 LBLA
8 La salvación es del Señor. ¡Sea sobre tu pueblo tu bendición! (Selah)
Efesios 2:8–10 LBLA
8 Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.
Entonces si lo que dice Jesús en nuestros pasajes, es que somos salvos por medio de gracia, es decir, que sólo así podemos ser salvos por eso de lo que dice:

15 En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.

Esto quiere decir, que el que pretende la salvación por otro medio, no recibe ni esta ni por lo tanto, el reino de Dios.
El reino de DIos es para quellos que Dios salva siendo incapaces estos por sus propios medios. Igual que los niños.
Entonces:
b) Un niño aunque no perfecto, es dócil, sencillo, humilde, sin pretensiones y
dependiente.
El reino pertenece a aquellos que vienen a Dios vacíos y con una fe semejante a la de un niño (10:14–15)
Recibir el reino de Dios como un niño significa aceptarlo con sencillez auténtica y confiada, con humildad y sin pretensiones.
Un niño es sencillo, no tiene pretensiones más allá que la de seguir e imitar a sus padres, es dócil dentro de sus imperfecciones.
Trata de agradar a sus padres siempre, dependiente de estos, hasta Jesús lo fue en su momento de José y María.
Como cristianos, debemos ser así, docil, sencillo, humilde, sin pretensiones personales egoistas, dependiente de nuestro Padre Dios.
Y esto a su vez tramitirselo a nuestros hijos, como pertenecientes al Pacto.
c) Acerquemonos al trono de gracia (Al regazo de Dios)
Marcos 10:16 LBLA
16 Y tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos.
La razón para que los padres trajeran a sus hijos ante Jesús se deja clara cuando se dice que él los “bendice” (κατευλογέω)9. Jesús ilustra su enseñanza recibiendo a aquellos que el mundo no considera merecedores de su tiempo y atención. Los niños tienen que ser recibidos en el reino porque ellos son los que mejor representan la confianza y la dependencia de Dios. Como en 9:36, que Jesús “tome en sus brazos” o “abrace” (ἐναγκαλίζομαι) a los niños demuestra su auténtica preocupación y afecto. “Poner las manos sobre ellos” (τιθεὶς τὰς χεῖρας) expresa la manera en que los bendice. Este no es un ritual litúrgico formal, sino un símbolo o identificación10 y una manera tradicional de impartir una bendición (Gn 48:14–18).
Somos llevados por Dios, como los niños son llevados pr sus padre al trono de la gracia, al regazo de Dios.
Nosotros:
Debemos ser docil y confiados en el Señor para ir su regazo.
Debemos ser diligentes y hacer esto también con nuestros hijos y que nadie nos lo impida.
Pues tanto nosotros como nuestros hijos somos parte del pacto, ellos con la señal del bautismo son miembros de la iglesia visible.
¿Vas a impedir que tu hijo sea Bendecido por Cristo?
No se lo impidáis.
CONCLUSIÓN
Hermanos, hemos visto la imprtancia y lo trancendente del pacto de Dios dado a Abraham que se cumple en Cristo. Este pacto es vigente, para ti como parte de la Iglesia y tus hijos también.
Por lo tanto, al igual que la pascua es la santa cena hoy, la señal del pacto que era la circuncisión hoy es el bautismo.
Practicar esto es ser obedientes a Dios y procurar la bendición de nuestros hijos.
No hay nada que perder en esto, al reves muchas bendiciones que ganar y encima dadas gratis.
Hermanos, en un mundo con el que vivimos, es importante que tus hijos se sientan parte de la Iglesia visible y sepan que la bendiciones también son para ellos, para que crezcan sobre el fundamento del pacto, que es Cristo.
Y no venga ningún viento de doctrinas tratandolos de confundir y llevar.
Hermano si tu no cumple este papel, otros lo harán, si tu no no esenñas a tus hijos con als bendiciones del pacto, otro lo harán llevanselos para su terreno.
Y nosotros seamos como Cristo nos ha enseñado.
Comenzando contigo y siendo de ejemplo y enseanza para tu casa.
Ya sabéis, no impidaís a vuestro hijos ser parte del pacto y bendecido por Cristo.
Que Dios bendiga su Palabra.
CONCLUSIÓN
Señor Dios tal como nos trajiste a tu pueblo, siendo bendecidos por ti, te pedido también que bendigas nuestros hogares, familias, hijos. Que nos ayudes a ser un pueblo del pacto con el cual otros puedan ser bendecidos. Que no seamos de impedimento ni para nuestros hijos ni para otros de recibir tus bendiciones, sabiendo que si nosotros lo hemos recibido ha sido todo por tu gracia y misericordia. Por Jesucristo Nuestro Señor, que vive y reina por los siglos de los siglo amén.
Que la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunión del Espiritu Santo, esté con todos vosotros.
¡Amén!
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