El sacrificio de paz (bienestar comunitaria)

René D. Quiñones
Sacrificios  •  Sermon  •  Submitted
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Hay momentos de paz, y hay momentos de guerra. En tiempos de guerra, queremos que haya paz, pero eso significa que no podemos ocultar nada detrás. La verdadera paz comienza cuando se entrega todo. Jesús se entregó totalmente ante Dios a favor de la humanidad. Al estar en la cruz, el Príncipe de Paz se sacrificó absolutamente para el bien de la paz nuestra con Dios.

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¿A quién no le gusta la paz?

Es la respuesta clásica de los concursos de belleza.
Los años 90s en Puerto Rico se definió con la famosa frase “Paz para Vieques.”
Algo tiene la paz que nos motiva a hacer lo que sea para conseguirla.
Leviticus 3:1–5 NTV
1 »Si presentas un animal de la manada como una ofrenda de paz al Señor, podrá ser macho o hembra, pero no debe tener ningún defecto. 2 Pon tu mano sobre la cabeza del animal y mátalo a la entrada del tabernáculo. Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, salpicarán la sangre por todos los lados del altar. 3 El sacerdote presentará parte de esta ofrenda de paz como una ofrenda especial al Señor. Esto incluye toda la grasa que rodea las vísceras, 4 los dos riñones junto con la grasa que los rodea cerca de los lomos, así como el lóbulo largo del hígado. Todo esto debe ser removido junto con los riñones. 5 Entonces los hijos de Aarón lo quemarán encima de la ofrenda quemada, sobre la leña que arde en el altar. Es una ofrenda especial, un aroma agradable al Señor.
Cuatro puntos importantes de este pasaje:
Ofrenda voluntaria
Colocación de manos
Esparcimiento de sangre
Sacrificio completo

Ofrenda voluntaria

El pasaje comienza de una manera particular
Leviticus 3:1 NTV
1 »Si presentas un animal de la manada como una ofrenda de paz al Señor, podrá ser macho o hembra, pero no debe tener ningún defecto.
“Si presentas.”
Esta ofrenda no es una obligación.
Es algo que debe salir de ti.
Podemos celebrar la paz entre dos personas, entre la congregación, o entre nosotros y Dios.
Pero Dios quiere que la paz se anuncie. No se puede quedar en tu casa.
Isaiah 52:7 NTV
7 ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que trae buenas noticias, buenas noticias de paz y de salvación, las noticias de que el Dios de Israel reina!
En un mundo lleno de tantas guerras conflictos, qué bueno sería si anunciáramos la paz.

Colocación de manos

Leviticus 3:2 NTV
2 Pon tu mano sobre la cabeza del animal y mátalo a la entrada del tabernáculo. Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, salpicarán la sangre por todos los lados del altar.
Hay una transferencia simbólica
Puede ser de nuestra identidad o nuestros pecados
Todo lo que le ocurra a ese sacrificio físicamente, nos ocurre espiritualmente
El sacrificio toma nuestro lugar
Leviticus 17:11 NTV
11 porque la vida del cuerpo está en la sangre. Les he dado la sangre sobre el altar con el fin de purificarlos, para hacerlos justos ante el Señor. Es la sangre, dada a cambio de una vida, la que hace posible la purificación.

Esparcimiento de sangre

La sangre es rociada por todos los lados del altar
Nuestra vida es totalmente entregada en adoración a Dios.
Si Dios no está involucrado en nuestra paz, no es paz verdadera.

Sacrificio completo

La ofrenda es totalmente consumida en el fuego.
El sacrifico no se guarda para después comerlo en tu casa.
De nuevo, vemos que hay una entrega total, completa para Dios, nuestro cuerpo y todo nuestro interior.
Deuteronomy 6:5 NTV
5 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.

Jesús, el sacrificio de paz

Requisitos del sacrificio de paz
Ofrenda voluntaria
Sustitución
Esparcimiento de sangre
Sacrificio completo
Ofrenda voluntaria
John 10:17–18 NTV
17 »El Padre me ama, porque sacrifico mi vida para poder tomarla de nuevo. 18 Nadie puede quitarme la vida sino que yo la entrego voluntariamente en sacrificio. Pues tengo la autoridad para entregarla cuando quiera y también para volver a tomarla. Esto es lo que ordenó mi Padre».
Sustitución
Romans 5:8 RVR60
8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
Derramamiento de sangre
1 Peter 1:18–19 NTV
18 Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. Y el rescate que él pagó no consistió simplemente en oro o plata 19 sino que fue la preciosa sangre de Cristo, el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha.
Sacrificio completo
Hebrews 5:7–9 NTV
7 Mientras estuvo aquí en la tierra, Jesús ofreció oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte. Y Dios oyó sus oraciones por la gran reverencia que Jesús le tenía. 8 Aunque era Hijo de Dios, Jesús aprendió obediencia por las cosas que sufrió. 9 De ese modo, Dios lo hizo apto para ser el Sumo Sacerdote perfecto, y Jesús llegó a ser la fuente de salvación eterna para todos los que le obedecen.
¿Qué te falta por darle a Dios?
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