La conquista de los reinos del norte
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· 19 viewsLa conquista de la tierra prometida, aun cuando Dios la había prometido, requirió esfuerzo, paciencia y fe por parte de Israel.
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La conquista de los reinos del norte
La conquista de los reinos del norte
Josué 11:1–6
1 Cuando oyó esto Jabín rey de Hazor, envió mensaje a Jobab rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf, 2 y a los reyes que estaban en la región del norte en las montañas, y en el Arabá al sur de Cineret, en los llanos, y en las regiones de Dor al occidente; 3 y al cananeo que estaba al oriente y al occidente, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al jebuseo en las montañas, y al heveo al pie de Hermón en tierra de Mizpa. 4 Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra. 5 Todos estos reyes se unieron, y vinieron y acamparon unidos junto a las aguas de Merom, para pelear contra Israel.
6 Mas Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos, porque mañana a esta hora yo entregaré a todos ellos muertos delante de Israel; desjarretarás sus caballos, y sus carros quemarás a fuego.
Introducción
Introducción
Israel poco a poco fue avanzando en su conquista:
Primero, la derrota de Sehón y Og de la tierra de Basán al mando de Moisés. (Números 21)
Segundo, la conquista de Jericó y Hai. (Josué 6-8)
Tercero, la conquista de los cinco reyes amorreos del sur. (Josué 10)
Ahora, la conquista de los territorios del norte y la derrota de la coalición de cuatro reyes y 6 territorios:
Cananeos, amorreos, heteos, ferezeos, jebuseos y heveos y los reyes Jabín, Jobab, Simrón y Acsaf.
Esta batalla fue aun más épica que la anterior, pues se enfrentaba a un número mayor de enemigos.
Josué 11:4 “Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, mucha gente, como la arena que está a la orilla del mar en multitud, con muchísimos caballos y carros de guerra.”
Sin embargo, la Biblia no da muchos detalles de la victoria.
Falta de milagros
Falta de milagros
En ocasiones Dios manifestó su poder con intervenciones sobrenaturales en la batalla, como la destrucción de los muros de Jericó, la lluvia de piedras y cuando Josué detuvo el sol y la luna.
Pero en otras ocasiones, no se manifestó ningún milagro sobrenatural, solamente la fe y disposición de los soldados israelitas para enfrentar a sus enemigos.
En esta batalla, pareciera que vencieron a sus enemigos solamente con la presencia de Dios en ellos sin milagros sobrenaturales. Josué 11:8 “Y los entregó Jehová en manos de Israel, y los hirieron y los siguieron hasta Sidón la grande y hasta Misrefotmaim, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno.”
La manifestación de milagros sobrenaturales no son un parámetro para evaluar si Dios está con nosotros o no.
No son las manifestaciones la que determinan la presencia de Dios. Andamos por fe y no por lo que vemos: 2 Corintios 5:7 “(porque por fe andamos, no por vista);”
Dios ha prometido estar con nosotros siempre.
Mateo 28:20 “enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
También ha prometido que somos vencedores: Romanos 8:37 “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.”
Dios se manifestó en el día de pentecostés con un viento recio pero a Elías en un silbo apacible.
Promesa y esfuerzo
Promesa y esfuerzo
promesa
promesa
Continuamente Dios reafirmaba su promesa de entregar a Israel la tierra prometida: Josué 1:3-4 “Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Eufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.”
Esta promesa esta firme y nada ni nadie podría estorbar los planes de Dios.
Aun cuando Israel fue rebelde e imperfecto, El propósito de Dios para ellos se cumplió.
Esto nos enseña sobre la autoridad y soberanía de Dios, lo que Él ha declarado se cumplirá y nadie podrá estorbarlo. Lucas 21.33 “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”
Isaías 43:13 “...Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?”
Lo que Dios ha prometido para nosotros, lo cumplirá sin ninguna falta:
Filipenses 1.6 “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.”
Esfuerzo
Esfuerzo
Sin embargo, Israel debía esforzarse para entrar y conquistar la tierra prometida.
Desde la salida de Egipto hasta estar asentados en la tierra prometida, requirió un periodo de 60 a 70 años.
Dios podía haber tomado a Israel el día que salió de Egipto e instalarlos en la tierra prometida, pero no lo hizo, pues ellos debían esforzarse.
Josué 1:9 “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”
Lo hizo para manifestar su poder y que Israel y todas las naciones lo conocieran: Isaías 52:10 “Jehová desnudó su santo brazo ante los ojos de todas las naciones, y todos los confines de la tierra verán la salvación del Dios nuestro.”
De esta manera Israel aprenda a temer, servir y amar solamente a Él.
Las maravillas de Dios eran anunciadas por toda la tierra y por todas las generaciones, que incluso hoy día se cuentan de las maravillas de Dios, con el propósito que todos venga a Él.
Lo hizo para que Israel aprendiera paciencia y obediencia: Éxodo 23:29-33 “No los echaré de delante de ti en un año, para que no quede la tierra desierta, y se aumenten contra ti las fieras del campo. Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes posesión de la tierra. Y fijaré tus límites desde el Mar Rojo hasta el mar de los filisteos, y desde el desierto hasta el Eufrates; porque pondré en tus manos a los moradores de la tierra, y tú los echarás de delante de ti. No harás alianza con ellos, ni con sus dioses. En tu tierra no habitarán, no sea que te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses, porque te será tropiezo.”
De la misma manera, Dios ha prometido salvar a todos los que se han arrepentido de sus pecados y han confesado a Cristo como su Señor y Salvador. Esta promesa no fallará sino que Él la cumplirá. 2 Cor. 1:22 Las arras del Espiritu.
Pero es necesario perseverar, esforzarse, para que aprendamos a amar y obedecer a Dios, aprendamos a conocerle. 2 Timoteo 2:1 “Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.”
Debemos esforzarnos, no para ganar la salvación, porque ya tenemos la garantía del Espíritu Santo de que somos salvos. Sino para ser recompensados por el Señor:
1 Corintios 3:13–15 “la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará. 14 Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. 15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.”
Dios podría hacer más fácil nuestra vida en esta tierra, pero permite las pruebas para que nuestra fe se fortalezca y aprendamos a confiar y depender de Él.
Conclusión
Conclusión
No cabe duda que los Israelitas se sintieron maravillados y satisfechos al ver las proezas que Dios había hecho a través de ellos. Disfrutaron y apreciaron más la tierra, amaron más a Dios (al menos la generación que participó de la conquista)
No hay mayor satisfacción que esforzarse por el Señor.
Si no te sientes satisfecho, si te sientes improductivo, dispón tu vida a servirle a Dios.
Esfuérzate y se valiente, enfrenta lo gigantes y los grandes ejércitos sin ningún temor, porque Dios está contigo y te dará la victoria.