Bienvenido a Casa
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Estamos en la recta final del año 2022 y podemos decir “hasta aquí nos ha ayudado el Señor”, ¿Cuántos pueden decir que Dios ha sido fiel? Casa de Fe, nace con el deseo que todo Oaxaca pueda llegar a recibir a Jesús como Salvador y quienes lleguen a Casa experimenten a Dios en este lugar y que al salir tengan el deseo de regresar la siguiente semana, que Casa sea irresistible.
Queremos ser una iglesia para que toda la familia llegue y reciba un mensaje que le ayude a navegar estos tiempos en esta sociedad. Para cumplir esta visión, es necesario filtrar lo no necesario para la vida del “cristiano” y que muchas veces detiene a las personas de reunirse.
Si preguntas aleatoriamente a personas ¿por qué no quieren ir a la iglesia? Algunos dirán: ¡por algo que me hicieron en el pasado! ¡una decepción de Dios! ¡algo que les pasó a mis padres! ¡por culpa de mis padres! ¡no los entiendo! ¡no tengo problemas con Dios, pero la iglesia no me atrae! O, porque se me hace imposible cumplí lo que piden.
Los que tenemos años en la iglesia vemos cómo ha evolucionado, no el mensaje, sino la forma y somos testigos cómo mucha gente no tiene problemas con Dios, porque se acercan en Navidad, Año Nuevo y Semana santa, desaparecen hasta la siguiente fiesta, pero ¡llegan!
De alguna forma la iglesia se ha convertido en algo solo para los de la iglesia y la gente que pasa por la calle, nos ven como algo diferente, raro, porque no hemos podido comunicar el mensaje. De tal forma que algunos ven a la gente de iglesia creyendo que “no pueden ser como uno de ellos”, de esos que se saben la Biblia, han de tener la vida resuelta ¡si tan solo supieran!
Y de eso se trata Casa de Fe. Queremos quitar esas cosas raras, las dificultades, queremos que los que tú invites vean que somos gente “normal”. Pero debes saber que esto no es un problema de los años recientes ¿sabes cuándo empezó el problema? Tan pronto como Jesús volvió al cielo.
Hay la tendencia a complicar la relación con Dios, de hacer a Dios “complicado”, de tal forma que, al llegar a la iglesia, si no sabes el lenguaje, las costumbres, tradiciones, te ven raro.
Puedo entender el rechazo de algunas personas, porque hay iglesias que hacen cosas raras, en Casa queremos quitar eso, sin diluir el mensaje. Encontramos en el libro de Hechos una historia interesante, es la primera junta de los líderes de la iglesia. Asambleas de Distrito o de iglesia.
Algo así es esta reunión en Jerusalén. Los primeros cristianos todos, eran judíos. Jesús era judío, sus discípulos y los primeros cristianos: judíos. Era natural que creyeran que el cristianismo era como una extensión de ser judíos, algo que les pertenecía sólo a ellos. Y de una forma ¡así era! Pues Abraham recibe la promesa que la tierra será bendita por medio de él, así que es natural que el cristianismo esté ligado a los judíos. Los judíos que reconocían a Jesús como Hijo de Dios, con facilidad podían ser cristianos, porque es parte de su historia y como tal, seguían teniendo su religión, iban al templo, mantenían sus reglas, guardaban el Sabbath, etc.
El problema era ¡si no eres judío y querías aceptar a Jesús como Hijo de Dios y tu Salvador! Los judíos pensaban que tenías que hacerte de la nacionalidad judía, pensando que Jesús era sólo para ellos, para nacionalizarte tenías que observar las fiestas, circuncidarte, cumplir tradiciones, etc. Los judíos llamaban gentiles a los de otra nacionalidad.
Pablo les dice que llegó el Hijo de Dios, vivió entre ellos, lo crucificaron pero al 3er día resucitó de la muerte, sanó a muchas personas y el mismo Pablo hacía milagros, pero aclaraba que no era él, sino que lo podía hacer gracias a Jesús. Y esas personas empezaron a creer en Jesús, querían ser cristianos, pero no querían hacerse judíos, sólo querían tener una relación con el hombre que murió y volvió a la vida.
