Ira
Top Bible Verses about Ira
Génesis 4.4–5
Proverbios 29.22
Mateo 5.22
Marcos 3.1–5
Juan 2.13–17
Gálatas 5.19–21
Santiago 1.19–20
Famous Christian Quotes About Ira, Aborrecimiento, Amargura, Menosprecio, Odio, Resentimiento
Una resolución de no actuar por nuestra cuenta
De aquí en adelante no obraré en ningún aspecto por mi propia cuenta. Actuaría por mi cuenta si alguna vez hiciere uso de cualquiera de mis poderes para realizar algo que no fuere la gloria de Dios o no hacer que la glorificación de él fuera mi empresa completa y total. Si murmurare en la más mínima de las aflicciones, si me lamentare de la prosperidad de los demás, si no fuere caritativo en cualquier forma, si estuviere enojado por causa de las ofensas, si me vengare de ellas, si hiciere cualquier cosa simplemente para agradarme a mí mismo o si evitare cualquier cosa por mi propia tranquilidad, si omitiere cualquier cosa porque se requiere autonegación, si confiare sólo en mí mismo, si recibiere cualquier tipo de alabanza por el bien que yo hiciere o que Dios realizare mediante mi persona, o si estuviere de alguna manera engreído.
Razones deshonestas para ir a la guerra
Estoy muy consciente de la excusa que los hombres, siempre ingeniosos en la elaboración del mal para ellos mismos y para otros, ofrecen como atenuante de su conducta para ir a la guerra. Alegan que se ven obligados a ello, que son arrastrados a ir a la guerra en contra de su voluntad. A ellos respondo lo siguiente: Actúen en justicia, quítense la máscara, despójense de todos los colores falsos, examinen sus corazones, y hallarán que la ira, la ambición y la necedad son la fuerza compulsiva que les ha arrastrado a la guerra, y no una necesidad real, a menos que llamen necesidad a sus deseos insaciables de una mente codiciosa.
No hay nada como el nombre de Jesús
No hay nada como el nombre de Jesús para retener la ira, apaciguar el engreimiento del orgullo, la curación de la herida que produce la envidia, alejarnos del camino del desenfreno, apagar la llama de la lujuria, moderar la sed de la codicia, y poner en fuga a toda lascivia. Porque cuando nombro a Jesús, pongo delante de mí la imagen del hombre, manso y humilde, bondadoso de corazón, sobrio, casto, misericordioso, sin par en la pureza y en la santidad, y al mismo tiempo, Dios todopoderoso, que sana por medio de su ejemplo, y nos fortalece con su ayuda.