Las depravación de Israel
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· 31 viewsLa depravación en Israel había llegada a tal grado que no había humanidad en las personas, se comportaban como bestias salvajes.
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Las depravación de Israel
Las depravación de Israel
Jueces 19:1–3 “1 En aquellos días, cuando no había rey en Israel, hubo un levita que moraba como forastero en la parte más remota del monte de Efraín, el cual había tomado para sí mujer concubina de Belén de Judá. 2 Y su concubina le fue infiel, y se fue de él a casa de su padre, a Belén de Judá, y estuvo allá durante cuatro meses. 3 Y se levantó su marido y la siguió, para hablarle amorosamente y hacerla volver; y llevaba consigo un criado, y un par de asnos; y ella le hizo entrar en la casa de su padre.”
Introducción
Introducción
Esta historia nos mostrará la depravación espiritual y moral en la que Israel había caído, de pecados de robo, idolatría, ambición y codicia que vimos la semana pasada, pasamos a pecados de adulterio, homosexualismo, violencia e insensibilidad ante el sufrimiento ajeno.
Adulterio
Adulterio
Se cuenta la historia de un levita cuya concubina le fue infiel, ella se fue a casa de su padre en Belén.
(El concubinato era una práctica relacionada a la poligamia, un hombre podía tener una o más esposas, como también concubinas, quienes no tenían el mismo valor que una esposa pero que tenían sus derechos.)
Pasados 4 meses, el levita realiza el largo viaje para recuperarla.
El padre de la mujer lo recibe con alegría sin indignarse por el pecado de la mujer.
Siendo este hombre levita debía conocer que la ley condenaba el delito de adulterio. Levítico 20:10 “Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.” Ignoraban totalmente la ley de Dios, y esto traería consecuencias terribles a la nación.
Veremos todo el caos que desató el pecado de esta mujer. Ningún pecado quedará sin consecuencias. Nahúm 1:3 “Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable...”
Hospitalidad
Hospitalidad
Jueces 19:10-15 “Mas el hombre no quiso pasar allí la noche, sino que se levantó y se fue, y llegó hasta enfrente de Jebús, que es Jerusalén, con su par de asnos ensillados, y su concubina. Y estando ya junto a Jebús, el día había declinado mucho; y dijo el criado a su señor: Ven ahora, y vámonos a esta ciudad de los jebuseos, para que pasemos en ella la noche. Y su señor le respondió: No iremos a ninguna ciudad de extranjeros, que no sea de los hijos de Israel, sino que pasaremos hasta Gabaa. Y dijo a su criado: Ven, sigamos hasta uno de esos lugares, para pasar la noche en Gabaa o en Ramá. Pasando, pues, caminaron, y se les puso el sol junto a Gabaa que era de Benjamín. Y se apartaron del camino para entrar a pasar allí la noche en Gabaa; y entrando, se sentaron en la plaza de la ciudad, porque no hubo quien los acogiese en casa para pasar la noche.”
El padre de la concubina quiso entreterlos para que no se marcharan, pero al quinto día decidió el levita retornar a su casa en Efraín por la tarde.
En el camino el siervo le sugiere detenerse a descansar en Jebús, que era una ciudad cananea.
El levita no quiso porque sabía lo depravados que eran los cananeos.
Pero fue grande su sorpresa que Gabaa de Benjamín ya se había contaminado del paganismo cananeo.
Al llegar a la ciudad nadie los invitó a posar en su casa. Los israelitas acostumbraban a ser bondadosos y hospedadores con los peregrinos.
Pero un anciano originario de Efraín, los vio en la plaza y los invitó a pasar la noche en su casa.
Es muy difícil hoy día abrir la puerta de nuestra casa a cualquiera, sin embargo, si podemos hospedar a hermanos en Cristo o siervos de Dios, debemos hacerlo pues en ello hay bendición. Hebreos 13:2 “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.”