Se corrió la voz y la noticia llegó a Jerusalén, capital de los judíos. Supieron que había personas que no eran judíos y aceptaban a Jesús, pero no cumplían ninguna tradición judía y esto ¡los molestó! Mandan a personas a esas regiones a decirles ¡alto, alto! No crean que es suficiente sólo creer en Jesús, tienen que hacer todo lo que nosotros hacemos, nuestras costumbres y tradiciones. Y así es como ponen una carga extra en las personas algo que ¡Jesús no dijo y nunca pidió! Es más, ÉL dijo ¡vengan a mí los que están cansados y YO los haré descansar! Eso es todo ¿no tenemos que hacer algo más? ¡eso es todo! Pero esta gente les venía a decir que sí había algo más.
Jesús vino, dio el mensaje, fue crucificado, resucitó, se fue y ¡ahí lo empiezan a complicar! Es así como la iglesia de ese tiempo se reúne para hablar del problema. Lo que leeremos, espero que nos ayude. Si vienes por primera vez a esta reunión y te sientes raro o no entiendes o te preguntas ¿por qué lo hacen tan complicado? Hoy intento corregir la forma de presentar el mensaje.
“Cuando Pablo y Bernabé estaban en Antioquía de Siria, llegaron unos hombres de Judea y comenzaron a enseñarles a los creyentes: «A menos que se circunciden como exige la ley de Moisés, no podrán ser salvos». Pablo y Bernabé no estaban de acuerdo con ellos y discutieron con vehemencia. Finalmente, la iglesia decidió enviar a Pablo y a Bernabé a Jerusalén, junto con algunos creyentes del lugar, para que hablaran con los apóstoles y con los ancianos sobre esta cuestión. La iglesia envió a los delegados a Jerusalén, quienes de camino se detuvieron en Fenicia y Samaria para visitar a los creyentes. Les contaron —para alegría de todos— que los gentiles también se convertían.” (Hechos de los Apóstoles 15:1–3, NTV)
Pablo y Bernabé dicen: ¡alto, alto! Están aumentando algo que no es importante. Los apóstoles eran los famosos de la época, porque ellos caminaron con Jesús por 3 años y las personas querían escuchar de sus labios a Pedro, Andrés, Juan y saber lo que Jesús había dicho y hecho.
Para cuando suceden estas cosas, muchos judíos eran cristianos conversos y lo que hacían es que a este nuevo cristianismo agregaban sus costumbres y viejas tradiciones.
“Cuando llegaron a Jerusalén, toda la iglesia —incluidos apóstoles y los ancianos— dio la bienvenida a Pablo y a Bernabé, quienes les informaron acerca de todo lo que Dios había hecho por medio de ellos. Pero después algunos creyentes que pertenecían a la secta de los fariseos se pusieron de pie e insistieron ....».” (Hechos de los Apóstoles 15:4–5, NTV)
Los fariseos eran responsables de crucificar a Jesús, y ahora muchos de ellos eran cristianos, creyeron no por las enseñanzas de Jesús, sino porque vieron al muerto caminar; ahí supieron que se habían equivocado, que habían crucificado al Mesías, al Hijo de Dios. Muchos de los que condenaron a Jesús, ahora ¡creen en ÉL! Esto es unas semanas después de que lo crucificaron, los fariseos dijeron:
“…«Los convertidos gentiles deben ser circuncidados y hay que exigirles que sigan la ley de Moisés».” (Hechos de los Apóstoles 15:4–5, NTV)
Qué bien que se quieren unir, pero ¡no es tan fácil! Deben ser judíos antes de ser cristianos; no es fácil, más bien es complicado. Deben pagar el precio. Estos fariseos cristianos aun estaban aprendiendo de la Gracia de Dios.
“En la reunión, después de una larga discusión, Pedro se puso de pie y se dirigió a ellos de la siguiente manera: «Hermanos, todos ustedes saben que hace tiempo Dios me eligió de entre ustedes para que predicara a los gentiles a fin de que pudieran oír la Buena Noticia y creer.” (Hechos de los Apóstoles 15:7, NTV)
Pedro ha estado con los gentiles y Dios le mostró claramente que el mensaje era para todas las personas; al principio Pedro no entendía esto porque no se quería contaminar. Pedro y Cornelio. Dios quiere a todas las personas, no sólo a un grupo selecto.
“Dios conoce el corazón humano y él confirmó que acepta a los gentiles al darles el Espíritu Santo, tal como lo hizo con nosotros.” (Hechos de los Apóstoles 15:8, NTV)
En ese tiempo la evidencia era necesaria porque muchos estaban confundidos y al ver la evidencia del Espíritu santo, no lo pueden dudar.
