El carácter de Cain
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· 962 viewsEl desagrado de Caín por recibir el rechazo de Dios por su ofrenda, presenta la causa del por qué Dios no se agradó de Él.
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El carácter de Caín
El carácter de Caín
Génesis 4:3–8
3 Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4 Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. 6 Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? 7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. 8 Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató.”
Introducción
Introducción
Esta es la historia de dos hermanos que se presentan delante de Dios con sus ofrendas. Los dos son hijos de Adán y Eva, que nacieron después de ser expulsados del Edén, por tanto, ambos contaminados del pecado.
Aunque ambos disfrutaban de los mismos privilegios y oportunidades, están muy lejos de ser iguales. Podían presentarse delante de Dios, pero su carácter será el determinante de su éxito.
Como en la parábola del fariseo y el publicano. Lucas 18:10 “Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano.”
Lo que determinará la aceptación o el rechazo de la ofrenda no será los productos o bienes presentados sino la actitud del corazón.
La elección de Dios
La elección de Dios
Génesis 4:4-5 “Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.”
Pareciera ser a simple vista que la ofrenda de vegetales de Caín era de menos valor que el cordero gordo y de buena calidad de Abel.
Aunque era necesario el derramamiento de sangre para la remisión de los pecados: Hebreos 9:22 “Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.” La elección de Dios no se basó en aspectos materiales, sino en su soberana voluntad.
A simple vista pareciera como una injusticia haber preferido solo a Abel y no a los dos.
La soberanía de Dios nos enseña que Él escoge a quien el quiere y rechaza a quien quiere: Romanos 9:13–15 “13 Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí. 14 ¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera. 15 Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.”
La elección de Dios no es en base a injusticia, pues por el pecado todos estamos condenados al castigo eterno, sino en base a su amor.
Como la parábola de los obreros de la viña, El Señor quiso pagar lo mismo a todos sin importar la hora en la que entraron a trabajar.
Mateo 20:13-14 “Él, respondiendo, dijo a uno de ellos: Amigo, no te hago agravio; ¿no conviniste conmigo en un denario? Toma lo que es tuyo, y vete; pero quiero dar a este postrero, como a ti.”
El carácter de Caín
El carácter de Caín
Aunque Dios eligió a Abel, no lo hizo por capricho o injusticia.
La historia presenta a Caín soberbio, orgulloso y maligno.
Vemos la soberbia de Caín en la manera que respondió a Dios: Génesis 4:9 “Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?”
Cuando su ofrenda fue rechazada, no lo tomó como una oportunidad para mejorar, sino que se enojó con soberbia y orgullo, pues consideraba que no merecía el rechazo de Dios.
Esta actitud permanece en el hombre hasta el día de hoy. Santiago 1:20 “porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.”
Posiblemente Eva consideraba a Caín como el cumplimiento de que su simiente que aplastaría la cabeza de la serpiente. (Génesis 3:15), por tanto, Caín por ser primogénito, se creía con derechos especiales que Dios no le había dado.
Romanos 9:16 “Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.”
La actitud arrogante y la ira nos alejan de la gracia y el favor de Dios: Salmo 138:6 “Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.”
La advertencia
La advertencia
Génesis 4:7 “Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.”
Aquí vemos la gracia y el amor de Dios
Dios viendo la actitud de Caín, le advierte:
Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? Que aprenda de sus errores, que cambie su actitud, tienes la oportunidad de rectificar tu error y ser exaltado por Dios.
y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta... Si insiste en su actitud iracunda y arrogante, corre el peligro de cometer errores más graves y lamentables que lo destruirán.
con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. Sin embargo está en tus manos tomar la desición correcta, tienes la capacidad de vencer las tentaciones y hacer lo correcto.
Conclusión
Conclusión
Caín ignoró la advertencia de Dios y prefirió darle rienda suelta a la ira y al orgullo, pensó que haciéndole daño a su hermano cambiaría las cosas, que alcanzaría la satisfacción y el favor de Dios, pero fue todo lo contrario, destruyó su vida.
Así Dios nos advierte cada día de nuestros errores, la Palabra es predicada para que cambiemos nuestras actitudes, que perdonemos a quien nos ofende, que soportemos el agravio, que amemos a nuestros enemigos.
Estos mandatos no son gravosos. Mateo 11:30 “porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.” Por tanto, son para nuestro bien.
Si perdonamos las ofensas, si controlamos la ira, si soportamos el agravio, recibiremos de Dios la bendición y la honra. De lo contrario recibiremos la corrección de Dios.