Mujeres valientes y piadosas

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La victoria de Israel sobre Jabín rey de Canaán, presenta la cobardía masculina debido al pecado y la fortaleza femenina temerosa de Dios.

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Mujeres valientes y piadosas

Jueces 4:1–9
1 Después de la muerte de Aod, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová. 2 Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Hazor; y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, el cual habitaba en Haroset-goim. 3 Entonces los hijos de Israel clamaron a Jehová, porque aquél tenía novecientos carros herrados, y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel por veinte años.
4 Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; 5 y acostumbraba sentarse bajo la palmera de Débora, entre Ramá y Bet-el, en el monte de Efraín; y los hijos de Israel subían a ella a juicio. 6 Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón; 7 y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos? 8 Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. 9 Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes.

Introducción

Nuevamente el pueblo de Israel se revela contra Dios, y son oprimidos por sus enemigos. Esta vez por cananeos que no fueron expulsados.
Una de las características de estos pueblos cananeos es que eran sumamente malos y violentos.
Esto Dios se los había advertido desde Moisés:
Números 33:55Y si no echareis a los moradores del país de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis.

Gobierno de Débora

Aod fue el último juez de Israel (de Samgar no dice mucho), a su muerte Israel volvió a hacer lo malo.
Sin embargo se menciona que Débora (abeja) gobernaba “Jueces 4:4 Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot.
Juzgaba no como una autoridad civil que se le hubiese conferido, sino como una profetisa.
Débora ejercía un ministerio profético mas que un gobierno civil, pues no tenía la potestad de organizar un ejercito para pelear contra sus enemigos.
Como profetiza, declara la Palabra de Dios a Barac:
Jueces 4:6-7Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón; y yo atraeré hacia ti al arroyo de Cisón a Sísara, capitán del ejército de Jabín, con sus carros y su ejército, y lo entregaré en tus manos?
La corrupción de los gobernantes de Israel y la falta de varones temerosos de Dios dieron lugar a que Dios levantara a una mujer para que pastoreara a su pueblo:
Ezequiel 34:2Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños?
La apostasía comienza por la falta de pastores que cuiden el rebaño.

El temor de Barac

Jueces 4:8Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré.
Barac es llamado a constituirse en juez de Israel, sin embargo, dudaba del éxito de la batalla aun cuando Dios lo estaba llamando.
Es evidente que el abandono de la comunión y fe en Dios produce inseguridad, miedo y cobardía.
Barac quería la compañía de Débora porque sabía que era una mujer llena del Espíritu de Dios, y que además su presencia motivaría a los soldados.
El temor debilita la fe, debemos vencer el temor y creerle a Dios, que aun cuando todo parezca imposible, si Dios va delante de nosotros, tendremos la victoria.

La respuesta de Débora

Jueces 4:9Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes.
Débora aceptó la invitación, pues siendo una mujer piadosa, estaba segura de que Dios les daría la victoria.
Las palabra de Débora a Barac no son producto de la arrogancia o de burla, son palabras proféticas. “…mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara...
Cuando Débora dice que Dios entregará a Sísara en manos de una mujer no se está refiriendo aella misma. (Lo veremos después)

La victoria

Jueces 4:15Y Jehová quebrantó a Sísara, a todos sus carros y a todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y Sísara descendió del carro, y huyó a pie.
Jueces 4 no da detalles de cómo vencieron los israelitas a sus enemigos, pero en el capítulo 5 Débora nos da algunos detalles en su cántico.
Jueces 5:20–2120 Desde los cielos pelearon las estrellas; Desde sus órbitas pelearon contra Sísara. 21 Los barrió el torrente de Cisón, El antiguo torrente, el torrente de Cisón. Marcha, oh alma mía, con poder.
Sugieren que descendió granizo que los golpeó, y que además los carros herrados quedaron atascados por el barro del torrente de Cisón, por tal razón Sísara su enemigo corrió a pie.
Dios puede utilizar cosas sencillas y comunes para darte victoria.

Conclusión

Aunque esta historia resalta a Débora, hay otra mujer que fue usada por Dios para cumplir la profecía: Jueces 4:9Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara...
Hay otra mujer que no se menciona mucho, Esta mujer es Jael.
Jueces 4:17–21
17 Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael mujer de Heber ceneo; porque había paz entre Jabín rey de Hazor y la casa de Heber ceneo. 18 Y saliendo Jael a recibir a Sísara, le dijo: Ven, señor mío, ven a mí, no tengas temor. Y él vino a ella a la tienda, y ella le cubrió con una manta. 19 Y él le dijo: Te ruego me des de beber un poco de agua, pues tengo sed. Y ella abrió un odre de leche y le dio de beber, y le volvió a cubrir. 20 Y él le dijo: Estate a la puerta de la tienda; y si alguien viniere, y te preguntare, diciendo: ¿Hay aquí alguno? tú responderás que no. 21 Pero Jael mujer de Heber tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, se le acercó calladamente y le metió la estaca por las sienes, y la enclavó en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió.
La familia de Jael eran descendientes del suegro de Moisés que acompañaron a los israelitas a la tierra prometida. (Números 10:29-32)
No tenían alianza con ningún pueblo cananeo y tampoco conflictos porque se mantuvieron apartados de las costumbres paganas.
Se ha menospreciado a la mujer en las culturas, leyes y doctrinas. Y aunque ellas tienen el privilegio de criar y educar a sus hijos que serán los futuros líderes, cuando los hombres no cumplen su función Dios las levanta a ellas.
La historia de Débora, Barac y Jael nos muestran que Dios puede usar tanto mujeres como a hombres para su servicio sin importar las doctrinas o reglas impuestas por los hombres. Ezequiel 22:30Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese; y no lo hallé.
Pero al final, no es Barac, Débora o Jael quien merece la gloria, sino que es Dios.
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