Febrero 2023 Semana 4 de Oración
Meditaciones para la Reunión de Oración • Sermon • Submitted
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EL MUNDO Y LA IGLESIA GLOBAL
EL MUNDO Y LA IGLESIA GLOBAL
Ora para que gente en muchas naciones se una al Señor por la fe solo en Cristo.
11 «Y muchas naciones se unirán al Señor aquel día, y serán Mi pueblo. Entonces habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti.
Introducción
Introducción
Zacarías, su nombre quiere decir: “El Señor Recuerda” y es el 2 libro en tamaño (después de Isaías que se refiere más al Mesías.
De esta profeta habló el Señor Jesucristo, quien su muerte iba a ser cargada a los pecados del pueblo por haber rechazado a los profetas que Dios les ha enviado (Mt 23.35)
35 para que recaiga sobre ustedes la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, a quien ustedes asesinaron entre el templo y el altar.
1. Temas de la Profecía
1. Temas de la Profecía
El profeta Zacarías profetizó cerca del año 520 a. C.
Estuvo presente en el regreso de los cautivos de Babilonia y presenció la reconstrucción del templo.
Vivió en los tiempos de Zorobabel el gobernador y Josué el Sumo Sacerdote.
Su misión junto con el profeta Hageo fue animar al pueblo a retomar la reconstrucción del templo que habían abandonado y se habían hecho indiferentes. Y más en específico, Zacarías animó al pueblo al arrepentimiento, y a permanecer firme en las promesas de Dios que fortalecen su fe. Animando al pueblo a que el templo como la morada de Dios, en un futuro tendrá su cumplimiento pleno de recibir para siempre la morada de Dios con los hombres.
Es llamado el Apocalipsis del Antiguo Testamento por sus visiones sobre el futuro final de los tiempos.
Pasajes como (Zac 9.9) nos indican la relevancia del Mesías está en esta profecía, tanto en su primera, como en su segunda venida (escorza)
9 ¡Regocíjate sobremanera, hija de Sión! ¡Da voces de júbilo, hija de Jerusalén! Tu Rey viene a ti, Justo y dotado de salvación, Humilde, montado en un asno, En un pollino, hijo de asna.
En este otro se ve su segunda venida
10 »Canta de júbilo y alégrate, oh hija de Sión; porque voy a venir, y habitaré en medio de ti», declara el Señor. 11 «Y muchas naciones se unirán al Señor aquel día, y serán Mi pueblo. Entonces habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti.
26 »Pero su señor le dijo: “Siervo malo y perezoso, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí. 27 ”Debías entonces haber puesto mi dinero en el banco, y al llegar yo hubiera recibido mi dinero con intereses.
3 Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: «El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.
Mirarán al que traspasaron
10 »Y derramaré sobre la casa de David y sobre los habitantes de Jerusalén, el Espíritu de gracia y de súplica, y me mirarán a Mí, a quien han traspasado. Y se lamentarán por Él, como quien se lamenta por un hijo único, y llorarán por Él, como se llora por un primogénito.
7 El viene con las nubes, y todo ojo lo verá, aun los que lo traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él. Sí. Amén.
El Señor será uno y será Rey
9 El Señor será Rey sobre toda la tierra. En aquel día el Señor será uno, y uno Su nombre.
6 Oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de fuertes truenos, que decía: «¡Aleluya! Porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina.
No habrá más maldición habitando junto al Señor
11 Y habitarán en ella y no habrá más maldición; y Jerusalén habitará en seguridad.
3 Ya no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará allí, y Sus siervos le servirán.
2. El énfasis es orar
2. El énfasis es orar
para que más naciones se unan a la Adoración del Señor, al escuchar y recibir el Evangelio de Cristo
9 Y cantaban* un cántico nuevo, diciendo: «Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque Tú fuiste inmolado, y con Tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
9 Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos.