Sermón del Monte 12
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La Puerta Estrecha y la Ancha/Mateo 7:13-23
Las Puertas Estrecha y Amplia
“»Sólo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. La carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino. Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son sólo unos pocos los que alguna vez lo encuentran.” (Mateo 7:13–14, NTV)
Un Arbol y su Fruto
“»Ten cuidado de los falsos profetas que vienen disfrazados de ovejas inofensivas pero en realidad son lobos feroces. Puedes identificarlos por su fruto, es decir, por la manera en que se comportan. ¿Acaso puedes recoger uvas de los espinos o higos de los cardos? Un buen árbol produce frutos buenos y un árbol malo produce frutos malos. Un buen árbol no puede producir frutos malos y un árbol malo no puede producir frutos buenos. Por lo tanto, todo árbol que no produce frutos buenos se corta y se arroja al fuego. Así es, de la misma manera que puedes identificar un árbol por su fruto, puedes identificar a la gente por sus acciones. »No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Sólo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”. Pero yo les responderé: “Nunca los conocí. Aléjense de mí, ustedes, que violan las leyes de Dios”.” (Mateo 7:15–23, NTV)
7.13-27. El Sermón del Monte termina con 4 grupos de contrastes, el propósito de Jesús es que sus discípulos tomen una decisión, se comprometan de verdad y no sólo de apariencia (si eso fuera posible). Les ha enseñando el camino de la justicia que es mayor que la de los fariseos. Los ejemplos siguientes invitan a los lectores de Mateo a tomar una decisión. A pesar de las opciones aparentemente buenas que el mundo ofrece, estos pasajes nos recuerdan que al fin de cuentas sólo hay 2 alternativas, sólo 2 caminos: el ancho y el angosto, sólo 2 clases de maestros: falsos y verdaderos; sólo 2 clases de seguidores, los que hacen y los que sólo hablan y sólo 2 clases de fundamentos: la roca y la arena. La decisión en todo caso se resume entre el camino de Dios y el camino del mundo.
“»Sólo puedes entrar en el reino de Dios a través de la puerta angosta. La carretera al infierno es amplia y la puerta es ancha para los muchos que escogen ese camino. Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son sólo unos pocos los que alguna vez lo encuentran.” (Mateo 7:13–14, NTV)
La idea de 2 caminos: el de la maldad y el virtuoso fue diseñado por escritores griegos (Hesíodo), por los salmistas y los profetas judíos.
“«Dile a todo el pueblo: “Esto dice el Señor: ‘¡Elijan entre la vida y la muerte!” (Jeremías 21:8, NTV)
Jesús empieza a dar la conclusión del sermón y contrasta el compromiso genuino contra el aparente ¿cuál es el más frecuente? La puerta ancha, amplia es seguido por la mayoría de las personas y ha sido descrito en todo el Sermón. Y ha dado contraste con los valores enseñados en las bienaventuranzas. Apariencias contra corazón rendido totalmente.
El destino para quienes eligen ese estilo de vida queda claro y es un fin terrible. Por un lado, ese estilo de vida lleva a la destrucción que es parte de la ira de Dios contra el pecado.
“Pero Dios muestra su ira desde el cielo contra todos los que son pecadores y perversos, que detienen la verdad con su perversión.” (Romanos 1:18, NTV)
Es importante tener en mete que un estilo de vida que es amplio, espacioso, lleva a la destrucción aquí y en la eternidad; aquí y ahora en el sentido de las heridas a uno mismo y a terceros, caos interno. El camino amplio, aunque sean muchos los que transitan por él, no por eso quiere decir que sea placentero en todo sentido.
¿Las consecuencias de vivir ese estilo de vida son eternas o para esta vida?
“Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son sólo unos pocos los que alguna vez lo encuentran.” (Mateo 7:14, NTV)
El camino angosto es el estilo de vida que defiende el Sermón, es el camino de humildad, compasión y la justicia anhelada por que se es leal a Jesús como el Señor. Es es camino de la reconciliación, amor, integridad, generosidad, y un amor sin fronteras. Es el camino de la devoción decidida a Dios, que se refleja en un compromiso de todo corazón. Es el camino de ser misericordioso a los demás y que confía en la bondad de Dios. Es el camino que busca hacer el bien a otros. A este camino se entra por una puerta estrecha que requiere que dejemos las maletas del prejuicio, la ambición egoísta, el orgullo y otras cosas que tienen nuestra lealtad. Este camino pide disciplina y fe. Al tomar esa decisión, nos lleva a ir en contra de las tendencias del camino amplio que parece ser el natural y por eso es elegido por poca gente.
VIDA. El camino angosto lleva a la vida en todos los sentidos de la Palabra. En esta vida el camino angosto lleva a una perfección interna, marcada por tener un sentido de propósito, lleva a relaciones marcadas por la integridad y armonía. También es el camino a la vida eterna con Dios, porque refleja el carácter de lo que la vida es. Jesús se refiere a este destino en el verso 21 como: “entrar en el reino del cielo”.
SOLO UNOS POCOS. Cuando se le preguntó si solo unos cuantos se salvarían, Jesús no responde directamente, sino que llama a procurar el camino angosto.
“Alguien le preguntó: —Señor, ¿sólo unos pocos se salvarán? Él contestó: —Esfuércense por entrar por la puerta angosta del reino de Dios, porque muchos tratarán de entrar pero fracasarán.” (Lucas 13:23–24, NTV)
Jesús no trata con teorías sino que llama a tomar la decisión de seguirle.
7.15-20 Los profetas eran gente que decían hablar en el Nombre de Dios, los falsos profetas ya sea que fueran motivados por un deseo de poder y prestigio o dinero, fueron un problema tanto en el judaísmo como en el cristianismo. La preocupación de los falsos profetas son ellos mismos y no la gloria de Dios ni el bienestar de los que los siguen.
“En Israel también hubo falsos profetas, tal como habrá falsos maestros entre ustedes. Ellos les enseñarán con astucia herejías destructivas y hasta negarán al Señor, quien los compró. Esto provocará su propia destrucción repentina.” (2 Pedro 2:1, NTV)
“»Ten cuidado de los falsos profetas que vienen disfrazados de ovejas inofensivas pero en realidad son lobos feroces.” (Mateo 7:15, NTV)
TEN CUIDADO. Otra vez se le dice al discípulo que juzguen a otras personas en este caso, es necesario discernir, diferenciar quien habla con la verdad y quién habla falsamente sobre la verdad de la Palabra o de la vida del cristiano.
DISFRAZADOS DE OVEJAS. los profetas Elías y Juan el Bautista, usaban pieles de animales para vestirse.
“Juan usaba ropa tejida con pelo rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langostas y miel silvestre.” (Mateo 3:4, NTV)
La gente pudiera “vestirse” como un profeta y decir que son profetas y pretender que son tan inofensivos como las ovejas, pero su verdadera naturaleza es como la de los lobos que se quieren alimentar de otros. Mientras que la naturaleza de los cerdos es obvia, la de los lobos disfrazados no es tan fácil de detectar, porque sus intenciones y carácter son de apariencia que pueden engañar.
¿Actualmente qué se necesita para identificar a los lobos de las ovejas?
“Puedes identificarlos por su fruto, es decir, por la manera en que se comportan…” (Mateo 7:16, NTV)
POR SUS FRUTOS. John Stott propone 3 maneras en que el fruto de un maestro verdadero se prueba para ver si es bueno o malo.
Primera; clase de fruto por la que el falso profeta revela su verdadera identidad está en la esfera del carácter y conducta. Donde veas un maestro con mansedumbre, humildad, amor, paciencia, bondad, gentileza, auto control, son razones suficientes para creer que es verdadero.Pero cuando vemos que esas cualidades faltan y son notorias las obras de la carne más que el fruto del Espíritu, especialmente celos, impureza, sería justificado sospechar que es un impostor.