“Él no hizo ninguna distinción entre nosotros y ellos, pues les limpió el corazón por medio de la fe.” (Hechos de los Apóstoles 15:9, NTV)
La diferencia no es por ser de cierta etnia, esas diferencias desaparecen porque es ÉL, es Dios quien purifica nuestros corazones.
“Entonces, ¿por qué ahora desafían a Dios al poner cargas sobre los creyentes gentiles con un yugo que ni nosotros ni nuestros antepasados pudimos llevar?” (Hechos de los Apóstoles 15:10, NTV)
Lo que dice es: Dios ha hecho algo nuevo, fácil de entender para todos y ¡ustedes lo complican! Al querer poner una carga en los demás, una carga que ni nosotros hemos podido cumplir totalmente ¿o sí? ¡pues no! Entonces ¿por qué se lo quieren poner a ellos? Si ni nosotros que somos judíos lo hemos podido cumplir, tal como la ley lo demanda.
“Nosotros creemos que todos somos salvos de la misma manera, por la gracia no merecida que proviene del Señor Jesús».” (Hechos de los Apóstoles 15:11, NTV)
Después de Pedro habló, Jacob, el hermano de Jesús, conocido también como Santiago toma la palabra. Jacob era alguien importante en ese momento, hermano de Jesús y aunque al principio no creyó que fuera Hijo de Dios, crecieron juntos, pero el hecho que aceptara a Jesús como Hijo de Dios y como su Salvador, es algo importante; y lo que dice es importante y es la forma como las familias, jóvenes, hombres, mujeres, van a llegar a Dios en esta iglesia.
“»Y mi opinión entonces es que no debemos ponerles obstáculos a los gentiles que se convierten a Dios.” (Hechos de los Apóstoles 15:19, NTV)
Los gentiles, no judíos se están convirtiendo a Dios ¿por qué les ponemos obstáculos? ¿por qué lo hacemos difícil? ¡Dios lo hizo fácil! ¿quiénes somos para hacerlo difícil? Jacob dice: necesitamos hacer el evangelio accesible a todas las personas, para que conozcan a Dios, vivan una relación con el Padre y el Espíritu Santo haga SU obra en la vida de cada uno. El mensaje es poderoso, cambia las vidas, pero es fácil de entender.
¿Quién necesita el perdón de Dios? ¿quién necesita ayuda para quitar hábitos horribles? ¿quién necesita ayuda en el matrimonio? ¡Todos necesitamos ayuda! Pero la iglesia, el Cuerpo de Cristo muchas veces lo hace complejo y esa complejidad empezó en el primer siglo.
Pedro y Jacob concluyen: ¡No hagamos eso! Sé que será difícil para los que están acostumbrados a complicarse las cosas, pero tomemos el ejemplo que Dios, lo ha hecho de manera entendible.
“Al contrario, deberíamos escribirles y decirles que se abstengan de comer alimentos ofrecidos a ídolos, de inmoralidad sexual, de comer carne de animales estrangulados y de consumir sangre.” (Hechos de los Apóstoles 15:20, NTV)
No lo compliquemos, pero ya que se están mezclando gentiles con judíos, les pediremos un poco de consideración y sean sensibles con nuestras emociones, somos bien sentidos, les vamos a pedir que no coman sangrita, moronga cuando menos delante de nosotros. Algo que debe quedar claro es que se cuiden de inmoralidad sexual. Pero, no tienen que circuncidarse, ni seguir nuestras leyes. Lo que sí les pedimos es por su bien, son nuevos, y esto les va a ayudar.
“Los mensajeros salieron de inmediato para Antioquía, donde convocaron a una reunión general de los creyentes y entregaron la carta. Y hubo mucha alegría en toda la iglesia ese día cuando leyeron este mensaje alentador.” (Hechos de los Apóstoles 15:30–31, NTV)
El mensaje llegó, firmado por Pedro y Jacobo entre otros; no tienen que ser judíos para ser cristianos, sólo pongan su fe en el Mesías resucitado ¡así de fácil! Pero, años después se complicó el asunto, en el año 1095 el papa Benedicto Urbano II formó un ejército para tomar Jerusalén una vez más y mataría a los que se le pusieran enfrente. La pregunta es ¿de dónde sacó esa idea? De repente se le metió en la cabeza que la iglesia debía conquistar por la fuerza, de imponerse. Y el evangelio de Jesucristo gana los corazones con SU Amor no los conquista por la fuerza.