Depravación
Depravación
Jueces 19:22-25 “Pero cuando estaban gozosos, he aquí que los hombres de aquella ciudad, hombres perversos, rodearon la casa, golpeando a la puerta; y hablaron al anciano, dueño de la casa, diciendo: Saca al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos. 23 Y salió a ellos el dueño de la casa y les dijo: No, hermanos míos, os ruego que no cometáis este mal; ya que este hombre ha entrado en mi casa, no hagáis esta maldad. 24 He aquí mi hija virgen, y la concubina de él; yo os las sacaré ahora; humilladlas y haced con ellas como os parezca, y no hagáis a este hombre cosa tan infame. 25 Mas aquellos hombres no le quisieron oír; por lo que tomando aquel hombre a su concubina, la sacó; y entraron a ella, y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana, y la dejaron cuando apuntaba el alba.”
Aquí encontramos 3 faltas:
Homosexualismo
Homosexualismo
La maldad en Israel había llegado a tal grado que la gente de Gabaa se había contaminado con las costumbres homosexuales de los pueblos cananeos.
Levítico 18:22 “No te echarás con varón como con mujer; es abominación.”
Este episodio nos recuerda el de Lot y los ángeles que querían violar los habitantes de Sodoma. Génesis 19.
Desprecio a las mujeres
Desprecio a las mujeres
Jueces 19:24 “He aquí mi hija virgen, y la concubina de él; yo os las sacaré ahora; humilladlas y haced con ellas como os parezca, y no hagáis a este hombre cosa tan infame.”
Aunque el anciano muestra piedad al hospedarlos, también vemos que había sido contaminado con el pecado de los cananeos de despreciar a las mujeres.
Ofrece a su propia hija virgen y a la concubina para que fueran violadas. 1 Pedro 3:7 “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”
La fe en Dios se había perdido, En vez de clamar al Señor en su angustia, tomaron la solución en sus manos, aborrecible ante los ojos de Dios.
Jueces 19:25 “Mas aquellos hombres no le quisieron oír; por lo que tomando aquel hombre a su concubina, la sacó; y entraron a ella, y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana, y la dejaron cuando apuntaba el alba.”
El levita con tal de salvar su dignidad, de manera frívola y despiadada entrega a la fuerza su concubina a los perversos, quienes la violan toda la noche hasta el amanecer.
Insensibilidad
Insensibilidad
Jueces 19:27-28 “Y se levantó por la mañana su señor, y abrió las puertas de la casa, y salió para seguir su camino; y he aquí la mujer su concubina estaba tendida delante de la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral. El le dijo: Levántate, y vámonos; pero ella no respondió. Entonces la levantó el varón, y echándola sobre su asno, se levantó y se fue a su lugar.”
El levita muestra una insensibilidad y frialdad propias de una persona perversa, no actuó con su concubina como un hombre escogido por Dios sino como un vil pagano.
Después de haber dormido toda la noche, encuentra a su concubina tendida frente a la puerta, no se apiadó de su sufrimiento, con frialdad le ordena levantarse. Pero ella ya no respondió. La tomó en su asno.
La Biblia no dice si esta mujer estaba muerta o inconsciente. Lo cierto es que el levita la lleva a su casa para descuartizarla.
Jueces 19:29-30 “Y llegando a su casa, tomó un cuchillo, y echó mano de su concubina, y la partió por sus huesos en doce partes, y la envió por todo el territorio de Israel. Y todo el que veía aquello, decía: Jamás se ha hecho ni visto tal cosa, desde el tiempo en que los hijos de Israel subieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Considerad esto, tomad consejo, y hablad.”
Para denunciar esta injusticia, envía partes del cuerpo de la mujer para dramatizar más la depravación del pecado de la gente de Gabaa.
Sin embargo, no solamente los perversos hombres de Gabaa son culpables de este crimen despreciable, también los es el levita.
Conclusión
Conclusión
Esta historia nos horroriza, difícil de creer que esté en la Biblia, pero muestra las consecuencias del pecado, la depravación y el alejarse de Dios. Una vida así de horrores les espera a los que se alejan de Dios.
Un pecado de adulterio por parte de la concubina desencadeno una serie de actos malvados hasta llegar a este crimen. Producto de desobedecer la ley de Dios.
La gente en Israel vivía como quería: Jueces 17:6 “En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía.” Creían erróneamente que vivían correctamente, en la voluntad de Dios.
Esto debe hacernos reflexionar, seguir renuentes a obedecer la Palabra de Dios, o humillarnos y clamar misericordia a Dios para que la maldad nos alcance a nosotros ni a nuestra familia.