El cristiano, su conducta y emociones.
Evangelio- Poder de Dios • Sermon • Submitted
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Introducción. Si estas exhortaciones que Pablo ha hecho en este capítulo no pueden separarse de lo que vimos en los capítulos anteriores en especial los cap. 7 y 8 que nos dan una perspectiva de lo que es un Cristiano verdadero. Seríamos muy injustos e inclusive muy necios en rechazar el contexto y tomar estas exhortaciones como meras actividades que hace alguien que pretende ser mejor persona, así como los cínicos y estoicos.
Mis hermanos, Pablo tomará tiempo para citar varios pasajes y enseñanzas que recibió de Jesús para que, en la perspectiva del reino de Dios miremos como es un Cristiano en relación a su conducta y emociones renovadas por el Evangelio.
Oración. Padre tu nos has dado la oportunidad de ser amados por ti, por ello estamos aquí reunidos en esta mañana. Por que tu Espiritu nos garantiza nuestra salvación, por tu Espiritu Santo hemos sido guiados aquí no por casualidad sino por conocerte más. Gracias, porque nosotros desearíamos otras cosas, y tu nos has traído para que al mirar tu verdad te deseemos más. En Cristo Jesús, Amén.
1 Reflejadas en su carácter y relaciones con otros. Romanos 12:14-16
1 Reflejadas en su carácter y relaciones con otros. Romanos 12:14-16
Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis.
Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.
Unánimes entre vosotros; no altivos, sino asociándoos con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Los cristianos pueden hacer el bien, ser empáticos e interactuar con los humildes y ser humildes.
El contexto es muy significativo. Pero pareciera que nada más dice que les ruego por las bendiciones de Dios que presenten sus cuerpos.
La verdad es que se refiere a los efectos que ha traído la elección incondicional.
Recuerden: somos indignos e incapaces de salvarnos por nosotros mismos, pero el Evangelio ha traído ese cambio: AHORA PODEMOS PRESENTAR NUESTROS CUERPOS COMO SACRIFICIO VIVO. Dignos y calificados para agradar y adorar.
Si esto es verdad: Si la buena noticia de Salvación no se limitó a solucionar nuestra condición eterna, sino que también nos ha dado el poder para vivir de una manera diferente, entonces vamos a poder esos resultados y efectos en nuestra conducta y emociones (no son malas, no guían pero no son malas).
El sacrificio de Cristo nos posibilita para: caminar en santidad: No a través de una vida estoica, que finje o ignora el sufrimiento.
El v.14, 17 y 19-20 parece algo que prueba nuestro corazón en la satisfacción de las misericordias de Dios.
El v. 14 nos dice bendigan y no maldigan a aquellos que los persiguen.
El contexto: La persecución era real, no solo te quedabas sin contactos para vender o comprar, sino rechazado por las familias, sin herencias e inclusive la muerte. Todo porque se introducían entre los grupos personas que solo buscaban mal. ERAN HOSTILES.
La transformación no es a ser malos también, eso significa que seríamos también hostiles: Mat. 5.44 “Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;”
Ver estas palabras suenan duras, porque lo natural o lo más moral posible sería, pues no hacerles nada- pero Dios quiere que deseemos bien y prosperidad a esas personas. El cristiano va más allá, en el Evangelio sus emociones y conducta hacia las personas hostiles son guiadas a pedir bendición, a amarles. (LA PROPAGACIÓN DEL MAL SE FRENA CON NOSOTROS)
nosotros fuimos hostiles y fuimos amados por Dios: Un niño llamado Edwin lo llevaron al orfanato del Estado, porque la familia tenía problemas, dice que cada 8 días se ponía la mejor ropa y mucha de ella prestada, para estar presentable en la audiencia dónde su familia seguían peleando entre ellos y él era ignorado. Él estaba creciendo y convirtiéndose sin saberlo hostil consigo mismo, no crecía con la confianza de acercarse con respeto y admiración para esconderse tras de su papá.
Así nos sucede a nosotros. Somos hostiles, llegamos con hostilidad y desconfianza de integrarnos a la familia de Dios. Romanos 8:15 “Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!”
