NO MATARÁS II
los diez mandamientos • Sermon • Submitted
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6to Mandamiento
No matarás.
Ex. 20:13
Recordemos un poco lo que ya vimos.
Este 6to mandamiento: no matarás, prohíbe un pecado y es el asesinato (homicidio). Pero también nos deja un deber implícito y es que, debemos de proteger la vida de los demás y la nuestra.
Nosotros no podemos dañar físicamente a nadie, ni tampoco el alma de nadie.
Que un cristiano pueda asesinar (derramar la sangre) de alguien, es imposible y es por eso que, con este mandamiento, Dios manda que cuidemos todas aquellas emociones pecaminosas que conducen al homicidio, y son: la ira, la envidia y el odio.
Quizás no asesinas físicamente a nadie, pero si estas emociones pecaminosas hallan lugar en tu corazón contra alguna persona, entonces ya cometiste homicidio en tu corazón, y eres culpable y pasarás un juicio al igual que aquella persona que asesino físicamente.
Recordemos que nosotros también podemos matar el alma de una persona. Y lo hacemos cada vez que actuamos con una actitud y conducta negativa frente a aquella persona.
Un hijo puede ir matando el alma de sus padres, mientras desobedece, se inunda de vicios, de problemas, tiene malas amistades y visita lugares impíos.
Un esposo puede ir matando el alma de su esposa, cuando no la ama y le grita, cuando no le dedica tiempo, cuando no le da palabras de afirmación, cuando la humilla de alguna manera, etc.
Una esposa puede ir matando el alma de su esposo, cuando no lo respeta y sobrepasa su autoridad muchas veces al tomar ella las decisiones, cuando humilla a su esposo, cuando no es ayuda idónea sino una gotera constante (como dice proverbios).
Y matar el alma de otra persona, es el mayor asesinato de todos, porque hay más de la imagen de Dios en nuestra alma (en nuestro ser interior).
Lo que hoy veremos, tiene que ver con el hecho de que nosotros tampoco podemos dañarnos físicamente (aquí hablaremos un poco del suicidio) y también no podemos dañar nuestra alma.
Introducción:
(Mostrar tabla de suicidios en el Perú)
La semana pasada no pudimos ver la tabla de homicidios, pero hermanos los varones son los más asesinados en Perú.
Y ahora, revisando las estadísticas de suicidio en el Perú, me di con la sorpresa que los varones son aquellos que más se suicidan y mayormente lo hacen quienes están en la etapa de joven, seguido de adulto joven.
Y el mayor porcentaje de estos varones que se han suicidado, eran solteros.
Hermanos, estoy en peligro.
La mayoría de estos suicidios ha sucedido en la costa.
Una buena cantidad de suicidios también se da en la sierra, pero menos que la costa.
Y una cantidad mínima en la selva.
Creo que debemos de irnos a vivir a la selva.
Domingo y lunes han sido los días favoritos para aquellos que se han suicidado.
La mayor cantidad de suicidios ha sido por ahorcamiento, seguido por envenenamiento.
Y el 63% de estos homicidios ha ocurrido en el domicilio.
El suicidio no es ajeno en nuestra sociedad peruana, ocurre al menos 1 a 2 suicidios cada día.
Y la región Junín es el 4to departamento con mayor cantidad de suicidios.
Hay muchas personas ahí afuera que necesitan a Cristo, porque al no tener a Cristo en sus corazones no entienden el significado y el valor de su vida, no conocen este mandamiento de no matarás que, en otras palabras puede haber sido dicho: no atentarás contra tu propia vida o no tomarás tu propia vida.
Así como nosotros dividimos la semana pasada: No dañaras físicamente a otra persona y no dañaras el alma de otra persona.
Hoy también haremos lo mismo: No te dañarás físicamente y no dañaras tu alma.
¿Qué dice nuestro texto de memoria?
No matarás.
Ex. 20:13
Ahora llevaremos este texto a lo personal y primero veremos…
1. No te dañaras físicamente:
El cristiano se puede dañar físicamente de forma directa e indirecta.
a. El suicidio: es tomar tu propia vida.
¿Cuándo se suicida una persona?
Una persona se suicida cuando llega a la conclusión de que su vida no tiene significado ni propósito y no hay otra solución más que quitarse la vida.
Yo puedo llegar algún momento a perder el significado y perder de vista el propósito para mi vida, pero si veo que hay alguna solución, no llegó al suicidio.
Cuando la persona llega al suicidio es porque no importa lo que haga, no hay solución a su problema.
¿Qué es lo que comúnmente conduce a una persona al suicidio?
Las causas del suicidio son complejas y multifactoriales (o sea, hay muchos factores que pueden llevar a una persona al suicidio), y estás varían de persona a persona.
Sin embargo, hay un factor del trastorno mental que se ha identificado como común entre las personas que han intentado o completado el suicidio.
Y les hablo de aquel desorden emocional de la depresión.
La depresión es un trastorno emocional que afecta el estado de ánimo, los pensamientos, el comportamiento y las funciones físicas de una persona.
