El club de los individualistas unidos
Sangre, sudor y gloria • Sermon • Submitted
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¿Perros o gatos?
¿Perros o gatos?
¿Cuál da mejor compañía?
Real Madrid vs. Barcelona, Brasil vs. Argentina, Calle arriba vs. Calle abajo.
Perros vs. Gatos, el clásico de las mascotas.
Se dice que 1 de cada 3 hogares tiene alguna mascota perruna, parece que van ganando, sin embargo, las mascotas gatunas han estado acortando terreno.
El índice del Big Cat revela que los gatos se relacionan con familias de una mejor condición social, o sea que los ricos tienen gatos y los pobres, perros.
Quienes tienen estas mascotas hasta los tratan como miembros de la familia o como hijos.
Los perros son preferidos por su nobleza y los gatos por su agilidad. Los perros son más cariñosos pero los gatos son más aseados. Los gatos requieren menos gasto pero los perros dan mejor compañía.
Expectativas fuera de control
Expectativas fuera de control
Sea como sea, es más fácil tener como amigo una mascota que tener un amigo.
Buscamos sustitutos de los amigos porque tenemos pocas exigencias para con las mascotas, no así para con las personas.
La diferencia podría hacerla la expectativa. Como sabes qué esperar de los animales, no te desilusionas cuando no actúan de acuerdo a tu plan.
Incluso les hablamos y no dejamos de hacerlo, a pesar de saber que no podrán contestarnos.
¿Y qué tal si lo que está mal no son los amigos sino las expectativas que nos hacemos acerca de ellos?
¿Qué esperamos de un amigo?
¿Qué esperamos de un amigo?
Sin duda esperamos más que de una mascota. Las personas demandan algo de nosotros que las mascotas no.
La relación con las mascotas nos cuesta menos porque son menos complicadas…o quizás somos muy egoístas.
Casi siempre que preguntamos ¿quién es un buen amigo?, pensamos en lo que esperamos que nos den y no tanto en lo que tenemos para dar.
Quizás no todos sabemos hacer amigos, a pesar de poseer las condiciones de diseño para ello, porque nacimos para la vida en comunidad.
Algunos datos que han resultado de las investigaciones son estos:
1. Solo el 48 % de los que consideramos amigos permanecerán contigo como un amigo para toda la vida.
2. Si una amistad pasa la barrera de los 7 años, será un amigo para toda la vida.
EL físico húngaro Tamas Vicsek, en una investigación que realizó con 30mil voluntarios, concluyó:
3. Los grandes grupos de amigos logran perdurar más si algunos de los miembros se renuevan con el paso del tiempo.
4. Los grupos de amistades formados por pocos miembros son más estables y persisten más que los integrados por muchos miembros.
La amistad real es difícil
La amistad real es difícil
Las amistades superficiales son fáciles de tener. Por ejemplo, vienes al culto y saludas, sonríes, conversas cualquier cosa trivial, usas el lenguaje evangélico y te vas a casa sintiéndote tan solo y vacío como es posible.
Si hoy, cuando termina el culto cambias tus saludos triviales y meramente diplomáticos por preguntas más profundas, ¿conocerías a alguien de verdad? O, ¿te dejarías conocer?
La amistad real necesita que conozcas y te dejes conocer. ¿Estarías dispuesto a esas dos variables esta mañana?
Somos una sociedad de gente sola. Trabajamos juntos, comemos con otras personas, viajamos con mucha gente, nos congregamos con los que llamamos “hermanos” pero estamos solos.
¿A cuál persona, de la que tienes alrededor en este momento, le contarías una experiencia íntima o demasiado personal?
El problema de nuestra vida cristiana es que, aunque nos reunimos llamándonos familia y practicamos la comunión con Dios, no tenemos comunión real con nuestros hermanos en la fe.
Recuerde esto: no hay buena comunión con Dios si hay mala comunión con tu hermano.
Comunión = iglesia
Comunión = iglesia
1 Juan 4.20-21
20 Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. 21 Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano.
Aquí se está estableciendo una comparación cuyo nivel es muy elevado para las relaciones. Pone el amor a Dios como el estándar para amar a las personas.
¿Vemos esta clase de amor para con nuestros hermanos en la fe?
A veces, la iglesia parece un club de individualistas que se unen, alimentan su independencia y se enfrían mutuamente. Se acostumbran a vivir lejos y cerca.
La iglesia, entre sus propósitos, existe para crear comunidad.
En la iglesia es donde pruebas tu amor y relación con Dios en la relación con los demás.
Debemos aprender a hacer amistades verdaderas entre nuestra familia en la fe.
Estamos claros que no todos serán tus amigos, pero debes asumir el reto de, al menos, hacer un amigo.
Práctica: un amigo en la fe
Práctica: un amigo en la fe
El ejercicio para el alma que estamos aprendiendo hoy es hacer un amigo real dentro de tu comunidad de fe.
El alma se endurece cuando estamos aislados de los demás, cuando solo nos protegemos de todos y enfrentamos nuestras luchas sin ayuda.
¿A quién acudes cuando la vida te golpea? ¿Algún amigo en la fe? Ese es tu nuevo reto: construir esa amistad de fe.
¿Cómo se construye una amistad? ¿Qué debes hacer para mostrarte como un amigo?
La pregunta no es: ¿qué deben hacer ellos para mostrarse como un amigo? Sino, ¿Qué debes hacer tú para mostrarte como amigo.
24 El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano.
Si Ud. es como yo, la amistad le toma tiempo, sino, debe saber que la amistad sólida toma tiempo. Cuando identifique un amigo organice su agenda para dedicarle tiempo, salir por un café (fuera del contexto del culto) y construya una amistad sólida que supere los 7 años.
La Biblia nos da muchas razones por las cuáles debiéramos aprender a vivir en comunidad, una de ellas es la fuerza, apoyo y energía que nos provee.
9 Más valen dos que uno, porque obtienen más fruto de su esfuerzo. 10 Si caen, el uno levanta al otro. ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! 11 Si dos se acuestan juntos, entrarán en calor; uno solo ¿cómo va a calentarse?
No sé si el salmista tenía en mente la relación con los amigos en la fe cuando dijo que prefería un día en la casa de Dios que mil días fuera, pero al saber que la comunión con Dios está condicionada a la relación con los hermanos, sabemos que tenemos mucho en qué trabajar cuando se trata de nuestras relaciones.
Las relaciones profundas son un ejercicio para fortalecer el alma.
Haremos una práctica hoy, solo como un simulador de este ejercicio. Acércate a alguien y conócele. Aprende algo de la persona que no conocías, abre tu corazón, conócele y déjate conocer. Te darás cuenta que los amigos en la fe pueden ser mejores compañeros que una mascota.