La decisión de Elimelec
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· 3,036 viewsElimelec tomó decisiones basadas en la logica humana y no en las promesas de Dios. Por lo tanto, aunque tuvo prosperidad temporal, perdió la vida.
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La decisión de Elimelec
La decisión de Elimelec
Rut 1:1–5
1 Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y dos hijos suyos. 2 El nombre de aquel varón era Elimelec, y el de su mujer, Noemí; y los nombres de sus hijos eran Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Llegaron, pues, a los campos de Moab, y se quedaron allí.
3 Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos, 4 los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años. 5 Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.”
Introducción
Introducción
En la Biblia encontramos el papel importante que tienen las mujeres en los propósitos de Dios. Son dos libros que llevan el nombre de mujeres: Rut y Ester, quienes fueron parte importante en el propósito de Dios.
A parte de ellas se mencionan mujeres como Tamar, Rahab, Josabet y María que fueron parte importante en la genealogía de Jesús.
Este libro nos presentará que dentro del caos y la desobediencia de Israel, Dios toma esa rebeldía para cumplir sus propósitos gloriosos.
Elimelec
Elimelec
“Mi Dios es rey”, originario de Belén (Casa de Pan) de Judá, antepasado de David.
En su época que hubo hambre en la tierra prometida (a causa de su rebeldía), según Dios lo había advertido. Deuteronomio 28:15–16 “15 Pero acontecerá, si no oyeres la voz de Jehová tu Dios, para procurar cumplir todos sus mandamientos y sus estatutos que yo te intimo hoy, que vendrán sobre ti todas estas maldiciones, y te alcanzarán. 16 Maldito serás tú en la ciudad, y maldito en el campo.”
La tierra de Israel es tierra bendita, si ellos sufrían hambre es por su rebeldía, la solución era humillarse delante de Dios. 2 Crónicas 7:14 “si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
Elimelec como buen padre de familia, tomo una desición basada en las circunstancias y la sabiduría humana, sin considerar el propósito y la Palabra de Dios. Decidió migar a una tierra donde no hubiera hambre a Moab. A simple vista no había nada malo en esa decisión.
El problema es que, tanto Elimelec como muchos de nosotros, tomamos decisiones basadas en la sabiduría humana y no tomamos en cuenta la voluntad de Dios.
Elimelec decidió salir de la tierra santa, que Dios entregó a su pueblo escogido, tierra bendita que fluye leche y miel, para habitar tierra gobernada por el mal y buscar la prosperidad de los paganos.
No todas las decisiones aparentemente piadosas son correctas.
Moab
Moab
Moab estaba al oriente de Israel, los moabitas eran parientes de Israel por ser descendientes de Lot, sobrino de Abraham.
Sin embargo, Dios había emitido maldición sobre Moab.
Deuteronomio 23:3–6 “3 No entrará amonita ni moabita en la congregación de Jehová, ni hasta la décima generación de ellos; no entrarán en la congregación de Jehová para siempre, 4 por cuanto no os salieron a recibir con pan y agua al camino, cuando salisteis de Egipto, y porque alquilaron contra ti a Balaam hijo de Beor, de Petor en Mesopotamia, para maldecirte. 5 Mas no quiso Jehová tu Dios oír a Balaam; y Jehová tu Dios te convirtió la maldición en bendición, porque Jehová tu Dios te amaba. 6 No procurarás la paz de ellos ni su bien en todos los días para siempre.”
Los Moabitas no quisieron permitir el paso de los Israelitas en su territorio (Números 20:10-19), no les dieron agua ni pan siendo parientes. Sino que contrataron a Balaam para que maldijere al pueblo (Números 20).
Rut 1:3-4 “Y murió Elimelec, marido de Noemí, y quedó ella con sus dos hijos, los cuales tomaron para sí mujeres moabitas; el nombre de una era Orfa, y el nombre de la otra, Rut; y habitaron allí unos diez años.”
No podían los Israelitas convivir con los moabitas, mucho menos emparentarse, orden que desobedeció Elimelec y sus hijos.
Es evidente que Elimelec tenía la intención de quedarse a vivir en Moab, renunciando así a ser hijo de Dios. Prácticamente apostatar de la fe.
Es muy probable que esta fue la causa de la muerte de Elimelec y sus hijos.
Rut 1:5 “Y murieron también los dos, Mahlón y Quelión, quedando así la mujer desamparada de sus dos hijos y de su marido.”
Tomar decisiones aparentemente buenas fuera del propósito de Dios, traerá sus consecuencias.
La decisión de las mujeres
La decisión de las mujeres
Noemí = placentera. Rut = Belleza. Orfa = adulación (halago).
Las mujeres quedaron desamparadas, pues ellas no podían heredar, tampoco trabajar como asalariadas, la única opción era volverse a casar o entregarse como esclavas.
Pero en el caso de Noemí por ser anciana, no tenía esas opciones, su única opción era mendigar.
Así es que Noemí al escuchar que en su tierra había pan, decidió volver. Rut 1:6 “Entonces se levantó con sus nueras, y regresó de los campos de Moab; porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.”
Noemí decidió volverse nuevamente a su Dios, de donde salió cual hijo pródigo. Quizá esperaba que alguien se compadeciese de ella y proporcionara algo de alimento y un lugar donde vivir.
Ambas nueras había escuchado del Dios de Israel, tenían la oportunidad de conocerlo en Israel, así que acompañan a su suegra.
Pero Rut conociendo la prohibición de los moabitas en Israel, le sugiere a sus nueras mejor volver a casa de sus padres,
Orfa decidió por lo seguro, pero Rut decidió por la fe, con tal de ser aceptada en el pueblo de Dios renunció a su origen, costumbres y pueblo, para entregarse al Dios de Israel.
Rut 1:16-17 “Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que sólo la muerte hará separación entre nosotras dos.”
Con esta declaración Rut estaba rompiendo toda maldición que caía sobre ella por se moabita y se convertía en parte del pueblo de Dios. Romanos 9:8 “Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.”
Gálatas 3:7 “Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham.” Por la fe Rut fue justificada, quebrando así el yugo de maldición que caía sobre su identidad moabita.
Conclusión
Conclusión
No todo lo que brilla es oro, no todo lo que parece ser una buena decisión realmente lo es. Satanás procurará ofrecerte buenas oportunidades materiales para alejarte de Dios donde lo perderás todo.
Elimelec pensó que sería buena idea migrar a Moab sin considerar las promesas de Dios, renunció a su bendición y promesas, lo que le trajo a muerte a él y sus hijos.
Pero Noemí tomo la decisión de volverse a la tierra de su Dios y su pueblo, junto a su nuera Rut quien puso sus ojos en el Dios de Israel y renunció a su naturaleza de maldición y de pecado y alcanzó misericordia.
Con las decisiones tomadas con tu sabiduría humana es posible que alcances el éxito material y bienestar que buscabas, pero lamentablemente tu alma sufrirá las consecuencias. Mateo 16:26 “Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?”
Lucas 12:15 “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee.”
Estarías vendiendo tu salvación por un miserable riqueza material.