Una Vida Santa
Notes
Transcript
Introducción
Introducción
Si alguien nos preguntara cómo era el Señor, ¿qué le diremos? Amoroso, infinito, omnipotente, soberano, eterno, justo, y lista continuaría. La Biblia esta llena de las características de Dios.
Pero, una de las características más prominente y olvidada es su santidad.
La primer vez que aparece la palabra santidad en la Biblia es cuando Dios le habla a Moises:
5 Y dijo: No te acerques; quita las sandalias de tus pies, porque el lugar donde estás, tierra santa es.
La santidad lo separa de lo común y corriente y le hace único.
1 En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y el borde de su vestidura llenaba el templo. 2 Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies y con dos volaban. 3 Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria.
Los serafines llamaron la atención de Isaías a una cosa: su santidad
8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas alrededor, y por dentro estaban llenos de ojos; y no reposaban día y noche, diciendo: Santo, santo, santo, Señor Dios Todopoderoso, que era, y que es, y que ha de venir.
Los cuatro bestias llamaron la atención del apóstol Juan a lo mismo: su santidad.
Y, por su santidad, el todo el resto del carácter de Dios se cumple. Cada cosa depende de ella.
25 Por tanto, así dice Jehová el Señor: Ahora volveré la cautividad de Jacob, y tendré misericordia de toda la casa de Israel, y me mostraré celoso por mi santo nombre.
Dios les extendió su misericordia por su santidad.
Desarrollo
Desarrollo
Así es con nosotros también. Pertenecemos a Él y por eso debemos de reflejar esa misma característica.
7 Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios.
15 sino que, así como Aquél que os llamó es santo, así también vosotros sed santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Ser santo es hacer distinto o hacer diferente. La santidad de Dios lo pone encima y lo separa de toda la creación.
25 ¿A quién, pues, me haréis semejante o me haréis igual? dice el Santo.
Cuando Dios nos llama a ser santos se refiere a que nuestras vidas deben de ser distintas a las del mundo. Debemos de reflejar su santidad.
Antes de ser salvos no éramos santos:
9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, 10 ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios.
Pero, ahora si lo somos:
11 Y esto erais algunos de vosotros; mas ya sois lavados, ya sois santificados, ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Por la obra transformadora de Cristo:
21 Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.
Entonces,¿cómo manifestamos una vida santa aquí en la tierra? Lo hacemos por lo siguiente:
1 - Una vida santa no se esclaviza
1 - Una vida santa no se esclaviza
18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.
Desde que Cristo nos ha libertado del pecado no deberíamos dejar que nos esclavice
Una manera de saber si estamos esclavizados es preguntarnos, ¿hay un elemento obsesivo en la actividad?
¿Por participar en la actividad me roba de mi gozo en Cristo?
2 - Una vida santa está cometida a la pureza
2 - Una vida santa está cometida a la pureza
18 Huid de la fornicación. Todo pecado que el hombre comete, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
Cada pecado afecta nuestro andar con el Señor pero, hay uno que penetra mucho más profundo
La fornicación (puede ser cualquier pecado sexual: incluyendo el pecado físico/acto, emocional/visual, o intelectual/imaginación) afecta nuestro cuerpo, alma, y espíritu
No podemos andar en santidad mientras participamos en tales acciones
3 - Una vida santa se vive con el propósito de glorificar a Dios
3 - Una vida santa se vive con el propósito de glorificar a Dios
31 Si pues coméis, o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
La meta final de la santidad es glorificar a Dios y esta meta debería estar presente en cada área de nuestra vida
Como dice Pedro en 1 Ped 1:15 “...así también vosotros sed santos en toda vuestra manera de vivir;”
La santidad debe de ser nuestro estilo de vida
Conclusión
Conclusión
Dios nos salvó y nos puso aparte para vivir santamente. Este proceso debe ser una transformación diaria y continúa. Es un proceso de crecimiento espiritual. Debemos de siempre avanzar no retroceder.
Dividir la congregación en grupos. Preguntas para conversar sobre el nuestras prioridades:
¿Qué tendencias tengo en mi hablar, apariencia, y conducto que no reflejan la santidad de Dios?
¿Qué tendencias tengo que me ponen en un cautiverio espiritual?
¿Repetiría estas acciones si Jesucristo estuviera literalmente a su lado?