Los síntomas de la depresión pueden variar, pero comúnmente incluyen sentimientos persistentes de tristeza, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba, cambios en el apetito y el sueño, fatiga, irritabilidad, sentimientos de inutilidad o culpa, dificultad para concentrarse y pensamientos de muerte o suicidio.
Muchos cristianos creen que el creyente no puede caer en depresión y eso es un error.
El creyente es un ser humano común y corriente con las mismas emociones que cualquier otro ser humano, la única diferencia es que tiene a quién recurrir en medio de su tristeza, en medio de su dolor o en medio de su sufrimiento halla esperanza en Cristo.
David cayó en depresión cuando llegó a pecar con Betsabé.
Mientras callé, se envejecieron mis huesos, en mi gemir todo el día.
Sal 32:3
La depresión afecta las funciones físicas de la persona e incluso acelera el envejecimiento (se envejecieron mis huesos).
También vemos que David desde que se levantaba hasta nuevamente acostarse, todo el día estaba llorando, todo el día estaba triste.
Esos son síntomas de depresión.
Otra descripción de la depresión de David, …
3 Nada hay sano en mi carne, a causa de tu ira; ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.
4 Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí.
5 Hieden y supuran mis llagas, a causa de mi locura.
6 Estoy encorvado, estoy humillado en gran manera, ando enlutado todo el día.
7 Porque mis lomos están llenos de ardor, y nada hay sano en mi carne.
8 Estoy debilitado y molido en gran manera; gimo a causa de la conmoción de mi corazón.
Sal 38:3 – 8
Esta es la descripción de una persona que está en depresión.
David también cayó en depresión cuando su primer hijo con Betsabé estuvo muy enfermo.
16 Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche acostado en tierra.
17 Y se levantaron los ancianos de su casa, y fueron a él para hacerlo levantar de la tierra; mas él no quiso (pérdida de interés en sus actividades diarias), ni comió con ellos pan (pérdida de apetito).
2 Sm 12:16 – 17
David presentaba síntomas de alguien que está en depresión.
La depresión teniendo sus múltiples síntomas, sus múltiples causas es lo que muchas veces lleva a las personas al suicidio.
Entonces, si un creyente puede caer en depresión, también puede caer en suicidio.
Tomar su propia vida, quizás es la última opción a la que puede recurrir un cristiano.
Antes de derramar su propia sangre, ahorcarse o envenenarse, el cristiano tiene una forma santa de querer suicidarse.
Empieza a orar: Señor llévame.
El creyente quiere que sea Dios quien le quite la vida.
14 No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en demasía.
15 Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal.
Nm 11:14 – 15
Moisés estando en un arrebato de ansiedad por toda la carga que tenía, pidió a Dios que le de muerte.
El cristiano en depresión, ansiedad o cualquier circunstancia que lo desestabilice y haga perder su sentido a la vida, pide que Dios lo mate. Y esa es su forma de querer suicidarse.
Un incrédulo y un cristiano, tienen el mismo potencial de caer en el suicidio.
La diferencia es que el creyente se detiene a pensar en la esperanza que tiene en Cristo. El creyente ve que su problema puede tener una solución y no es la muerte, es Cristo.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.
Sal 42:5
El creyente puede perder su significado y propósito de vida, el creyente puede caer en la vaciedad de la vida, pero nuevamente ve a Cristo, se refugia en Dios, espera en Dios y Dios le hace entender el sentido de vida que tiene.
Corre a Cristo si es que hay un problema que te está abrumando y quizás te está llevando a la depresión.
Fija tus ojos en Dios y no en tus dificultades. En medio de tu dolor, fía en Dios con todo tu corazón para que no llegues a pensar en el suicidio o desear la muerte.
Antes de orar: Dios llévame,
Ora: Padre socórreme, no puedo, necesito de ti, dame las fuerzas para soportar y salir de lo que estoy viviendo.
No matarás.
Ex. 20:13
b. El cristiano se puede dañar físicamente de forma indirecta:
Alguien puede ser culpable de su propia muerte de forma indirecta, cuando descuida los medios para conservar la vida.
Por ejemplo, si uno está enfermo y no utiliza algún remedio, alguna medicina o visita al médico, la enfermedad que tiene ira empeorando hasta quitarle la vida.
Fue culpable indirectamente de su propia muerte.
¿Me dejo entender?
Y había dicho Isaías: Tomen masa de higos, y pónganla en la llaga, y sanará.
Is 38:21
Dios a través de Isaías ordena a Ezequías que pusiera masa de higos en su llaga, para curarse.
Si te haces una herida, si te enteras que padeces de una enfermedad, si contraes algún mal, tienes que usar los medios que Dios ha dejado para conservar tu vida y no buscar indirectamente la muerte.
Tenemos que cuidar este cuerpo, porque es el envase que guarda la imagen y semejanza de Dios.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
1 Co 6:19
Si somos creyentes, mucho más. Porque el cuerpo es el recipiente en el cual Dios ha puesto su Espíritu Santo. Es por eso que el cuerpo es templo del E.S.
