Los beneficios de la paciencia

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La paciencia es una virtud que nos permitirá disfrutar de la vida en esta tierra mientras esperamos la venida del Señor.

Notes

Transcript

Los beneficios de la paciencia

Santiago 5:7–11

7 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. 8 Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. 9 Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta. 10 Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. 11 He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.”

Introducción

Santiago comienza y termina su epístola hablando de la paciencia, una virtud muy necesaria en nuestros días.

La agitación e impaciencia produce que obtengamos productos de mala calidad, alimentos que causan daño.

Ahora se añora en el tiempo que disfrutábamos de alimentos que se producían en su tiempo, ahora son llamados orgánicos y son más costosos.

Hoy la Biblia nos recuerda que debemos cultivar la paciencia, que es frutos del Espíritu (Gálatas 5:22). Evidencia de nuestra genuina conversión.

Paciencia hasta la venida del Señor

Santiago 5:7 “Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía.”

(paciencia activa)

Se predica la inminente venida de Cristo es decir que en cualquier momento Cristo vendrá, y debemos velar. Todos tenemos una responsabilidad que cumplir en la obra del Señor.

Mateo 24:45-51 “¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá. Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda en venir; y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes.”

La paciencia es una virtud importante para mantenernos firmes velando hasta la venida del Señor. Por falta de paciencia, muchos se desaniman y no perseveran en el evangelio. Mateo 13:22 “El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.”

Si el Señor no ha venido es porque es paciente con nosotros. 2 Pedro 3:9 “El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”

Paciencia unos con otros

(paciencia activa)

Santiago 5:9 “Hermanos, no os quejéis unos contra otros, para que no seáis condenados; he aquí, el juez está delante de la puerta.”

Se los exhorta a ser pacientes unos con otros, pues por causa de nuestra imperfección y personalidades diferentes, nos causamos molestia.

Los que hemos nacido de nuevo debemos demostrar paciencia para las personas difíciles de tratar, los que mienten, los que son insistentes, indiferentes, los que se enojan fácilmente, los que mal interpretan todo, etc.

Efesios 4:1-2 “Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,”

El mismo apóstol Pablo tenía actitudes irritantes, como cuando confrontó al apóstol Pedro delante de todos: Gálatas 2:14 “Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar?” Pedro debió ser paciente.

Pablo no fue paciente con Marcos, y Bernabé debió ser paciente con Él. Hechos 15:39 “Y hubo tal desacuerdo entre ellos, que se separaron el uno del otro; Bernabé, tomando a Marcos, navegó a Chipre,”

Todos debemos luchas con la impaciencia hacia nuestro hermano, pero debemos cada día tener el carácter de Cristo quien es paciente con nosotros.

Es necesario soportarnos con paciencia unos a otros porque daremos cuentas al Señor.

Paciencia ante la prueba

Santiago 5:10-11 “Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.”

(Paciencia pasiva)

La paciencia es sumamente necesaria para soportar la prueba, pues es necesaria para nuestra madurez y fortaleza espiritual.

Es conocida también con longanimidad, soportar pacíficamente las dificultades.

Santiago menciona a Job como ejemplo de paciencia, quien soportó la prueba mientras su esposa y sus amigos le animaban a claudicar.

Son las pruebas, las dificultades las que fortalecen y alimentan la paciencia, y esta a su vez nos permiten crecer y madurar espiritualmente.

Santiago 1:2-4 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.”

Soportar con paciencia las pruebas nos conducen a la perfección.

No te angusties cuando estés atravesando una dificultad, recuerda que todo obra para bien para los que aman al Señor: Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.”

Conclusión

Vivimos en una época de cambios rápidos, en donde la exigencia y la desesperación es la norma común.

Pretendemos aplicar esa impaciencia con Dios, pero es un grave error, a Él no podemos exigirle.

Por la impaciencia a la venida del Señor muchos están cambiando las doctrinas por pensamientos terrenales de prosperidad y bienestar.

La paciencia no es desidia, negligencia, indolencia o pereza, es esfuerzo, dedicación y disciplina.

Pidamos al Señor paciencia, no claudiquemos, seamos disciplinados y perseveremos porque El Señor en el momento menos pensado vendrá por su iglesia y los que no estén preparados se quedarán.