¿cómo creen que vamos a gozarnos con otros, o llorar con otros sin esa empatía que causa el Evangelio? ¿ser del mismo sentir unos con otros? ¿qué debemos sentir unos por otros? La humildad en nuestra manera de pensar, asociarnos con la gente común, y no pensar que lo sabemos todo.
Estaban los niños entre ellos Edwin jugando en casa, de repente pierden de vista a sus papás. Se acerca Edwin a la puerta del cuarto ¡ Papá! - Sale y dice: - Mande, necesitas algo. - No, solo quería saber si estabas ahí. Los niños propios como Edwin el nuevo integrante de la familia pueden llamar con signos de admiración ¡Papá, Padre! Su bienestar ya no depende de ganar todo, lo que viven sean alegrías o tristezas ya son parte de toda la familia.
Somos hijos no por lo que podamos aportar a la familia, ni de nuestros dones, sino porque todos recibimos la misericordia de Dios, porque Dios decide amarnos e incluirnos en su familia. Podemos relacionarnos a otros que son diferentes a nosotros, que tal vez han vestido o visten diferente a nosotros, personas que tal vez serán hostiles, desagradecidas, a lo mejor comparten cosas buenas o cosas tristes con nosotros, pero no somos personas superiores.
Mas bien, esta diferencia entre los hijos huérfanos del mundo y los hijos de Dios se da por la gracia, el favor que no merecíamos, hoy tenemos a su Espíritu, y esa renovación de vida que nos lleva a tener un carácter y relación con otros bajo la misma premisa, mostrar gracia y bendición, terminar con él mal.
2 Reflejadas en su búsqueda de lo bueno y la paz. Romanos 12:17-18
2 Reflejadas en su búsqueda de lo bueno y la paz. Romanos 12:17-18
No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.
Al rededor de 1879 surgió una secta que se hace llamar la “Ciencia cristiana” fundada por Mary Baker Eddy, en E U A. después de ser gravemente herida al caer en la nieve. Eddy recurrió a ala Biblia, donde afirma haber descubierto las leyes de la curación espiritual.
En su opinión, la curación espiritual no es milagrosa sino “una consecuencia de la comprensión de la omnipotencia y el amor de Dios”. Eddy y sus seguidores formaron la “la iglesia del Cristo (Científico)” Ellos se rigen por principios que diríamos son igual a los demás cristianos- Reconocen la Biblia como guía, la existencia de un solo Dios, la importancia del sacrificio de Cristo y de una ética cristiana, entre otros puntos.
Lo interesante es que dicen que la Biblia se ha corrompido y contiene errores manifiestos. Sin embargo, Ciencia y Salud (dos libros) y la Biblia juntos son considerados el “PASTOR UNIVERSAL” DE LA IGLESIA DEL CRISTO CIENTÍFICO.
Pueden ver su necesidad del cuidado de Dios, y la desconfianza de su paternidad aunque aparentemente lo aceptan. Ellos niegan la trinidad, creen que Jesús y Cristo no es lo mismo, uno es humano y el otro divino. creen que la materia y el pecado son ilusiones. Entonces ¿de qué vino a rescatarnos Jesucristo?
Nuestras creencias se reflejan en la manera en que vivimos, pensamos, sentimos y actuamos.
Este ejemplo como de muchas otras sectas, reflejan su necesidad de Dios pero a rechazar su la Sola Palabra.
Esta secta creó exenciones si la creencia de los padres entra en conflictos con la salud de sus hijos.
Una mamá rehusó darle antibióticos a su hijo y murió. Aunque creen en la medicina, vacunas y tratamientos, su creencia era de que esos antibióticos que le darían a su hijo no eran buenos. Ahora imagina que los hijos rehusaran darle tratamiento a su mamá cuando ya sean más grandes.
La biblia dice: Nunca paguen a nadie mal por mal. Respeten lo bueno delante de todos los hombres, sean honrados.
Las sectas y muchas personas “tienen buenos deseos o intensiones de ayudar a las personas” pero si rechaza el Sacrificio de Cristo de forma parcial o total estaremos yendo por sendas equivocadas y haciendo mal más que bien.