Debemos de cuidarlo y no dañarlo indirectamente.
Porque muchas veces dañamos nuestro cuerpo indirectamente con la comida que consumimos.
“Muchos cavan su propia tumba con los dientes”
Nosotros nos quejamos de aquellos que toman mucho alcohol y así se dañan el hígado, el riñón y terminan provocando su muerte con cirrosis. Pero nosotros que rico nos tomamos la CocaCola.
Ay quienes les gusta bastante la fritura: Hamburguesa, papas fritas, broaster, salchipapas, etc.
Y que bueno hermano que tengas la economía para darte esos gustitos, pero cuida tu cuerpo.
Es demasiado aceite ingresando a tu cuerpo y saturando tus arterias con grasa.
Ilustración:
En el siglo XVII existía una frase: Demasiado aceite, asfixia la lámpara.
Esta frase nació en el tiempo en el que existían lámparas a base de aceite, pero cuando echaban demasiado aceite a la lámpara, ese aceite terminaba asfixiando la lámpara, apagaba ese fuego de luz que tenía la lámpara en su interior.
Entonces se decía, demasiado aceite asfixia la lámpara y demasiado aceite en tu cuerpo, terminará asfixiándote y apagando la luz de tu vida.
Recuerda que tu cuerpo es el envase en el cual Dios ha puesto su imagen y semejanza.
Recuerda que, si eres creyente, tu cuerpo es templo del Espíritu Santo y hay que cuidar este templo. Somos los administradores.
2. No dañaras tu alma:
No matarás.
Ex. 20:13
Tomando ese texto de forma personal, eso incluye que tú no matarás tu propia alma.
Porque hay maneras en las que una persona mata su alma.
a. Asesina su alma aquel que deshecha a Cristo e ignora el más allá:
El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Jn 3:18
Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego
Ap 20:15
Los que no creen en Dios, los que rechazan a Cristo y se ríen del infierno, los que asesinan sus propias almas y solos se arrojan al infierno.
Yo espero que tú hayas creído en Cristo como tu Señor y Salvador, y que esa fe que un día pusiste en Cristo para la salvación de tu alma, yo espero que la sigues poniendo en Cristo y en nada más.
b. Asesina su alma aquel que peca y se entrega a sus pasiones:
El alma que pecare, esa morirá; …
Ez 18:20
Cuando uno peca, lo hace con sus miembros (con sus manos, con sus ojos, con sus pies, con su lengua, con su genitales, etc).
Las consecuencias primarias, no es para tu cuerpo, es para tu alma.
Cuando uno peca desconecta su alma de Dios.
Pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, …
Is 59:2.
Cuando uno peca ya no siente la confianza interior de acercarse a Dios. Con el pecado esa alma ha sido dañada. Por haber obedecido a sus pasiones y haber satisfecho sus pasiones, esa alma ha sido entristecida, esta dolida y se siente perdida.
“Por una gota de placer, los hombres beberán un mar de ira”
Por una gota de placer que bebes por la satisfacción de tu carne, beberás las consecuencias de la ira de Dios.
No asesines tu alma pecando y cayendo en tus pasiones.
c. Asesina su alma aquel que no utiliza los medios de gracia:
Un medio de gracia es toda herramienta útil y necesaria que Dios ha dejado para nuestro crecimiento espiritual.
Para que esa alma que tenemos en nuestro interior pueda irse conformando cada día más a la imagen y semejanza de Cristo, para que lleguemos a la plenitud y la estatura de Cristo.
Los medios de gracia son la oración, la lectura de las Escrituras y el congregar.
Cuando alguien descuida estos medios de gracia, su alma espiritualmente está muriendo.
Y cada vez eres más débil y propenso a pecar.
Cada vez más te conviertes en una presa fácil para el diablo.
Ef. 6:10 – 20 nos manda y nos enseña a vestirnos de la armadura de Dios para estar firmes contra las asechanzas del diablo.
El diablo esta como león rugiente buscando a quien devorar, no lo alimentes con tu alma.
Ora, lee y congrégate.
Puedes orar gracias a que Cristo rompió el velo y nos dejó ingresar ante el trono de la gracia, por su sacrificio.
Puedes leer las Escrituras, donde Dios muestra su plan de redención. Que desde antes de la fundación del mundo predestinó salvarnos del pecado y de la muerte a través del sacrificio de su Unigénito Hijo.
Esta Escritura narra como es que este Cristo dio su vida en sacrificio por cada uno de nosotros y Él va a regresar. Así que, lee esta historia de la redención que Dios ha registrado para cada uno de nosotros.
Puedes congregarte, porque gracias a Cristo tú formas parte de una comunidad cristiana, una comunidad imperfecta, Sí, pero con el deseo de ser perfectos algún día.
Conclusión:
¿Qué dice Ex. 20:13?
No te dañes físicamente directa ni indirectamente, cuida tu cuerpo.
No dañes tu alma rechazando a Cristo, pecando y menos descuidando los medios de gracia.
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