CORRER CON FE, ESPERANZA Y AMOR. Parte 1

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Acercarnos con fe, implica, una vida de cambio.

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INTRODUCCIÓN:

El escritor de Hebreos, acabada de terminar la primera parte de la doctrina, donde expone que el sacrificio de Cristo, como un sacrificio superior en cuanto a obtener el perdón de Dios para que los creyentes y así tener un acceso a Dios., ahora se dispone a exponer la superioridad de los privilegios que tenemos los creyentes.
Específicamente los versículos del 19 al 25, todo lo relacionado a la fe salvadora, que es la fe en Cristo Jesús.
El escritor establece que solo hay dos posibles consecuencias al conocer el evangelio. Cuando una persona conoce la verdad del evangelio, o lo cree o cae en apostasía.
En los versículos Hebreos 10:19–25 está hablando a los que creen, los que tienen una respuesta positiva a las afirmaciones de Jesucristo.
Una repuesta positiva al mensaje del del evangelio resulta en la Salvación.
El escritor de Hebreos, al igual que Pablo lo deja claro en el capítulo 13, de 1 Corintios, establece que este la Salvación requiere Fe, Esperanza y amor.
Vamos a ver cada uno de estos tres elementos, que debemos considerar en nuestra carrera de la vida Cristiana, elementos que están presente en la vida de cada corredor, y que lo llevan a la victoria.
Hoy nos vamos a concentrar en la fe, únicamente.

I. ES NECESARIO, ACERCARSE CON FE.(V. 19).

Hebreos 10:19 RVR60
19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
Hermanos, la base principal que tenemos para acercarnos a Dios con fe, es la sangre de Jesucristo.
En el tabernáculo, o Templo del Antiguo Testamento, el lugar Santísimo, representaba la presencia especial divina, y solo el sumo sacerdote podía entrar una vez al año. Pero en la sangre derramada de Cristo, su sacrificio perfecto, tenemos libertad para entrar en el Lugar Santísimo, en la misma presencia de Dios.
Aquí el Escritor, está haciendo esta declaración a los judíos, no a los creyentes, estamos hablando de los judíos de la diáspora o que estaban dispersos, no a los creyentes.
El autor pone en estado de urgencia a los hermanos físicos a aferrarse al sacrificio perfecto, Jesucristo, a acceder confiadamente por medio de Él a la presencia misma de Dios y habitar allí por toda la eternidad, sobre la base del terreno doctrinal cuidadoso que se ha dado.
Es un llamado a Creer en Jesucristo por fe.
Los judíos ya conocían y daban importancia invaluable al antiguo pacto, el autor usa lo que ellos conocían para darles argumentos persuasivos y llevarlos a una decisión positiva respecto a Cristo, en el nuevo pacto.
Es importante hermanos, que recordemos, lo que esto significó para nosotros, y para las personas que no han creído ahora.
“Nadie puede intentar estar en la presencia de Dios, en base a su carácter, sus obras o su afiliación religiosa, nada de eso le dará acceso, tampoco la sola confesión verbal de Cristo”
Hermanos, es la sangre poderosa de Jesucristo la que cuenta para todo y para todos quienes confiamos en su expiación, en el pago que hizo por nuestros pecados, y por fe vivimos para él y en él, y le servimos y le obedecemos, es que podemos entrar con plena confianza delante de Dios.
Entonces, no es una forma externa, de piedad la que nos lleva a la presencia de Dios, es una fe, genuina en Jesucristo, que se manifiesta en una vida de entrega a él, la que lo permite.
El Señor Jesús hablaba de eso, cuando dijo estas palabras, en Mateo 7:21-23
Mateo 7:21–23 RVR60
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Mateo 7:21–23 RVR60
21 No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.
Jesús está enseñando, que los que le confiesan de esta manera, realmente no le conocían personalmente , obviamente conocían su nombre, su título y su posición.
El texto dice que le conocían como Señor, pero no lo habían recibido como su Señor y su Salvador, así que todo lo demás no contaba para nada, aunque parecían cosas buenas las que hacían, pero no eran realmente en su nombre, porque no se hicieron con fe en Él y su poder.
El Señorío de Jesucristo que ellos expresaban, no era suficiente para que fueran realmente Salvos, porque realmente Jesucristo, no estaba en sus corazones.
Y aquí es importante definir dos cosas, que están causando controversias teológicas, y confusión a los creyentes de este tiempo.
Salvación:
a.Viene por Creer(fe) en Jesucristo. Juan 3.16.
b. Es recibir a Jesucristo, y creer en Él. Juan 1: 12.
c. Es confesar que Jesucristo es mi Señor y creer que Dios lo levantó de los muertos. Romanos 10:9-13.
d. Es tener el Testimonio de Jesús en mi vida. 1 Juan 5:9-12
Ahora, todo esto lleva a una nueva forma de vida. Un cambio en mi vida, un nuevo nacimiento a ser una nueva criatura.
2. Es obvio lo que Jesús está enseñando en Mateo 7: 11-13, él no puede ser Su Señor si la vida de la persona por muchas cosas buenas que parezca hacer, “para él no muestra un cambio”, que viene por lo demás.
Entonces la fe en Cristo nos lleva a la salvación combinando todos los elementos que mencionamos ya, creer, recibirle, confesarle y tener su testimonio en mi vida.
Si estamos corriendo para ganar, o como ganadores, deberíamos estar experimentando día a día esta fe.
Esa es la fe que nos ha acercado al padre, es la fe que nos lleva cada vez que le buscamos a acercarnos confiadamente.
Es la fe que nos lleva a correr la vida Cristiana con perseverancia.
Es la fe que nos sostienen en medio de las dificultades y problemas que tratan de obstaculizar nuestra carrera.
Es la fe que nos impulsa, cada día a seguir adelante, a crecer, a la santidad, a renovarnos cada día, a serle fiel al Señor.
Es la fe que necesitamos comprender y practicar para ser obedientes a la palabra de Dios.

CONCLUSIÓN:

¿Cómo estamos nosotros con esto?
¿Estamos corriendo con fe en Jesucristo?, o ¿en nosotros mismos, en nuestras fuerzas, en nuestros pensamientos?
¿Estoy mostrando en mi vida que Jesucristo es mi Salvador, pero no mi Señor?, haciendo cuantas cosas “yo considere correcta sin considerarlo a él y su palabra?
¿O estoy mostrando que es mi Señor, pero no mi Salvador, viviendo como yo quiero, haciendo lo que yo quiero y teniendo un testimonio descuidado, haciendo cosas, “para él”, pero sin obediencia?
Son preguntas validas para cada uno de nosotros hoy.
Dios quiere que cuando nos acercamos él, por fe, para salvación, haya sido un momento importante para nuestras vidas y con ellos, un momento de cambios constantes, a una nueva criatura, a un nuevo hombre.
Si nuestro momento de acercarnos a Dios fue así, no olvide que Jesucristo nos ha dado acceso al padre, acceso que antes no teníamos.
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