En el libro de Proverbios 24.29 “No digas: Como me hizo, así le haré; Daré el pago al hombre según su obra.” Nos recuerda que es un principio. No dice que le pases por alto todo, sino en devolver el mal, el mal no es una ilusión, es real, daña y destruye.
Somos llamados a no devolver el mal, a no vengarnos. El Evangelio lo cambia todo: Ya no buscamos el mal o que paguen, puesto que Dios no pasa por alto nuestra maldad, sino que la castiga, pero no por buscar nuestro mal. Veamos 1 Pedro 3:9 “no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.”
Este es el punto, no porque el mundo necesita gente buena, sino porque es la manera en que respondemos a lo que sabemos, creemos.
Este el Poder de Dios que salva. Nos salva de vivir para caerle bien o la aprobación de otros, por lo tanto, nosotros procuramos lo bueno delante de los hombres. 2 Cor. 8:21 “Pues nos preocupamos por lo que es honrado, no solo ante los ojos del Señor, sino también ante los ojos de los hombres” NBLA.
Nos preocupamos, procuramos que lo bueno sea reconocido de nuestras vidas y no por otros. Los demás son receptores y testigos del BIEN que Dios nos dio.
Por ello nos lleva a no evitar a las personas hostiles. v. 18- En cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. NO EVITAMOS A LOS INCÓMODOS, BUSCAMOS VIVIR EN PAZ CON TODOS. Como iglesia que estamos entre vecinos, tenemos que ser personas que buscan la Paz, en lo que dependa de nosotros.
Tal vez alguno diga, bueno no le estoy pagando con la misma moneda, solo lo evito. Pero eso podría ser una forma de pagar con la misma moneda. Evitar a las personas no vence el mal (aunque, como veremos, hay casos en los que podría ser necesario).
El versículo 9 nos recuerda que no estamos amando con sabiduría o con verdad cuando hacemos posible que alguien peque o que peque contra nosotros. Hay muchos grados de hostilidad. Algunos enemigos son tan peligrosos que tener algo que ver con ellos es invitarlos a pecar. En ese caso, el “bien” que les puedes hacer es mantenerte lejos de ellos. Tenemos que discernir el motivo que hay detrás de nuestra distancia—¿es una forma de pagar con la misma moneda o se trata de una respuesta medida que intenta bendecirlos de alguna manera?
3 Reflejado en su confianza. Romanos 12:19-21
3 Reflejado en su confianza. Romanos 12:19-21
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Vivir de esta manera no es fácil: ¡es un “sacrificio vivo” (Ro 12:1)! Es contracultura.
En nuestros días se hace un gran énfasis en la cultura de la psicología/terapia de “ser bueno contigo mismo”. ¿Por qué? Porque muchos consejeros se dan cuenta de que las personas están tan necesitadas de amor que dejan que otras personas las pisoteen y abusen de ellas.
Como resultado, la sabiduría de nuestra época dice: Averigua qué es lo que quieres y ve por ello. Quédate en una relación si el beneficio es mutuo. Si tienes que hacer un montón de sacrificios, eso no es saludable. ¡Tienes que valorarte más! No necesitas esto. ¡Salte!
Y por eso vemos personas que no permanecen en las iglesias, cambian de iglesia cada que algo no les gustó, no por doctrina sino por gusto o preferencia.
El mundo no entiende el evangelio, ni las muchas manifestaciones del pecado, ni la justicia propia. Por tanto, no puede ver la diferencia que hay entre alguien que está tratando de servir a los demás como un medio para obtener la justificación y la salvación, y alguien que está tratando de servir a los demás como respuesta a su justificación y su salvación.
Romanos 12:19- 21 Pone en perspectiva nuestra fe.
Nuestra fe tiene que verse reflejada en los asuntos de dolor, aun nuestras luchas no son para nosotros, nuestros opositores y enemigos no nos corresponde a nosotros hacerlos pagar por su maldad.