Segundo, fruto es la enseñanza misma. El apóstol Juan nos da un ejemplo de esto, porque las iglesias de Asia a quienes él escribe, habían sido invadidas por maestros falsos y les anima a considerar si el mensaje de esos maestros estaba de acuerdo con la instrucción de los apóstoles y en particular si confesaban a Jesús como el Cristo que vino en carne.
“¿Y quién es un mentiroso? El que dice que Jesús no es el Cristo. El que niega al Padre y al Hijo es un anticristo. El que niega al Hijo tampoco tiene al Padre; pero el que confiesa al Hijo tiene al Padre también. Por lo tanto, ustedes deben seguir fieles a lo que se les ha enseñado desde el principio. Si lo hacen, permanecerán en comunión con el Hijo y con el Padre;” (1 Juan 2:22–24, NTV)
Tercera, prueba tiene que ver con su influencia. Tenemos que preguntarnos qué efecto tiene su enseñanza en sus seguidores. Si se ve un progreso o por el contrario desvía a la gente que enseña.
“Ellos han abandonado el camino de la verdad al afirmar que la resurrección de los muertos ya ocurrió; de esa manera, desviaron de la fe a algunas personas.” (2 Timoteo 2:18, NTV)
Si divide o promueve el pecado, eso es una base sobre la cual evaluar a los líderes o profetas.
“… ¿Acaso puedes recoger uvas de los espinos o higos de los cardos?” (Mateo 7:16, NTV)
Jesús usa 2 ilustraciones para mostrar que la conducta demuestra si una persona es verdadero discípulo o maestro. Los falsos profetas no producen fruto que nutre a la gente, sino que sólo producen espinos que cortan y lastiman.
7.21-23. Mateo sigue presionando sobre el significado del discípulo al enfatizar que el sólo hecho de decir: “Jesús es Señor” no es suficiente, esa afirmación se demuestra si es genuina o falsa por lo que la persona hace. Las acciones demuestran la realidad de lo que se afirma. Así en el día del juicio, los falsos profetas pudieran protestar que ministraron en el Nombre de Jesús, pero la verdad es que ¡nunca lo conocieron!
“»No todo el que me llama: “¡Señor, Señor!” entrará en el reino del cielo. Sólo entrarán aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.” (Mateo 7:21, NTV)
Señor, Señor. Esas personas dicen que son leales a Jesús, sólo porque la confesión cristiana desde esos años primeros del evangelio era “Jesús es el Señor”.
“Por lo tanto, quiero que sepan que nadie que habla por el Espíritu de Dios maldice a Jesús, y nadie puede decir que Jesús es el Señor excepto por el Espíritu Santo.” (1 Corintios 12:3, NTV)
Pero el hecho es que dicen una cosa pero no hacen SU Voluntad, entonces aunque digan Jesús es Señor no es más que una confesión hueca.
“»Así que, ¿por qué siguen llamándome “¡Señor, Señor!” cuando no hacen lo que digo?” (Lucas 6:46, NTV)
“El día del juicio, muchos me dirán: “¡Señor, Señor! Profetizamos en tu nombre, expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”.” (Mateo 7:22, NTV)
Hay 2 aspectos importantes del discípulo que se acentúa aquí, uno es que no es la lealtad verbal a Jesús, ni las oraciones que impresionan, no el éxito en un ministerio, ni el uso de cierto tipo de “palabras al hablar de Dios”, nada de eso puede tomarse como evidencia que una persona es un profeta de Dios. Lo que cuenta es que la persona camine en los caminos de Dios.
Nadie entra al Reino por méritos de sus actos, esa gente trata de persuadir al Señor a que los deje entrar.
Invocar, mencionar a Jesús como Señor es reconocer Su Soberanía sobre toda nuestra vida, mostrar SU misericordia y humildemente andar de acuerdo con Sus enseñanzas.
¿Vives reconociendo SU soberanía sobre tu vida, buscando SU misericordia y humildemente viviendo de acuerdo con sus enseñanzas?
Palabra de Dios
Oremos