A finales del siglo XV se pone peor, cuando la inquisición española empieza a funcionar, al avanzar y no poder distinguir entre católicos y herejes la respuesta fue: “Matad a todos que luego Dios los distinguirá en el cielo”. Miles fueron asesinados en el Nombre de Jesús.
En el siglo XVI aparece Martín Lutero con el movimiento protestante y dijo: Es sencillo: “Sólo Cristo, Sólo la Escritura, Sólo la Fe, Sólo la Gracia, Sólo a Dios la Gloria.” Lo que nos salva es la Gracia de Dios, no es por las obras. Miles de personas se le unen. Porque veían lo que hacía la iglesia de la época y así era imposible saber o ser salvos. No hablamos latín, sólo unos pocos pueden leer la Biblia, sólo unos cuantos pueden llegar a Dios y Lutero dice: No se trata de lo que hagan, se trata de la fe, una fe que produce obras. Y así nace el protestantismo.
Años después se volvió a complicar, surgen denominaciones que dicen: ésta es la forma correcta y otros dicen ¡no! ¡ésta es la correcta! Unos dicen adora así y otros dicen que no, unos dicen que no te pintes otros dicen ¡por favor hazlo! Unos dicen: no dancen, otros dicen, sí, etc. Y los que no son cristianos, ven esto y dicen: Ni ustedes se ponen de acuerdo. Quiero conocer a Dios, pero cuando me acerco a una iglesia, me dicen cosas diferentes, algunas no las entiendo y otras parecen imposibles, así que no creo que me pueda acercar a Dios.
¿Por qué pasa esto? Quizá porque en cada uno de nosotros está el deseo de tener una fórmula exclusiva para acercarse a Dios y así poder decir a los que se quieren acercar ¡qué es lo que tienen que hacer! Y qué reglas cumplir, y nos convertimos en un grupo elitista ¡Si no lo haces como yo digo no vale! Y cuando la gente entra nos alegramos, pero después sacamos nuestras reglas y nos volvemos el peor enemigo de ellos y con el tiempo no regresan. Cuando decimos que nos da gusto verlos, pero al terminar la reunión ¡nadie se acerca a las visitas! Dicho sea de paso.
La mayoría de las personas quieren tener una conexión fuerte con Dios, por alguna razón la iglesia ha complicado esa conexión. El deseo de “Casa de Fe” es lo que dijo Jacob: “Dejemos de poner obstáculos a quienes se convierten a Dios”. Creemos que Jesús vino por Amor a toda la gente.
En todas partes ves personas que buscan trascender, quieren tener una relación con Dios y disfrutar de Su Gracia, Misericordia y es el Espíritu Santo quién les guiará a toda perfección.
Quizá de entrada no entiendan todo pero que digan: estuve con un grupo de personas que me recibieron, me hablaron con tanta amabilidad y ahora son de mis mejores amigos. Matrimonios que dirán: antes tenía muchos problemas en mi matrimonio, y ahora ¡sigo teniendo! Pero compartimos con otros matrimonios y me doy cuenta de que ¡no estoy solo! Y juntos aprendemos el propósito de Dios para nuestro matrimonio. Y se que hay esperanza.
La iglesia es para todos porque Dios está interesado en ellos y porque todas las personas pasarán la eternidad en algún lado. Así que, si existe un lugar donde todas las personas deben sentirse bien venidas y apreciadas ¡Es aquí! Pero cuando la iglesia, nosotros, no somos amables, no hacemos contacto con los que vienen por primera vez y además se les exige cambios que ni nosotros hemos podido, entonces el problema no son las personas que llegan sino la iglesia.
Casa de Fe es un grupo de personas normales con quien las personas que lleguen se sientan identificados en sus problemas, necesidades, con la gran diferencia de la presencia del Espíritu Santo que nos hace ser sal y luz para compartir con ellos. Los campos están listos para la cosecha, seamos trabajadores dispuestos para ir.
Si en algún momento dejamos de ser un lugar atractivo para quienes vienen por primera vez, nos convertiremos en una iglesia que no se interesa en las personas sino en cuidar y cumplir las reglas.
Sigamos orando, sirviendo, obedeciendo a nuestro Dios para que las demás personas encuentren la oportunidad de conocer a Jesucristo y ser salvos por la eternidad.
Palabra de Dios
Oremos
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