Un cierre muy drástico, se requiere un sacrificio, no ser vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
La palabra “vencer” es una palabra militar que quiere decir “dominar”. Esto nos muestra lo radical que es esta declaración. ¡Pablo dice que pagar mal por mal es perder de inmediato la batalla contra el mal! La única forma de derrotar el mal es siendo bueno con el que te ha hecho daño. En otras palabras, si odias a alguien que te ha hecho mal, ¡esa persona ya ha ganado! La única manera de derrotar el mal es perdonando y amando a la persona. Si te vengas, entonces haz tomado el lugar que a Dios le corresponde, que es el de Juez justo. Yo pagaré.
J. R. R. Tolkien nos muestra esta dinámica en El señor de los anillos. Cualquier persona buena que quisiera vencer al señor del mal, Sauron, usando su anillo, se volvería malo en el proceso. Esto quería decir que la “victoria”, si se buscaba (o incluso si se lograba) de la manera equivocada, sería completamente falsa—sería realmente una derrota, pues al volverse malo para vencer el mal, el que llevara el anillo habría permitido que ganara el mal.
SI SE PUEDE VENCER EL MAL, POR ESO LO DICE. Vivimos muy desapegados de las verdades del Evangelio cuando no dominamos con el bien el mal, el evangelio nos dice que hay un Juez, y que podemos confiar en que Él llevará a cabo Su justicia perfecta. No tenemos que vengarnos; hay Uno que cuida de nosotros y de Su mundo, y que se va a asegurar de que haya una justicia escrupulosamente imparcial. Somos libres para “[dejar] el castigo en las manos de Dios” (Ro 12:19) porque sabemos que Él saldará todas las cuentas; la cruz nos muestra qué tan en serio Dios se toma el pecado y que Él lo va a castigar.
Pedro expresa esto de una manera sumamente poderosa a los cristianos que están sufriendo por hacer el bien al decirles que están siguiendo las pisadas de Cristo: 1 Pedro 2:23 “quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente;” El evangelio nos promete justicia y nos recuerda que no somos nosotros quienes la impartimos.
Un sacrificio vivo para Dios, esto significa confiar en Su Dios y en sus mandamientos. Darle de comer y beber.
Si no te sientes aceptado en Cristo, querrás que el amor de otra persona te haga sentir aceptado. En ese caso, haces un ídolo del ser amado y no eres capaz de decir: “No”. O haces un ídolo de que te necesiten. Permites felizmente que abusen de ti, y tu martirio te hace sentir valioso. Cuando esta dinámica ocurre, el problema principal no es que haya muy poco amor propio, ¡sino que hay demasiado! La persona abusada no ama al abusador, sino que ama el amor. La persona que es abusada es demasiado egoísta para decirle la verdad al abusador y arriesgarse a perderlo.
Es un sacrificio vivo para Dios. Confiar en él dejarle todo en sus manos. Darle de beber, darle de comer. No si te pide, sino que si lo ves en necesidad dalr.
El principio es hacerles bien a los que nos hacen mal. Eliseo y los asirios. Son más los que están con nosotros. el criado tenía miedo y abrio sus ojos y vio un gran ejercito y carros de fuego, y entonces oró Eliseo y el ejercito Sirio que venía por Eliseo quedó ciego y terminaron en medio de Samaria, y dice el rey de Isarael los ¿los mato padre mío? 2 Reyes 6:22-23 “El le respondió: No los mates. ¿Matarías tú a los que tomaste cautivos con tu espada y con tu arco? Pon delante de ellos pan y agua, para que coman y beban, y vuelvan a sus señores. Entonces se les preparó una gran comida; y cuando habían comido y bebido, los envió, y ellos se volvieron a su señor. Y nunca más vinieron bandas armadas de Siria a la tierra de Israel.”
Esto no es una regla pero la confianza de Eliseo fue puesta en Dios, no en que podía vengarse.
1. ¿Hay alguien en tu pasado o en tu presente que te haya hecho mal? ¿Cuáles respuestas equivocadas eres tentado a dar?
2. ¿Cómo sería para ti vencer el mal con el bien en esta situación específica (ver los tres pasos prácticos, p. 138)?
3. ¿Necesitas buscar el consejo de un cristiano sabio para saber cómo tratar con algún asunto o algún mal que te hayan hecho?